El diálogo interno es una de las formas más poderosas de elevar la autoestima y de formar un sano autoconcepto. Uno siempre está dialogando consigo mismo, así no seamos conscientes de esto, y muchas veces este diálogo guía nuestros actos, nuestras conductas y hasta nuestras emociones. Muchas veces no alcanzamos a oírnos porque estamos sumidos en pensamientos, planes, eventos y preocupaciones sobre cosas del día a día, y no somos conscientes de lo que nos decimos a nosotros mismos.
El diálogo interno es simplemente lo que uno se habla a sí mismo(a), ya sea en los pensamientos o audiblemente. Es un reflejo directo del autoconcepto, y se complementa con él; es decir, cuando el concepto de sí mismo(a) es sano, lo que nos decimos también es más benigno y favorable; y a su vez, cuando nos decimos cosas positivas, nuestro autoconcepto mejora.
No es claro si se puede clasificar el diálogo interno como positivo o negativo, pues es difícil asignar juicios de valor. Lo que sí es cierto es que hay ciertos diálogos que nos llenan de energía y entusiasmo, y otros nos derrumban, nos hacen sentir mal y hasta sufrimos por ellos. Lo importante no es si el diálogo es bueno o malo, sino lo que refleja de ti, si te aporta para tu vida, si te ayuda a construir un autoconcepto más sano y si te fortalece para cumplir tus sueños y tu proyecto de vida.
Por ejemplo, si te dices todo el tiempo que la gente no te quiere, que no vales nada, que no lograrás conseguir tus metas o que eres un estorbo, pues estas afirmaciones te harán sufrir mucho, vas a desvalorizarte y no te aportan para nada en tu felicidad. Además, un diálogo interno frustrante condiciona tu mente, crea paradigmas de ti mismo(a) que disminuyen tu rendimiento y funcionalidad, así como tus resultados, y esto influye en la forma como tomas decisiones.
Es por esto que el diálogo interno favorable tiene enormes beneficios. Lo llamaremos “positivo” por las implicaciones y el impacto que tiene en tu vida, no por un juicio de valor. Si tu diálogo interno está repleto de afirmaciones optimistas, objetivas, benignas y estimulantes, esto definitivamente va a tener un impacto en tus logros y en tu felicidad y realización personal. Vas a tener una mejor percepción de ti y de las cosas. Vas a vivir más tranquilo(a) y con más confianza en ti y en los demás.
Las autoafirmaciones son una forma poderosa de estimular el diálogo interno positivo. Se refiere a palabras, frases o dichos sobre nosotros mismos, que modifican nuestra forma de sentir y de pensar. Pueden ser mentales, o leídas. Tienen numerosas ventajas: te proveen mucho ánimo, te recuerdan aspectos clave de tu autoconcepto, ayudan a creer más en ti, te dan fortaleza para confrontar paradigmas frustrantes, te recuerdan tus objetivos, mejoran tu rendimiento, te ayudan a enfrentar los problemas con mejor actitud, te motivan a seguir adelante, entre otras cosas.
Las autoafirmaciones son poderosas siempre y cuando sean objetivas y reales, que describan cosas ciertas pero benignas. No son equivalentes a autoengaños, ni deben ser exageradas. Deben tener un sustento en la realidad, pero tener implícito una actitud favorable, optimista y positiva. Es por esto que las afirmaciones positivas también tienen que ver con el autoconocimiento.
El diálogo interno es algo que se ha venido forjando desde tu infancia, y es cambiante. También tienes el potencial para mejorarlo, puedes crear un diálogo más benigno si no te satisface el que estás teniendo. La mayoría de personas muy exitosas, se repiten cosas positivas a sí mismos, se motivan con las afirmaciones, mencionan todo el tiempo para sus adentros todos los talentos que tienen, y además, cuando tienen una debilidad, se dicen a sí mismos que pueden superarla.
Por todas estas razones, trabajar sobre el diálogo interno con autoafirmaciones positivas poderosas va a tener un impacto muy importante en tu felicidad, en tus relaciones y en la obtención de tus logros personales.
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Te deseo las más grandes bendiciones.
Guillermo Mendoza Vélez www.SaludMentalyEmocional.com