Escribes una palabra en el lugar indicado por el cursor del
buscador de Internet, haces un clic y pronto quizás más rápido de lo que
esperas aparece en pantalla información suficiente y basta sobre el
tema; pero esto es solo apenas un pequeño aporte de la tecnología de
la información y las comunicaciones.
Hasta aquí todo parece maravilloso; sin embargo, cuando
uno revisa su entorno de pronto se da cuenta que este ya no tiene
limites, la vida es cada vez más compleja, las estructuras sociales se
han convertido de pronto en anacrónicas, impotentes para resolver los
problemas que nos presentan el mundo de hoy.
De la misma manera de cómo buscar información en
Internet, una persona cualquiera, abre un correo electrónico con la
finalidad de compartir información de cualquier tipo, inserta en su lista de
contactos o grupos a unos amigos, luego a otro y otro, comparte
información de toda índole con cada uno de ellos. De pronto se da
cuenta que la información no es compartida por igual por todas las
personas, necesita clasificar a sus contactos por el tipo de información
que comparte. Dependiendo del tipo de información que hace circular
por la red la lista de contactos crece inevitablemente, debe atender
correos de diversas partes de la ciudad, quizá muy pronto antes que se
lo que imagine, estos correos no solo vendrán de la ciudad, sino también
de su país y también de otras partes del mundo. Su entorno ha crecido.
No solo necesita clasificar sus contactos, tiene que incrementar sus
manos, ojos y oídos, no le vasta su persona, debe llamar a mas
personas, formar un equipo, finalmente, construir una organización. Esta
obligado a moverse en un mundo cada vez más complejo. Su
pensamiento no le ayuda a entender lo que esta pasando, necesita
cambiar y ver las cosas de otra manera.
Con las empresas sucede igual, solo que en este caso
está presente la competencia, ese fantasma que no le deja en paz. El
entorno de la empresa tradicional es pequeño, con una lista de clientes
fácil de controlar y manejar, están muy bien localizados; pero el
fantasma de la competencia, lo invade. Aparecen nuevos productos y a
menor valor comercial. Debe reducir costos y buscar otros mercados, la
tecnología de las comunicaciones le permite ir más allá. Ahora puede
entrar a los confines de la ciudad, del país y del mundo. Sus estructuras
no resisten, no sabe lo que pasa, las oportunidades han crecido, pero
internamente todo sigue igual. Está obligado a cambiar, debe conocerse
así misma, debe aprender a moverse en medio de la complejidad.
Visto desde otro ángulo. Una noticia ha dado la vuelta el
mundo. “Los pobladores de cierta localidad han tomado la justicia con
sus manos1”. El gobierno condena los hechos, intenta poner orden e
impedir el desenlace fatal; sin embargo, en otro lugar del país suceden
hechos similares, dando inicio a una escalada de violencia incontrolable.