El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.
Si bien es cierto que existen diferencias individuales en la percepción del Entorno Ambiental (lo que uno percibe como un reto, otro lo considera una amenaza y un tercero una situación normal) que también la reacción frente al ambiente es diferente (unos se controlan más que otros) también es verdad que hay situaciones que suponen un mayor riesgo de estrés o de insatisfacción con el trabajo.
A menudo cuando se habla del estrés laboral, se tienden a enfatizar su «Naturaleza Compleja» derivada en gran medida de esas características individuales poco conocida que conviene tener en cuenta. Pero en otros problemas de salud pública no parece existir el «inconveniente» que suponen las «características individuales».
Introducción
Inicialmente el estrés puede dinamizar la actividad del individuo provocando un proceso de incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica, rendimiento, etc.) que hace aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este proceso de activación es muy intenso, los recursos se agotan y llega el cansancio, así como la pérdida de rendimiento.
Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad en tareas simples, se necesita un cierto grado de activación. Sin embargo, un exceso de activación dificulta la realización de dichas actividades.
Estrés, una reacción fisiológica del organismo donde son partícipes distintos mecanismos de defensa para afrontar una situación demandante o amenazante para nuestra estabilidad. Podemos estar estresados y no darnos cuenta, siendo las enfermedades una de las primeras reacciones de este silencioso mal.
Al acostumbrarnos a la vida tan agitada que llevamos, somos muchos los que ni siquiera nos percatamos del nivel de estrés que llevamos, solemos quitarle importancia al creer que no hay mucho que hacer para combatirlo, ya sea dentro de nuestra vida personal o laboral.
Al acostumbrarnos al estrés, es común encontrarnos con síntomas como ansiedad, inquietud, nerviosismo, temor o angustia, el problema es que es casi imposible darnos cuenta del problema si no se reflexiona fuertemente sobre esto.
Estrés laboral
Cada año se dan en el mundo 160 millones de casos de enfermedades profesionales, por lo que es necesario aplicar medidas tendientes a mejorar el entorno laboral, indicó el portal Trabajando.com.
El portal, líder en Iberoamérica en el mercado de reclutamiento, refirió que pasar ocho horas sentado frente a una computadora durante la jornada laboral puede originar enfermedades que se van haciendo crónicas a través de los años.
Diversos padecimientos, destacó, se originan a partir de tensiones y de posturas incorrectas, lo que ocasiona dolor de espalda, de cuello, de cabeza y agotamiento, entre otros malestares.
Todos esos síntomas podrían evitarse con acciones simples, como sentarse derecho, con la espalda recta, evitar cruzar las piernas y mantener cierta distancia de la pantalla, que por exceso de brillo puede causar visión borrosa, tensión ocular e irritación en los ojos.
El portal citó información de la Academia Americana de Optometría, según la cual 33% de quienes sufren estas dolencias al trabajar frente a la computadora, conocido como síndrome de la visión de computadora, estarán afectadas de miopía en el año 2020.
Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos, cabe señalar su influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento.
El estrés puede influir negativamente sobre la salud por varias vías, como son:
- Por los cambios de hábitos relacionados con la salud,
- Por las alteraciones producidas en los sistemas fisiológicos (como el sistema nervioso autónomo y el sistema inmune) y
- Por los cambios cognitivos (pensamientos) que pueden afectar a la conducta, las emociones y la salud.
- En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con salud, de manera que con las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las conductas no saludables, tales como fumar, beber, o comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene, etc. Estos cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto, pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el individuo en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones sociales, el trabajo, la salud, etc.
- En segundo lugar, el estrés puede producir una alta activación fisiológica que, mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza tensionales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales; a su vez, el estrés puede producir cambios en otros sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar el riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades inmunológicas.
- En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de manera que comience a desarrollar una serie de sesgos o errores cognitivos en la interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir una serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son un problema de salud (los llamados trastornos de ansiedad), pero que a su vez pueden seguir deteriorando la salud en otras formas. Por ejemplo, una persona sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad, que el individuo no puede controlar, con fuertes descargas autonómicas, temor a un ataque al corazón, etc. Los ataques de pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación de ciertas situaciones que producen ansiedad), con una dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de depresión por no poder resolver su problema, etc. Estos trastornos de ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres que en varones (de 2 a 3 veces más frecuentes), pero por lo general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de mucho de estrés que se ha prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la población sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición se encuentra entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.
¿Cómo evitar el estrés laboral?
Por ello, Trabajando.com recomendó ciertas medidas para evitar estas afecciones, como pestañear frecuentemente para descansar los ojos, regular la posición de la pantalla y su inclinación para que ésta se ubique frente a los ojos del usuario, a una distancia ideal de 55 centímetros, para no forzar la vista.
La posición del teclado también puede generar molestias en el trabajador, como dolor en articulaciones o tendinitis a largo plazo, por lo que sugiere dejar una distancia de 10 centímetros o más para ubicar las muñecas en la mesa y no en el aire. Las sillas deben ser ergonómicas, con movilidad, regulación del asiento, respaldo reclinable y con descansabrazos, pues de esa forma la espalda y las extremidades se apoyarán de manera correcta, evitando así dolores musculares por posturas inadecuadas.
En cuanto al lugar de trabajo, menciona que debe contar con luz natural, temperatura y ventilación adecuadas, para aminorar el desgaste físico y psicológico en el trabajador, el cual debe descansar algunos minutos y moverse para evitar la rigidez de la musculatura y la sensación de agobio.
“Si esto realmente se llevara a cabo, se evitarían muchos de los 160 millones de casos de enfermedades profesionales” que la Organización Internacional del Trabajo reporta anualmente en el mundo.
Conclusiones
- La respuesta de estrés es un riesgo laboral muy importante en el personal sanitario.
- El sentirse estresado depende tanto de las demandas del medio externo como de nuestros propios recursos para enfrentarnos a él.
- La exposición a situaciones de estrés, provoca la «respuesta de estrés», que consiste en un aumento de la activación fisiológica y cognitiva.
- La exposición a situaciones de estrés, hace que nuestro organismo se prepare para una intensa actividad motora.
- La exposición a situaciones de estrés prepara a nuestro organismo para actuar de forma más rápida y vigorosa ante las posibles exigencias de la situación.
- Si la respuesta de estrés es demasiado frecuente, intensa o duradera, puede tener consecuencias negativas en nuestro organismo.
- El organismo no puede mantener durante mucho tiempo un ritmo constante de actuación por encima de sus posibilidades.
- Si se mantiene durante mucho tiempo la respuesta de estrés más allá de los límites que es distinto para cada persona, se producirán serios trastornos a diferentes niveles.
- En toda situación de estrés hay unas características, entre las que se encuentra como más específica un cambio o situación nueva.
- Las consecuencias del estrés laboral son múltiples en los tres niveles: fisiológicos, cognitivos y motores.
- Se puede evaluar el estrés analizando y comprobando las tablas de autoevaluación de estrés que existen para su valoración.
- Existen técnicas de control de estrés de demostrada y validada eficacia.
Bibliografía
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- Causas estrés laboral.
- México entre los países con mas estrés laboral.