Liderazgo con competencia y carácter
No puede haber desarrollo profesional si a su vez no se da en nosotros un crecimiento personal. Stephen Covey en su obra “Liderazgo Centrado en Principios” nos dice que hay dos elementos cruciales para el éxito de los líderes: la Competencia y el Carácter.
La nueva generación de líderes entiende que el liderazgo trasciende al gerenciamiento, y busca dirigir su estrategia mucho más allá de la administración y el control, para lograr la inspiración y el compromiso de la gente. Los líderes que tienen la apertura de entender esta parte blanda del “management”, generalmente tienen la audacia de tocar a la gente de una manera integral y completa.
La gente sigue a la gente
La gente no se entrega a las estrategias, las ejecuta y las cumple. La gente sólo se entrega y se compromete con gente, con los líderes que demuestran que merecen ser seguidos. Cuando se trata de mover a la gente no basta con ser un gran profesional, si lo que se es como persona deja mucho que desear. El comportamiento que se tiene día a día con la gente refuerza más la imagen de un líder, que el mejor de sus discursos en la presentación anual de resultados. La confianza en el liderazgo es una cuestión de coherencia y hábito…no existe ningún atajo.
Competencia, carácter y liderazgo personal
La Competencia de un líder abarca todo lo referente al desarrollo profesional, esta ligado a al conocimiento, a la experiencia y a las habilidades. Tiene mucho que ver con su efectividad y con la coherencia que existe entre los objetivos que plantea en el negocio y sus resultados.
El Carácter de un líder se define por su crecimiento personal y por el liderazgo que ejerce sobre sí mismo y sobre su vida. Tiene que ver con su integridad, con la coherencia que existe entre sus valores y su comportamiento.
Si hablamos de Liderazgo Personal todos somos líderes. Todos los días de una manera u otra tocamos a la gente que nos rodea. Por eso el liderazgo más importante y más difícil es el que se ejercerse sobre uno mismo. Para ello el auto-conocimiento y la reflexión son el primer paso.
Una vez conscientes de nuestras fortalezas y limitaciones podemos tomar las acciones pertinentes a nivel personal y profesional que nos ayuden a alcanzar nuestro máximo potencial para llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos y así poder dejar nuestra huella en el mundo.