Gestión del conocimiento y capital intelectual para la innovación

RESUMEN

En el actual contexto competitivo, globalizado e incierto el mayor valor de una empresa se centra en sus competencias esenciales, es decir, en su capital intelectual. Hoy en día, la teoría económica de la empresa resalta que para la formulación de estrategias de éxito, estas se deben basar en el conocimiento más que en la gestión de los activos tangibles de la empresa. En una empresa existen dos tipos diferentes de competencias, una en la que se desarrolla el capital intelectual de operaciones y el otro orientado al desarrollo del capital intelectual de innovación. Las operaciones de la empresa se organizan a través de las unidades de negocios, en cambio los activos de innovación se organizan por medio de los proyectos. En ambas actividades las tecnologías de la información y comunicaciones son un medio fundamental para transferir, analizar, compartir y almacenar los conocimientos explícitos o las informaciones. El presente estudio tiene por principal objetivo  analizar el capital intelectual de innovación e identificar las competencias y las capacidades esenciales, viendo la importancia de estas en el desarrollo de los proyectos de innovación y en la creación de nuevos conocimientos, todo esto en beneficio de la generación de ventajas competitivas sostenibles.

1.-   ANÁLISIS ACTUAL AL ENTORNO ECONÓMICO

En un escenario económico como el actual, en el que las empresas se mueven hacia la globalización, las grandes operaciones de fusión o las alianzas estratégicas, subyace un profundo cambio en los modelos de negocio, por esto la economía mundial avanza hacia un nuevo modelo basado en el conocimiento por encima de los demás factores económicos tangibles.   Si en la era agrícola el recurso central fue la tierra y en la era industrial fue la maquinaria (capital físico), en la nueva economía que se esta configurando, el conocimiento y su  distribución entre las distintas unidades que componen el sistema económico es el elemento clave para la creación de la riqueza. De esta manera, es posible definir una  ”economía basada en el conocimiento” como aquella economía basada en la producción, distribución y uso del conocimiento y de la información.   La importancia de la creación del conocimiento y de las actividades innovadoras como factores de crecimiento económico, no es una teoría aparecida recientemente, no obstante el reciente protagonismo dado al conocimiento viene explicado por los siguientes factores:

  • La evolución en el desarrollo de indicadores y métodos de medición ha contribuido a considerar al conocimiento como nuevo input inherente al proceso productivo.   El conocimiento, como cualquier otro factor de producción, puede ser producido y utilizado en la creación de nuevos bienes y/o servicios (innovación) en la mejora de las actuales operaciones, productos y/o procesos y en aprovechar la relación con su entorno.
  • La aparición y desarrollo de nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) ha contribuido a una mayor facilidad en el uso y creación del conocimiento.

Con todo esto se puede mencionar al conocimiento y al capital intelectual como las únicas fuentes de ventaja competitivas sostenibles.   Lawrence Prusak, en su artículo publicado en 1996, afirmaba lo siguiente “Los investigadores en las áreas de ventajas competitivas sostenibles han llegado a la conclusión de que la única cosa que da  a una organización ventajas competitivas duraderas, es lo que sabe, como utiliza lo que sabe y su capacidad de aprender cosas nuevas rápidamente.”

2.-   ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

Una vez analizado el actual entorno económico es importante establecer las diferencias entre gestión del conocimiento y la gestión del capital intelectual. De acuerdo con Karl M. Wiig (1997)  “La gestión del capital intelectual se centra  en la construcción y gestión de los activos intelectuales desde una perspectiva empresarial estratégica y gerencial, con algunas derivaciones tácticas. Su función es considerar en su conjunto la totalidad del capital intelectual de la empresa”. “La gestión del conocimiento tiene por otro lado una perspectiva táctica y operacional; es más detallada y se centra en facilitar y gestionar aquellas actividades relacionadas con el conocimiento, tales como su creación, captura, transformación y uso. Su función es la de planificar, poner en práctica, operar, dirigir y controlar todas las actividades relacionadas con el conocimiento y programas que se requieren para la gestión efectiva del capital intelectual”.

Bajo este contexto se hace necesario definir el concepto de conocimiento, Prusak en 1998 lo definió de la siguiente manera: “Conocimiento es la fluida mezcla estructurada de experiencia, valores, información contextualizada, y ojo clínico muy experto que proporciona un marco de trabajo excelente para evaluar e incorporar nuevas experiencias e información. Se origina y se aplica en la mente de los que lo tienen. En las organizaciones, se encuentra muchas veces almacenado no solamente en documentos o bases de datos, sino también en rutinas, procedimientos, prácticas y normas”.

De la definición anterior se desprenden dos tipos de conocimiento: el explícito y el tácito. El primero es aquel que puede ser expresado en palabras y números, puede ser fácilmente transmitido y compartido en forma de procedimientos codificados, fórmulas científicas o principios universales.   En contraste con él, el conocimiento tácito está muy personalizado y su formalización es compleja.   Por lo que es difícil de transmitir ya que no ha adoptado una forma explícita.

Nonaka y Takeuchi en 1995 daban a conocer el “modelo de ciclos de producción del conocimiento”, donde se expresaban los siguientes procesos de conversión del conocimiento:

  1. De tácito a tácito (Proceso de socialización): Los individuos adquieren nuevos conocimientos directamente de otros.
  2. De tácito a explícito (Proceso de externalización): El conocimiento se articula de una manera tangible a través del dialogo.
  3. De explícito a explícito (Proceso de combinación): Se combinan diferentes formas de conocimiento explícito mediante documentos o bases de datos.
  4. De explícito a tácito (Proceso de internalización): Los individuos internalizan el conocimiento de los documentos en su propia experiencia.

Existe un desarrollo secuencial entre dato, información y conocimiento; los datos una vez asociados a un objeto y estructurados se convierten en información.   La información asociada a un contexto y a una experiencia se convierte en conocimiento.   El conocimiento asociado a una persona y a una serie de habilidades personales se convierte en sabiduría, y finalmente el conocimiento asociado a una organización y a una serie de capacidades organizativas se convierte en capital intelectual.

Capital intelectual

Capital intelectual

Figura 1.-  (Fuente: adaptación J.M. Viedma de  Robert Grant, 1995)

La teoría de los recursos y las capacidades procede del ámbito académico y viene a ser la precursora de la gestión del conocimiento, concepto mucho más ligado al ámbito empresarial.   Partiendo del modelo de las cinco fuerzas de Porter, que es una herramienta fundamental para entender el entorno competitivo y los factores que desde el exterior influyen en las empresas de un mismo sector, el análisis estratégico ha intentado investigar porque dentro de este mismo sector se producen diferencias en el desempeño de las empresas.   Por esto el estudio de la estrategia avanzó hacia el paradigma basado en los recursos y capacidades que se poseen, esto es bajo un enfoque interno, o los que se deben adquirir para poder competir en el mercado.   Por esto el Benchmarking juega un rol primordial para referenciar los productos, procesos e innovaciones respecto a la mejor competencia.   En definitiva se pasa de un enfoque exterior a uno interior a la hora de fundamentar la creación de las ventajas competitivas.

Relaciones fundamentales entre recursos, capacidades y ventaja competitiva

Cuando se habla de generar y favorecer el conocimiento  en la empresa no se refiere a cualquier tipo de conocimiento, sino que aquel que permita desarrollar las competencias esenciales o las capacidades esenciales.   La idea es detectar estos factores que son los que efectivamente podrán generar las ventajas competitivas sostenibles.   Por esto para que los recursos de una empresa sean útiles deben ser adecuadamente combinados y gestionados, para así generar una capacidad o una competencia esencial, ya sea en la cadena de valor de las operaciones como en la cadena de valor de innovación.

Del cuadro se desprende que las capacidades organizativas provienen del aprendizaje organizativo, siendo este un medio para que la empresa pueda resolver problemas cada vez más complejos.   También se habla de recursos intangibles, estos se definen como todo aquello que en una organización se utiliza para crear valor, pero que no se contabiliza, pueden ser capacidades, procesos o rutinas organizativas.   La innovación y el aprendizaje organizacional se convierten en procesos que incrementan el capital intelectual, pero también tenemos que destacar el valor de la gestión de la información y de las personas de la organización.

3.-    EL CAPITAL INTELECTUAL

Steward en 1997 definió el capital intelectual como “material intelectual, conocimiento, información, propiedad intelectual, experiencia, que puede utilizarse para crear valor”.   En Euroforum (1998), “el capital intelectual se definió como el conjunto de activos intangibles de una organización, que pese a no estar reflejados en los estados contables tradicionales, en la actualidad genera valor o tiene potencial de generarlo en el futuro”. Estos activos intangibles incluyen todos aquellos conocimientos tácitos y explícitos que generan dicho valor económico.

Clasificación del capital intelectual

Clasificación del capital intelectual

Fuente: ICMS, J.M. Viedma 2002 y elaboración propia

Figura 2.-  Clasificación del capital intelectual

De acuerdo a lo mostrado en la figura 2.- el capital humano se refiere a la educación, experiencia, “know how”, conocimientos, habilidades, valores y actitudes de las personas que trabajan en la empresa.   No son propiedad de la empresa, ya que pertenecen a los trabajadores, estos al marcharse a casa se llevan consigo estos activos.   En el capital humano residen los conocimientos tácitos de la organización.

El capital estructural se refiere a la estructura organizativa formal e informal, a los métodos y procedimientos de trabajo, al software, a las bases de datos, a la I+D, a los sistemas de dirección y gestión, y a la cultura de la empresa.   Estos activos son propiedad de la empresa y algunos de ellos pueden protegerse legalmente (patentes, propiedad intelectual, etc.)

El capital relacional se refiere a la cartera de clientes, a las relaciones con los proveedores, bancos y accionistas, a los acuerdos de cooperación y alianzas estratégicas, tecnológicas, de producción y comerciales, a las marcas comerciales y a la imagen de la empresa.   Estos activos son propiedad de la empresa y algunos de ellos pueden protegerse legalmente, como es el caso de las marcas comerciales.

Como sabemos el peso del capital intelectual sobre el valor de mercado de una organización es creciente y por lo tanto los esfuerzos se dirigen a gestionarlo y a medirlo. En busca de las ventajas competitivas sustentables, algunos modelos han sido desarrollados recientemente. Estos modelos manejan el capital intelectual de las dos cadenas de valor; es decir, en la cadena de valor de las operaciones y en la cadena de valor de la innovación.   Los más conocidos son: Skandia Navigator (Leif and Malone, 1997), Intangible Assets Monitor (Sveiby, 1997) and Balanced  Scorecard (Kaplan y Norton, 1994). Todos ellos consideran la estrategia (la visión, misión y objetivos) como la referencia principal y al capital humano, capital estructural y capital relacional  como los agregados a  manejar. Otros modelos también se enfocan en la estrategia como la referencia principal, pero en lugar de considerar  los tres tipos de capital antes mencionado, ellos manejan sólo las competencias esenciales o las capacidades esenciales.

Los  modelos: Intellectual Capital Benchmarking System (OICBS Viedma, 2001)  e Innovation Capabilities Benchmarking System (IICBS Viedma, 2001) están en el segundo grupo, como  también el de  Daniel Andriessens: Value Explorer Model (Andriessen, 2001).

A continuación se analizará el capital intelectual de innovación, apoyándose en el modelo IICBS.

4.-   CAPITAL INTELECTUAL DE INNOVACION

El capital intelectual de innovación en una organización  debe tener como principal finalidad desarrollar diferentes proyectos de innovación para el desarrollo de nuevos productos y/o servicios claves para la obtención de competencias esenciales en la cadena de valor de innovación y en las capacidades esenciales del recurso humano que permitan mantener o conseguir las anheladas ventajas competitivas sostenibles.

La cadena de valor del proceso de negocio

La cadena de valor del proceso de negocio

Fuente: Adaptado desde Kaplan (1996) por J.M.Viedma

Figura 3.- La cadena de valor del proceso de negocio

Este objetivo solo se puede alcanzar teniendo visualizadas las necesidades futuras de los clientes y realizando un proceso de Benchmarking respecto al mejor competidor. Frente a este desafío el capital humano deberá resaltar por: sus capacidades, talento, liderazgo, valores y  cultura que  los lleven a la creación de nuevos conocimientos y a un aprendizaje individual.   En tanto, al capital estructural se le exigirá que la cultura, los valores el aprendizaje y las estructuras organizativas sean orientadas para el proceso de innovación.   La infraestructura de innovación puede ser común y servir de base para el desarrollo de los diferentes proyectos de innovación.   Finalmente, en el  capital relacional se  deberá desarrollar y motivar las alianzas, acuerdos, relaciones con los clientes, outsourcing, centros de investigación, universidades y otros organismos que promuevan o faciliten  la innovación de productos y/o servicios.

Competencias esenciales y Benchmarking en los proyectos de innovación

Competencias esenciales y Benchmarking en los proyectos de innovación

Fuente: Adaptado desde IICBS (2002) J.M.Viedma

Figura 4.- Competencias esenciales y Benchmarking en los proyectos de innovación

El capital intelectual de innovación se centra en cada proyecto de innovación que resulten estratégicos para la organización.   Las competencias esenciales en los proyectos de innovación permiten el desarrollo de “core business futuras”, por lo que la organización podría subcontratar todas las demás (outsourcing), también se pueden establecer acuerdos y alianzas estratégicas con proveedores y otras empresas.

5.-   CONCLUSIONES

La economía mundial se dirige hacia un nuevo modelo económico basado en el conocimiento en el que éste tiene un claro valor diferenciador aportando ventajas competitivas gracias a su gestión.

El capital intelectual se refiere a activos intangibles considerados desde una perspectiva estratégica y global, mientras que la gestión del  conocimiento se refiere a los componentes de los activos intangibles desde una perspectiva táctica y operacional.

La innovación y el aprendizaje organizacional son elementos claves para aumentar el capital intelectual, respaldándose en las tecnologías de la información y las comunicaciones y en las personas de la organización.

El capital intelectual de innovación se desarrolla a través de los proyectos de innovación, siendo estos la llave para conseguir las ventajas competitivas en el día de mañana.   Para poder conseguir este objetivo la organización debe analizar las necesidades de los clientes y realizar un proceso de Benchmarking con el mejor competidor del producto y/o servicio a desarrollar, con estos parámetros se determinaran las competencias esenciales en la cadena de valor del proyecto de innovación.

Finalmente no se puede dejar de indicar que tanto la gestión del capital intelectual como la gestión del conocimiento son la piedra angular del paradigma de la empresa triunfadora del siglo XXI.

BIBLIOGRAFÍA

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  • Viedma, J.M. (2000) «Gestión del Conocimiento y del capital intelectual». Nueva Empresa.com Nº454/octubre 2000 (Año XXII) Suplemento: Cuadenos de Management para una dirección eficaz. pp. 99-105.

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Alvarado Acuña Luis. Gestión del conocimiento y capital intelectual para la innovación [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/gestion-del-conocimiento-y-capital-intelectual-para-la-innovacion/> [Citado el ].
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