Hace un tiempo surgió una discusión sobre las diferencias que existen entre las personas que tiene cargos de coordinación, los que son directores y lo que deben desarrollar una gestión gerencial, cuál es la frontera entre unos y otros?, cómo se sabemos que su gestión debe ser retribuida de acuerdo al trabajo que realizan?
Los tres cargos de los cuales me ocuparé en esta reflexión son: Coordinador, Director y Gerente, entendiendo que el primero hace parte de la gestión táctica en la organización mientras que el segundo y el tercero tienen una mayor relación con las expectativas estratégicas en la organización.
Comenzaré por aclarar entonces que el desempeño esperado en cada uno de estos cargos varía en cuanto a la gestión que debe realizar cada uno de ellos y los resultados que entregan, lo cual significa que no basta con tener claro el nombre del cargo sino las acciones que debe realizar independientemente de los estudios que haya realizado, lo cual nos lleva a suponer como tesis que el cargo que desarrollamos no está necesariamente ligado a la formación que hayamos recibido. El cargo es un título que nace del organigrama no de la academia y por tanto el éxito organizacional corre el riesgo de quedar en manos de la capacidad que tengan los ocupantes de los cargos de tomar las decisiones acertadas y oportunas que necesita la empresa.
Encontrar las diferencias comportamentales entre cada uno de estos cargos puede suponer un reto a la imaginación ya que podemos caer en las generalidades de la gestión y confundir el nombre del cargo con las expectativas que tenemos frente a los resultados de cada uno de ellos.
En efecto, si partimos de la descripción que nos ofrece el modelo DISC, por ejemplo, concluiremos que existe un terreno común que se asocia a una alta dominancia e influencia y una mezcla entre la estabilidad y la conformidad que sugieren un mismo perfil orientado al resultado más que a la gestión, es decir que de alguna manera los tres cargos tienen una vocación estratégica pero no necesariamente significa que ya lo son.
Intentaré en las siguientes reflexiones realizar una breve caracterización de cada uno de ellos y trataré de establecer las fronteras que podrían ayudar a los seleccionadores de talento reconocer la diferencia entre unos y otros, igualmente podría ayudar a quienes están en proceso de crecimiento profesional para que puedan reconocer los aspectos que deben desarrollar y entrenar para alcanzar el nivel de crecimiento requerido y reconocido por otros como estratégico.
En primer lugar es preciso dar alcance a lo que podría parecer una tautología en cuanto a lo que se espera de cada cargo, esto podría también explicar la razón por la cual en algunas organizaciones el cargo de director tiene un mayor valor y peso frente al de gerente.
En general un coordinador es un cargo que se orienta a organizar, ordenar los recursos y/o personas necesarios para realizar una tarea específica con miras a obtener un resultado, se trata de reconocer de qué forma las personas que hacen parte de los equipos pueden contribuir más eficientemente en los resultados esperados. El coordinador define el momento en el cual cada uno de los participantes de un proyecto debe presentar su aporte, se responsabiliza por entregar a cada uno los recursos que necesita para hacer su tarea y hace seguimiento y acompañamiento para asegurar que se cumplirán los plazos establecidos para la entrega de los resultados esperados.
Un director, por su parte, se orienta más a administrar y conducir la gestión del equipo de trabajo para que no equivoque el rumbo que debe llevar, su responsabilidad principal se orienta a identificar los aspectos clave de cada integrante del equipo para potenciar sus capacidades y que pueda mostrar sus potencialidades en el desarrollo de las tareas asignadas. El director acompaña a su equipo de trabajo y evalúa con ellos la gestión y los resultados que se obtienen. Se caracteriza por su capacidad para identificar la mejor posición en la cual debe poner a los miembros de equipo, por su capacidad, conocimiento y experiencia.
El Gerente tiene una misión esencialmente estratégica que les obliga entender que su responsabilidad está en la capacidad de ofrecer los resultados esperados a partir de los recursos con los que cuenta y con el equipo humano que le ha sido asignado, de tal manera que su gestión será calificada desde el momento mismo en que comienza la tarea, es decir cuando genera un plan de acción que le permite diagnosticar el estado actual del proyecto u área en la cual va a trabajar. Su capacidad de comprender que el éxito de su gestión está determinada en no equivocarse a la hora de seleccionar su equipo de trabajo, de contar con los recursos técnicos, financieros y de infraestructura que necesita y de tener claridad de las funciones que cada uno de ellos debe realizar. El gerente se enfoca más en el resultado que en la gestión (Para eso están los coordinadores y directores), por tanto sus tareas están al inicio y al final del proceso ya que finalmente será él quien deba responder por los resultados ante la presidencia de la organización o la junta directiva del proyecto o la empresa.
El nombre de cargo es importante, pero lo es mucho más la gestión que realiza, es así como vemos en las organizaciones gerentes que actúan como directores e incluso como coordinadores descuidando el componente estratégico requerido para llevar a resultados sobresalientes el área que lidera, es así como en muchas ocasiones los miembros de los equipos no reconocen ni valoran a sus gerentes y no se sienten respaldados ni representados en ellos, terminan por ser unas figuras lejanas con las cuales no tienen contacto que se parece más a los dioses del Olimpo que no hacen parte de la raza humana y por tanto no hay suficiente confianza y cercanía para hablarle de los temas importantes que ocurren en su área de gestión y terminan por buscar soluciones por su propia cuenta o encontrando soluciones en otro punto de la organización. O bien se trata de gerentes que terminan por involucrarse tanto en la tarea cotidiana que finalmente tampoco son reconocidos por el equipo como su líder ya que es un compañero más que tampoco les soluciona sus urgencias y necesidades ya que el día a día limita su capacidad de revisar y acompañar los resultados por estar concentrado en la gestión.
Un coordinador mantiene una relación cercana y permanente con la tarea encomendada y con el equipo de trabajo; tiene todos los días tiempos y espacios para que los integrantes del equipo le reporten los avances y dificultades encontradas en el proceso que le permitan establecer los ajustes requeridos y asignar los nuevos recursos que permitan asegurar el cumplimiento de la tarea en los tiempos establecidos. El director por su parte, con el de la orquesta, define y asigna las personas que, según su perfil, pueden dar resultados superiores pero esperados aprovechando al máximo los talentos y capacidades tanto de las personas como de los equipos de los cuales es responsable.
A riesgo de equivocarme y/o de quedarme corto me arriesgo a sugerir 7 características que hacen parte del terreno común que deben transitar tanto los coordinadores como los directores y gerentes, se trata de comportamientos observables y evaluables y por tanto cada uno de ustedes podrá decidir si está de acuerdo o quizá prefiere quitar o agregar una característica. Las características comunes y que considero que debe desarrollar toda persona que ocupe cualquiera de estas tres posiciones son:
- Se orientan al resultado que les ha sido asignado: Tienen claro lo que se espera de ellos y entienden que su gestión requiere de recursos que le permitan obtener desempeños superiores y diferenciadores a los miembros de los equipos bajo su responsabilidad.
- Son responsables y asumen las consecuencias de sus actos: Entienden que son los representantes de su equipo y por tanto no pueden delegar la responsabilidad de los resultados que se obtengan.
- Son entusiastas con las tareas asignadas: Sienten pasión por lo que hacen, trasmiten vehemencia al momento de animar y motivar a los integrantes del equipo.
- Inspira a los demás con su ejemplo. Asumen el reto de dar el primer paso, de guiar y orientar al equipo pero también de empujarlo cuando sea necesario.
- Genera confianza en su equipo de trabajo: La credibilidad es la base de la confianza, por tanto serán sus compañeros de equipo quienes otorguen esta característica a quien ha sido nombrado para ocupar este cargo en la organización.
- Maneja altos estándares de desempeño: Se requiere una buena calificación en los resultados y por tanto las expectativas de calidad nunca estarán ausentes en la gestión.
- Verifica los resultados que obtienen: Al iniciar el viaje conocemos el destino, por tanto los ocupantes de estos cargos vigilan la tares en el día a día pero tienen puesta la mirada en el punto de llegada definido, esto les permite ajustar las tareas, recursos y responsabilidades a los miembros del equipo.
Ahora bien, un coordinador deberá tener específicamente algunas características o comportamientos que permitan a la organización diferenciarlo de los otros cargos, considero que ellas pueden ser:
- Busca ser preciso y sin errores en lo que hace
- Administra el desarrollo de las tareas
- Hace seguimiento y conoce los que hace el equipo
- Corrige los errores que se presentan
Los que ocupan el cargo de director por su parte tienen también, a mi juicio, las siguientes características a partir de las cuales podemos diferenciar y calificar en específico su tarea, ellas son:
- Les gusta superar retos y no temen a experiencias nuevas y desconocidas
- Buscan información que les permita tomar una mejor decisión
- Confían en las capacidades de su equipo
- Moviliza al equipo mediante su capacidad de influencia
- Trasmite optimismo a su equipo de trabajo
- Presenta los resultados del equipo
Finalmente los Gerentes tienen podrían agregar a su caracterización los siguientes comportamientos genéricos que muestran su carácter estratégico
- Son directos en su forma de hablar, poco diplomáticos
- Tienen y transmiten mucha energía
- Toman decisiones con base en la información que poseen
- Son competitivos buscando siempre llegar primero
- Les gusta explorar nuevas alternativas son innovadores
- Imaginan el futuro de la organización a partir de su responsabilidad
- Es diplomático al hablar para evitar conflictos
Como lo mencioné al comenzar esta reflexión, se trata de un intento por delimitar las fronteras entre una función y otra, entre lo que se espera que haga un cargo y otro y al mismo tiempo para poder caracterizar los comportamientos que requiere la organización al momento de delegar en una persona las tareas y actividades de un área o departamento.
Espero que estas ideas nos permitan avanzar en la construcción de un modelo práctico de evaluación del desempeño de quienes ocupan posiciones de liderazgo en la organización y que en ocasiones no tienen claro que más allá de los conocimientos exigidos es preciso desarrollar talentos que le permitan reconocerse en la ruta de crecimiento que lo pueda llevar al siguiente nivel o bien consolidar la gestión que realiza.
* José Manuel Vecino P.* Magister en Gestión Ambiental, Especialista en Gestión Humana, Gerente de Gestión humana, Consultor empresarial y Docente Universitario.