Antes de referirme específicamente a las condiciones que propiciaron el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC), hay que remontarse, un poco atrás, o sea, a unos cuantos años atrás, porque curiosamente China fue uno de los 23 miembros fundadores del GATT (siglas de General Agreement on Tariffs and Trade, que en español significa Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) en el año 1948. Sin embargo, luego, en el año 1949, recién formado el gobierno en Taiwán; China se retiraba del GATT. Más tarde, en la década de los 80, precisamente en el año 1986, China notificó su intención de acceder al GATT. Sin embargo, su postulación fue aceptada 15 años después, por diversas razones, diversos factores, entre esos de índole político también. El 11 de diciembre de 2001, China ingresaba ya, formalmente, a la OMC, o sea, a la Organización Mundial de Comercio tras 15 años de intensas negociaciones. Uno de los objetivos fundamentales de China para formar parte de la OMC estribaba en asegurarse de un trato igualitario en sus relaciones comerciales con respecto a terceros países.
Precisamente era una de las ventajas que podía obtener al pertenecer a esta importante Organización Mundial de Comercio, que tiene una serie de principios y regulaciones en cuanto al mercado internacional que protege, sobre todo, de muchas problemáticas que pueden existir en el comercio internacional como son el dumping y otros tipos de ajustes que no son, precisamente, justos. También a la OMC le interesaba que China participara en esta organización porque, como todos conocemos, China, desde hace algunos años, está destacándose en el comercio internacional, su economía crece de forma acelerada, precisamente su crecimiento se basa en dos dígitos (inclusive en estos años, ahora en 2010, creció un 10,3 %) y a los países miembros de la OMC le benefició mucho que China entrara a esta organización en el año 2001 porque China, ya en estos momentos, es un motor impulsor, estimulante para la economía mundial en el mercado internacional. Hay un beneficio mutuo: China se beneficia de esta organización y esta organización, o sea, los países miembros de ella, se benefician también de este importante país, el famoso gigante asiático.
La incorporación de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) significó un factor muy importante porque, primeramente, uno de los principios de la OMC es la supresión de las barreras comerciales. En este caso, China empezó a darle salida a las empresas hacia el exterior con más flexibilidad, con más libertad, además de que ha modernizado su sistema financiero, precisamente en los bancos, para prepararlo para la competencia extranjera. Y esto ha sido impulsado, sobre todo, por los compromisos adquiridos tras la entrada del gigante asiático a la Organización Mundial de Comercio. Para mantener altas tasa de crecimiento, en China, se requiere atraer capital y tecnología y eso no es posible sin una mayor apertura. El Protocolo de acceso a la OMC estipula, en términos generales, que China debe aumentar la apertura de sus mercados locales para bienes producidos en el exterior, así como para los bienes producidos por empresas extranjeras en China. Estas son las llamadas condiciones de acceso a los mercados. Es para ello que la OMC ha contribuido a la entrada de capital y tecnología hacia el gigante asiático, contribuyendo a su acelerado crecimiento económico. También, en síntesis, las exportaciones chinas han crecido gradualmente, a partir de la inserción de China en la OMC, impulsando el sector externo. El ingreso a la OMC ha representado su definitiva inserción en el mercado mundial bajo las condiciones y exigencias impuestas por esta organización.
Tras ingresar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) China hizo una serie de compromisos importantes en los campos de los aranceles, la agricultura y el comercio de servicios, con la aplicación del trato nacional para todas la empresas extranjeras, permitiendo que las compañías comerciales foráneas administraran sus negocios en China por cuenta propia, o sea, una mayor flexibilidad a los negocios de empresas extranjeras en China. Esto dio una mayor apertura del mercado financiero, en particular, se han ido eliminando las restricciones de acceso al sistema bancario y de seguros a bancos extranjeros. Los bancos extranjeros debieron recibir un tratamiento igual que el dado a los bancos locales.
Toda esta apertura ha tenido una incidencia positiva en los países miembros de la OMC. China ha aportado a esta organización, de forma muy positiva, conllevando a una serie de ventajas, que se pueden resumir en algunos puntos como, por ejemplo, la reducción del arancel medio de un 24,6 % a un 9,4 % y la eliminación de las cuotas y la licencia de importación.
También ha dado una mayor facilidad de acceso al mercado ya que permitió la inversión en sectores que, antes, estaban cerrados o más limitados. Ha dado una menor incertidumbre legal y mayor transparencia. China se ha comprometido a dar el mismo tratamiento a empresas extranjeras y chinas, que antes no sucedía de esa forma. Al mismo tiempo se ha dado una libertad de comercio y distribución a lo interior y protección de la propiedad intelectual e industrial.
Miles de empresas multinacionales han invertido en China después de entrada a la OMC. Tras la subsiguiente eliminación de las barreras comerciales se ha creado un ambiente muy favorable para los comerciantes extranjeros. Los principales fabricantes de ordenadores, electrodomésticos, equipos de telecomunicaciones, productos farmacéuticos y generadores de electricidad han ampliado su ámbito de producción hasta abarcar China. China es un receptor muy importante de la inversión extranjera directa, sobre todo en estos momentos, específicamente de algunos países como Estados Unidos, los países de la Unión Europea y Japón, contribuyendo al crecimiento económico de este país. Hay que tener en cuenta que la OMC tiene una serie de principios que protegen a los países de la competencia desleal en el mercado mundial, además de que uno de los objetivos fundamentales es resolver las diferencias comerciales entre los países. Esto sirve de garantía a la economía china que, junto a la estabilidad del sistema político chino y de su reforma, así como el mantenimiento en el poder del Partido Comunista hace que se potencie el crecimiento económico de China.
China es el país que menos ha sufrido el impacto de la crisis financiera mundial. Ha tenido consecuencias el problema de la crisis financiera internacional hacia China, pero no ha sido un impacto tan fuerte, tan violento como en otros países. Y eso se debe a que China tiene un gran sector exportador, o sea, tiene una gran demanda, además de un gran proceso inversionista en el extranjero, en varios países. Hay que destacar que el acelerado incremento de la participación de China en el comercio Internacional ha generado dos efectos.
Por una parte, esta situación ha generado nuevas oportunidades, pero al mismo tiempo resulta importante tomar medidas encaminadas a corregir ciertos desequilibrios que comienzan a producirse, porque debido al crecimiento de su economía, China se ha convertido en un importante consumidor de materia prima: minerales, energía, alimentos y productos industriales. Con esto ha ejercido fuertes presiones en los mercados internacionales y se ha convertido en un país formador de precios internacionales de varias manufacturas y de algunos productos básicos, entre los que se destacan los textiles, el acero y el petróleo.
De manera general, China, como importador mundial, tiene un gran peso, ha contribuido al incremento de los precios internacionales de la materia prima y, como exportador, al aumento de los precios de los productos electrónicos y los textiles. Esto ha provocado una agudización de la competencia internacional que, en ciertos casos, ha traído afectaciones a países subdesarrollados. Es, precisamente, un cuchillo de doble filo. Por una parte ha traído ciertas ventajas y por la otra ha traído algunos problemas en cuanto a los precios, que se han incrementado.
En los últimos 15 años China ha triplicado su participación en la producción mundial. La presencia china en el comercio mundial ya no solo se identifica por el creciente potencial exportador sino a través de la influencia que mantuvo en términos de intercambio. Se puede decir que ya China tiene una notable incidencia en la toma de decisiones de la OMC, es un país clave. Se puede concluir, entonces, que China sirve de locomotora estimulante del comercio mundial para contrarrestar los efectos de la crisis económica mundial.
Referencias bibliográficas
– ASIA-PACIFIC ECONOMIC COOPERATION-XUE WEI. China’s finance. China Intercontinental Press.
– ASIA-PACIFIC ECONOMIC COOPERATION. The Tenth Five-Year Plan of China. New Star Publishers.
– THE WORLD BANK, Global Economic Prospects and the Developing Countries. 2001. P.52
– THE WORLD BANK. China 2020: China Engaged, Washington D.C.
– China: locomotora estimulante del comercio mundial. (Entrevista realizada el 6 de septiembre del 2011 al economista cubano: Ernesché Rodríguez Asien). http://espanol.cri.cn/741/2011/11/22/Zt1s231713.htm.