Uno de los temas de mayor debate en el ámbito académico, empresarial y político en los países emergentes es el crecimiento del empleo formal, y es que las tasas de informalidad del empleo son todavía muy altas, pese al crecimiento económico de muchos de éstos países en las últimas décadas. Para efectos de analizar este tema voy a tomar como modelo el caso peruano.
En el Perú, recientemente el Jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Aníbal Sánchez Aguilar, dio a conocer que, en Lima Metropolitana de enero a noviembre de 2015, se crearon 54,700 empleos adecuados, cifra que representó un incremento de 1.8%, respecto a similar periodo del año 2014. Asimismo, indicó que la población ocupada aumentó en 43 mil 100 personas, cifra que representó un crecimiento de 0,9%, en comparación con enero noviembre de 2014.
Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), la variación anual del empleo en empresas privadas formales de 10 y más trabajadores de Perú Urbano en octubre de 2015 fue 1.4% respecto a octubre de 2014, producto del desenvolvimiento positivo de cuatro de las cinco ramas de actividad económica . La rama de actividad económica con mayor influencia en la variación positiva del empleo fue servicios (2.1%), seguida por las ramas transporte, almacenamiento y comunicaciones (4.3%), comercio (1.6%) y extractiva (1.2%).
De acuerdo al MTPE, con este resultado se registraron 71 meses consecutivos con variaciones anuales positivas del empleo. De otro lado, en el periodo octubre 2014 – octubre 2015 el empleo formal en Perú Urbano se expandió en 1.1%.
Estas cifras brindadas por el INEI y el MTPE, son alentadoras teniendo en cuenta el difícil contexto económico y geopolítico externo e interno que afectan nuestra economía y que han motivado un impacto en variables económicas como el tipo de cambio, que cerro el año a 3.42 soles por dólar y la inflación que cerro con un 4.40%, ambos muy superiores a los estimados por las entidades gubernamentales como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva del Perú (BCR).
En tal sentido, considerando los últimos acontecimientos en el contexto económico y geopolítico externo e interno, como la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. (FED) que en el pasado mes de diciembre puso fin al ciclo de la tasa de interés en cero y elevó el rango de la tasa de fondos federales en un cuarto de punto porcentual a entre 0.25% y 0.50% por primera vez en casi una década y sugirió que aplicará mas alzas en este 2016, la difícil situación financiera de varios países, la débil recuperación de las economías más fuertes en la eurozona y los temores de una desaceleración del crecimiento de la economía de China durante el presente año.
Asimismo, la agudización de las diferencias entre Rusia, China, Irán, Siria y sus aliados, frente a la OTAN, la ejecución de un clérigo Chiita en Arabia Saudita que a provocado protestas en el interior de dicho país y la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, que enciende aún más el convulsionado medio oriente, y la creciente amenaza del autodenominado Estado Islámico de cometer atentados en diversas partes del mundo, entre otros.
En el frente interno, es el panorama político el que genera mayores expectativas, al haberse iniciado ya la campaña electoral, donde en Abril de este año se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias. Pero también el mantenimiento de niveles altos de inseguridad ciudadana y de denuncias de corrupción en diversos niveles y sectores del Estado, no contribuyen a generar estabilidad en los agentes económicos.
Por lo expuesto, si bien las cifras brindadas por el INEI y el MTPE son alentadoras, considero poco prudente afirmar que el empleo formal crecerá en el país en el 2016, siguiendo la tendencia de los últimos años.