Uno de los mitos más difundidos en diversos sectores del sector privado y público, así como de la ciudadanía en general en el mundo, es que la felicidad de un trabajador en las organizaciones se encuentra en relación directa con su nivel remunerativo. Esta línea de pensamiento se ha ido diluyendo en las últimas décadas, ante los diversos estudios sobre la comprensión del bienestar o felicidad de los trabajadores en una organización.
Antes de analizar el caso específico de las organizaciones, veamos algunos datos sobre la felicidad en las personas que pueden ayudar a ilustrar mejor el análisis.
Recientemente, se publicó el cuarto informe de las Naciones Unidas sobre Felicidad Mundial, dicho informe sostiene que la felicidad es una medida del bienestar humano y determina un índice basado en seis variables: PBI per cápita, el apoyo social, la expectativa de una vida sana, la libertad personal, las donaciones de caridad y la corrupción percibida.
En el mencionado informe, el Perú cayó seis posiciones con relación al ranking de la Felicidad del 2015 (del puesto 58 al 64 en una muestra de 157 países), manteniéndose como el cuarto país menos feliz de América Latina. Sin embargo es de público conocimiento que el Perú tuvo en el año 2015 un crecimiento económico de 3.26% superior al 2.39% del año 2014, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), ahora bien si bien es cierto de que no necesariamente una mejora en el crecimiento de la economía de un país implica mayor felicidad en sus habitantes, es un elemento a tener en cuenta para el análisis.
En base a lo expuesto, veamos en el ámbito del manejo de los recursos humanos en las organizaciones, como solo una mejora en los sueldos no implica una mayor felicidad en los trabajadores, para ello tomare como referencia el caso peruano.
En el Perú y en el mundo, el factor remunerativo es solo una de las variables que determinan la felicidad de un trabajador en las organizaciones, existen muchas otras variables como las posibilidades de desarrollo profesional en su organización, las condiciones de trabajo en las cuales el trabajador desempeña sus actividades laborales, las buenas relaciones interpersonales con sus superiores, compañeros de trabajo de igual nivel y también con los de menor nivel jerárquico, el respeto que su empleador le brinda en materia de derechos laborales, la capacitación que recibe, un sistema de evaluación de rendimiento justo, la oportunidad de mediante una gestión participativa, ser un elemento activo en la mejora de las políticas de gestión de su organización, así como en sus estrategias, procedimientos, normas y reglas, entre otros.
En tal sentido, creer que la felicidad de un trabajador en una organización se limita simplemente en subirle el sueldo es una idea equivocada, que pertenece al pasado y que debe de ser desterrada en toda organización en el Perú y el mundo, un incremento salarial es importante porque permite al trabajador competente tener una retribución justa a su desempeño, a su nivel académico y experiencia laboral, pero definitivamente no es lo único.
Por lo expuesto es un conjunto de variables las que lograran brindar al trabajador un nivel de satisfacción en su organización, y por consiguiente sentirse feliz y comprometido con su labor, con su equipo de trabajo y con los objetivos organizacionales de su organización.