Pasaste a mi lado
con gran indiferencia
tus ojos ni siquiera
voltearon hacia mí
…
Alberto Cervantes
Introducción
Qué tanto nos hemos puesto a analizar y razonar la manera en que enfrentamos nuestras reacciones, cuál es nuestro comportamiento ante una situación amenazante de molestia, rabia o disgusto. En ocasiones los seres humanos intencionalmente buscamos un punto de equilibrio para no sentirnos vulnerables ante los acontecimientos vividos diariamente, con la intención de bloquear nuestros sentimientos y emociones y en qué momento activamos la indiferencia ante algo o ante alguien y qué tan consiente y responsables somos de nuestros actos.
Con la intención de no mostrar fragilidad, miedo o temor, me introduzco en una armadura para ocultar mis sentimientos, demostrando con esto que ni me siento bien ni me siento mal al no expresar ni sufrimiento ni dolor.
Algunos de nosotros al menos en un momento de nuestras vidas hemos asumido esta postura para no ser lastimados emocional y sentimentalmente, por lo que queda claro que la indiferencia no es característica exclusiva de las mujeres, de los hombres o que es la más utilizada por los jóvenes.
Es en este punto de la investigación en donde pretendo resaltar la importancia de la indiferencia como una herramienta que puede ser usada por todos los seres humanos y aplicarla en un escenario de dificultad o extrema necesidad y permitirnos tomar de una manera inteligente las mejores decisiones.
Se pretende ver la indiferencia no como una debilidad emocional de las personas, sino utilizarla como una fortaleza para la mejor toma de decisiones en estos tiempos de cambio constante y acelerado.
La indiferencia será abordada como la capacidad de análisis mediante la cual, al momento de enfrentarnos ante una agresión físico o verbal, es en donde este ejercicio científico lleva implícito un esfuerzo mental para separar y analizar al mismo tiempo un área de oportunidad y salir fortalecidos al poner en práctica, Indiferencia + Inteligencia = Decisión.
Indiferencia
“Se describe como el estado de ánimo de una persona en el cual no siente atracción ni rechazo por ninguna de las situaciones o asuntos que se halle enfrente”[1].
En donde desde mi punto de vista algunos psicólogos relacionan la indiferencia, como un estado de congelamiento de protección y/o barrera, utilizada por las personas para evitar confrontaciones y no ser lastimadas o heridas en sus sentimientos y utilizan la indiferencia como un medio de defensa, pero resulta aún más interesante cuando esta puede ser utilizada como medio de supervivencia ante una situación adversa, de riesgo o de conflicto.
Causas que generan la Indiferencia
Jeniffer Delgado Suárez[2], describe seis posibles causas, no siendo estas las únicas, si tomamos en cuenta que las relaciones entre las personas son cada día más complejas:
- Falta de implicación emocional. El hecho de que una persona sea significativa para nosotros no siempre implica que nosotros seamos igualmente importantes. La actitud indiferente se da cuando no existe esta conexión lo que lleva a las personas a mantenerse distantes unas de otras.
- Necesidad de protegerse. Hay personas que prefieren no amar para evitar ser heridos, en estos casos, prefieren distanciarse emocionalmente y utilizan la indiferencia como escudo. Esto puede derivarse de experiencias pasadas y evitan crear compromisos emocionales que generen dolor.
- Arma de manipulación. Regularmente suele presentarse en las relaciones de pareja, tratando de tomar u obtener una ventaja, utiliza el amor como un elemento de manipulación emocional y conseguir lo que desean.
- Necesidad de espacio. Se presenta cuando a las personas les cuesta trabajo manifestar sus sentimientos y optan por poner una raya, haciendo uso de la indiferencia para mantener su espacio y conservar su zona de confort.
- Autonegación. Una persona llega a utilizar la indiferencia cuando experimenta y reconoce en otra persona cierta rivalidad y al mismo tiempo se niega aceptarla para evitar algún conflicto interno.
- Deseo de causar daño. Algunas personas que manifiestan cierto rencor hacia otra, utilizan la indiferencia para vengarse de la otra persona en donde más le duele.
Podemos asumir que existen dos tipos de personas, las que representan y tienen un alto valor estimativo y aquellas que no poseen ningún valor estimativo, en donde no se trata solamente de lastimar los sentimientos ni las emociones de una persona, sino utilizar esta situación como una forma que permita ganar cierta ventaja, ante situaciones extremas o contrarias.
Consecuencias de la indiferencia
Sergio De Dios González[3], “nada nos importa” es una consecuencia de la indiferencia. Cuando no sentimos nada ante una situación o persona, cuando decimos que “todo nos da igual”, cuando nos mostramos indiferentes hacia algo o hacia alguien, lo que hacemos es acercarnos o alejarnos de esa persona o esa circunstancia, considerándose esta una de las actitudes más agresivas, crueles y dolorosas.
En consecuencia las personas experimentan una ausencia de sentimientos y al mismo tiempo una especie de bloqueo emocional, en donde inconscientemente dejan de sentir y esto provoca que se pierda el interés o la atracción, es cuando la persona tiende a alejarse.
Jorge Olalla Mayor[4], describe las terribles consecuencias que trae aparejada la indiferencia en las personas:
- Abre una puerta al desconcierto. Establece que cuando las personas no responden a nuestras demandas de emociones y necesidades tal y cual lo estamos pensando, esto nos produce cierto desconcierto e intranquilidad y se sienten incomprendidos.
- Aumenta la inseguridad personal. Cuando sentimos que no existe conexión alguna con la otra persona y en donde no alcanzo a comprender qué piensa o qué opina de mí, esta incertidumbre nos genera inseguridad.
- Provoca una baja autoestima. Nos hace sentir que no somos nadie y solitos nos excluimos y alejamos de la sociedad.
- Incrementa el nivel de ansiedad. Tratando en todo momento de justificar o adivinar lo que la otra persona piensa o siente de mí, en la búsqueda de respuestas rápidas, eleva mi nivel de estrés.
- Potencia la sensación de soledad. Generando vacíos existenciales al sentir que a nadie le intereso como persona además de las alteraciones físicas que esto conlleva.
En resumen, podemos considerar que las diferentes causas de indiferencia traen aparejada una serie de consecuencias físicas y alteraciones psicológicas y suele presentarse de manera individual o acompañada, esto es un emisor y un receptor, tendiendo a comportarse de manera egoísta, intolerable, irritable, triste o envidiosa, generando al mismo tiempo dolor, entre otras consecuencias más.
Una vez escuché «ante una situación dolorosa, de angustia o de miedo, tienes dos opciones, una o enfrentas el problema o dos aprendes a vivir con él», esto podría referirse desde mi punto de vista a que en ocasiones tenemos miedo de enfrentarnos a nuestras propias emociones y sentimientos y de manera instantánea e inconsciente bloqueamos nuestra energía emocional, sin entender que esta postura puede llegar a producir en nosotros mismos alteraciones físicas y emocionales.
A continuación el profesor Manuel Calviño (psicólogo) explica porqué si se quiere que algo sea diferente entonces no se puede ser indiferente a ello:
Decisión
El Diccionario de la Real Academia Española[5] la define como:
- f. Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa.
- f. Firmeza de carácter.
“La decisión es una determinación o resolución que se toma sobre una determinada cosa. Por lo general la decisión supone un comienzo o poner fin a una situación; es decir, impone un cambio de estado”[6].
Considero que la decisión entonces es, una determinación que los seres vivos realizamos cuando existe duda.
Toma de decisiones
Es el proceso por medio del cual se obtiene como resultado una o más decisiones con el propósito de dar solución a una situación. Pueden participar uno o más actores y se elige entre varias alternativas[7].
En mi opinión la podremos considerar como la acción que está conformada por una serie de pasos que construimos de manera mental con la rapidez que exija el momento y que se deriva de una duda latente.
En ocasiones, si no contamos con alternativas de solución ante una situación adversa, de conflicto o riesgo, simplemente la mente se paraliza, esto es lo que Walter Kaufmann en 1973, llega a definir como decidofobia y que consiste en el miedo que nos produce tomar una decisión.
Constantemente estamos tomando decisiones simples, como qué ropa ponernos para asistir a un determinado evento o qué ruta tomar para llegar más rápido al trabajo, pero qué sucede cuando las decisiones revisten un grado de complejidad, como cambiarnos de ciudad, en donde se requiere de un proceso mental de mayor análisis e información adicional.
Indiferencia y su importancia en la toma de decisiones personales
El estoicismo, es un movimiento filosófico que surgió en Atenas hace más de 2300 años, promueve la indiferencia del ser humano ante los asuntos mundanos y emocionales para poder seguir el camino de la felicidad verdadera.
Más sobre estoicismo en el siguiente episodio de podcast:
En esta investigación quiero resaltar la firmeza del carácter que cada una de las personas tiene, esto con la finalidad de poner fin a una agresión, intimidación o situación adversa, poniendo en práctica el proceso mental que permita analizar y superar una situación. Evitando que la persona se paralice e impida tomar la mejor decisión.
El conocimiento pleno de la indiferencia permitirá de manera inteligente tomar la mejor decisión.
Indiferencia + Inteligencia = Toma de Decisiones
Una de las constantes de la indiferencia es el miedo y es lo que resta fuerza a nuestra capacidad de reacción, esto es al momento de silenciar nuestra mente, esta nos permitirá hacer de manera inteligente, un análisis y evaluación del entorno mediante la intuición, para poder tomar una o más decisiones.
La indiferencia la puedo utilizar para adecuar mi expresión facial y corporal que me permita al mismo tiempo ganar cierta ventaja, mi diálogo interno evitará caer en pánico y tomar la mejor decisión.
Yuval Noah Harari[8], describe. Cuanto mejor comprendamos los mecanismos bioquímicos que subyacen a las emociones esto permitirá comprender mucho mejor como se toman las decisiones.
En este mismo sentido podemos establecer, que el reconocer los estilos o modos de operar de un agresor, de una situación contraria o intimidante, dará la oportunidad a través de la indiferencia a la inversa, de que las personas estén más atentas al lugar, a la(s) personas y al entorno, en donde de una manera más inteligente saber qué hacer, qué actitud y comportamiento tomar y qué palabras o expresiones utilizar para evitar una situación desagradable ante un inminente peligro.
A continuación el doctor Alberto Soler, psicólogo, explica cuáles son los seis pasos que se deben seguir para la toma de decisiones trascendentes:
Conclusión
Aplicar la indiferencia a la inversa no como un signo de miedo, dolor o angustia, sino saber usarla y utilizarla como una medida de supervivencia ante cualquier situación contraria o adversa que permita tomar de manera inteligente una mejor decisión.
Conocer el mecanismo de activación de la indiferencia sin la intención de lastimar los sentimientos ni las emociones de una persona, sino utilizar esta situación como una forma que permita ganar cierta ventaja, ante situaciones extremas o contrarias.
Utilizar la indiferencia para poner en frió la mente que permita ante una situación de amenaza tomar una o más decisiones.
Identificar los diferentes tipos de indiferencia para tomar decisiones más inteligentes que permitan saber qué hacer.
Evitar en situaciones adversas la indiferencia, para tratar de humillar al contrario, esto te restara margen de acción y de decisión.
Interpretar la indiferencia como un sistema de identificación de señales que te permitirán tomar las mejores decisiones.
Ante una duda la indiferencia te servirá para hacer un escaneo inteligente de tus fortalezas, habilidades, destreza y dones para hacerle frente a una o más situaciones adversas.
Todos estamos expuestos a estar ante una situación incómoda o amenazante, nuestras experiencias, sentimientos y emociones tanto positivas como negativas juegan un papel preponderante. Adoptar la postura de la indiferencia a la inversa nos dará en ese preciso instante la oportunidad de activar la atención y confiar en nuestros instintos de supervivencia para saber cuál es la mejor decisión que debemos tomar.
La indiferencia a la inversa permitirá buscar la congruencia de nuestros actos, sentimientos y emociones, con la intención de superar el miedo y la duda, esto nos permitirá tomar las mejores decisiones.
Los especialistas han identificado todo un compendio en el que describen de manera detallada las cualidades, características, efectos, comportamientos y consecuencias tanto de la indiferencia, la inteligencia y la toma de decisiones, pero no como utilizarlas internamente y de manera consiente y decisiva ante situaciones adversas que puedan poner el peligro a las personas.
En consecuencia la indiferencia no hay que utilizarla solamente hacia afuera, sino también como una forma que nos permita conectarnos hacia dentro de nosotros mismos, potencializando nuestras experiencias, vivencias y habilidades para la mejor toma de decisiones.
Notas
[2] Por qué una persona se muestra indiferente
[3] Las consecuencias de la indiferencia
[4] Las terribles consecuencias de la indiferencia
[5] Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Edición del Tricentenario. Actualización 2019.
[8] Noah Harari Yuval. 21 Lecciones para el siglo XXI. Penguin Random House Grupo Editorial S.A. de C.V. Ciudad de México. 2019. Página 39.
