Liderazgo moral y trascendencia

Actualmente vivimos una época en la que el mundo es testigo de dramáticos y acelerados cambios que alteran la naturaleza de la sociedad sumergiéndola en un estado de ansiedad y confusión, una época en la que podemos observar la rápida desintegración de las estructuras mismas de la civilización.

Existen numerosos problemas actualmente, como explotación de recursos, delincuencia, injusticias, etc., la desunión y pérdida de valores es el punto central de los problemas que afligen al planeta.

Muchos “lideres” han caído en la corrupción, desigualdad y otros practicas injustas, esto conlleva a un desencadenamiento de mayores males, estos individuos han olvidado el compromiso con los valores morales.

El liderazgo moral nos muestra a través de sus principios, que liderar no es solo dar órdenes, sino ser consiente, empático y en todas las decisiones tener en cuenta la ética y la moral.

DEFINICIONES

Liderazgo moral es un modelo de liderazgo desarrollado por Eloy Anello y Juanita Hernández, en la Universidad Nur, Bolivia, comenzando en 1993. Este cuerpo teórico se sostiene en un marco conceptual compuesto por seis elementos, complementado con una serie de 18 capacidades repartidas en tres familias: capacidades para la transformación personal, capacidades para la transformación de las relaciones interpersonales, y capacidades para la transformación social.   (LAGUNA, 2012)

HISTORIA

El modelo de liderazgo moral se basa en el marco conceptual desarrollado inicialmente por un grupo internacional de educadores en Rusia, en 1992, en el que Anello participó. De este trabajo, surge una primera estructura básica, que ya incluyó un breve resumen de 4 de los elementos actuales de su marco conceptual, así como una lista de 15 de las capacidades del modelo.

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Anello concibió la idea de expandir el esqueleto elaborado desde sus responsabilidades dentro de la Universidad Nur, transformándolo en un eje del trabajo que iba a realizar con el Instituto Superior de Educación Rural (ISER), dentro de un proyecto que tenía como fin capacitar a maestros rurales como agentes de desarrollo comunitario. Este proyecto, que exigía la creación de 12 libros de texto, daría lugar a una colaboración estrecha entre Eloy Anello y Juanita Hernández, quien era la coordinadora del proyecto y co-autora de los textos.

Dado que Anello y Hernández estaban vinculados a la Universidad Nur, ésta jugó el rol de escenario para el desarrollo de otras aplicaciones en los campos de educación, salud, y jóvenes. Esto fue particularmente cierto a fines de la década de los noventas, en la que se desarrollaron proyectos centrados en la temática de Liderazgo Moral de proporciones significativas para la rama de Proyectos de Desarrollo Socioeconómico de la Universidad (que actuaba como ONG, canalizando fondos internacionales y ejecutando proyectos en Bolivia y otros países)

(MANSILLA, 2015)

CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO

1.RESULTADOS

El líder busca el resultado a través del trabajo en grupo, donde cada uno de sus componentes debe de cumplir con sus funciones armónicamente; también debe velar que las actividades planificadas se hagan en el momento exacto, lo cual influya satisfactoriamente y que el conjunto tenga un ritmo adecuado.

2. MISIÓN – COMPROMISO

Detrás de cada institución, existe un líder comprometido con un sueño, sueño que nace de una visión, es decir, con un estado futuro ideal por realizar. Son las constantes visionarias, su pensamiento va más allá de las personas normales y comunes, son grandes soñadores, viven en pensamientos ideales; cuando comparte con sus semejantes sus ideas lo ven como utópicos, o hasta hay veces los llaman locos; pero, el líder, es consciente de que su visión es posible alcanzar.

Los líderes se comprometen, en primer lugar, consigo mismos, y luego con los demás, con la fe de que sus ideales son alcanzables y sus conductas ejemplifican dichos ideales con la acción.

3.COMUNICACIÓN

El líder debe saber hallar alegorías adecuadas que clarifiquen las ideas y hagan mínima la distorsión de las mismas. Las comparaciones y analogías hacen vivir los temas; además debe tomarse en cuenta que la visión del futuro no se ofrece una sola vez para que luego se esfume, sino que se debe repetir sistemáticamente como si se escribiera sobre la nieve, expresándola mediante una cautivante retórica que enciende la imaginación y la emoción de los seguidores.

Las ideas que comuniquen los líderes deben atraer la confianza de los seguidores, una confianza que les dé la fe de que van a ser capaces de dar todos los pasos necesarios para lograr los objetivos propuestos.

Muchos dirigentes tienen buenas visiones, ideales, objetivos; el problema es que no saben comunicar y convencer, de ahí el fracaso.

4.CONFIANZA

La confianza entre líderes y seguidores no puede existir sin dos condiciones:

  1. La visión que el líder le proporcione confianza a la organización tiene que ser significativa, clara, atractiva y alcanzable.
  2. La posición del líder debe ser transparente, además de poseer las cualidades personales y cooperativas que engendran la confianza, tales como el respeto recíproco, la competencia leal y la integridad.

La confianza es el cemento emocional que une a seguidores con los líderes, la cual le da legitimidad a su liderazgo.

5.CREATIVIDAD E INNOVACIÓN

El líder necesariamente tiene que ser creativo e innovador, de lo contrario sucumbirá que su propio mundo, de ahí constantemente estará buscando soluciones a nuevos problemas, él mismo realizarse constantemente cuestionamientos, para ello debe ser un investigador nato, innovarse de los últimos conocimientos y cambios.  (ANTONIO, 2016)

LA NECESIDAD DE LIDERAZGO MORAL

Las organizaciones que están haciendo esfuerzos por resolver los problemas complejos que afligen a los pueblos del mundo han descubierto que los medios científicos, tecnológicos y políticos no son suficientes por sí solos.

En el corazón de la crisis global que atormenta a la humanidad, hay una crisis fundamental de valores, que se manifiesta en las esferas sociales, económicas, políticas y ambientales de la vida humana. Esta crisis de valores es parte de la causa subyacente que genera el vacío en el liderazgo moral, el cual se presenta en todos los niveles de la sociedad. En resumen, no son ni el dinero, ni la capacidad organizativa, ni siquiera los conocimientos, los que faltan para mejorar el mundo, sino el liderazgo moral necesario.

Sin embargo, es necesario definir claramente en qué consiste el liderazgo moral. Proponemos que el liderazgo moral ha de ser un liderazgo que está plenamente consciente de las dinámicas de desintegración – integración que caracterizan a nuestra época y que conscientemente se alinea con los procesos de integración; tener una visión clara de la sociedad que se desea crear y de algunas de las estrategias que ayudarán a lograrla, y en base a esta visión y a estas estrategias, luchar activamente para construir una sociedad mejor; llevar un profundo compromiso personal de luchar por la transformación individual por medio del desarrollo y ejemplificación de una vida basada en principios éticos y morales, caracterizado por cualidades tanto de la rectitud como la bondad, y de luchar por una transformación colectiva por medio de acciones que promuevan la unidad y la justicia. (HERNANDEZ A. Y., 1996)

TIPOS DE LIDERAZGO

El Líder Autoritario

El líder autoritario da órdenes. Espera obediencia inmediata Y exacta. Evita el diálogo y no permite que nadie le pida una explicación acerca de sus órdenes. Las personas que trabajan bajo un líder autoritario generalmente sienten resentimiento, el cual puede ser expresado de manera abierta o indirecta. Cuando el resentimiento se manifiesta de manera abierta, puede llegar a la rebeldía o a la rebelión. Cuando el resentimiento no se expresa, la relación puede estar caracterizada por una conformidad y sumisión aparente. Sin embargo, detrás de esta sumisión aparente a menudo existe una resistencia pasiva, que frena el trabajo que hay que hacer.

El Líder Paternalista

Un líder paternalista puede desear sinceramente el bienestar de los otros miembros del grupo y estar motivado por un verdadero sentimiento de cariño. Trata a los miembros del grupo tal como un padre trata a sus hijos, o más bien, como un padre sobreprotector trata a sus hijos. Él los cuida, los protege, quita todos los obstáculos de su camino, hace cosas para ellos y les dice que no se preocupen porque él ya ha resuelto todo para ellos.

Pero el líder paternalista no ayuda a los miembros del grupo a desarrollar sus propias capacidades. Probablemente no piensa que tengan muchas capacidades. Simplemente siente satisfacción al saber cuán necesario es para los otros miembros del grupo. Más bien, el líder paternalista cultiva una actitud de dependencia que paraliza la iniciativa creativa y el sentido de responsabilidad de los demás miembros.

El Líder Sabelotodo

Este estilo de liderazgo ocurre a menudo cuando existe una marcada diferencia entre los estudios, conocimientos y experiencia del líder en comparación con los otros miembros del grupo. En tal caso, el líder tiende a considerarse un «experto» y trata de impresionar al grupo con sus conocimientos, para que acepte lo que él plantea. Da poca importancia a las ideas, las experiencias y el conocimiento que las personas tengan de su propia realidad.

Esta actitud de superioridad tiende a crear sentimientos de inferioridad entre los otros miembros del grupo. Así, aun cuando el líder pide ideas de los miembros del grupo, muchas veces ellos no se animan a darlas, por temor a que tengan poco valor. Por otra parte, cuando las dan, el líder muchas veces no les da importancia. Toma las decisiones basadas únicamente en sus propios conocimientos.

El Líder Manipulador

Los que practican los tres modelos anteriores del liderazgo quizás sean sinceros en su deseo por ayudar al grupo o estimular su participación, sin darse cuenta de cómo sus propias actitudes de superioridad obstruyen su capacidad de hacerlo. En cambio, el líder manipulador sólo aparenta pensar en el bienestar de los demás, para esconder sus verdaderos motivos e intereses personales. A menudo las personas responden a este tipo de liderazgo, que es muy común en la política, con desilusión y falta de confianza. Cuando las personas se dan cuenta de que han sido manipuladas, a menudo se vuelven cínicas y desconfían de cualquier organización o proyecto posterior que se ofrece a ayudarles.

Después de que se haya dañado seriamente el espíritu de cooperación en un grupo o una comunidad, como resultado de confiar en las falsas promesas de un líder manipulador, tiende a ser sumamente difícil recuperar la confianza de la gente.

El Líder Democrático

El líder democrático tiene dos características distintivas. Es elegido por el grupo, y permite mayor participación de los miembros del grupo. Sin embargo, también existen problemas que afectan al liderazgo democrático

1) Una vez elegido, a veces el líder democrático se comporta como los otros tipos de líderes.

2) Las personas sólo pueden votar entre los candidatos propuestos, y a veces no están de acuerdo con ninguno. Además, el sistema de nominaciones y campañas tiende a favorecer a las personas que buscan el poder y no a los candidatos honestos, que son caracterizados por un espíritu de servicio.

3) Aunque se permite que los miembros del grupo den su opinión, a veces el líder no toma en cuenta estas opiniones a la hora de tomar una decisión.

Se puede lograr que el funcionamiento del líder en su relación con el grupo sea más democrático si el líder adopta las siguientes prácticas:

1) Se considera como el coordinador del grupo y no su líder.

2) Ayuda a todos los miembros del grupo a comprender las ventajas de buscar soluciones que sean justas y que beneficien a todos.

3) Espera hasta que los demás hayan dado sus opiniones antes de proponer la suya, ofreciéndola como una contribución a la consulta y no como una conclusión.

4) Resume periódicamente las opiniones dadas, señalando las diferentes alternativas y las posibilidades de llegar a un consenso.

5) Trata de involucrar a todos en el trabajo, dándoles la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos y capacidades.

Sin embargo, aun cuando se practica el liderazgo democrático de esta manera, todavía tiene limitaciones. Deja de lado muchas otras capacidades que contribuyen a un liderazgo eficaz. Tampoco pone énfasis en el hecho de que todas las personas pueden ejercer el liderazgo, sin necesidad de tener una posición formal.   (HERNANDEZ, 1994)

El Liderazgo Moral

El marco conceptual del liderazgo moral se fundamenta en seis elementos básicos:

  1. La creencia en la nobleza esencial del ser humano
  2. El liderazgo orientado hacia el servicio
  3. El propósito del liderazgo: la transformación personal y social
  4. La responsabilidad moral fundamental de investigar y aplicar la verdad
  5. La trascendencia
  6. El desarrollo de capacidades.

 

  1. LA CREENCIA EN LA NOBLEZA ESENCIAL DEL SER HUMANO

Los supuestos de un gerente, afirma Douglas McGregor, con respecto a la naturaleza humana influencian muchísimo su enfoque de la administración de los recursos humanos. El concepto de las personas acerca de lo que significa un ser humano, ya sea sano o torcido, determinará la manera en que se perciben a sí mismos y afectará la valoración que ellos tendrán del potencial humano. En otras palabras, su comprensión de la naturaleza se aplicará a todos, incluyéndose a sí mismos.

Básicamente, a los seres humanos se los ve como:

1) de raza superior o inferior (racismo)

2) animales racionales (mono desnudo)

3) productos o víctimas de fuerzas que están más allá de su control dentro de la sociedad (determinismo)

4) seres nacidos en el pecado y destinados a ser pecadores porque “el espíritu está dispuesto pero la carne es débil” (pecadores)

5) seres esencialmente nobles (nobleza esencial del ser humano).

Los que creen o reconocen la nobleza esencial del ser humano pueden o no tener una orientación religiosa. Aquellos que la tienen, y son de una tradición cristiana-judía, tienden a enfatizar la creencia que el hombre fue “creado a la imagen y semejanza de Dios”, y que el propósito de la vida es desarrollar aquellos atributos espirituales tales como el amor, la bondad, la unidad, la justicia, la veracidad y la pureza, que son un reflejo de dicha imagen. Ellos reconocen que el hombre tiene tanto una naturaleza superior como inferior. Sin embargo, eligen enfocar sus pensamientos y acciones en desarrollar las potencialidades de su naturaleza superior. Igual parecer tienen los nuevos movimientos religiosos de carácter universal. En general, tienen fe en la capacidad de todos los seres humanos y en cada uno de ellos, capacidad para desarrollar sus potencialidades y en su tendencia por reconocer intuitivamente los principios que benefician a la humanidad y de responder positivamente cuando se les llama a actuar con nobleza.

El marco conceptual de liderazgo moral está basado en una convicción profunda e inamovible de la nobleza esencial y la bondad potencial del ser humano, necesariamente. La fuerte adherencia a esta convicción permite que el liderazgo moral vea más allá de los muchos problemas en que la sociedad está actualmente atascada, y los defectos humanos que los causan, para trabajar por la transformación individual y social.

Aunque cada individuo nace con una naturaleza que es esencialmente noble y está dotado con una bondad potencial, reconocemos que estas características fundamentales se manifiestan gradualmente, como resultado de procesos apropiados de aprendizaje y transformación. El estudio objetivo de la historia del surgimiento y la caída de las civilizaciones provee claras evidencias de la lucha de la humanidad por desarrollar su nobleza esencial y bondad potencial, así como una abundante documentación de la trágica expresión y mal uso de sus cualidades.

El concepto de la nobleza del ser humano ofrece un fundamento positivo desde el cual se puede guiar el progreso de la humanidad hacia su madurez colectiva, una etapa en la evolución espiritual y social de la humanidad en que más y más personas desarrollarán formas más productivas y satisfactorias de relacionarse entre sí, mientras que trabajan juntos por el bien común.  (ARGANDOÑA, 2013)

  1. EL LIDERAZGO ORIENTADO HACIA EL SERVICIO

Cuando a las personas se les pide que definan qué significa el liderazgo, a menudo responden con ideas tales como estas: estar a cargo o en control, dar órdenes, estar al mando, ser el número uno. Este concepto prevaleciente del liderazgo, que está basado en la consolidación del poder sobre otros, necesita ser cuestionado y reemplazado por un concepto que esté enfocado en el servicio a otros.

La característica fundamental del liderazgo ha de ser el espíritu de servicio. El verdadero liderazgo moral, está ejercido por aquel quien sirve más a la comunidad, no por aquél que domina más a la comunidad.

El mundo necesita un nuevo estilo de liderazgo, dedicado a la transformación personal y colectiva, totalmente comprometido con los valores y principios morales, basado en la libre búsqueda de la verdad, inspirado por un sentido de trascendencia, y guiado en el ejercicio de las capacidades por el ideal del servicio al bien común.

La persona que lucha por servir al bien común pronto descubre que es una fuente de satisfacción profunda y permanente. Aunque no busca ningún beneficio personal o reconocimiento, el deseo de servir le impulsa a desarrollar nuevas capacidades que le son útiles en cada esfera de su vida. De esta manera, el servicio contribuye a su propio proceso de transformación personal. El aprender a refrenar el ego y a cultivar la naturaleza superior le da un sentimiento de dignidad y dominio sobre su propia vida. Se siente complacido cuando observa las capacidades que otros están logrando en sus procesos de transformación personal y/o colectiva y sabe que de alguna manera él ha contribuido a su bienestar. Finalmente, el sentimiento de haber logrado objetivos significativos en el servicio a un propósito noble infunde en su vida una profunda satisfacción interior y una felicidad duradera.

  1. EL PROPÓSITO DEL LIDERAZGO: LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL Y SOCIAL

Los autores de esta técnica, afirman que la vida humana tiene un doble propósito, que da dirección y significado a la existencia. Este doble propósito consiste en promover los procesos continuos de la transformación personal y la transformación social. Cuando este proceso dual es reconocido y aceptado por el individuo como el objetivo de su existencia, provee una orientación fundamental para una vida activa y significativa.

El objetivo del primer aspecto de este doble propósito (el proceso de la transformación personal) consiste en convertir las potencialidades latentes del individuo en una realidad viviente, en la cual las dimensiones físicas, intelectuales y espirituales del individuo alcanzan su expresión más elevada y noble. Esto ocurre por medio de desarrollar capacidades específicas que armonizan con la nobleza esencial del ser humano. Algunas de éstas son capacidades genéricas, tales como las capacidades de liderazgo moral. Otras son capacidades técnicas y son una expresión de los talentos particulares de cada persona, las cuales contribuyen a la pericia en los papeles específicos que él cumple en la sociedad.

El objetivo final del complejo proceso de la transformación social (el segundo aspecto del doble propósito) es la promoción de una civilización en progreso continuo, basado en los principios de la justicia, unidad y amor. La evolución de un “sistema social a la vez progresista y pacífico, dinámico y armonioso, un sistema que da rienda libre a la creatividad e iniciativa individual, pero basado en la cooperación y la reciprocidad” es por cierto una tarea altamente compleja y desafiante que enfrenta la humanidad.

La transformación social tiene que ir acompañada de la transformación personal. No habrá transformación social si no hay cambio en los protagonistas del mismo.

  1. LA RESPONSABILIDAD MORAL DE INVESTIGAR Y APLICAR LA VERDAD

En el proceso de desarrollar este marco conceptual del liderazgo moral, surge la pregunta: ¿Cuál es la base para la dimensión moral del liderazgo? esta base debería ser el cumplimiento, por parte del individuo, de dos responsabilidades morales, las cuales son:

  1. Un compromiso con la búsqueda de la verdad (no olvidemos que no existe la verdad absoluta, o si existe no la conocemos; sólo conocemos la verdad relativa en todo orden de cosas) y con la aceptación de aquellas verdades que han sido verificadas por el individuo a través de su investigación independiente.
  2. La fiel aplicación en el proceso de la transformación personal y social, y en todos los demás aspectos de la vida propia, de las verdades que uno ha descubierto.

Cuando cada persona se esfuerza sinceramente por cumplir estas responsabilidades morales gemelas, la luz de la verdad guiará sus esfuerzos en cumplir el doble propósito de la vida. Así, la verdad llega a ser la brújula y la luz que guía los procesos de transformación.

Hay dos categorías de verdad que deberían interesar profundamente a aquellos que tratan de practicar el liderazgo moral. La primera categoría tiene que ver con la “verdad contingente” y se relaciona con la averiguación de los hechos. La búsqueda de la verdad contingente involucra el percibir lo más claramente posible cómo están las cosas en este momento en el tiempo y el espacio.

La segunda categoría de la verdad tiene que ver con o que nosotros llamamos la “verdad ideal”, que indica cómo deberían ser las cosas. La verdad ideal es normativa y tiene que ver con los principios. El trabajo de Stephen Covey sobre el liderazgo centrado en principios, explica la importancia de los principios en proveer una “brújula” para guiar las acciones. Existen principios éticos, morales y sociales que deberían guiar a los procesos de la transformación individual y social.

El desafío principal que enfrenta al liderazgo moral, actualmente, es el de construir un consenso universal en cuanto a un conjunto de principios que puedan servir como un nuevo código moral en el desarrollo de una sociedad global. La Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidades es un ejemplo de un conjunto tal de principios sociales que podrían servir como la base para desarrollar una sociedad global que fomentaría y nutriría nuestro bienestar colectivo y la dignidad humana.

  1. LA TRASCENDENCIA

Este marco de liderazgo no es fácil de aplicar. En vez de ejercer el liderazgo solamente para el beneficio propio, a cada persona se le desafía a servir al bien común, a desarrollar una autodisciplina moral en su propia vida, a participar en un proceso continuo de aprendizaje, a distinguirse por una actitud de servicio hacia otros, a luchar por la transformación de la sociedad y a ocuparse en una continua búsqueda de la verdad.

Una definición práctica de la trascendencia es: la capacidad de desprendernos de la “realidad actual” y de conectarnos con aquellos valores y principios que creemos son de valor eterno y que forman parte de nuestra visión. De esta manera es posible renovar nuestro compromiso y volver a enfrentar situaciones problemáticas con una perspectiva más amplia, un vigor renovado y una fuerza moral que nos permite seguir adelante con nuestro “trabajo”.

En términos prácticos, la trascendencia da fuerzas para perseverar, sin darse por vencidos, cuando se encuentran obstáculos en el camino de transformación personal o social. Cuando se está frustrado y perdido en un mundo de detalles, la trascendencia permite y ayuda a desprenderse de la situación inmediata.

La trascendencia salva de “ahogarnos en un vaso de agua” cuando los problemas amenazan. Da fuerzas para mantenerse firmes y vivir de acuerdo con los principios cuando se encuentran tentaciones y se necesita oponerse al propio ego o naturaleza baja.

Se desarrolla un mayor sentido de trascendencia cuando los principios y valores son aceptados como verdades perdurables y se incorporan en una visión con la cual se puede comprometer.

En su libro, “El liderazgo”, John W. Gardner ha enfatizado la importancia de construir una visión sobre los principios compartidos. El declara: “Una visión que es relevante para nosotros hoy día se construirá sobre los valores profundamente arraigados en la historia humana y en nuestras propias tradiciones. Los materiales con que construimos la visión serán las luchas morales de la especie, tanto en el presente como en el lejano pasado”. La visión compartida también debe incorporar algunos principios universales y valores nuevos que puedan servir como una base para el surgimiento de una sociedad y civilización global.

La comprensión del marco conceptual del liderazgo moral puede ser la fuente de una visión más inmediata. Una persona puede imaginar el funcionamiento de una comunidad que practica los elementos y capacidades del liderazgo moral, y luego usar esta visión para inspirar sus esfuerzos al trabajar por la transformación de la comunidad.

  1. EL DESARROLLO DE CAPACIDADES

El concepto de liderazgo moral no sólo requiere un nuevo concepto de liderazgo, también requiere un nuevo concepto de la persona moral. La idea tradicional de la persona moral ha sido una descripción de un elemento pasivo: la persona moral es un buen ciudadano, alguien que no causa problemas, que acepta las cosas como son.

Las necesidades de esta exigen transformar este concepto en algo más activo, en el que la persona moral sea un individuo que llegue a ser actor social que está consciente y activamente ocupado en realizar acciones que promueven los procesos de la transformación personal y social.

Esto implica que una persona que ejerce el liderazgo moral, debe de poseer capacidades que le potencien para llevar acciones que contribuyen a la transformación y a la promoción del bien común. Este concepto de moralidad se concentra en lo que hace la persona moral y en las capacidades que necesita desarrollar para poder ser un actor social eficaz. Hasta la fecha se ha identificado algunas de estas capacidades, no es una lista definitiva, sin embargo, es acorde a la época actual.

Capacidades que contribuyen a la transformación personal

– La capacidad de evaluar sus propias fortalezas y debilidades sin involucrar al ego: la autoevaluación.

– La capacidad de aprender de la reflexión sistemática sobre la acción dentro de un marco conceptual consistente y evolutivo.

– La capacidad de tomar la iniciativa de manera creativa y disciplinada.

– La capacidad de mantener el esfuerzo, perseverar y superar los obstáculos en el logro de las metas.

– La capacidad de oponerse a las bajas pasiones y tendencias egocéntricas.

– La capacidad de manejar los asuntos y responsabilidades con rectitud de conducta basada en principios morales y éticos.

– La capacidad de pensar sistemáticamente en la búsqueda de soluciones.

Capacidades que contribuyen a mejores relaciones interpersonales

– La capacidad de imprimirle amor a los pensamientos y acciones propias.

– La capacidad de alentar a otros y transmitirles entusiasmo.

– La capacidad de participar efectivamente en la toma de decisiones colectivas (consulta).

– La capacidad de ser un miembro afectuoso y responsable de una familia.

– La capacidad de construir y promover la unidad en la diversidad.

Capacidades que contribuyen hacia la transformación social

– La capacidad de crear una visión de un futuro deseado basado en valores y principios compartidos y de articularla clara y sencillamente para que inspire en otros un sentido de compromiso hacia su cumplimiento.

– La capacidad de comprender las relaciones de dominación y de contribuir hacia su transformación en relaciones basadas en la reciprocidad, el compartir y el servicio mutuo.

– La capacidad de contribuir al establecimiento de la justicia.

– La capacidad de comprometerse con el proceso de potenciar las actividades educativas.

– La capacidad de servir en las instituciones de la sociedad de manera que ayude a sus miembros a desarrollar y usar sus talentos y capacidades en el servicio a la humanidad.

– La capacidad de percibir e interpretar el significado de los procesos sociales y eventos actuales a la luz de una perspectiva histórica apropiada.

(ANELLO, 2015)

CONCLUSIÓN

Un individuo que ejerza un liderazgo, debe de conocer indiscutiblemente los principios del liderazgo moral y orientar conscientemente su vida de acuerdo a ello.

Es importante mencionar que este tipo de liderazgo se puede aplicar en la familia, en el colegio, en el trabajo y en las organizaciones a las cuales pertenece.

Para que el liderazgo sea más eficaz y penetrante, también se necesita desarrollar las capacidades del liderazgo moral. Tales como la capacidad de manejar los asuntos con rectitud de conducta, también la capacidad de tomar la iniciativa, entre otras.

AGRADECIMIENTOS

Agradecida con Dios por todas sus bendiciones, igualmente por la oportunidad de trabajar en el proceso de mejorarme a misma.

A mi “alma mater” el Instituto Tecnológico de Orizaba por su esmero en la formación de profesionistas de calidad, a mi Profesor M.A.E Fernando Aguirre y Hernández por su dedicación, esmero y compromiso al compartir sus conocimientos.

¡A Dios por la vida y por la ciencia!

PROPUESTA DE TESIS

ESTRUCTURA DE IMPLEMENTACIÓN DEL LIDERAZGO MORAL

Objetivo: diseño de una metodología para promover el liderazgo moral en las organizaciones.

BIBLIOGRAFÍA

ANELLO, E. (2015). PLUMA DEL CONOCIMIENTO. Obtenido de http://www.bahaidream.com/lapluma/revista04/liderazgo.htm

ANTONIO, C. F. (2016). EAZ. Obtenido de http://www.concursoeducared.org.pe/webs/Edu_Tacn/CARACTERISTICAS.htm

ARGANDOÑA, A. (2013). IESE. Obtenido de http://blog.iese.edu/antonioargandona/2013/06/03/como-ser-un-lider-moral/&gws_rd=cr&ei=Hnn0VsWVJsTfjwT3o5XYDg

HERNANDEZ, A. Y. (1996). LIDERAZGO MORAL. BOLIVIA: NUR.

HERNANDEZ, J. (1994). SCRIBD. Obtenido de http://es.scribd.com/doc/3837281/Liderazgo-Moral-Introduccion-al#scribd

LAGUNA, C. (2012). PREZI. Obtenido de https://prezi.com/xoasu-tk8uz6/el-liderazgo-moral/

MANSILLA, A. (2015). IDEA. Obtenido de http://www.idea.edu.pe/consultoria/conferencias/liderazgotransformacional.htm

Cita esta página

Rojas Gutiérrez Keila Yeritze. (2016, abril 11). Liderazgo moral y trascendencia. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/liderazgo-moral-trascendencia/
Rojas Gutiérrez Keila Yeritze. "Liderazgo moral y trascendencia". gestiopolis. 11 abril 2016. Web. <https://www.gestiopolis.com/liderazgo-moral-trascendencia/>.
Rojas Gutiérrez Keila Yeritze. "Liderazgo moral y trascendencia". gestiopolis. abril 11, 2016. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/liderazgo-moral-trascendencia/.
Rojas Gutiérrez Keila Yeritze. Liderazgo moral y trascendencia [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/liderazgo-moral-trascendencia/> [Citado el ].
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