“Uno puede comprar el tiempo del empleado, puede comprar su presencia material en un lugar determinado; hasta se le puede comprar cierto número de movimientos musculares por hora. Pero su entusiasmo no se puede comprar…su lealtad no se puede comprar…la devoción de su corazón no se puede comprar. Estas cosas hay que ganárselas.” (1)
Han pasado miles de años desde que Sun Tzu escribió “El arte de la Guerra” y los mismos principios expuestos en esta obra se puedan aplicar a los negocios y/o empresas en todo campo, como lo es la administración de recursos humanos:
“No ordenéis a la gente tareas que no puedan cumplir. Haced una selección y dad a cada cual responsabilidades adecuadas a su capacidad.”
“Por lo tanto, si ordena con cortesía e infunde en todos el mismo ardor combativo; se podrá afirmar que el triunfo está seguro. “
“Si las órdenes están justificadas en todas las ocasiones y se ejecutan siempre, las relaciones entre comandante (gerente) y las tropas (trabajadores) serán buenas.”
Son muy pocas las empresas que se dan cuenta que muchas veces su mayor ventaja en el mundo competitivo empresarial es su personal, cuando está adecuadamente capacitado, altamente motivado y comprometido con ella. La gran mayoría de los gerentes no quieren darse cuenta que el éxito de la empresa, e inclusive de su gestión no solo depende de su capacidad, sino también de las capacidades de todas los trabajadores de la misma, es más, muchos de ellos se olvidan que los trabajadores también son seres humanos como ellos, con necesidades, problemas y también deseos de superación personal, académica y laboral; se olvidaron que “en lo más hondo de la personalidad humana existe la necesidad de ser apreciado”(2). Piensan que el atender detrás de un gran escritorio les confiere autoridad y para ellos es como estar en un pedestal, haciendo más difícil la comunicación y trabajo en equipo, el tipo de gerente cuyo lema es: “lo admito todo, menos que me lleven la contraria”. Pocos son los que se dan cuenta que enfrentando desacuerdos, dilemas y por que no conflictos podemos darnos cuenta que colectivamente somos mas inteligentes y mejores que individualmente, acogiendo el desacuerdo como estímulo muchas veces se logra calidad e innovación.
No es suficiente un sueldo adecuado para motivar al personal, existen varios factores, uno muy importante para lograr identificación y compromiso con la empresa es hacerles sentir que son responsables de los éxitos y triunfos logrados, no solo responsables de fracasos; para los trabajadores el reconocimiento por un buen desempeño va más allá de lo económico, ellos sienten como éxito personal el poder contribuir a un logro y tener la satisfacción de haberlo hecho.
Es muy importante hacerles saber que los jefes los entienden, que el dueño o administrador conoce su nombre, sus funciones, su papel en la empresa, incluso su vida personal; es decir hacerles notar que son importantes dentro de la organización para caminar en paralelo hacia la visión establecida: es importante propiciar la coincidencia entre la visión personal y la de la empresa. Cuando los trabajadores se comprometen al logro de la visión: es también motivador y necesario para la organización el darles cierto grado de libertad para la toma de decisiones en sus áreas; es decir el empoderamiento (empowerment) lo que reforzará la participación y compromiso del trabajador; y por que no decirlo su lealtad con la misma.
Se debe fomentar reuniones donde se explique la Misión, que derivará al logro de la Visión una vez comprendidas ambas es importante que se tome en cuenta el parecer de los empleados, cuando se quiere imponer algo a los trabajadores resulta contraproducente y negativo: Se debe invitar al personal comprometido en el proceso, al dialogo, a que proponga ideas, las exponga y participe en el desarrollo de las mismas. Estamos hablando de elementos de pertenencia del entorno laboral, y si no hacemos eso no generamos lealtad, solo logramos desmotivación y rechazo.
Los gerentes deben darse cuenta que de cierto modo tienen un papel de liderazgo y como tales deben tratar de satisfacer en lo posible ciertas necesidades de sus trabajadores.(necesidades físicas, de seguridad y/o estabilidad, de superación, de capacitación, de aprecio por sus logros, etc) Es lo que se hace en las empresas inteligentes, aquellas que tienen en cuenta que lo que les distingue de sus competidores y les da ventaja competitiva es la calidad de su personal.
Es interesante el caso de empresas como Lehman Brothers que han sido capaces de formar ejecutivos y trabajadores estrellas, comprometidos y leales; han sabido darles un clima apropiado para el desempeño de sus labores y han conseguido retenerlos aún pagando entre 25 a 30 % menos de lo que pagaban las empresas competidoras a trabajadores y/o ejecutivos de ese nivel.(3)
Los gerentes deben entender que la empresa es responsable en un 50 por ciento del éxito o fracaso de sus trabajadores, por ello deben ofrecer oportunidades, propiciar un ambiente de aprendizaje, aportar recursos y herramientas de tecnología para formar trabajadores altamente calificados. Logrado ello habrán logrado aumentar considerablemente el valor de la organización; pues se adicionó un valor agregado muy apreciado en la actualidad, que es una verdadera fortaleza: el valor que le da tener trabajadores calificados, comprometidos y leales a la misma; es decir “el activo más valioso”.
(1)Fortune-: Clarence Francis
(2)La Paradoja del Liderazgo-: James C. Hunter
(3)Harvard Business Review
“El alto riesgo de contratar estrellas” (Boris Groysberg, Ashísh Nanda y Mitin Noria.