Cultura digital en la evolución organizacional

Las tecnologías de información y comunicación han causado gran revuelo desde hace ya varias décadas, pues se han generado nuevas dinámicas de relacionamiento sociocultural que presentan diversas transformaciones asociadas a las posibilidades de creación de contenidos, hábitos de consumo y formas de organización y producción.

Es así que especialmente los procesos de comunicación, son cada vez más influenciados por las TIC´s1, pues ofrecen múltiples posibilidades de acceso a la información, pero principalmente, brindan a los individuos la oportunidad de superar su condición de receptores de información para convertirse en productores de contenidos y en creadores culturales.

En ese sentido, la cultura digital se entiende como la nueva forma de relacionamiento social y generación de conocimiento que tras la influencia de las TIC´s, generan asimismo, nuevos comportamientos y manifestaciones comunicativas y sociales, así como nuevas formas de generación de conocimiento en red.

Es por ello, que la sensación de cambio constante y volatilidad acompaña a la cultura digital, ya que aunque la tecnología siempre ha provocado modificaciones importantes en el comportamiento del individuo en relación con su entorno, la diferencia hoy radica en la velocidad que la era digital ha aportado a los procesos humanos. Lo anterior, gracias al comienzo de la utilización de medios digitales, como internet y la web, la computadora y la telefonía móvil  en  todos  los  procesos  y contextos  sociales,  políticos,  económicos,  etc., Importancia que se puso de manifiesto cuando se realizaron predicciones catastróficas con el llamado efecto 2000, pues se consideró que con la llegada del nuevo milenio se produciría el colapso de los sistemas informáticos, y con ello, el trastorno de los sistemas bancarios y de gestión de asistencia social, fallos generales de equipos médicos, de climatización, ascensores, redes eléctricas, sistemas de tráfico terrestre o aéreo y el lanzamiento accidental de misiles nucleares o fallo de  cualquier otro sistema con tecnología digital en el mundo; No obstante, aunque la tecnología digital no tuvo ningún daño evidente en los procesos humanos, este hecho demostró el efecto y relevancia que ganaba la emergente cultura digital.

En la actualidad, es posible percibir que la evolución tecnológica ha afectado a todos los aspectos de la vida, pues con el transcurrir del tiempo se vuelve un acontecimiento cada vez más habitual. Hoy por hoy queda demostrado, que la tecnología digital ya no es tan solo una herramienta de comunicación, sino que ha cobrado un carácter más participativo en la cultura, e inseparable de la estructura social. (Gere, 2010)

Perspectivas

Con la llegada de la nueva era digital, desde hace ya varias décadas se ha generado un crecimiento tecnológico sin precedentes, que no sólo ha favorecido a la mejora de la calidad en los servicios, sino al aumento en la diversidad de información a la que se tiene acceso inmediato, dando lugar a lo que actualmente se conoce como sociedad de la información y/o sociedad del conocimiento.

Es así que las técnicas implantadas por esta nueva etapa digital constituyen un conjunto de tecnologías cuyas aplicaciones abrieron un amplio abanico de posibilidades a la comunicación humana y a los procesos productivos y de comercialización a nivel mundial. En ese sentido, la influencia ejercida por los  medios  informáticos  en  todos  los  procesos  y fases  de la comunicación, abarca el registro, la manipulación, el almacenamiento y la distribución de la información, ya sea en forma de textos, imágenes fijas o en movimiento, sonido o construcciones espaciales. (Jódar, 2009)

Por lo anterior y como resultado, al igual que la energía fue el motor de la revolución industrial, hoy la información es el eje sobre el cual gira la llamada revolución tecnológica.

Cultura Digital

Cultura Digital

La revolución tecnológica es un proceso dentro de la historia, donde ocurre un cambio dramático al modo de vida humana, al introducirse  una  o  varias tecnologías nuevas. Su implementación marca una época de progreso, desarrollo e innovación en   la sociedad.

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No obstante, tras la globalización y liberalización cultural y comunicativa, se requiere una nueva cultura de responsabilidad informativa, dada la naturaleza inicua a que tiende la concentración multimedia que invade las fronteras y la independencia cultural de las regiones, comunidades y naciones. Pues la creciente maduración en el conocimiento y uso de las TIC´s, ha supuesto la transformación en masa de los grupos sociales, donde la diversidad de culturas atraviesa las grandes metrópolis multiétnicas. (Sierra, s.f.)

¿Qué significa la cultura digital?

En la historia de la humanidad se ha repetido la tendencia de cambios sociales y culturales a partir de las diferentes eras: agrícola, industrial y de la información; no obstante, nunca habían ocurrido cambios culturales tan dramáticos y acelerados como en las últimas décadas, ya que en definitiva, las tecnologías de la información y comunicación, han posibilitado conexiones de forma más efectiva que las infraestructuras tradicionales, lo cual tiene el potencial de reunir discusiones que antes estaban separadas por clases sociales y/o geografías.

De este modo, en un contexto emergente en el que las tecnologías informáticas son centrales, la cultura digital se entiende dinámica, pues facilita la producción de nuevos lenguajes, habilidades, hábitos, formas de socializar y de crear significado, y transforma la concepción del tiempo y el espacio, ya que la velocidad de transmisión de información es instantánea, provocando que hechos locales se vuelvan globales.

Es así que la cultura digital está modelando la sociedad contemporánea, dando paso a un nuevo conjunto de valores, prácticas y expectativas acerca de la manera en que las personas se comportan e interactúan en la sociedad. (Ricaurte, 2016)

Los individuos se apropian de las tecnologías digitales y detonan procesos simbólicos y materiales que reconfiguran los sistemas de producción, circulación y consumo de información, es decir, las instituciones, organizaciones y las prácticas sociales se transforman, determinando un nuevo curso y naturaleza de desarrollo social y económico. (Ricaurte, 2016)

Profundizando en lo anterior, según (Ferrari, Nuñez, Sánchez, & Pal, 2010), el término cultura se refiere al surgimiento de nuevos medios de interacción, nuevas formas de ser y de formar comunidades de interacción. Mientras que el término digital, se emplea para contrastar con los medios análogos de comunicación. Así finalmente definen “Cultura Digital” como el uso en evolución de información digital y como canal de intercambio social y económico mediado por artefactos tecnológicos.

Implicaciones sociales de la cultura digital

Es preciso comprender que el avance tecnológico siempre debe ir unido al progreso social, permitiendo abrir puertas a nuevos horizontes de conocimiento y garantizando la madurez intelectual de las sociedades.

El debate sobre la sociedad de la información suele centrarse en cuestiones relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación y con el potencial del internet, en lugar de hacerlo en torno a los cambios más profundos que se están produciendo en el ecosistema cultural de este nuevo contexto que han configurado las tecnologías digitales, pues la cultura y la comunicación son dos conceptos estrechamente relacionados.

Se puede afirmar que todas las tecnologías que intervienen en el entorno humano, lo modifican en cierta medida cambiando las condiciones de existencia de las diferentes culturas, convirtiendo en obsoletas determinadas prácticas o haciendo posible de lograr aquellas que anteriormente eran difíciles o poco factibles. No obstante, si la tecnología en cuestión es una tecnología de comunicación, entonces su influencia adquiere mayor resonancia, pues el usuario deja de ser un mero receptor de información, consumidor sedentario de los medios tradicionales, y adopta un papel activo frente una oferta completa y heterogénea de contenidos que él mismo puede seleccionar según sus necesidades.

Pero debe hacerse hincapié no solo a los efectos de las complejas tecnologías que se utilizan ahora como meras herramientas que colaboran a superar determinadas limitaciones, sino a los efectos cambiantes de las ecologías que propician; ya que si se observa el entorno digital en el que vivimos hoy, caemos en cuenta que nos envuelven por completo las tecnologías digitales que están presentes en todos los aspectos de nuestras vidas.

En la actualidad se emplea la tecnología digital casi de una manera imperceptible, es decir se utiliza de manera habitual en un estado de inconsciencia, pues está presente en todos los segmentos del comercio, transacciones financieras, sistemas de control de tráfico, equipos médicos    o    de    otra    índole, ascensores, etc., los cuales son controlados por sistemas digitales. Y así, el alcance que tiene la presencia de las tecnologías digitales en nuestras vidas sugiere la   existencia   de   una   “cultura digital.” (Uzelac, s.f.)

Cultura Digital en la Sociedad

Figura 1. Cultura digital en la sociedad (Macías, 2016)

Cultura digital en la organización

La convergencia propiciada por la llamada revolución digital, constituye un conjunto de tecnologías cuyas aplicaciones abren un amplio abanico de posibilidades a la comunicación humana, pues la aproximación entre la tecnología y los medios de comunicación de masas establece un nuevo modelo económico, productivo y social que supone la aparición de industrias, perfiles profesionales y modelos económicos hasta hace poco tiempo desconocidos. Por tanto, el valor de la digitalización, no sólo reside en un contexto de reorganización integral de productos y contenidos, sino de las formas de trabajo y de la propia estructura empresarial. (Jódar, 2009)

Así, para las empresas, implantar una cultura digital es un reto necesario que no debería postergarse, dado el importante impacto y valor que aportan las nuevas tecnologías y las redes sociales a las organizaciones. En tanto, algunas pequeñas, medianas y grandes empresas han incorporado a su proyecto empresarial la llamada “actitud 2.0”, la cual implica la adopción de una filosofía digital en sus procesos de gestión, incorporando a sus modelos de negocio, blogs corporativos, wikis, foros, comunidades on line, redes sociales, y otras herramientas informáticas.

Todo lo anterior, con el propósito de modernizarse, fomentar los flujos informativos, generar participación, recibir aportaciones de los colaboradores, facilitar la transferencia de conocimiento, y finalmente, mejorar la productividad. (Zapata, 2013)

No obstante, el verdadero cambio no proviene de la utilización de las redes sociales o computadoras por ejemplo, sino de la adopción de una nueva perspectiva y cultura eficaz que impulse la colaboración, la capacitación, el enfoque en el cliente y el crecimiento, en una época de intensa competencia.

Dentro de esta perspectiva, de acuerdo con el Dr. Richard Foster de la Universidad de Yale, en la era digital, la vida larga y robusta de los negocios está en peligro, ya que explica que «El promedio de vida de una compañía con 500 empleados se ha reducido en más de 50 años en el siglo pasado, de 67 años en la década de 1920 a tan sólo 15 años en la actualidad. En 2020, más de tres cuartas partes de estas compañías serán empresas de las que no hemos oído hablar todavía.» Por ello, además, las organizaciones deben preocuparse por adoptar una cultura digital que les permita responder a cambios más rápidos, teniendo un enfoque implacable en los datos y en la gestión del conocimiento que les propicie ventajas competitivas que las mantenga al frente, pues en esta época de mercados inestables, ninguna empresa puede permitirse el lujo de quedarse sin desplegar estrategias al respecto. (Marketing, 2013)

Ahora Bien, en temas mercadológicos, las empresas cada vez se ven más obligadas a tener en consideración las expectativas de un nuevo tipo de consumidor: aquel que no quiere ser tratado como un cliente invisible, anónimo y pasivo, sino como un usuario activo de los medios, acostumbrado a crear sus propias maneras de responder a sus necesidades y deseos. Situación que ahora es a menudo abordada por las empresas a través de diversas aplicaciones en internet, como uno de los principales fenómenos de la llamada web 2.0, nombre dado a la concepción de la red  como  espacio  para la colaboración  y la comunicación  recíproca.  Entre estos desarrollos se encuentran las aplicaciones de redes sociales, motores de búsqueda, nuevas formas de debate y de autoexpresión, como blogs y podcasts, y nuevas formas de organizar y distribuir el conocimiento, como Wikipedia, por ejemplo. Todos ellos, medios que permiten a la empresa una nueva comprensión de las maneras de hacer posible su respuesta a las necesidades del mercado. (Gere, 2010)

Por otra parte, acorde a (Zapata, 2013) internamente, la organización comprometida desde su filosofía a establecer una cultura digital, además de estar convencida de cuidar su marca y reputación online, adquiere los siguientes compromisos:

Aceptan que todas las ideas compiten en igualdad: Todos los colaboradores poseen las mismas oportunidades en la red, ya que nadie tiene el poder de censurar ideas, puntos de vista, o eliminar debates. Es decir, se parte de un principio de igualdad donde la contribución es más importante que la posición jerárquica.

Se comparte autoridad y poder: En una cultura digital se comparte autoridad y se crean jerarquías naturales, pues los colaboradores que dan aportaciones de calidad ganan autoridad moral  y prestigio. Asimismo, los líderes no ejercen el  rol de directores, más bien son formadores y motivadores.

Se intercambia información y conocimiento: En la empresa que instituye una cultura digital, la información y el conocimiento circulan por los canales implantados y hay plena libertad para la retroalimentación, ya que se considera que el poder, proviene del intercambio de información, mas no de su acumulación.

Se fomenta el trabajo colaborativo: En la empresa se promueve al máximo el trabajo colectivo. Para ello, los colaboradores encuentran un entorno digital donde pueden desarrollar todo su potencial y mostrar sus capacidades. De igual forma, se coordinan y canalizan los esfuerzos individuales y de grupo, ejerciendo la libertad de establecer vínculos y compartir experiencias.

Se fomenta la creatividad y la innovación como responsabilidad: La creatividad  ya no se limita a un único departamento, pues puede emanar de cualquier colaborador. La organización sabe que la generación y aportación de ideas y conocimientos mejora el debate; por lo que en la empresa con cultura digital, se desafía continuamente a la innovación.

Se favorece la comunicación interna con herramientas 2.0: La cultura digital se apoya en la eficiencia y eficacia de los canales 2.0 que se gestionan desde el área de comunicación interna. Y en ello, radica la importancia de cuidar su diseño, de crear un manual de procedimientos para mejorar su uso, y de hacer un seguimiento de su impacto y eficacia a través de auditorías de sistemas de información organizacional..

La implicación de la alta dirección: En una organización que apuesta por las nuevas tecnologías, la alta dirección es la primera que debe mostrar su compromiso por implementar y utilizar las mejores herramientas que permitan que el colaborador se implique y participe en la marcha del negocio. (Zapata, 2013)

Conclusión

En la actualidad nos encontramos inmersos en un mundo digital, global e hiperconectado, caracterizado por el cambio social y tecnológico continuo y acelerado; en el que la cultura digital enmarca nuestra experiencia del mundo y nos brinda un conjunto de herramientas para organizar nuevas relaciones de interacción, de información y de conocimiento global.

La cultura digital es una creación humana que emerge desde nuestra necesidad de interactuar como una sociedad, que a través de las tecnologías de información y comunicación, permite a los individuos y a los grupos, crear, expresar y propagar ideas a través de plataformas digitales comunes.

No obstante, como se ha podido observar, la cultura digital no es sólo un producto por sí mismo, sino el proceso de crear cultura a través de nuevas tecnologías. No es sólo la expansión de previas formas de interacción y creación, es una nueva forma de producir expresiones sociales y de entendimiento.

Asimismo, en el ámbito empresarial, la evolución de la cultura digital es un proceso de profunda transformación que exige actitudes de cambio y de adaptación permanente para explorar nuevas posibilidades.  Así, es evidente que el desafío para la sostenibilidad de las organizaciones es generar una cultura digital adecuada, precisando de profesionales con las competencias necesarias para generar un aprendizaje continuo, gestión del conocimiento y desarrollo del talento individual y colectivo.

Referencias

  1. Ferrari, L., Nuñez, E., Sánchez, I., & Pal, J. (2010). Cultura Digital: Un estudio de la apropiación de tecnología en Colombia. Míchigan, EE. UU.: Escuela de Información de la Universidad de Michigan.
  2. Gere, C. (2010). De la digitalización de la cultura a la cultura digital. Revista científica digital impulsada por los Estudios de Artes y Humanidades, 3 – 7.
  3. Jódar, J. Á. (2009). La era digital: Nuevos medios, nuevos usuarios y nuevos profesionales. Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación , 1 – 11.
  4. Macías, Ó. (15 de Septiembre de 2016). Red Iberoamericana de docentes. Obtenido de: http://www.formacionib.org/rid.html
  5. Uzelac, A. (s.f.). Organización de estados Iberoamericanos. Obtenido de http://www.oei.es/historico/euroamericano/ponencias_comunicacion_culturadigital.php
  6. Zapata, L. (25 de Febrero de 2013). Talentos Reunidos. Propuestas con conocimiento. Obtenido de: https://talentosreunidos.com/2013/02/25/cultura-empresarial/

Tabla de Figuras

Figura 1. Cultura digital en la sociedad

Agradecimientos

Especial agradecimiento al profesor investigador Fernando Aguirre y Hernández, catedrático de la maestría en ingeniería administrativa adjunta al Instituto Tecnológico de Orizaba, por el aporte técnico para la construcción del presente artículo y su dirección en el proceso de aprendizaje del pensamiento sistémico. De igual manera, al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dedicado a promover y estimular el desarrollo de la ciencia y la tecnología en México, por el apoyo financiero para la realización de estudios de posgrado.

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Román López Teresa. (2016, noviembre 15). Cultura digital en la evolución organizacional. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/cultura-digital-la-evolucion-organizacional/
Román López Teresa. "Cultura digital en la evolución organizacional". gestiopolis. 15 noviembre 2016. Web. <https://www.gestiopolis.com/cultura-digital-la-evolucion-organizacional/>.
Román López Teresa. "Cultura digital en la evolución organizacional". gestiopolis. noviembre 15, 2016. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/cultura-digital-la-evolucion-organizacional/.
Román López Teresa. Cultura digital en la evolución organizacional [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/cultura-digital-la-evolucion-organizacional/> [Citado el ].
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