Durante mucho tiempo se ha discutido cómo es posible aumentar la productividad en las organizaciones, independiente de si estas tienen como fin el lucro o algún otro fin de carácter altruista todas ellas se encuentran en la necesidad de mejorar constantemente sus formas de trabajar con el fin de lograr la satisfacción de sus clientes o beneficiarios, en el caso de las organizaciones sin fines de lucro. Desde hace ya un tiempo y producto de la fuerte competencia existente se busca implementar una filosofía llamada “Excelencia operacional”, no es el fin de éste documento extenderse en la definición de ésta, pero sí aportar en algunas metodologías que pueden llevar a lograr los objetivos trazados en la denominada filosofía.
Felicidad
Una de las metodologías que en Chile comienzan a implementarse con bastante éxito es la denominada Felicidad Organizacional, si bien esta temática ya tiene bastante tiempo no fue sino hasta hace unos 15 años que el docente Ignacio Fernández, director del Departamento de Psicología Organizacional de la Universidad Adolfo Ibáñez (Santiago de Chile) comenzó a implementarlo en organizaciones logrando resultados muy interesantes, según indica:
“La evidencia empírica muestra que cuando hay trabajadores contentos, la productividad aumenta entre 31% y 40%, hay mejoras en la rentabilidad, en la calidad de servicio y la excelencia laboral, además de mejorar el clima interno. Por parte de los trabajadores se genera un bienestar psico-social, es decir, rompen la lógica de que el trabajo es un flagelo y un valle de lágrimas, y lo empiezan a ver como un lugar de despliegue personal, contribución social y de relaciones confiables» (cursiva agregada).
A pesar de los excelentes resultados obtenidos no deja de ser interesante el que indique que no más del 15% de las empresas en Chile utilice esta metodología de trabajo. En la misma nota se hace hincapié en que “Fernández fue asesor de Banco Estado Microempresas y Transbank –primer y segundo lugar respectivamente en la lista de Great Place to Work Chile 2014- cuando ambas compañías empezaron a integrar el tema de la felicidad a su estrategia organizacional” (cursiva agregada).
Es de vital importancia notar la necesidad de que los líderes se hagan conscientes de la necesidad de implementar estas políticas ya que estas deben estar incorporadas en la dirección estratégica para que tengan efectos permanentes en las organizaciones, de lo contrario solo quedarán aisladas como el esfuerzo de una persona pero que no logrará tener un mayor impacto en el quehacer diario de la organización.
Participación
Annie Brooking en su libro El capital intelectual indica lo siguiente: “Una investigación reciente ha revelado que, en la práctica, sólo se usa alrededor de un 20% de los conocimientos de que dispone la empresa. Eso quiere decir que todavía queda mucho espacio para una mayor eficacia, mayores beneficios, un mayor crecimiento y un mayor margen competitivo. (Página 19)
Si existe solo un 20% del conocimiento utilizado, debemos preguntarnos donde está el 80% restante, caeríamos en un error al suponer que el conocimiento está en quienes dirigen la organización, pues si esto fuera de esa forma estaríamos indicando por defecto que cada funcionario es simplemente un autómata el cual solo existe para obedecer órdenes de sus superiores, aquello era aceptable en la era de la industrialización, pero hoy en la era de la información en donde el mayor capital de la organización se encuentra radicado en el recurso humano este conocimiento está en cada una de las personas que componen la organización, de esta forma la manera de aprovechar el capital humano es crear, y ésta es quizá la mayor responsabilidad de quienes tienen el mandato de la dirección estratégica de la organización, los mecanismos, metodologías e instancias necesarias para explotar aquel conocimiento, en éste sentido la participación de cada integrante de la organización es vital ya que son ellos quienes desarrollan las tareas diariamente, el desafío para quienes dirigen está dado por lograr alinear las expectativas, acciones y deseos de las personas con la estrategia.
Motivación
Siguiendo con el punto anterior, es necesario comprender la necesidad de generar un compromiso por parte de cada integrante de la organización, esto no es posible en donde no hay participación, pues la participación es la clave de la motivación, aquí ambicionamos llegar a la parte superior de la pirámide de Maslow, la autorrealización, pues para estar motivados es necesario que las personas amen lo que desarrollan, de otra forma no lograremos que los desafíos de la organización se sientan como propios y mientras no se sientan como desafíos personales no existirá la necesidad de superarlos. Una de las maneras de entender de mejor manera esta situación es tomando como referencia un estudio del instituto Mexicano del seguro Social en el cual se señala que los empleados que no están a gusto en su trabajo disminuyen su productividad en un 40%. (Referencia)
Se considera que un empleado deprimido, que se siente a disgusto (en extremo) en su ámbito de trabajo, genera un costo tres veces más alto que cualquier otro padecimiento médico por baja productividad, subraya el especialista del Hospital Siquiátrico Dr. Héctor Tovar Acosta del IMSS, Wazcar Verduzco. (Cursiva agregada)
¿Teniendo tan alta improductividad producto de estos tres factores, no sería hora de ponerse a trabajar en ellos por medio de metodologías?
No deberíamos preguntarnos ¿qué modelos o metodologías usamos para desarrollar la tan anhelada excelencia operacional?, después de todo en un mundo tan competitivo y complejo cono en el que nos desenvolvemos dar ventajas en estos aspectos es descuidar lo más esencial de la organización… EL CLIENTE.
