La nueva ley del valor y la transformación del valor al precio

En el texto se expone una nueva interpretación de la ley del valor de Marx; se define la economía como ciencia; se presenta una propuesta de transformación del valor al precio de las mercancías en la economía y se describe brevemente el enfoque racionalista objetivo y determinista del materialismo dialéctico e histórico y el método de conocimiento de lo abstracto a lo concreto, desde la perspectiva de los autores.

La nueva ley del valor y la transformación del valor al precio en la economía como ciencia. Un enfoque alternativo a la teoría económica de Marx.

Introducción 
I. Fundamentación filosófica de la propuesta de la nueva ley del valor y la transformación del valor al precio de las mercancías
A. El enfoque racionalista objetivo
B. El método de conocimiento del ascenso de lo abstracto a lo concreto
II. La nueva ley del valor.
A.La mercancía (incluyendo la mercancía fuerza de trabajo) y la que no es.
B. Doble carácter de la mercancía: valor de uso y valor de cambio.
C. La naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía.
D. La naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía es el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política.
E. El trabajo abstracto y la ley del valor de las mercancías
III. La transformación del valor al precio de las mercancías
A. En valor
B. En precio
IV. Perspectiva de desarrollo futuro de la ley del valor
V. Conclusiones
VI. Bibliografía

Introducción

Hemos culminado el trabajo teórico que iniciaron los griegos en cuanto a la búsqueda del valor como esencia de la economía. Fue Aristóteles quien dijo que, sí se cambiaban unas cosas por otras, eso quería decir, que había algo en común. Él no dijo que el trabajo, pero le dio por pensar que eran las necesidades subjetivas, que era algo así como el trabajo subjetivo. Desde entonces, se plantea la búsqueda de qué es lo que les da valor a las cosas. Los fisiócratas, William Petty, Adam Smith, Ricardo David y Marx prosiguieron esta tarea.

En esta búsqueda, Marx planteó correctamente que el trabajo abstracto, es el creador del valor de las mercancías. Sin embargo, al desarrollar su teoría, creemos que identifica el trabajo abstracto con el trabajo concreto, y, en consecuencia, identifica, también, el valor con el precio. En este caso Marx comete el mismo error que les achacaba a Adam Smith y a David Ricardo1. ¿Por qué hace coincidir el valor con el precio?

Conforme a nuestro enfoque, creemos que Marx abandona el campo de la esencia o teórico y se corre al terreno empírico o fenoménico al adoptar el postulado de que el trabajo social promedio es el creador del valor de las mercancías. En este terreno, la ley del valor lo ve como una ley estadística, y como consideramos que, entre el valor y el precio, en la economía, como entre la esencia y el fenómeno, en la filosofía, existen muchos eslabones intermedios, en el que un investigador puede perderse, creemos que esto es lo que le pasó a Marx, en la economía, como efecto de su enfoque filosófico. Por esta dificultad, no logra establecer los eslabones intermedios existentes entre el valor (esencia) y el precio de las mercancías (fenómeno), de manera completa. Como resultado, Marx nos dejó una propuesta de transformación del valor al precio incompleta, enredada, contradictoria o confusa. En este estado se encuentra la teoría de valor de Marx.

Por lo mismo, en parte, por seguir dogmáticamente los postulados de Marx, respetándolos, o tratándolos, como algo sagrado, y dejándolos tal cual lo planteo, como tesis verdaderas, válidos para todos los tiempos y situaciones, los marxistas y los economistas actuales, no pueden establecer el encadenamiento causal entre el valor y el precio. Y también, esto sucede, por la incapacidad teórica científica de replantear la teoría marxista para fortalecerla, o simplemente, la han abandonado.

Esta dificultad, se refleja, por ejemplo, en la incapacidad en clarificar la naturaleza, y determinar la causa fundamental determinante, de la crisis económica del capitalismo, crisis que es efecto del valor. Respecto a esto, existe una variedad de lecturas, que nos dice de las insuficiencias en la teoría del valor de Marx. Dicen que no es el trabajo humano, la única o principal fuente creadora del valor de las mercancías o fuente creadora de la riqueza; que los precios divergen cada vez más del valor, en la idea de que no debían de divergir o debían de coincidir; que el capitalismo está destruyendo la ley del valor; que la caída de la tasa de ganancia no tiene validez general, pues la existencia de la plusvalía relativa evita su caída permanente; que el trabajo abstracto está en crisis y llaman a luchar contra el trabajo abstracto2.  Algunos marxistas, e incluso teóricos burgueses, siguiendo a Marx, observan que en la actualidad, a diferencia del pasado, que pocos poderosos capitalistas utilizando mucho capital constante (c) y poco capital variable (v), ganan más (esta clase de empresarios generan más valores de uso, pero con menos valor, ganan más); en tanto que los menos poderosos, utilizando mucho capital variable y poco capital constante, ganan menos (esta clase de empresarios generan más valor, con lo que deberían ganar más, pero producen menor número, o cantidad, de valores de uso, -ceden valor o plusvalor-.), etc. Otros, observando esto, no entienden por qué con tanto desarrollo tecnológico hay una crisis económica profunda en el mundo. Esto porque, no coincide con lo que Marx planteaba, de que el trabajo más productivo crea más valor o que las mercancías se venden por su valor. Entre otros muchos.

En estas lecturas, unos y otros, invariablemente, concluyen que la ley de valor no funciona, que es falsa y que no sirve para explicar el capitalismo contemporáneo.

Hoy en general, como vemos, la absoluta mayoría de los marxistas no han entendido la ley del valor, como así los bolcheviques y los dirigentes soviéticos no la entendieron. Sin dejar de lado los ataques de los antimarxistas, los marxistas, en vez de profundizar en la esencia de la economía (y buscando responder a la pregunta de por qué falla la teoría del valor de Marx), y con ello, fortalecer la teoría económica marxista, optaron por una salida fácil: se desentienden de la ley del valor. Esto, por una parte. Por la otra, al buscar otros enfoques y métodos no científicos, adoptan propuestas causales acientíficas, como las teorías de la sociedad del conocimiento, la tecnología, las finanzas, la computación y la informática, etc. como creadores de valor, que no explican la causal esencial de la debacle de la economía mundial capitalista contemporánea.

Estos desvaríos, han provocado que el movimiento comunista, proletario y popular queden a merced de direcciones o enfoques teóricos acientíficos, indeterministas, como la teoría de caos, de la praxis3, de la complejidad4, etc., los cuales privilegian la perspectiva política por sobre la económica, lo práctico-activista por sobre lo teórico, la voluntarista por sobre lo científico, que privilegian la acción inmediatista, economicista, sectorizado, gremialista y peticionista, por sobre lo político, a pesar de que en ellas, actúan organizaciones políticas  supuestamente  de  orientación  comunista  o  revolucionarias,  etc.,  generando  un  comunismo acientífico tanto en su teoría como en su práctica.

Contrario a Marx, retomamos su postulado de que el trabajo humano abstracto indiferenciado es el creador del valor de las mercancías, como el principio universal en la economía, diferenciándolo con aquellos que plantean que, es el “trabajo” no humano (de las máquinas, conocimiento, la tierra o el capital), o el trabajo social promedio, el que crea el valor de las mercancías, con la que establecemos la transformación del valor al precio de las mercancías. En otras palabras, en la economía, partimos de su ley fundamental, la ley de valor, la cual es la más general y esencial, para explicar que el valor y el precio no coinciden y con la cual derivamos la transformación. Esto no hubiera sido posible, si no hubiéramos adoptado un enfoque filosófico alternativo: el racionalismo objetivo y determinista y como método filosófico: el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto, para fortalecer el poder analítico del materialismo dialéctico e histórico.

Por lo demás:

  1. Diferenciamos claramente entre filosofía y economía y el lugar que ocupan cada uno. La filosofía como la ciencia que trata de las leyes más generales, en tanto que la economía como la ciencia que trata de las leyes particulares. Leemos la economía desde el punto de vista filosófico. Pues consideramos que la resolución del problema de la transformación del valor al precio no se encuentra en el terreno económico, propiamente, sino en lo filosófico. Es decir, no leemos la economía desde lo formal, desde el punto de vista matemático, como así lo hacen los actuales economistas, o desde la propia economía, o en lo particular. Jerárquicamente, la filosofía es lo general, en tanto que la economía es lo particular.
  2. Contrario a como los hombres de avanzada en la historia humana, preponderantemente, han venido conociendo, procediendo de lo particular a lo general, nosotros hacemos ciencia procediendo de lo general, o universal, a lo particular, considerando los estabones intermedios, por ello, replantemos la noción de ciencia, que había sido visto solo en el plano empírico.
  3. Consideramos a la economía como una ciencia, como una estructura de leyes económicas objetivas, organizadas jerárquicamente, de lo más general o universal a lo más particular.
  4. En la nueva interpretación, partimos de los más esencial de la economía: la ley del valor, como una ley determinista y universal, válida para todas las formaciones económicas sociales, no sólo para el capitalismo, que se particulariza de una forma en la formación económica social del capitalismo, como la plusvalía, y en otras distintas, en las demás formaciones sociales. Es, pues, lo absoluto en la economía.
  5. Completamos los eslabones intermedios que existen entre el valor y el precio, con lo cual ofrecemos una propuesta de transformación del valor al precio, sin contradicciones.
  6. Partimos del principio de la unidad material del mundo, como principio clave del materialismo filosófico.

El presente trabajo tiene como objetivos:

  1. Exponer la nueva interpretación de la ley del valor de Marx;
  2. Definir la economía como ciencia, como una estructura jerarquizada de leyes objetivas, de lo más universal o general a lo más particular;
  3. Presentar nuestra propuesta de transformación del valor al precio de las mercancías en la economía, desde la causa primera, que es la ley objetiva más fundamental y determinante, pasando por los distintos eslabones intermedios, hasta llegar a los fenómenos económicos, de los precios de las mercancías.
  4. Describir brevemente nuestro enfoque racionalista objetivo y determinista del materialismo dialéctico e histórico y el método de conocimiento de lo abstracto a lo concreto.

I. Fundamentación filosófica de la propuesta de la nueva ley del valor y la transformación del valor al precio de las mercancías

A. El enfoque racionalista objetivo

¿Cómo funciona la realidad objetiva natural y social?

Hasta antes de la época actual, y que prosigue, la manera de conocer y resolver los problemas de la sociedad y de la naturaleza en la ciencia, se hacía, de lo particular a lo general. Esta ciencia se generaliza. En este trabajo la ciencia que procuramos, empieza por el conocimiento del principio universal, para ir luego por los eslabones intermedios hasta llegar al fenómeno. En esta ciencia particularizamos.

1. Sobre el principio universal de las cosas.

Esta manera de razonar se inicia con los griegos en el siglo VI A.C., con Tales, Anaximandro y Anaxímenes, que reconocían la materialidad de los fenómenos físicos y veían su fundamento en un principio único. El primero de ellos, tenemos a uno notable:

“1. TALES DE MILETO. – En la costa de Asia Menor, en la ciudad de Mileto, se origina el pensamiento filosófico occidental.

Tales de Mileto (muerto en 545 A. J. C.), uno de los siete sabios de Grecia, político, matemático y astrónomo, asentó la primera tesis que podríamos llamar de nivel filosófico.

La pregunta a resolver por este pensador y sus sucesores fue la siguiente: ¿Cuál es el elemento o principio básico que constituye a todas las cosas? ¿Cuál es el arje (principio) de la fysis (naturaleza)?

Tales responde que ese principio universal está en el agua. El agua es el elemento que constituye a todas las cosas. Se trata de un primer intento para penetrar en la esencia de las cosas. Actualmente esa teoría nos puede parecer ridícula; pero el hecho de que la mente humana se aplique a la solución de un problema fundamental, o mejor, intente fundamentar y reducir a la unidad la inmensa variedad de las cosas, es ya un paso gigantesco en la historia del pensamiento. Es justamente el origen de la filosofía.”5

Tales es considerado el primer filósofo por cuanto, frente a las explicaciones de la realidad de carácter mítico y religioso, nos ofrece por primera vez una explicación basada en la razón, es decir, en la que no se apela a entidades sobrenaturales para explicar lo real ni se admite lo contradictorio, rechazándose, además, la heterogeneidad entre la causa y el efecto: si la realidad es física, su causa ha de ser también física (el agua, por ejemplo), se razona.

La pregunta que hace Tales de Mileto ha sido, es y será tan importante para la humanidad que en la actualidad sigue estando en el centro del debate y de la investigación en la búsqueda de la esencia última del universo para su comprensión profunda ya que de dicha comprensión dependerá en gran parte el futuro de la humanidad. En la actualidad las teorías del caos y de la complejidad son las que más la combaten.

Para Anaximandro, el principio de las cosas era una materia ilimitada e indefinida (el apeiron); para Anaxímenes, dicho principio era el aire. Todos los cambios cósmicos, según estos filósofos, se explicaban por el eterno movimiento y las infinitas transformaciones de los principios materiales respectivos.

Posteriormente, a finales del siglo IV y principios del siglo V a.d.c., Heraclito de Efeso planteó que todos los fenómenos físicos se derivaban del fuego como principio único. Por la misma surgió Empédocles, quien sostuvo que las sustancias primarias era la tierra, el agua, el aire y el fuego. Luego, en el siglo V a. d. c., Leucipo y Demócrito afirmaron que todos los fenómenos de la naturaleza tenían como fundamento los átomos y el vacío.

Todos estos filósofos anteriores, a pesar que sus teorías acerca de la unidad material del mundo no eran estrictamente científicas, sentaron las bases sobre las cuales los filósofos y físicos como Newton, Oersted, Maxwel, y Einstein posteriores construyeron sus teorías mucho más desarrolladas desde el punto de vista científico.

2. El carácter científico de la filosofía que proponemos.

Existen filósofos que afirman que la filosofía no es ciencia porque no somete a experimentación sus hipótesis. La filosofía empieza a adquirir su estatus de ciencia hasta el surgimiento del materialismo dialéctico e histórico, porque antes de los griegos estaba llena de mitos, leyendas y cuestiones religiosas. A partir de los griegos, la filosofía da un salto gigantesco al separarse de la religión, pero sin que se haya convertido todavía en ciencia, sino que avanza como disciplina que busca una explicación racional del universo, pero que todavía no se configura como la ciencia de las leyes más universales. Esta disciplina se empieza a configurar como ciencia con los aportes de Marx.

La filosofía adquiere su carácter racional cuando los griegos la separan de la religión e intentan buscar una explicación objetiva del mundo a partir de ciertos principios universales, es allí cuando la filosofía da el primer paso en su intento por convertirse en una ciencia. En el renacimiento y en la ilustración da otros pasos en su avance en su constitución como ciencia. Kant, Fichte, Schelling, Hegel, Feuerbach y Marx son otros aportes, a la constitución de la filosofía como ciencia. Pues, así como lo planteaba Hegel, todavía no adquirió la categoría de ciencia. Porque fue un error que hubiera planteado que el espíritu o la idea fuese la esencia de las cosas, de los fenómenos del universo.

“En la ciencia de la época hegeliana reinaba un estrecho empirismo, la desconfianza en el pensamiento teórico, la tendencia a restringir la investigación a los hechos sensorialmente observados. Para los empíricos, los conceptos no eran más que simples nombres, denominaciones de las totalidades de hechos sensorialmente percibidos. Hegel combate esta subvaloración del pensamiento teórico. Pero no opone al empirismo una comprensión científica (que aún no estaba elaborada entonces) del papel del pensamiento teórico, sino la noción idealista de la omnipotencia del concepto, de la idea. De esta suerte, en la doctrina idealista de Hegel, la importante proposición de que el concepto es la forma superior del reflejo de la realidad adquiere una interpretación tergiversada: el concepto se opone a la realidad sensorialmente percibida.”6

Para nosotros todo fenómeno natural o social funciona o se desarrolla en función de su ley fundamental, todas sus demás leyes están subordinadas a ésta. Por esta razón, la explicación científica de cualquier fenómeno partimos de su ley fundamental, la cual es la más general y esencial.

En nuestra propuesta de filosofía, como la ciencia de las leyes más universales, una cosa es la ley absoluta (la ley de la conservación y transformación de la masa, energía y la cantidad de movimiento), y otra cosa es la razón absoluta, que es un sistema de 5 leyes más universales (la razón absoluta, tomado de Hegel, pero visto desde el materialismo dialéctico del racionalismo objetivo, de la unidad material del mundo). En riguroso orden de lo abstracto a lo concreto, es:

  1. La ley de la conservación y transformación de la masa, energía, y la cantidad de movimiento (Núcleo de la razón absoluta).
  2. La ley de la contradicción.
  3. La ley de la causalidad.
  4. La ley de la negación de la negación.
  5. La ley de las transformaciones cualitativas.

Esto es: de lo más esencial a lo menos esencial. O a la inversa, de lo menos fenoménico, a lo más fenoménico. O, de lo más indeterminado esencial a lo más indeterminado fenoménico.

Sobre esto dice Aristóteles.

“Todo lo que sobre este punto nos proponemos decir ahora, es que la ciencia que se llama Filosofía es, según la idea que generalmente se tiene de ella, el estudio de las primeras causas y de los principios.”7 (Las negrillas son nuestras).

“…el filósofo, que posee perfectamente la ciencia de lo general, tiene por necesidad la ciencia de todas las cosas, porque un hombre de tales circunstancias sabe en cierta manera todo lo que se encuentra comprendido bajo lo general. Pero puede decirse también, que es muy difícil al hombre llegar a los conocimientos más generales como que las cosas que son objeto de ellos están mucho más lejos del alcance de los sentidos.

Entre todas las ciencias, son las rigurosas las que son más ciencias de los principios; las que recaen sobre un pequeño número de principios son más rigurosas que aquellas cuyo objeto es múltiple…”8 (Las negrillas son nuestras)

Dice Descartes

“En primer término he tratado de encontrar en general los principios o primeras causas de todo lo que es o puede ser en el mundo…”9 (Las negrillas son nuestras)

Hegel dice:

“…el inicio de la ciencia absoluta tiene que ser él mismo inicio absoluto: nada le está permitido presuponer. Por nada tiene que estar pues mediado, ni tener un fundamento; el mismo debe ser sencillamente el fundamento de la ciencia toda.”10

“La determinación, que era un resultado, es ella misma, como se demostró, a causa de la forma de la simplicidad en la que se ha fundido, un nuevo comienzo; por cuanto éste es diferente del anterior, precisamente por esta determinación, el conocer se va desarrollando de contenido a contenido. En primer lugar, este progresar se determina por el hecho de que empieza a partir de determinaciones simples, mientras las siguientes se hacen siempre más ricas y concretas. En efecto, el resultado contiene su comienzo, y éste, en su curso, se ha enriquecido con una nueva determinación. Lo universal constituye la base; el progresar, por ende, no debe entenderse como un fluir de uno a otro.”11 (Las negrillas son nuestras)

“En sí y por sí, lo universal es el primer momento conceptual, porque es lo simple, y lo particular es sólo el momento siguiente, porque es lo mediado; y viceversa lo simple es lo más universal; y lo concreto, por ser lo diferenciado en sí, y por eso lo mediado, es lo que presupone ya un traspaso a partir de un primero.”12 (Las negrillas son nuestras)

De esto derivamos:

  • El inicio es lo absoluto, lo primero. Fundamento de la ciencia que proponemos.
  • El mundo se ordena de lo universal o general a lo particular, o el movimiento del mundo empieza con lo universal. Esta lógica que es objetiva, es universal, pues se da tanto en la naturaleza como en lo social y se refleja en el saber.
  • En el conocimiento de lo real, entre más se acerque uno a lo universal, a lo absoluto, a lo esencial, el conocimiento se vuelve más objetivo. Luego, entre más superficial, fenoménico y externo sea el conocimiento, más subjetivo, más alejado estará de lo verdadero.
  • Lo absoluto es la realidad última, de la cual dependen las otras realidades (relativas) que constituyen un fenómeno. Es la causa primera de todos los efectos.
  • La filosofía porque trata de lo general determina por ese carácter a las demás disciplinas que son ciencias particulares.

De esto, derivamos que el mundo natural o social, funciona de lo universal o general a lo particular o especifico, de lo esencial a o fenoménico. No a la inversa. Cuando las cosas aparecen como que se están generalizando, se están particularizando. Es lo universal lo que se está particularizando. Todo esto en la búsqueda de lo verdadero (no de lo falso), que esta desde el comienzo. Lo singular o particular no determina lo universal o general, influye, pero no determina. Las leyes objetivas individuales especificas no determinan las leyes universales, sino que son las leyes universales las que determinan las leyes específicas. De otra manera: el fenómeno o lo especifico no determina la esencia. La esencia de lo relativo es lo absoluto.

Para Hegel, la idea absoluta no está separada de lo externo, sino que es la unificadora de los fenómenos en su totalidad, es el aspecto determinante, el eje integrador. Lo absoluto no es más que lo esencial de un fenómeno, es decir, lo absoluto es lo que caracteriza a un objeto en todas las etapas de su desarrollo. Por lo tanto, lo relativo no es más que lo absoluto metamorfoseado, ejemplo: el dinero del valor.

3. El lugar de la filosofía y la economía

En la manera en que funciona el mundo, es la manera en que se refleja en el pensamiento, en la jerarquización de las disciplinas del conocimiento humano. De la filosofía, que trata sobre lo general, como la ciencia de las leyes más generales, y las demás disciplinas, que son ciencias particulares, de las leyes particulares. En este último ámbito se encuentra la economía, pues es una ciencia particular.

El lugar de la filosofía y la economía en el árbol de las ciencias

Siguiendo esta lógica, de que lo general o universal determina lo particular o lo especifico, y al revés, lo particular y lo especifico influye sobre lo general, pero, no lo determina, en el materialismo dialéctico nos da la solución a un problema de fondo, con su tesis central: la materia determina la conciencia, y en tanto que la conciencia, influye sobre la materia, pero no lo determina. En el materialismo histórico, resuelve en lo social, con la siguiente tesis: el ser social determina la conciencia social, y al revés, la conciencia social influye sobre el ser social, pero no lo determina. En la economía, se traduce de la siguiente manera: lo económico determina lo político, y al revés, lo político influye sobre lo económico, pero no lo determina.

4. El principio universal, los eslabones intermedios y los fenómenos en la economía.

El igual forma que en la filosofía partimos del principio universal, para constituir a la economía como ciencia, presentamos las leyes objetivas en riguroso orden del más universal al más particular, de lo abstracto a lo concreto, de la esencia a los fenómenos:

El principio universal, los eslabones intermedios y los fenómenos en la economía

Consideramos a la economía como una ciencia, como una estructura de leyes económicas objetivas, organizadas jerárquicamente, de lo más general o universal a lo más particular. En la nueva interpretación, partimos de lo más esencial de la economía: la ley del valor, como una ley determinista y universal, válida para todas las formaciones económicas sociales, no sólo para el capitalismo, que se particulariza de una forma en la formación económica social del capitalismo, como la plusvalía, y en otras distintas, en las demás formaciones sociales. Es, pues, lo absoluto en la economía. Los eslabones intermedios que existen entre el valor y el precio, que, hasta la ley del precio de producción, son leyes teóricas, y las restantes, empíricas, ubicadas en el ámbito de lo fenoménico o concreto.

Funciona así, porque lo universal o general es causal fundamental determinante de lo particular o especifico. Por eso, lo indiferenciado esencial determina (causa) lo diferenciado; que lo indeterminado esencial determina (causa) lo determinado; que lo determinado es determinado (causado) por lo indeterminado esencial, o que lo diferenciado es determinado (causado) por lo indiferenciado esencial.

Este enfoque también nos enseña a comprender que lo especifico o particular no determina lo universal o general, en consecuencia, lo determinado o lo diferenciado, no puede determinar (causar) lo indeterminado esencial o lo indiferenciado. Únicamente puede influir o modificar, más no determinar. Como en los casos de transito de la formación económica social esclavista a la feudal, pero que luego, se impone lo universal. O de los bolcheviques que intentaron implantar el comunismo en una época histórica en que le tocaba desarrollarse el capitalismo de manera natural. Influyeron con la implantación del socialismo, pero no determinaron la inserción de la formación económica social comunista. Tan como si lo hace la propia ley universal, pues finalmente, determinó la destrucción de este régimen social, diluyéndose en la formación económica social capitalista. Pero luego, la misma ley, nos va a conducir al comunismo.

Otra cosa más: lo indiferenciado esencial no se refleja directamente en lo diferenciado fenoménico, sino indirectamente, a través de los diversos eslabones intermedios. Por ejemplo, en el caso de la economía, el valor no se refleja directamente en el precio de la mercancía, sino indirectamente, a través de los diversos eslabones intermedios que existen. Esto es: la esencia determina el fenómeno, o la causa determina el efecto, no al revés. Que la puede modificar, sí que lo puede hacer, pero no la puede determinar. La esencia y el fenómeno no son lo mismo, pertenece, el primero, al ámbito teórico, en el caso del fenómeno, al campo de los concreto o empírico.

Esto es, la resolución de los problemas generales en las disciplinas sociales y naturales, se resuelve en lo filosófico, en lo general, no en lo particular, pues estas disciplinas son ciencias particulares (efectos), no son ciencias generales. Sólo en lo filosófico se resuelven los problemas generales que se presentan en las ciencias particulares. En la resolución del problema del valor y el precio y de la transformación del valor al precio, por ejemplo, no se resuelve, propiamente, en lo económico, sino en lo filosófico.

Esto es, ciencia no es sólo conocer el fenómeno viéndolo desde el terreno de lo empírico. Hacer esto sería sólo conocer lo inmediato, lo contingente o lo caótico. Eso no es para nosotros hacer ciencia. La ciencia que buscamos tiene por objetivo descubrir la ley objetiva más esencial o universal de los fenómenos, encontrar sus eslabones intermedios, para explicar los fenómenos naturales y sociales. La ciencia no es solamente lo lógico, sino también lo histórico. La ciencia es la unidad de lo lógico con lo histórico. La finalidad de la ciencia es lograr el conocimiento verdadero y correcto. Todo lo verdadero es correcto, pero no todo lo correcto es verdadero. No consideramos una ciencia sin conocimiento de esto.

El carácter racional objetivo y determinista de nuestro enfoque, no puramente subjetiva, como lo hicieron y lo hacen los subjetivistas, voluntaristas, o prácticos, nos dice también, que no estamos esperando que las leyes universales actúen solas, sin la intervención consciente del hombre en el conocimiento de las leyes objetivas universales.

En resumen, nosotros nos basamos en la escuela de pensamiento del racionalismo objetivo.

  1. En el sentido de que las esencias son objetivas y materiales. Los demás racionalismos consideraron a las esencias como puramente ideal (Hegel y demás)
  2. Este enfoque nos dice que para realizar un análisis verdaderamente filosófico científico se debe de partir de las leyes más universales, para llegar a los fenómenos. Porque este racionalismo plantea que
    solamente la razón, es capaz de saltar desde lo fenoménico o empírico hasta la esencia más profunda de los fenómenos a través de la intuición intelectual, y a través de saltos irracionales. Y en esto poco hace la lógica y los métodos empíricos. Partiendo de la esencia, empieza la deducción para encontrar todos los
    eslabones intermedios también inobservables hasta llegar al fenómeno.

Es aquí donde adquiere mayor preponderancia, el método del ascenso de lo abstracto a lo concreto y la lógica dialéctica. La lógica dialéctica cuyo núcleo es la ley de la contradicción y el principio de la causalidad.

B. El método de conocimiento del ascenso de lo abstracto a lo concreto

Entendido de que el mundo natural y social, y en particular, la economía, funciona de lo más universal a lo particular, o de la esencia al fenómeno, no al revés, derivamos nuestro método de conocimiento: el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto en el conocimiento de esta realidad natural y social (económico), no de lo concreto a lo abstracto.

¿Cómo es el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto?

En esto seguimos a Aristóteles, Descartes y a Hegel. Veamos que dice Descartes:

“El orden que yo he seguido, ha sido el que en parte ya he indicado. En primer término, he tratado de encontrar en general los principios o primeras causas de todo lo que es o puede ser en el mundo, (…). Después he examinado cuáles eran los primeros y más ordinarios efectos que pueden deducirse de esas causas, (…). Cuando he querido descender a las más particulares se me han presentado tantas y tan diversas, que no he creído que al espíritu humano fuera posible distinguir las formas o especies de cuerpos que hay en la tierra de una infinitud de ellos que podrían existir si Dios hubiera querido crearlos, a no ser que indagáramos ante las causas, que conociéramos los efectos y nos sirviéramos de muchas experiencias particulares.”13 (Las letras en negrillas son nuestras).

“…las razones se enlazan de tal modo en esas cuestiones, que si las últimas son demostradas por las primeras, que son las causas, estas primeras lo son recíprocamente por las últimas, que son sus efectos. Y no se piense que cometo la falta que los lógicos llaman circulo vicioso la experimentación nos muestra como ciertos, esos efectos, y las causas de que los deduzco, sirven más para explicarlos que para probarlos; son las causas las probadas por los efectos.”14

Hegel:

En el método absoluto, el concepto se conserva en su ser-otro, lo universal se conserva en su particularización, en el juicio y en la realidad; en cada grado de ulterior determinación lo universal eleva toda la masa de su contenido precedente y, por su progresar dialéctico no sólo no pierde nada, ni deja nada tras de sí, sino que lleva consigo todo lo adquirido y se enriquece y se condensa en sí mismo.”15 (Las letras en negrillas son nuestras).

“Con eso se ha efectuado un traspaso, que, por realizarse desde lo universal hacia lo particular, está determinado por la forma del concepto. La definición por sí, es algo singular; una multiplicidad de definiciones pertenece a la multiplicidad de los objetos. El progresar, perteneciente al concepto, desde lo universal hacia lo particular, constituye la base y posibilidad de una ciencia sintética, de un sistema y de un conocimiento sistemático.”16 (Las letras en negrillas son nuestras).

“Este procedimiento verdaderamente sintético es un traspaso desde lo universal a la individualidad, es decir, a lo determinado en sí y por sí, o sea a la unidad del objeto en sí mismo, por cuanto éste ha sido separado y diferenciado en sus determinaciones esenciales reales. Pero, en otras ciencias, el procedimiento habitual, absolutamente imperfecto, suele ser el siguiente: se empieza, sin duda, por un universal, pero su individualización y su ponerse concreto son solamente una aplicación de lo universal a una materia que entra en juego procediendo de cualquier otro lado; el verdadero elemento individual de la idea no es, de esta manera, sino una añadidura empírica.”17 (Las negrillas son nuestras)

“El progresar consiste más bien en que lo universal se determina a sí mismo, y es por sí lo universal, es decir, es igualmente individuo y sujeto. Solamente en su perfección es lo absoluto.”18 (Las letras en negrillas son nuestras).

Este modo de conocer la realidad, utiliza la ley de la causalidad, y es por ello completamente determinista, parte del mundo esencial o general, monocausal, determinante, busca su despliegue a través de los eslabones intermedios hasta observar como aparecen los fenómenos. En este sentido, nuestro método es deductivo, y utiliza los avances de los trabajos inductivos.

De esto, es necesario precisar lo siguiente:

  1. Existen dos tipos de causales: las monocausales y las pluricausales. La primera funciona en el mundo esencial, teórico, abstracto, indiferenciado o absoluto. En tanto que el segundo funciona en el mundo evidente o fenoménico, empírico, concreto, diferenciado o relativo.
  2. Luego, entre estas causales esenciales determinantes, monocausal, y las causales indeterministas, pluricausal fenoménicos, existen eslabones intermedios, que las ligan y forman cadenas causales completas.

De esto derivamos lo siguiente:

  • Si existiera en los fenómenos más de una causa fundamental (causa determinante), entonces no existiría el desarrollo en una dirección determinada y en un sentido determinado, pues estos, dirección y sentido, cambiarían constantemente dependiendo de las causas fundamentales que se impusieran en cada momento. Si esto fuera así, el cambio de los fenómenos se haría completamente caótico como lo plantean los partidarios de la pluricausalidad. Ni siquiera en el microcosmos impera totalmente la pluricausalidad.
  • Ahora, cuando aceptamos la monocausalidad, no quiere decir que aceptamos también el desarrollo lineal.
  • Cuando aceptamos la monocasualidad aceptamos también que el desarrollo de los fenómenos se da a través de zig zagueos, pues hay momentos que las causas subordinadas a las causas fundamentales neutralizan a ésta, y entonces cambia temporalmente la dirección del desarrollo de dichos fenómenos, pero tarde o temprano la causa fundamental se vuelve a imponer, y el desarrollo de los fenómenos también vuelve a recuperar la dirección indicada por la causa fundamental.
  • Si se acepta únicamente la pluricausalidad, que existen, también se acepta como consecuencia que en los fenómenos no existe tendencias generales, por lo que con estos se castra a la ciencia de la posibilidad de
    prever hechos futuros. En pocas palabras, con la pluricausalidad se le da un golpe mortal a la ciencia. Los científicos pluricausales son científicos empíricos, no completo, por qué no van a la esencia de las cosas, a la causa primera. Se quedan, fundamentalmente, en el análisis de los fenómenos que se dan en la superficie de las cosas.
  • Cuando los fenómenos entran en una crisis profunda e irreversible, todas las teorías basadas en el fenómeno (en causa no esenciales) se derrumban y pierden el rumbo totalmente. Por esto actualmente los modelos basados en el positivismo están en una profunda crisis. Hasta el marxismo fue influido por el positivismo cuando los marxistas abandonaron las leyes del aumento de la Composición Orgánica del Capital (COC) y la de la tasa descendente de ganancia como fundamentos de la crisis económica actual.

Nosotros consideramos siempre lo siguiente:

  • Mientras no se resuelvan los problemas generales, no se resolverán los problemas particulares; a cada momento nos encontraremos con contradicciones.

De esto derivamos que el problema de la identidad entre el valor y el precio en Karl Marx es un problema de la identidad entre la esencia y el fenómeno. Que como hemos visto, no son iguales. Son distintos y se ubican en planos distintos. La ciencia, sólo viendo lo empírico no es ciencia. A la inversa no lo es también. Sólo cuando se articula lo teórico (esencia, valor) con lo empírico (fenómeno, precio) sólo así se vuelve ciencia. Lo absoluto es la unidad de la esencia y lo empírico a través de las cadenas intermedias. Donde acciona la causa (más general) y el efecto.

La coincidencia entre el precio de costo y valor de la mercancía, supone entender que la esencia y el fenómeno coinciden. También nos dice que no existen o no ven los eslabones intermedios. Ni Smith, ni Marx, lo hacen, o tienen esa dificultad.

Tampoco puede existir la identidad entre el valor y el precio, porque con el desarrollo del capitalismo los precios divergen cada vez mas de sus valores.

II. La nueva ley del valor

En este apartado vamos a buscar la categoría más determinante de la economía política: el trabajo abstracto, para proponerla como la causa primera o causal fundamental determinante y generadora del valor de las mercancías, y, en consecuencia, del precio de las mercancías.

A. La mercancía (incluyendo la mercancía fuerza de trabajo) y la que no es

En este apartado vamos a diferenciar la mercancía de la que no es, a través de responder a las preguntas ¿Qué es la mercancía? y ¿qué no es mercancía?, de cuándo es y de cuándo no es una mercancía.

1. Condiciones por las cuales un producto no es mercancía, pero tiene valor.

¿Cuáles son las condiciones por los que un producto no es mercancía, pero tiene valor?

  • Un producto del trabajo no es mercancía cuando todavía no se convierte en un producto para ser intercambiado. “Quien, con su producto, satisface su propia necesidad…” Dice Marx.
  • Para que un producto no sea mercancía, no deben ser “…valores de uso cualitativamente diferentes, y por tanto productos de trabajo útiles cualitativamente diferentes”, con lo cual “en modo alguno” puedan “contraponerse como mercancías”19. Nos sigue diciendo Marx.

Este tipo de productos es para el autoconsumo, no para la venta. Y esta situación prevalece fundamentalmente en la antigüedad, en una etapa de desarrollo social, en donde no existe el mercado, hasta que se da el intercambio a través del trueque. Eso no quiere decir, que los productos elaborados por el hombre primitivo, que no se intercambiaban, no contenga valor, tienen valor desde el momento en que son producto del trabajo humano.

2. Condiciones en las que un producto se vuelve mercancía

¿Cuáles son las condiciones por las que un producto es mercancía?

  • La existencia del mercado, o fase de circulación, en donde se intercambian los productos. Este intercambio viene desde las épocas tempranas de la historia de humanidad, en el comunismo primitivo (con el trueque), pero se afirma en la sociedad esclavista, hasta volverse habitual en el capitalismo.
  • La existencia de la mercancía como un producto del trabajo (y la misma fuerza de trabajo como mercancía), ha sido creado por condiciones lógica e históricamente en el desarrollo social. Cuando el excedente es explotado por cierta clase de gente. “Sólo los productos de trabajos privados autónomos, recíprocamente independientes, se enfrentan entre sí como mercancías.” 20
  • “La mercancía es, en primer lugar, un objeto exterior, una cosa” 21
  • Que las mercancías sean valores de uso para otros, valores de uso sociales.
  • “Para la sociedad burguesa la forma de mercancía, adoptada por el producto del trabajo, o la forma de valor de la mercancía, es la forma celular económica.” 22 La mercancía es una forma (concreta).
  • Son mercancías, “…en la medida en que tienen una forma doble: la forma natural y la forma de valor.” 23 Es forma (a diferencia del contenido) y más, esa forma, es doble, en su objetivación, de algo que los produce.
  • Las mercancías “…son expresiones de la misma unidad social, del trabajo humano…” 24
  • Las mercancías poseen una forma común de valor: la forma de dinero.
  • “Un valor de uso o un bien, por ende, sólo tiene valor porque en él está objetivado o materializado trabajo abstractamente humano.” 25

En todos los casos, tanto el valor de uso y el valor de cambio, contienen valor por el está objetivado trabajo abstractamente humano. El valor de uso, esta mediado por el trabajo humano. El valor de cambio es la medida cuantitativa. Tantas cosas cambias por tantas cosas de la otra. Tantas cosas de algo por tantas de otros.

Marx analiza, siguiendo a la economía política clásica, a la mercancía, en tanto valor de uso, o sea, un bien que satisface ciertas necesidades humanas, y en tanto, valor de cambio, o sea, un bien que puede intercambiarse por otros bienes en una proporción determinada. Dice Marx: “El valor de cambio, pues, parece ser algo contingente y puramente relativo26. Contingente, relativo. Es decir, es una propiedad de la mercancía. Luego, es histórico, temporal, de algo lógico y absoluto. La producción de un producto (mercancía) en la sociedad capitalista, predominantemente, es para la venta, para el intercambio en consecuencia, para la ganancia capitalista, no para el autoconsumo, propiamente. El valor de cambio, por ello puede ser: precio, dinero, fuerza de trabajo, mercancía o producto, etc., que se intercambia en el mercado, en el proceso de compra-venta.

¿Qué es lo que hace que los productos se transformen en mercancías?

Contra lo que sostiene Marx, de que el valor no existe hasta cuando se intercambia la mercancía, nosotros sostenemos que es al revés, el intercambio, el mercado, existe porque la mercancía tiene valor, desde el momento que es producto del trabajo humano. La mercancía aparece desde la comunidad primitiva, cuando los pueblos relativamente autónomos comerciaban entre sí, en la formación económica social capitalista, es la forma preponderante o fundamental.

B. Doble carácter de la mercancía: valor de uso y valor de cambio.

En este apartado, con los aspectos destacados en el apartado anterior, sólo puntualizaremos el doble carácter que se manifiesta en la mercancía a saber: el valor de uso y el valor de cambio.

Marx en El Capital, escribe lo siguiente: “En un comienzo la mercancía se nos puso de manifiesto como algo bifacético, como valor de uso y valor de cambio.”27 (Las negrillas son nuestras)

Sobre esto, leemos en un artículo, lo siguiente: “El 24 de agosto de 1867, en una carta dirigida a su entrañable compañero Federico Engels, Carlos Marx alude a su más reciente producción intelectual -el tomo I de “El Capital”- diciendo lo siguiente: “los mejores puntos de mi libro son 1) El doble carácter del trabajo, según que sea expresado en valor de uso o valor de cambio; y 2) El tratamiento de la plusvalía independientemente de sus formas particulares, beneficio, interés, renta del suelo etc.28”. (Las negrillas son nuestras)

De esta cita destacamos la siguiente expresión completa y de esta, la variable dependiente: “El doble carácter del trabajo, según que sea expresado en valor de uso o en valor de cambio.”

La mercancía, expresa tanto un valor de uso como un valor de cambio. Y volvemos a lo mismo. Tanto como la mercancía, el valor de uso y el valor de cambio son efectos, de algo, que es su causa. ¿Qué los causa?

C. La naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía.

De la primera parte de la expresión, destacaremos la variable independiente: el doble carácter del trabajo contenido en la mercancía.

En El Capital de Marx, destacamos lo siguiente:

“Vimos a continuación que el trabajo al estar expresado en el valor, no poseía ya los mismos rasgos característicos que lo distinguían como generador de valores de uso. He sido el primero en exponer críticamente esa naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía.29” (Las letras en negrillas son nuestras).

Un año después de publicado el primero tomo de El Capital, Marx vuelve a mencionar este tema, en la carta del 8 de enero de 1868. En esta carta, Marx habla de los “tres elementos fundamentalmente nuevos del libro”, es decir de El Capital, exponemos el segundo, que dice así:

“(2) Que, sin excepción, los economistas no han advertido el simple punto que si la mercancía tiene un doble carácter -valor de uso y valor de cambio- entonces el trabajo encarnado en la mercancía también debe tener un doble carácter; en tanto que el análisis simplemente malo del trabajo, como el de Smith, Ricardo, etc., está obligado a enfrentarse en todas partes con lo inexplicable. Este es, en efecto, todo el secreto de la concepción crítica.30” (Las letras en negrillas son nuestras).

¿Qué hace que las mercancías expresen o manifiesten un doble carácter (el valor de uso y valor de cambio)? Marx contesta que la causa de esto, es porqué el trabajo encarnado en la mercancía tiene un doble carácter. ¿Cuáles son esos dos trabajos encarnados en la mercancía que hacen que se expresen o manifiesten un doble carácter (valor de uso y valor de cambio)?

Dice Marx:

“…si ponemos a un lado el valor de uso del cuerpo de las mercancías, únicamente les restará una propiedad: la de ser productos del trabajo. No obstante, también el producto del trabajo se nos ha transformado entre las manos. Si hacemos abstracción de su valor, abstraemos también los componentes y formas corpóreas que hacen de él un valor de uso. Ese producto ya no es una mesa o casa o hilo o cualquier cosa útil. Todas sus propiedades sensibles se han esfumado. Ya tampoco es producto del trabajo del ebanista o del albañil o del hilandero o de cualquier otro trabajo productivo determinado. Con el carácter útil de los productos del trabajo se desvanece el carácter útil de los trabajos representados en ellos y, por ende, se desvanecen también las diversas formas concretas de esos trabajos; éstos dejan de distinguirse, reduciéndose en su totalidad a trabajo humano indiferenciado, a trabajo abstractamente humano.

Examinemos ahora el residuo de los productos del trabajo. Nada ha quedado de ellos salvo una misma objetividad espectral, una mera gelatina de trabajo humano indiferenciado, esto es, de gasto de fuerza de trabajo humana sin consideración a la forma en que se gastó la misma. Esas cosas tan sólo nos hacen presente que en su producción se empleó fuerza humana de trabajo, se acumuló trabajo humano.31” (Las negrillas son nuestras)

“Todo trabajo es, por un lado, gasto de fuerza humana de trabajo en un sentido fisiológico, y es en esta condición de trabajo humano igual, o de trabajo abstractamente humano, como constituye el valor de la mercancía. Todo trabajo, por otra parte, es gasto de fuerza humana de trabajo en una forma particular y orientada a un fin, y en esta condición de trabajo útil concreto produce valores de uso.32” (Las negrillas son nuestras)

“…si se prescinde del carácter determinado de la actividad productiva y por tanto del carácter útil del trabajo, lo que subsiste de éste es el ser un gasto de fuerza de trabajo humana. Aunque actividades productivas cualitativamente diferentes, el trabajo del sastre y el del tejedor son ambos gastos productivos del cerebro, músculo, nervio, mano, etc., humanos, y en este sentido uno y otro son trabajo humano. Son nada más que dos formas distintas de gastar la fuerza humana de trabajo…”33 (Las letras en negrillas son nuestros).

Si focalizamos nuestra atención en estas citas, sobre los trabajos contenidos en la mercancía que expresan o manifiestan el valor de uso y el valor de cambio, sin que busquemos definirlos o precisar qué determinan los valores de uso y los valores de cambio, encontraremos que estos trabajos son: el trabajo humano diferenciado concreto y el trabajo humano indiferenciado abstracto. O, las categorías en sus acepciones más conocidas: trabajo concreto y trabajo abstracto. Y estas son las categorías más importantes de la economía política. Pero esta focalización no se puede hacer sólo porque si, se necesita estar dotado de cierto enfoque para verlo, de otra manera no se puede observar.

Antes de Marx, en el caso de los economistas clásicos, cuando éstos hablaban del trabajo, como creador del valor de mercancías, solamente se referían al trabajo concreto, no distinguían entre trabajo abstracto y trabajo concreto. Es decir, no concebían que en la mercancía contuvieran estos dos trabajos. Con esta diferenciación Marx contribuyó a esclarecer la economía política al basarla en la ley del valor, lo que representó un gran avance para constituirlo como ciencia. Sin embargo, en la actualidad, los que estudian el valor y precio de las mercancías, destacan a lo sumo, y otros ni siquiera eso, las categorías trabajo abstracto y trabajo concreto (y muy pocos arriban al dominio de la ley del valor), pero sin llegar a advertir el enfoque más general subyacente en estas categorías: el carácter racionalista objetivo y determinista del materialismo histórico, con el cual llega a fundamentar la ley más universal de la economía política: la ley del valor, pero sin llevarla a su término.

Este sustento teórico se puede apreciar claramente cuando Marx habla de “…trabajo humano indiferenciado, a trabajo abstractamente humano.”

En esta expresión podemos destacar los conceptos indiferenciado y abstracto, expresados en la categorización trabajo humano abstracto indiferenciado, diferenciándolo de la categoría trabajo humano concreto diferenciado.

Este aspecto, el carácter racionalista objetivo y determinista del materialismo dialectico e histórico, no lo rescatan las diferentes orientaciones que se nutren y se basan del materialismo dialéctico e histórico: el estructuralismo, el funcionalismo, la teoría de caos, la teoría de la praxis, la teoría de la complejidad, los enfoques heterodoxos, etc., por el contrario, sólo lo tachan o califican de metafísico. Unos que otros, con esto, han abandonado la búsqueda de lo absoluto, de la esencia, de lo teórico, de lo racional, de lo universal, generadora de todo lo existente, y se centran más en el terreno de lo empírico, de lo relativo, de lo especifico o particular, en los fenómenos, etc., con lo que se vuelven incapaces de resolver los retos fundamentales que nos ofrece la actual época histórica.

Dicho esto ¿Qué nos devela este enfoque? Para nosotros lo siguiente:

  1. Que el trabajo humano indiferenciado abstracto (y el trabajo humano diferenciado concreto) causa que la mercancía exprese tanto un valor de uso como un valor de cambio.
  2. Que el trabajo humano abstracto indiferenciado, es la más determinante, de las dos categorías. A la inversa: el trabajo humano diferenciado concreto es la concreción del trabajo indiferenciado abstracto, la determinación de lo universal o absoluto.

Definido esta parte de la tarea, destaquemos dos cosas importantes, que nos proporciona también el enfoque racionalista objetivo determinista de Marx.

Primero:

  1. El trabajo humano indiferenciado y el trabajo humano diferenciado se ubican dentro de cómo funciona la economía.
  2. Dentro de este mundo, lo indiferenciado funciona en la esencia, en el mundo teórico abstracto, en tanto que lo diferenciado, funciona en el mundo empírico o fenoménico.
  3. Pero también, entre estos dos polos existe los eslabones intermedios (teóricos).
  4. Esto es: el trabajo humano indiferenciado funciona en el mundo teórico abstracto de la economía, en tanto el trabajo humano diferenciado o los trabajos humanos diferenciados, funcionan en el mundo empírico o fenoménico de la economía. Porque el trabajo humano indiferenciado es lo abstracto, lo homogéneo, lo general o universal, incondicionado o lo absoluto; en tanto que, el trabajo humano diferenciado son los diferentes trabajos, que se “distinguen”, son los trabajos diversos, heterogéneos, concretos, útiles, particulares, lo relativo o lo condicionado.

Segundo:

Sí existe un trabajo humano indiferenciado abstracto funcionando en el mundo teórico abstracto de la economía, y que, en el mundo empírico o fenoménico, funciona el trabajo humano diferenciado o los trabajos humanos diferenciados, entonces, el trabajo humano indiferenciado determina (causa) el trabajo humano diferenciado o los trabajos humanos diferenciados (efectos). Porque el trabajo humano indiferenciado es lo abstracto, lo homogéneo, lo general o universal, lo incondicionado o lo absoluto; en tanto que, el trabajo humano diferenciado son los diferentes trabajos, que se “distinguen”, son los diversos trabajos, heterogéneos, concretos, útiles, particulares, lo relativo o lo condicionado. Pero también, entre estos dos polos existe los eslabones intermedios (teóricos), por lo que no pueden coincidir o ser lo mismo, pues son distintos y se ubican en planos distintos.

Como veremos más adelante con el valor de las mercancías, esta comprensión es indispensable para entender la relación que existe entre el valor y el precio de las mercancías en la cual tiene mucho que ver el trabajo abstracto y el trabajo concreto. De otro modo, sin un enfoque racionalista objetivo y determinista del materialismo histórico, jamás comprenderíamos qué determina el valor y el precio de las mercancías y en qué lugar quedan el trabajo abstracto y el trabajo concreto, y los demás trabajos que menciona Marx.

En síntesis:

  1. El trabajo abstractamente humano constituye el valor de la mercancía. Es decir, el trabajo abstracto determina o crea el valor de la mercancía. Es el principio universal que rige los fenómenos económicos en la economía. Más adelante abundaremos sobre esto, ya que Marx a pesar de que dice que el trabajo abstracto es el creador del valor de las mercancías, tal como aquí lo subrayamos, dice que el creador del valor de las mercancías es el trabajo social medio o promedio.
  2. El trabajo útil concreto produce valores de uso.

D. La naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía es el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política.

En este apartado sólo vamos a responder a la pregunta de cuál es el eje o punto sobre el que gira la comprensión de la economía política.

Por ello, citamos lo que dice Marx en unos de sus escritos:

“He sido el primero en exponer críticamente esa naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía. Como este punto es el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política, hemos de dilucidarlo aquí con más detenimiento.”34 (Las letras en negrillas son nuestras).

De esta cita destacamos la siguiente expresión: la naturaleza bifacética del trabajo contenido en la mercancía es el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política.

¿Por qué para Marx éste es tan importante, según nos lo hace ver en las dos cartas dirigidas a Engels, expuestas más arriba? Porque Marx considera que las categorías de trabajo abstracto y de trabajo concreto son las categorías más importantes de la economía política. Y porque de estas categorías, y en especial de la categoría trabajo abstracto se deriva la ley más general y esencial de la economía política: la ley del valor.

Esto es:

  1. El trabajo abstracto determina o crea el valor de las mercancías.
  2. Como este es el punto sobre el cual gira la comprensión de la economía política, entonces nuestra tarea central será comprenderlo cabalmente.

¿qué debemos de saber o comprender? Tematizando o elaborando el programa:

a) El trabajo concreto.

b) El trabajo abstracto.

Pero agregamos también otros dos elementos, que más adelante vamos a tratar:

c) Valor

d) La ley del valor.

E. El trabajo abstracto y la ley del valor de las mercancías

Definido (la causa) el trabajo abstracto como creador del valor de las mercancías, ahora en este apartado, vamos a abundar un poco más sobre este postulado, pero también definir con precisión lo qué es el trabajo abstracto, y la diferenciación entre el trabajo abstracto y el trabajo concreto, a fin de derivar la ley del valor

De Marx destacamos lo siguiente:

  • Trabajo abstracto es “…gasto de cerebro, nervio, músculo, órgano sensorio, etc., humanos.” Es esencia. Es trabajo indiferenciado. El trabajo abstracto es “…gasto de fuerza de trabajo humana” 35, en general.
  • Hay trabajo humano abstracto indiferenciado en el producto o mercancía, por lo tanto, creador del valor de las mercancías. Tal como lo destacamos más arriba.
  • Pero con el desarrollo de las fuerzas productivas, aparte del trabajo concreto, hay también “trabajo” no humano en las mercancías, el “trabajo” de las máquinas. Porque el trabajo humano es racional, en tanto que las maquinas son irracionales.
  • En la actualidad y en el futuro con el desarrollo de las fuerzas productivas, cada vez hay menos trabajo humano diferenciado concreto y más “trabajo” de las máquinas.
  • Pero aquí y siempre, el trabajo humano crea valor, aun cuando tenga poco. El trabajo de las máquinas nunca creará valor, porque no es humano.

Ahora ¿cómo podemos diferenciar el trabajo abstracto del trabajo concreto? Veamos lo siguiente, para dejar asentado de paso el carácter del trabajo abstracto a diferencia del trabajo concreto.

Digamos que: 20 unidades de trabajo te producen 20 productos en el comunismo primitivo. Las mismos 20 unidades de trabajo te producen 60 productos en el feudalismo. Las mismas 20 unidades de trabajo te producen 100 productos en el capitalismo. Es decir, en 20 productos en el comunismo primitivo hay un valor de 20. En los 60 productos sigue habiendo un valor de 20, y en el capitalismo, en los 100 sigue habiendo un valor de 20. ¿Qué es lo que varió?

Primera conclusión: El desarrollo de las fuerzas productivas no afectan al trabajo abstracto, sino al trabajo concreto. Esto es así, porque se producen más valores de uso por la utilización de las nuevas fuerzas productivas en los procesos de producción.

Segunda comprobación. Veámoslo:

Valor de uso Formación económica social Unidades de trabajo abstracto (unidades de energía) Trabajo abstracto o valor por cada producto El trabajo abstracto   total se conserva
20 Comunismo primitivo 20/20= 1 por cada producto. 1X20= 20
60 Feudalismo 20/60= .33 por cada producto. .33X60=20
100 Capitalismo 20/100= .2 por cada producto. .2X100=20

Conclusiones importantes:

  • El desarrollo de las fuerzas productivas afectó al trabajo concreto (porque lo hizo más productivo) y a la magnitud de valor (por cada producto), pero no afectó al trabajo total. Históricamente el desarrollo de las fuerzas productivas y su correspondiente utilización en los procesos de producción ha venido afectando el trabajo concreto y lo hará en el futuro.
  • No hay ninguna reducción de valor, de trabajo complejo a trabajo simple, tal como sostienen algunos marxistas.

El trabajo abstracto como nosotros lo planteamos no es afectado por el desarrollo de las fuerzas productivas, cuantitativamente, sí, pero por cada producto, ya que el trabajo abstracto total se conserva el mismo. Es decir, con el desarrollo de las fuerzas productivas solamente se afecta el trabajo concreto, ya que al hacerse más productivo genera más valores de uso.

Definimos al trabajo abstracto como la cualidad más universal de la mercancía. Este trabajo no es más que la energía física y mental que el trabajador gasta al producir mercancías. En otras palabras, el trabajo abstracto es lo que hay de común en todos los trabajos concretos.

Para nosotros la ley del valor no es una ley estadística (que dependa de las condiciones medias) sino que es una ley absolutamente determinista. Veámoslo con otro ejemplo:

Consideremos 20 joules 36 usados en la producción de valores de uso en las diferentes formaciones económicas sociales, dividiéndolos del siguiente modo: 20/vu.

Valores de uso Formación económica social Trabajo abstracto en unidades constantes de energía Trabajo abstracto o valor por cada producto El trabajo abstracto total se conserva
10 Comunismo primitivo 20J/10= 2J 2JX10=20
100 Esclavismo 20J/100= 0.2J 0.2JX100=20
1000 Feudalismo 20J/1000= 0.02J 0.02JX1000=20
1000,000 Capitalismo 20J/1000,000= 0.00002J 0.00002JX1000,000=20
100,000,000 Comunismo 20J/100,000,000= 0.0000002J 0.0000002JX100,000,000=20

En esta gráfica en la tercera columna podemos observar de manera clara como:

  • Las unidades de energía gastadas fisiológicamente por el trabajo son absolutamente constantes (invariables), es decir, la misma cantidad de trabajo abstracto generan el mismo valor en todos los tiempos y en todos los espacios (lugares). O, en otras palabras, como energía, es homogéneo, indiferenciado, incondicionado.
  • Igualmente podemos observar en ella, como va disminuyendo la cantidad de trabajo abstracto por producto, el cual tiende a cero, pero sin que jamás llegue a cero. Por otro lado, el número de productos tiende a ser infinito, ya que, con el desarrollo de las fuerzas productivas, los valores de uso cada vez aumentan más y más, pero sin llegar al infinito.

Nota: Aquí estamos haciendo abstracción del tiempo como medida del trabajo, porque estamos suponiendo de manera directa las unidades de trabajo en unidades constantes de energía.

El trabajo abstracto es la causa universal y determinante de que existan los productos o mercancías, de la existencia del valor, de los valores de uso y valores de cambio, como efectos. Esto, a través de los diferentes eslabones intermedios.

Esto es lo que vamos a explicitar de manera específica en cada una de las leyes que a continuación vamos a ver.

III. La transformación del valor al precio

En este apartado, vamos a exponer el proceso natural de transformación del valor al precio de las mercancías, en riguroso orden de sucesión: ascendiendo de lo abstracto (no evidente) a lo concreto (evidente), de la esencia al fenómeno, de lo absoluto a lo relativo, de lo teórico a lo empírico. Exponiendo desde el valor de las mercancías y su causa fundamental determinante, pasando por los eslabones intermedios, hasta llegar a los fenómenos de los precios de las mercancías.

Si la causa está vinculada con el efecto de un modo necesario, mas si es una causa fundamental y determinante, inevitablemente adviene un efecto. Tener en cuenta esto es de primordial importancia en la investigación científica.

Exponemos pues, el proceso natural que transforma el valor en precio, en lo objetivo.

A. En valor.

En este primer bloque vamos a ver las leyes económicas que comprenden el campo o esfera del valor, empezando por la ley más fundamental y determinante, la ley del valor, para seguir con las leyes económicas secundarias o intermedias, hasta llegar a la frontera, de este: la ley del precio de producción, del cual se transforma en precio de las mercancías.

Se da por entendido de que el valor y el precio, no son sólo conceptos, sino campos definidos, en el primero, como cualidad, en tanto que, en la segunda, como cantidad o empírico.

1. La ley del valor

En esta ley económica vamos a definir qué es el valor, la ley del valor y lo que lo determina, observando las insuficiencias de la teoría de valor de Marx.

a) La ley del valor, en abstracto.

Proponemos la siguiente fórmula del valor de la mercancía

Vm = Valor de la mercancía.

Esta ley, tal cual, como esencia, lo absoluto, la causa primera, lo indiferenciado esencial, lo incondicionado o indiferenciado (sin diferenciación, es decir, sin transferencia de valor). Es el principio universal o lo general que rige y explica la economía, que ha generado todas las formaciones económicas sociales y transformaciones que ha habido en la historia del desarrollo social, así como el desarrollo, expansiones, crisis económicas, las fluctuaciones de los precios de las mercancías, y decadencia del capitalismo, y lo que está haciendo que transite al comunismo.

La ley del valor es la ley más general o universal de la economía. Es decir, válido para todas las formaciones económicas sociales, en la cual incluimos la etapa de desarrollo social, donde no existía la mercancía como tal (La comuna primitiva), sino sólo como producto para el consumo.

En esta, el trabajo abstracto humano indiferenciado es el que determina el valor del producto o mercancías. Para nosotros, el valor es una cualidad, que tienen todo los productos o mercancías, en tanto que, en éste está contenido el trabajo abstracto indiferenciado del hombre.

Además, decimos que la ley del valor es determinista, porque es la más fundamental, y como tal, determina a todas las demás leyes económicas y porque en la producción de las mercancías le corresponde una determinada cantidad de trabajo, antes de que entre al mercado. Y ese es su verdadero valor. Sobre esto último, contra lo que piensa Marx, de que el valor no existe hasta cuando se intercambia la mercancía, nosotros sostenemos que es al revés, el intercambio existe porque la mercancía tiene valor, desde el momento que es producto del trabajo humano.

Es hasta con la operación de la ley de la tasa media de ganancia que la ley del valor (determinista), se empieza a transformar en una ley estadística, pero esta mutación ya no es la ley del valor pura, sino que se empieza a transformar en precio, el cual ya es una ley estadística, y no determinista, sino indeterminista.

b) La ley del valor y sus componentes básicos para el capitalismo

Proponemos la siguiente fórmula de la ley del valor y sus componentes básicos para el capitalismo, en donde se presenta diferenciado, con la cantidad de trabajo:

Vm =c+v+p

Donde:

Vm = Valor de la mercancía
c = Capital Constante
v = Capital Variable
p = Plusvalía.

Al igual que Marx, sostenemos que el trabajo abstracto humano indiferenciado es el creador del valor de las mercancías, no el trabajo en general. Puesto, que es la esencia de las fluctuaciones de los precios de las mercancías.

El trabajo abstracto no es más que el desgaste de energía física y mental del trabajador al producir una mercancía. La energía mientras no se traduzca en energía física humana y no se traduzca en producción de mercancía, no genera valor.

Sin embargo, hay cosas con las cuales no estamos de acuerdo con Marx. Sugerimos al lector poner mucha atención en las siguientes citas de Marx, ya que de ellas se deriva nuestra hipótesis central y todas las demás hipótesis secundarias para focalizar las modificaciones de la teoría del valor de Marx, las cuales consideramos fortalecen la capacidad analítica de esta teoría.

“…en la producción de una mercancía, sólo utiliza el tiempo de trabajo promedialmente necesario, o tiempo de trabajo socialmente necesario. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una sociedad y con el grado social medio de destreza e intensidad de trabajo. Tras la adopción en Inglaterra del telar de vapor, por ejemplo, bastó más o menos la mitad de trabajo de antes para convertir en tela determinada cantidad de hilo. Para efectuar esa conversión, el tejedor manual ingles necesita emplear ahora exactamente el mismo tiempo de trabajo que antes, pero el producto de su hora individual de trabajo representa únicamente media hora de trabajo social, y su valor disminuyó, por consiguiente, a la mitad del que antes tenía”37 (Las negrillas son nuestras)

Es sólo la cantidad de trabajo socialmente necesario, pues, o el tiempo de trabajo socialmente necesario para la producción de un valor de uso, lo que determina su magnitud de valor. Cada mercancía es considerada aquí en general, como ejemplar medio de su clase…”38 (Las negrillas son nuestras)

Desde aquí en adelante es donde empezamos a tener serias diferencias con los planteamientos de Marx, pues estamos totalmente en contra de lo que afirma en las dos citas anteriores. En primer lugar, no estamos de acuerdo que el trabajo que crea el valor de las mercancías sea un trabajo social medio, es decir, una especie de trabajo promedio. Y en segundo lugar, tampoco estamos de acuerdo que una hora de trabajo individual (la del tejedor manual) equivalga a media hora de trabajo social (la del tejedor con telar de vapor). Aquí no estamos de acuerdo en la división que hace Marx entre trabajo individual y trabajo social.

Hipótesis central.

Las razones por las cuales no estamos de acuerdo con Marx en estos planteamientos, las desarrollamos en nuestra hipótesis central, la cual dice lo siguiente: si la ley del valor es la ley más universal de la economía política, entonces el trabajo que crea las mercancías no es un trabajo social medio, sino el trabajo abstracto individual contenido en cada una de las mercancías.

Esto, porque el trabajo abstracto es absolutamente homogéneo e indiferenciado, por lo que no es susceptible de promedios. Solamente el trabajo concreto es susceptible de promedios. Por lo tanto, si hablamos del trabajo abstracto no podemos hablar de trabajo social medio, ni tampoco de trabajo individual y de trabajo social.

También nuestra hipótesis central afirma que es un profundo error plantear, como lo hace Marx, que una hora de trabajo individual del tejedor manual puede equivaler a media hora del trabajo social del tejedor con telar de vapor. El trabajo individual o privado, que es el que realmente crea el valor de las mercancías, adquiere su carácter social no por ser una especie de trabajo promedio, sino por ser un trabajo útil socialmente, pues es un trabajo cuyos productos son consumidos por la sociedad.

Además, este trabajo individual forma parte del trabajo social total, el que es necesario para la manutención de toda la sociedad.

Por todas estas razones, afirmamos que Marx identificó o redujo el trabajo abstracto al trabajo concreto.

Para nosotros la premisa más simple, la más universal, de nuestra teoría del valor, es que el trabajo abstracto individual es directamente social, por lo que no necesita de promedios para transformarse en social como lo planteaba Marx.

1. Las condiciones medias de destreza de los trabajadores, de productividad y de intensidad del trabajo, entre otras, determinan el precio de las mercancías, no su valor.

La siguiente hipótesis, la cual se deriva de la hipótesis central, nos dice: las condiciones medias de destreza de los trabajadores, de productividad y de intensidad del trabajo, entre otras, determinan el precio de las mercancías, pero no su valor como lo planteo Marx.

Si Marx afirmaba que el valor social de las mercancías podía estar por arriba o por abajo del valor individual de dichas mercancías, nosotros, por el contrario, afirmamos que es el precio de las mercancías el que puede estar por arriba o por abajo del valor de estas mercancías. Esto, porque para nosotros no existen los valores individual y social de las mercancías, sólo existe el valor de las mismas.

Los precios de las mercancías los van imponiendo las empresas y las ramas productivas de mayor rendimiento, de tal manera que dichos precios están por arriba de los valores de las mercancías de las empresas de mayor productividad, y por abajo del valor de las mercancías de las empresas de menor productividad. Por lo tanto, los precios que están por arriba del valor de las mercancías absorben plusvalía de otras empresas, mientras que los precios que están por abajo del valor de las mercancías ceden plusvalía a otras empresas.

De esto deducimos que los precios no son más que un mecanismo de transferencia de plusvalía (valor) de las empresas menos productivas a las más productivas. Desde luego, cuando el precio de las mercancías coincide con su valor no existe transferencia de valor. Por todas estas razones, concluimos que Marx identificó el valor de las mercancías con el precio de las mismas.

2. Las mercancías no se venden por su valor, sino por su precio.

De nuestra segunda hipótesis se deriva que las mercancías no se venden por su valor, sino por su precio, por lo que existe una transferencia de valor (plusvalía) de unas empresas a otras. En cambio, para Marx las mercancías siempre se venden por su valor, por su valor social decía él y si bien es cierto que este valor social podía estar por arriba o por abajo del valor individual de dichas mercancías, la transferencia de plusvalía (valor) no era posible, pues lo que realmente pasaba, según Marx, es que el trabajo de las empresas más productivas es de mayor peso específico que el trabajo de las empresas menos productivas. Por esta razón, Marx afirmaba que las empresas con mayor productividad generaban más valor que las empresas menos productivas, por lo que una hora de trabajo menos productivo solamente podía equivaler a media hora de trabajo más productivo. Nosotros pensamos que, por esta visión, la cual consideramos equivocada, Marx no pudo prever con más claridad la etapa monopolista del capitalismo, ya que entre más se ha desarrollado esta etapa el desarrollo económico es cada vez más desigual y, por lo tanto, la transferencia de plusvalía de las empresas menos productivas a las más productivas, a través de los precios, es cada vez mayor. Por esta razón, también la concentración y la centralización de la producción y del capital es cada vez mayor. Para nosotros, las empresas más productivas no crean más plusvalía que las empresas menos productivas, sino que absorben más plusvalía de las empresas menos productivas, que es otra cosa.

Para convencernos de que Marx no aceptaba la transferencia de valor de unas empresas a otras, veamos lo que dice en la siguiente cita:

“…con la introducción de maquinaría nueva, mientras la masa de la producción siga basándose todavía en los viejos medios de producción, el capitalista puede vender la mercancía por debajo de su valor social, con la condición de que venda por encima de su valor individual, vale decir, por encima del tiempo de trabajo que requiera para su fabricación en el nuevo proceso de producción. Aquí parece, pues, que el plusvalor proviene de la venta, del hacer pagar más caro a los demás poseedores de mercancía, de la elevación del precio de la mercancía por encima de su valor, no de la disminución del tiempo de trabajo necesario y de la prolongación del tiempo de plustrabajo. Pero ésta es sólo la apariencia. Mediante la excepcional fuerza productiva que el trabajo obtiene aquí a diferencia del trabajo medio en el mismo ramo de actividad, se convierte en relación con éste, en trabajo superior, de modo que, por ejemplo, una hora laboral suya es igual a 5/4 de una hora laboral de trabajo medio…”39

3. Otro de los errores de Marx, es el haber considerado los trabajos: simple y complejo, potenciado y no potenciado, de mayor y menor peso específico, cualitativamente superior e inferior, más o menor productivo y calificado y no calificado, como formas de trabajo abstracto, cuando realmente son formas de trabajo concreto.

Esto porque, como ya lo afirmamos antes, el trabajo abstracto es absolutamente homogéneo e indiferenciado, por lo que es imposible que tome las formas mencionadas. Por lo tanto, también es imposible que una hora de trabajo abstracto de una empresa más productiva sea igual o equivalga a varias horas de trabajo de otra empresa menos productiva. Nosotros pensamos que el trabajo calificado o complejo o más potenciado, etc., vale más, pero no crea más valor. Las que si son formas del trabajo abstracto son los trabajos más o menos intensivos. El trabajo abstracto más intensivo contiene más trabajo en la misma unidad de tiempo que el trabajo abstracto menos intensivo, pero si los trabajos abstractos de diferentes empresas con diferentes productividades tienen la misma intensidad, entonces la misma unidad de tiempo en todas éstas empresas contendrá la misma cantidad de trabajo abstracto, aunque el número de las mercancías (la misma mercancía) producidas por cada una de las empresas sea diferente: mayor en las empresas más productivas y menor en las empresas menos productivas. Esto, porque el trabajo concreto (el que crea el valor de uso de las mercancías) depende del desarrollo de las fuerzas productivas, mientras que el trabajo abstracto no depende de este desarrollo.

Para reforzar lo que hemos dicho con respecto a las formas del trabajo concreto y del trabajo abstracto, veamos las siguientes citas de Marx.

“…Pero el valor de la mercancía representa trabajo humano puro y simple, gasto de trabajo humano en general… Este es gasto de la fuerza de trabajo simple que, término medio, todo hombre común, sin necesidad de un desarrollo especial, posee en su organismo corporal… Se considera que el trabajo más complejo es igual sólo al trabajo simple potenciado o más bien multiplicado, de suerte que una pequeña cantidad de trabajo complejo equivale a una cantidad mayor de trabajo simple…”40

“El trabajo cuya fuerza productiva es excepcional opera como trabajo potenciado, esto es, en lapsos iguales, genera valores superiores a los que produce el trabajo social medio del mismo tipo.”41

“En la medida en que aquí el trabajo del país más adelantado se valoriza como trabajo de mayor peso específico, aumenta la tasa de ganancia al venderse como cualitativamente superior al trabajo que no ha sido pagado como tal.”42

Como vemos, en estas citas Marx insiste en que el trabajo más productivo crea más valor que el trabajo menos productivo. Sin embargo, nosotros también insistimos que la fuerza de trabajo más productiva vale más, pero no crea más valor. Esto, porque como ya lo mencionamos, el trabajo abstracto como el creador del valor de las mercancías no puede ser ni simple ni complejo, ni más ni menos potenciado, etc., porque es absolutamente homogéneo e indiferenciado.

c. La ley del valor en el comunismo.

La ley del valor hace transformar y hará transformar a la actual formación económica social capitalista en comunista, y sostendrá a la futura sociedad. La particularidad de este modo de producción se basará en la generación de la plusvalía social para cubrir las necesidades de la sociedad, pues ya no se va a explotar el trabajo humano para un grupo de seres humanos que se apropien de los productos de sus trabajos, sino que va a ser para la sociedad en general.

2. La ley de la plusvalía.

De la ley del valor, derivamos la ley de la plusvalía.

La plusvalía es el valor que el capitalista obtiene del plustrabajo objetivado del obrero, un trabajo no pagado al obrero asalariado, que crea por encima del valor de su fuerza de trabajo necesario, que no genera ningún valor para él, que genera plusvalía, del cual se apropia gratuitamente el capitalista en forma de ganancia.

Dice Marx: “Así como para comprender el valor en general lo decisivo es concebirlo como mero coagulo de tiempo de trabajo, como nada más que trabajo objetivado, para comprender el plusvalor es necesario concebirlo como mero coagulo de tiempo de plustrabajo, como nada más que plustrabajo objetivado. Es sólo la forma en que se expolia ese plustrabajo al productor directo, al trabajador, lo que distingue de las formaciones económico-sociales, por ejemplo, la sociedad capitalista de la que se funda en el trabajo asalariado.”43

Esto es, el capitalista debe de explotar la fuerza de trabajo, que, si el capitalista no hace eso, consecuentemente, desaparece o se extingue este sistema social.

De esta ley sólo le hacemos la siguiente corrección.

LA PLUSVALÍA RELATIVA NO EXISTE.

De su postulado, el cual consideramos falso, que dice que una unidad de trabajo abstracto de una empresa más productiva equivale a varias unidades de trabajo abstracto de otra empresa menos productiva, Marx deduce la existencia de la llamada plusvalía relativa. Esto es, esta plusvalía depende del desarrollo de las fuerzas productivas (del desarrollo tecnológico), aumenta cuando estas fuerzas aumentan, y disminuye cuando dichas fuerzas también disminuyen. Para nosotros, este tipo de plusvalía no existe, pues no aceptamos el postulado del cual Marx la deduce. Para nosotros solamente existe la plusvalía, sin apellido.

Veamos en la siguiente cita la conclusión a que llega Marx:

“El valor de la mercancía está en razón inversa a la fuerza productiva del trabajo. Igualmente, lo está porque se halla determinado por valores de las mercancías, el valor de la fuerza de trabajo. Por el contrario, el plusvalor relativo está en razón directa a la fuerza productiva del trabajo. Aumenta cuando aumenta la fuerza productiva, y baja cuando ésta baja…”44

Para nosotros, en la cita anterior, la parte donde se habla del plusvalor relativo es falsa, por lo que solamente aceptamos la primera parte de dicha cita. Entonces la conclusión verdadera quedaría como sigue:

“El valor de las mercancías está en razón inversa a la fuerza productiva del trabajo. Igualmente, lo está, porque se halla determinado por valores de las mercancías, el valor de la fuerza de trabajo…”

La importante conclusión anterior, la podemos formular como sigue: Con el desarrollo de las fuerzas productivas, la magnitud del valor de las mercancías, incluida la fuerza de trabajo, tiende a disminuir. Esta conclusión adquiere el carácter de ley, y es la ley más importante de la economía política después de la ley del valor.

O de otra forma: Con el aumento del desarrollo de las fuerzas productivas la cantidad total de trabajo social tiende a ser cero, mientras que la cantidad de productos producidos tiende a ser infinito. Y como el trabajo es la sustancia en forma de dinero o de productos que absorben los propietarios privados, entonces con la tendencia de la desaparición de este trabajo también dichos propietarios tienden a desaparecer.

Esta es otra de las razones por la que el capitalismo tiende a desaparecer.

Si la plusvalía relativa no existe como nosotros lo postulamos, entonces la teoría de la tasa descendente de ganancia de Marx se fortalece. Esto porque hay economistas y filósofos antimarxistas, e incluso marxistas, que afirman que dicha tasa de ganancia no tiene validez general, pues la existencia de la plusvalía relativa evita su caída permanente como efecto del aumento también permanente de la composición orgánica del capital. Pero si la plusvalía relativa no existe, entonces la Composición Orgánica de Capital varía con más rapidez que la tasa de plusvalía, lo que, con esto, la ley de la tasa descendente de ganancia de Marx adquiere una absoluta validez general.

Con este desarrollo de las fuerzas productivas, el tiempo o la época histórica de las formaciones económicas sociales clasistas, que explotaban la fuerza de trabajo de una clase de hombres por otra clase de hombres está terminando. En el futuro ninguna clase de hombres explotarán fuerza de trabajo alguna, puesto que en el futuro serán los robots los que trabajarán.

3. La ley de la tasa de plusvalía (o tasa de explotacion).

De la ley de la plusvalía se deriva la ley de la tasa de plusvalía. En este apartado sólo vamos a ver lo qué es la tasa de plusvalía y cómo se calcula.

“Si suponemos que el producto de valor es = £ 180, en las que se representa el trabajo fluente a lo largo de todo el proceso de producción, para obtener el plusvalor = £ 90 tendremos que descontar el valor del capital variable, = £ 90. El guarismo £ 90= p expresa aquí la magnitud absoluta del plusvalor producido. Pero su magnitud proporcional, y por tanto la producción en que el capital variable se ha valorizado, evidentemente está determinado por la proporción entre el plusvalor y el capital variable, expresándose en p/v. En el ejemplo que figura más arriba, pues, en 90/90= 100 %. Denomino a esta valorización proporcional del capital variable, o a la magnitud proporcional del plusvalor, tasa de plusvalor.”45

“La tasa de plusvalor, por consiguiente, es la expresión exacta del grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, o del obrero por el capitalista.”46 Para obtener la tasa de plusvalía nosotros seguimos la formula siguiente:

Tp= p/v x 100

4. La ley de la composición orgánica de capital (coc).

Este es el tercer eslabón intermedio, y se deriva de la ley anterior. En este apartado vamos a ver lo que es la Composición Orgánica del Capital (COC) y la importancia de su desarrollo.

La causa de la crisis económica del capitalismo

Sobre este tema se ha discutido mucho, y siguiendo la lectura de Marx, en economistas burgueses e incluso en marxistas derivan que la ley de valor no sirve. Salama escribe:

“La existencia de este conjunto de composiciones orgánicas debería privilegiar a los capitalistas que utilizan poco capital constante (C) y mucho capital variable (V), puesto que sólo la fuerza de trabajo es capaz por naturaleza de crear más valor que el que cuesta, en detrimento de los capitalistas que utilizan poco capital variable y mucho capital constante, tal resultado –conforme a la ley del valor, aparentemente- estaría en contradicción con el movimiento real del capital 47 y el alza de la composición orgánica del capital que le acompaña. Se podría por tanto deducir que la ley del valor es falsa. El valor de cambio de una mercancía no sería igual a la cantidad de trabajo (abstracto socialmente necesario). La sustancia del valor no sería el trabajo (abstracto). Entonces la fuerza de trabajo no sería el único factor creador de valor. Por ello, no sería necesariamente explotada.”48 (Las letras en negrillas son nuestras).

Lógicamente esto no sucede así, sino todo lo contrario. De lo expuesto por Salama, derivamos lo siguiente:

Puesto que la fuerza de trabajo del hombre (en el que contiene el trabajo concreto y el trabajo abstracto) es la única fuerza (causal), por naturaleza, de crear más valor que el que cuesta, por lógica, los capitalistas que utilizan poco capital constante (C) y mucho capital variable (V), en virtud de que utilizan más fuerza de trabajo, deberían de ganar más, y en consecuencia ser multimillonarios; luego, en consecuencia, los capitalistas que utilizan poco capital variable y mucho capital constante, deberían de ganar menos, es decir, deberían ser menos millonarios. Pero resulta que, es al revés, los capitalistas que utilizan poco capital constante (C) y mucho capital variable (V), son los que ganan menos, y los capitalistas que utilizan poco capital variable y mucho capital constante, son los que ganan más. ¿Cómo es que sin que exploten tanta fuerza de trabajo, las empresas con alto COCs ganan más (y se vuelven cada vez más multimillonarios), en tanto que los que explotan más la fuerza de trabajo, con menos COCs, cada vez cae su tasa de ganancia y quiebran?

Luego de este análisis, muchos marxistas y no marxistas dicen que el trabajo no es el creador de valor de las mercancías, o no es el único y habría otros factores que participarían en la creación del valor de las mercancías. Por tanto, concluyen, que la ley del valor es falsa, no sirve o no funciona.

Aparentemente las empresas capitalistas con más alta COCs ganan más (siendo que ellos utilizan memos fuerza de trabajo), que las empresas de menor COCs (que utilizan más fuerza de trabajo). Este fenómeno económico se genera, desde que el capitalismo entró a la fase imperialista en su desarrollo, y que persiste con mayor claridad en la época actual, porque existe una transferencia de valor de las empresas de menor COCs a los que tienen más COCs, a través del sistema de precio de monopolio y de la ley de la tasa media de ganancia. Véase esto en el apartado donde se ve la Ley de la tasa media de ganancia.

Para nosotros la ley del valor es verdadera. Luego, la fuerza de trabajo, el trabajo abstracto contenida en esta mercancía, sería la única causa fundamental determinante del valor de las mercancías. Luego, sería necesariamente explotada, porque si no se hace esto, utilizando, cada vez más, a las nuevas fuerzas productivas en los procesos de producción, desaparecería el sistema de trabajo asalariado y el capitalismo se extinguiría.

Dice Marx:

“La composición del capital debe considerarse en dos sentidos. Con respecto al valor, esa composición se determina por la proporción en que el capital se divide en capital constante o valor de los medios de producción, y capital variable o valor de las fuerzas productivas, suma global de los salarios. En lo que atañe a la materia, a cómo funciona la misma en el proceso de producción, todo capital se divide en medios de producción y fuerza viva de trabajo, composición que se determina por la proporción existente entre la masa de los medios de producción empleados, por una parte, y la cantidad de trabajo requerida para su empleo, por el otro. Denomino a la primera, composición de valor; a la segunda, composición técnica del capital. Entre ambas existe una estrecha correlación. Para expresarla, denomino a la composición del valor del capital, en tanto se determina por la composición técnica del mismo y refleje las variaciones de ésta, composición orgánica del capital, cuando se habla sin más de la composición del capital nos referimos siempre a su composición orgánica.”49

La Composición Orgánica del Capital (COC), es la proporción de capital que resulta de dividir entre el capital invertido por el capitalista en Capital Constante (compra de muebles e inmuebles, máquinas, materia prima, etc.) y del capital invertido en Capital Variable (o sea en la compra de la fuerza de trabajo humano, del obrero, a lo que se denomina comúnmente: salario).

Las COCs, han venido evolucionado a lo largo de la historia del capitalismo

En la etapa premonopolista todas las empresas tenían relativamente similar Composiciones Orgánicas del capital. Digamos, para esta fase, el capitalista invertía $1, 000, 000.00 a Capital Constante (C), y $1, 000, 000.00 a capital variable (V), si se divide entre el C/V. Su Composición Orgánica del Capital será en una proporción de 1 a 1.

Pero cuando pasan a la etapa monopolista, algunos elevan su Composición Orgánica del Capital, es decir, modernizan sus maquinarias. En esta fase de su desarrollo se presenta la siguiente COC.

Si el capitalista invierte en su empresa digamos 5,000,000 de pesos a Capital Constante (C) y a Capital Variable (V) le destina 1,000,000 de pesos, se divide entre el C/V, o sea 5,000,000/1,000,000, resultará que su Composición Orgánica del Capital será en una proporción de 5 a 1. En esta situación, muchas empresas no competitivas empiezan a hacer quebrar.

En la etapa actual de desarrollo capitalistas, la COC de las empresas y países capitalistas, ha cambiado mucho, y su proporción se ha elevado mucho.

En los países capitalistas desarrollados (son desarrollados por que tienen gigantes empresas con altos COC), generan más mercancías (o sea más valores de uso), son más productivas, pero no generan o no contienen más valor (plusvalía), porque reducen su inversión a Capital Variable. En otras palabras, no contratan más trabajadores, al contrario, si se moderniza su tecnología, despiden a millones de trabajadores, reduciendo la fuerza de trabajo humano. Por el contrario, absorben riqueza de los países subdesarrollados por los precios de monopolios y la tasa media de ganancia.

En los países subdesarrollados es al revés, tienen una baja COC, pues su tecnología es atrasada, y son menos productivas (es decir, producen menos valores de uso), pero contienen más valor (estos países ceden valor o plusvalía a los países desarrollados), y generan más plusvalía, al tener más trabajadores trabajando en sus empresas. Esta misma situación sucede también entre empresas de mayor y menor COC, estén en un país desarrollado o subdesarrollado.

El aumento de la COC en el capitalismo no puede ser al infinito. Existe un límite máximo en el desarrollo de la COC, y su rebase significa el quiebre de este sistema, con la que entra a una crisis económica estructural de largo plazo, que se profundiza en la medida que utiliza las nuevas fuerzas productivas en sus procesos de producción. Esto indica que la COC ya no corresponden a la formación económica social capitalista, sino a la formación económica social que la está substituyendo.

Pero con la actual desaceleración económica de los países emergentes se está iniciando una tendencia a igualar las COCs, de las empresas de menor COC a las de mayor COC, y su segura superación en el futuro, en todos los países en el mundo. Como nos lo está mostrando China, India y Rusia.

El capitalismo no puede volver a los tiempos idos, cuando tenían más valor las mercancías y tenían ganancias de manera ascendente.

En el futuro:

La tendencia al aumento progresivo de las COCs siempre va a ocurrir, en virtud del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas (desarrollo tecnológico) La igualación de las COCs, de las empresas de menor COC a las de mayor COC, va a ocurrir en el futuro mediato. Y eso va a generar inestabilidad social. Con el aumento de las COCs va a durar miles de años, sin eliminar a la fuerza de trabajo, pues siempre va a contener un gramo de fuerza de trabajo en cada mercancía. En el comunismo, nadie va a mantener y generar ricos, el sistema económico por si, de manera natural, no lo generaría, como ahora está sucediendo. El sistema permitiría la generación de riqueza adicional sólo para reinvertirlo en el desarrollo social, para que la gente se enriquezca en lo educativo, cultural, científico, tecnológico, deportivo, recreativo, etc.

Fórmula.

Co = c/v

Donde:

Co = Composición Orgánica de Capital
c= Capital constante. Este componente aumenta mucho más rápido que la variable con el desarrollo tecnológico.
v= Capital variable.

5. La ley de la tasa de ganancia en valor

Esta ley es derivada de la ley de aumento progresivo de la Composición Orgánica del Capital (COC). Marx dice:

“La ganancia del capitalista proviene de que tiene para vender algo por lo cual no ha pagado nada. El plusvalor, o en su caso la ganancia, consiste precisamente en el excedente del valor mercantil por encima de su precio de costo, es decir en el excedente de la suma global de trabajo contenido en la mercancía por encima de la suma de trabajo remunerado contenido en ella. De este modo, el plusvalor, cualquiera que sea su origen, es un excedente por encima del capital global adelantado. Este excedente se halla, por ende, con el capital global en una relación que se expresa mediante la fracción pv/c, donde C significa el capital global. Obtenemos así la tasa de ganancia pv/c = pv/c+v, a diferencia de la tasa de plusvalor pv/v»

La tasa de plusvalor medida según el capital variable se denomina tasa de plusvalor; la tasa de plusvalor medida según el capital global se denomina tasa de ganancia. Se trata de dos mediciones diferentes de la misma magnitud, las cuales, a causa de la diversidad de los patrones de medida, expresan a la vez diversas proporciones o relaciones de esa misma magnitud.

De las transformaciones de la tasa de plusvalor en tasa de ganancia debe deducirse la transformación del plusvalor en ganancia, y no a la inversa. Y de hecho se ha partido históricamente de la tasa de ganancia.”50

Esta ley es válida para cada una de las empresas individuales, ya sean desde las micro hasta las grandes. En esta no se plantea la transferencia en valores, porque no se plantea la tasa media. Sólo se señala la COC en cada una de las empresas. La transferencia se empieza a dar sólo con la tasa media.

Fórmula:

Tg= (p/(c+v)) x 100

Donde:

Tg= tasa de ganancia
p= Plusvalia
c= Capital constante
v= capital variable

Por ejemplo:

Tg= 150/75+50 x 100

Tg = 1.2 x 100

Tg = 120%

En esta tasa, cuando la tasa de plusvalía aumenta también lo hace la tasa de ganancia, pero cuando la Composición Orgánica del Capital aumenta, la tasa de ganancia disminuye.

Esta ley es una síntesis de la tasa de plusvalía y de la COC, pero incluye la ley del desarrollo de las fuerzas productivas y la ley del valor.

Aquí es importante señalar que en esta tasa como esencia no es posible medirla, es teórica.

Aquí es importante señalar que en esta tasa como esencia no es posible medirla, es teórica.

6. La ley de la tasa descendente de ganancia en valor.

Esta ley se deriva de la ley de la tasa de ganancia. Esta ley es también para cada empresa en valor. Para observar con más claridad la acción de esta ley, analicemos la siguiente fórmula:

Tdg = ((p/v) / (c/v)) x 100

8/5 = 1.6

8/4 = 2

8/3 = 2.6

En estos cálculos, si lo vemos hacia arriba, se aprecia que va disminuyendo. Por eso no hay plusvalía relativa.

Como se puede observar en la formula, al aumentar la COC (p/v) disminuye la tasa de ganancia, y viceversa. Ahora, al aumentar esta tasa de plusvalía (p/v), aumenta la tasa de ganancia, y viceversa.

En conclusión: con el desarrollo del capitalismo aumenta el desarrollo de las fuerzas productivas (desarrollo tecnológico) aumenta la COC, por lo tanto, disminuye la tasa de ganancia. Esta situación obliga, a los capitalistas a aumentar la tasa de plusvalía, a concentrar la producción y a generar un desarrollo cada vez más desigual para evitar la caída acelerada de la tasa de ganancia.

Aquí también, es preciso mencionar que esta ley opera al nivel de la esencia, por lo que no es posible medirla, pero sí de manera indirecta. Esto porque se puede observar en sus efectos.

7. La ley de la tasa media de ganancia en valor.

Esta ley es derivada de la ley anterior. Esta tasa es válida para todas las empresas que tienen la misma COC; son las que tienen el mismo nivel de desarrollo tecnológico (más o menos el mismo tipo de máquinas). Esta tasa puede darse en los diferentes niveles de desarrollo tecnológico, desde las micros hasta las grandes empresas. Es decir, podemos generalizar y decir que el sector de las micros empresas tienen más o menos la misma COC; lo mismo podemos decir, de las grandes empresas, que tienen las tecnologías de punta. Es decir, podemos generalizar para los diferentes sectores productivos. Veamos el siguiente ejemplo para el caso de empresas con las COC exactamente igual:

En 4 empresas diferentes la COC es de 3. Esto es, la tasa media es de 3+3+3+3=12/4=3. En este caso, el promedio de las COC es 3. Por lo tanto, las tasas son las mismas o coinciden. Por lo que no se da la transferencia de valores. En otras palabras, entre estas empresas no existe la transferencia de valores

Cuando las COC no son exactamente iguales, o que sean muy cercanas entre sí, podemos despreciar las transferencias porque son muy pequeñas, como lo hemos mencionado en los diferentes sectores.

En esta tasa tampoco es posible medirla porque se da todavía al nivel de la esencia. La tasa media descendente de ganancia en valor, se comporta más o menos igual que la tasa descendente de ganancia en valor. Las fórmulas de estas tasas las podemos expresar de la siguiente manera:

Tmgv = ((pt/vt) / (ct/vt)) x 100

Donde

T es la tasa
M es la media
G es la ganancia
V es valor

Como vemos es la misma fórmula, nada más que en la primera fórmula refleja el fenómeno económico como estático, mientras que en la segunda refleja el dinamismo del fenómeno económico. Además, hay que observar que esta tasa contiene la suma de los valores de las diferentes empresas. Es decir, la plusvalía de todas las empresas consideradas, el capital variable empleado de las mismas empresas, y a la vez, el capital constante empleados en todas las empresas, dando el valor medio de dichas tasas, para el caso de las pequeñas diferencias en las COCs de dichas empresas. Porque cuando las COCs son exactamente iguales, también la tasa de ganancia es la misma para todas las empresas.

8. La ley de la tasa media de ganancia

Esta ley se deriva de la ley anterior. Ligado a la determinación de los precios de las mercancías y el asunto de la transferencia del valor (o plusvalía) de las empresas menos desarrolladas, de bajo COC, a los más desarrolladas, de alto COC.

Esta tasa de ganancia resulta de promediar las diferentes tasas de ganancia en valor. Aquí se puede promediar por ejemplo 3+5+4=12/3=4, nos damos cuenta rápidamente que, a diferencia de las que tienen igual COCs, que en estas sí hay trasferencia de valor. En COC, la empresa que tiene 5, absorbe valor; la de 4, es igual (no cede nada), y la de 3, cede valor o plusvalía (a las empresas que tienen 4 y 5 en COC).

En tasas de ganancias, por ejemplo, la primera empresa tendría 15%, la segunda de 20% y la tercera tendría 28%. La suma de los tres dividido entre 3 seria: 21%, que sería la tasa media de ganancia.

Considerando que la empresa de 15% es de mayor COC (este absorbe el 6% de ganancia, porque el precio de venta se forma tomando como base la tasa media de ganancia que es del 21%); la de 20%, es medio COC (y sólo absorbe 1%), y del 28% es el más atrasado (este cede 7%, como su precio se forma a partir de la tasa media entonces pierde 7%, esta empresa va rumbo a la quiebra). En esta tasa se refleja el proceso de formación del precio de producción.

Para entender mejor la transferencia de valores y la formación del precio de producción veamos el siguiente ejemplo:

Supongamos las diferentes tasas de ganancia en valor para los siguientes sectores productivos:

  • las micro empresas 30% tasa de ganancia,
  • las pequeñas empresas 25%,
  • las medianas 20%,
  • las grandes 15%,
  • las muy grandes 10% y
  • las grandísimas 5%.

Las grandes empresas tienen una alta COC y las pequeñas tienen una baja COC, esto por la diferencia en los desarrollos tecnológicos utilizados en los procesos de producción. Por lo tanto, la tasa media de ganancia, es la siguiente: 30+25+20+15+10+5= 105/6=17.5%. Este es la tasa media de ganancia. La transferencia se da de las empresas de menor COC a las de mayor COC.

Para diferenciar y observar más claramente las grandes transferencias de valor que se dan de las empresas menos desarrolladas tecnológicamente, con menos COC, a las más desarrolladas, con alto COC, proponemos la siguiente clasificación en cuanto al número de trabajadores:

  • Para las micro empresas: de 1 a 10 trabajadores.
  • Para las pequeñas empresas: de 11 a 50.
  • Para las medianas empresas: de 51 a 250.
  • Para las grandes empresas: de 251 a 1000. Para las muy grandes empresas: de 1001 a 50,000.
  • Para las grandísimas: de 50,001 en adelante.

En conclusión: nos damos cuenta como las empresas más desarrolladas absorben la mayor parte del valor de las empresas menos desarrolladas tecnológicamente.

Para tener más claridad, veamos cómo se da la transferencia de valor en los diferentes sectores productivos, ya que todos venden más o menos a la misma tasa de ganancia (la tasa media de ganancia), la cual es de 17.5%.

Los sectores que ceden valor…

  • las microempresas, ceden el 12.5%
  • las pequeñas empresas ceden 7.5%
  • las medianas empresas ceden 2.5%

Los sectores que absorben valor:

  • las grandes empresas absorben el 2.5%
  • las muy grandes empresas absorben el 7.5%
  • las grandísimas absorben el 12.5%

Fórmula para obtener tasa media de ganancia:

Tmg= (Gm/(c+v)) x 100

Donde:

Tmg = tasa media de ganancia
Gm = ganancia media
C = Capital Constante
V=Capital Variable.

9. Ley de la tasa media descendente de ganancia.

En esta tasa ya se puede calcular considerando la tasa media de ganancia para toda la economía de un país y podemos hacerlo ya tomando como medida el dinero. Es decir, considerando los precios de dichos valores, aunque sin considerar todavía las grandes influencias externas como son la ley de la oferta y la demanda, las tasas de interés, el crédito, etc.

En esta ley es una derivación de la ley anterior, y vamos a ver como la tasa de ganancia decrece en la medida en que aumenta la Composición Orgánica el Capital (COC) a medida que el capitalismo se desarrolla.

Tomemos la gráfica Tasa de ganancia, tasa de explotación y la Composición Orgánica del Capital en Estados Unidos. 1929-2011, del economista José Luis González para ilustrar esta tasa en valor.

TASA DE GANANCIA, TASA DE EXPLOTACIÓN Y COMPOSICIÓN ORGÁNICA DE CAPITAL EN ESTADOS UNIDOS. 1929-201151

GRÁFICA 2. TASA DE GANANCIA, TASA DE EXPLOTACIÓN Y COMPOSICIÓN ORGÁNICA DE CAPITAL EN ESTADOS UNIDOS. 1929-201151

Donde:

g´ es la tasa de ganancia (en la gráfica, la línea intermedia).
Pv´ es la tasa de plusvalía o de explotación (en la gráfica, la línea de arriba).
COC´ es la Composición Orgánica de Capital (en la gráfica, la línea de abajo).

En esta gráfica podemos observar claramente que la gran crisis económica de 1929, es provocado por el aumento de la COC´ (línea de abajo), con lo cual cae la tasa de ganancia de los empresarios (g´), línea intermedia, y con ella, también cae la tasa de explotación (Pv´), línea de arriba, de los años 29 al 34 aproximadamente. Incluso podemos ver que la línea (intermedia) de la tasa de ganancia (g´), se toca y se entrecruzan con la línea de la Composición Orgánica de Capital (COC), entre los años 1931-1934. Esto es:

  1. cuando las empresas aumentan la utilización de las fuerzas productivas en sus procesos de producción llegando a su límite máximo, la cruza, pero,
  2. cuando la dejan de utilizar (como producto de la expansión de los capitales en los países capitalistas subdesarrollados), se revierte, revirtiendo también la tasa de ganancia.

Es el tiempo en que ocurre la recesión económica de 1929, de los países capitalistas desarrollados llegan a su límite máximo en el desarrollo de sus fuerzas productivas, y la rebasan.

Este fenómeno se repetirá 50 años después. La crisis económica estructural de finales de los sesentas, se puede apreciar claramente cuando la Composición Orgánica del Capital (COC) se eleva, generando la caída de la tasa de ganancia y la tasa de explotación. Esto mismo vuelve a suceder en el primer tercio de la década de los setentas, estallando en 1982. En este periodo, con esta crisis económica, marca el fin del desarrollo ascendente del capitalismo mundial y el inició de la etapa del desarrollo descendente del capitalismo, y en él, el término del modelo de sustitución de importaciones y su substitución por el modelo económico neoliberal.

Con la utilización generalizada de la tecnología de punta basada en la computación y la informática en la automatización de los procesos productivos, a la cual le apostaron para su desarrollo económico, y que iniciaron, Japón y Estados Unidos (y después Europa), puede que esté haciendo aumentar, otra vez, la Composición Orgánica del Capital, haciendo caer la tasa de ganancia de los empresarios y la tasa de explotación, como ocurrió en las crisis económicas de 1929 y 1982. Creemos que en los próximos años irremediablemente, el aumento de la COC volverá a hacer caer la tasa de ganancia y la tasa de explotación.

Con esta gráfica, como podrá advertirse, no sólo podemos observar que en los momentos señalados sucede la crisis económica del capitalismo por el aumento de la COC como producto del gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas, sino que también nos muestra, en todos los momentos, a lo largo de toda la tabla, de 1929 al 2009, que los movimientos de la tasa de ganancia y la tasa de explotación están regidos por el movimiento de la Composición Orgánica de Capital. En la gráfica también podemos observar de manera clara también los periodos en que la tasa de plusvalía aumenta con lo que hace aumentar la tasa de ganancia. Aquí se observa cómo funcionan las leyes como sistema.

Esta gráfica nos confirma la hipótesis que habíamos venido sosteniendo desde 1998, de que:

“…la causa más profunda de esta crisis es el elevando aumento de la Composición Orgánica de Capital (C.O.C.) como producto del gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas alcanzado en la actualidad.”52

10. La ley del precio de producción de las mercancías.

Esta ley se deriva de la ley anterior. Para Marx el precio de producción es un promedio de los valores individuales. Y este precio de producción es realmente el valor de las mercancías para Marx. Para nosotros, desde el valor en abstracto es el despliegue del valor social de las mercancías al precio de producción. Que también para nosotros es un promedio de los valores sociales (reales) de las mercancías, siendo la media, alrededor de la cual oscilan los precios de mercado. Para Marx, el precio de producción es el valor real de las mercancías alrededor del cual giran los precios del mercado, pero que, a la larga, el precio de producción o valor de mercado y el precio de mercado se identifican.

Para Marx, en el precio de producción, el trabajo privado o individual, se transforma en trabajo social, el trabajo complejo, se reduce a trabajo simple y el trabajo más productivo es compensado por el trabajo menos productivo, ya que para Marx el trabajo más productivo no solamente vale más, sino que crea más valor. En cambio para nosotros, no hay tal transformación del trabajo individual al social, puesto que para nosotros el trabajo individual es directamente social. No aceptamos la división del trabajo individual y social, tal como lo planteamos más arriba, solamente aceptamos el concepto de trabajo social.

No existe tampoco la reducción del trabajo complejo a trabajo simple (tal como lo mostramos más arriba), porque para nosotros, estos dos trabajos pertenecen a la categoría de trabajo concreto (trabajo calificado y no calificado); tampoco existe la compensación del trabajo menos productivo al trabajo más productivo al trabajo. Aquí para nosotros hay una transferencia de valor, del trabajo menos productivo al trabajo más productivo. Esto, realmente es un robo a través de la formación del precio de producción, porque, para nosotros, el trabajo calificado o más productivo vale más, pero no crea más valor, incluso crea menos valor, porque es un trabajo más intelectualizado, que no se traduce necesariamente en energía física, que es la que genera el valor.

Por lo tanto, para Marx, en el precio de producción no hay transferencia de valor de las empresas de menor COC a las empresas con mayor COC; en cambio para nosotros sí existe esa transferencia y no es más que un robo, por las diferencias de las COCs en los diferentes sectores económicos de la producción.

Actualmente opera con más fuerza el precio de producción, pues los precios están muy alejados del valor. Para comprender mejor esto, veamos los siguientes gráficos:

Los precios están muy alejados del valor

De aquí deriva la razón por la cual la ley del desarrollo desigual (económico) opera cada vez con más fuerza. La fórmula para definir la ley del precio de producción de las mercancías:

Pp=c+v+Gm

Donde:

Pp es Precio de Producción.
c es Capital Constante
v es Capital Variable
Gm es Ganancia media

B. En el precio

En este segundo apartado vamos a ver las leyes que comprenden la esfera del precio de las mercancías (o la esfera del mercado, del intercambio, del cambio, de la circulación), en donde comienza lo empírico, del proceso de transformación del valor en precio, hasta llegar a la ley de desarrollo económico desigual. Con esto completamos el eslabonamiento que iniciamos con la ley del valor

11. La ley de la oferta y la demanda

Esta ley se deriva de la ley anterior. En la superficie de la economía capitalista esta ley se basa en la relación entre el precio de una mercancía (fuerza de trabajo o un producto), y la venta del mismo.

“La circulación de mercancías es el punto de partida del capital. La producción de mercancías, la circulación mercantil y una circulación mercantil desarrollada, el comercio, constituyen los supuestos históricos bajo los cuales surge aquel. De la creación del comercio mundial y el mercado mundial modernos data la biografía del capital.”53

Existido las condiciones sociales de intercambio, los productos se venden porque tienen valor. No es que al llegar al mercado adquieran valor, tal como lo dijimos más arriba.

En este es el que se refleja la desviación de los precios de las mercancías con respecto al valor de las mismas.

12. La ley de la tasa de ganancia en precio.

Esta ley se deriva de la ley anterior. En esta tasa es con la que se encuentra toda empresa al iniciar sus actividades y con las que ya están. Esta tasa ya es una tasa empírica, pues ya se mide todo en dinero y ya existe muy tergiversada (es la más utilizada por los capitalistas). Y en la formación de esta tasa interviene la ley de la oferta y demanda. Y como resultado final se obtiene la ley de la tasa de ganancia en precio. En todas las tasas anteriores no se pueden medir directamente, sino indirectamente. Las que se miden no es la tasa de ganancia en valor, son la tasa de ganancia en precio, ya tergiversadas.

Fórmula para la tasa de ganancia en precio

Tg = (g/(c+v)) x 100

La fórmula anterior todavía se puede especificar más como sigue:

Tg = ((g/v)/((c/v)+1)) x 100

13. Precio de mercado.

Este precio oscila alrededor del precio de producción y en su magnitud final también, depende de la ley de la oferta y la demanda. Este es realmente el precio común con el que nos encontramos en la vida diaria y es el que es afectado también por el crédito, las tasas de interés, el tipo de cambio, la inflación, etc.

La fórmula para el precio de mercado:

Pm=c+v+g

Donde

Pm es Precio de mercado
c es Capital constante
v es capital variable g es ganancia.

14. La ley de la concentración y centralización de la producción y del capital

¿Cómo le hacen los capitalistas para amortiguar la caída de la tasa de ganancia?

Nosotros pensamos que lo hacen, con la concentración y la centralización de la producción y del capital, y el desarrollo económico cada vez más desigual. Con estas dos fuerzas se aumenta cada vez más la masa de ganancia, y las empresas que van a la cabeza del desarrollo tecnológico absorben valor (plusvalía, riqueza) cada vez más de las empresas menos desarrolladas tecnológicamente. Aunque considerando toda la economía de un país, no se evita la caída de la tasa de ganancia, con el desarrollo económico desigual, las empresas más desarrolladas tecnológicamente no solamente logran evitar la caída de su tasa de ganancia, sino que la transforman en tasa ascendente, por lo menos por períodos prolongados. En cambio, para las empresas más atrasadas su tasa de ganancia siempre es descendente, y en algunos períodos es más pronunciada de la normal. Estas son las funciones de estas leyes.

15. La ley de desarrollo económico desigual.

Sobre este tema, existen tres leyes similares, que no son iguales, que hay que diferenciar.

  1. La ley de desarrollo desigual de Trotsky54.
  2. La ley de desarrollo desigual de Lenin
  3. La ley del desarrollo económico desigual que nosotros planteamos.
  1. La ley de desarrollo desigual que propone Trotsky se refiere al desarrollo desigual de los pueblos en la historia. Esta ley no hay que confundirla con la ley del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas (desarrollo tecnológico), tal como lo hace Novack55.
  2. La ley de desarrollo desigual de Lenin, se refiere al desarrollo desigual a partir del capitalismo fundamentalmente.
  3. En tanto, la ley del desarrollo económico desigual que hacemos referencia, empieza a generarse en la etapa imperialista, fundamentalmente.

La caída de la tasa de ganancia en precio, y, en consecuencia, la concentración de la producción y del capital y el desarrollo económico desigual, se encuentran dentro del nivel y la cadena empírica fundamental del capitalismo.

Cuando Lenin aborda sus estudios del imperialismo56 toma como base la concentración de la producción y del capital, que es un efecto de la caída de la tasa de ganancia en precio, causa, del eslabón y cadena del nivel empírico fundamental del capitalismo. Es decir, toma un efecto o causa empírica fundamental fuera del eslabón y cadena del nivel de la causa esencial (Ley del valor) e intermedias (la Ley de la plusvalía, la tasa de plusvalía, Composición Orgánica del Capital, la tasa de ganancia en valor, la tasa media de ganancia), pero que es de la cadena causal correcta.

IV. Perspectiva de desarrollo futuro de la ley del valor

  1. Si se sigue utilizando, la vieja ley del valor y la incompleta, contradictoria y enredada propuesta de transformación del valor al precio de las mercancías de Carlos Marx, en la economía, no nos servirá en la comprensión científica del desarrollo social, y en particular, el capitalismo, y seguiremos perdidos y poco podremos avanzar hacia la siguiente etapa de desarrollo social.
  2. Pero si, utilizamos la nueva ley del valor y la nueva propuesta de transformación del valor al precio en la economía visto como ciencia, con el enfoque alternativo a la teoría económica de Marx y el método filosófico que nosotros proponemos, revolucionará nuestra manera de ver y conocer, ayudará a los científicos sociales a resolver y superar, teórica y prácticamente, la crisis económica del capitalismo contemporáneo, y a transitar a la siguiente etapa de desarrollo social. De igual forma, a los activistas les ayudará a ser más efectivos en las luchas que emprendan en los movimientos sociales y político.

V. Conclusiones

  1. Marx ve la ley del valor, mas en el sentido estadístico. Para nosotros el valor es esencial, es una cualidad, lo absoluto, lo universal o lo general, la causa primera de la economía, objetivo, pero por lo mismo, es teórico. En tanto que el precio es el fenómeno, lo cuantitativo, lo relativo, lo particular, el efecto, lo secundario, lo subjetivo, pero por lo mismo, empírico.
  2. Como el valor se encuentra en la esencia, hacemos uso de la abstracción, de la intuición intelectual y de saltos irracionales para acceder a ella. En esta tarea poco pueden hacer la lógica y los métodos empíricos.
  3. Marx dejó inacabado la propuesta de transformación del valor al precio de las mercancías como producto de su enfoque filosófico, con nuestro enfoque filosófico, la completamos sin contradicciones. Esto son: 1. La ley del valor; 2. La ley de la plusvalía; 3. La ley de la tasa de plusvalía (o tasa de explotación); 4. La ley de la composición orgánica de capital (COC); 5. La ley de la tasa de ganancia en valor; 6. La ley de la tasa descendente de ganancia en valor; 7. La ley de la tasa media de ganancia en valor; 8. La ley de la tasa media de ganancia; 9. La ley de la tasa media descendente de ganancia; 10. La ley del precio de producción de las mercancías; 11. La ley de la oferta y la demanda; 12. La ley de la tasa de ganancia en precio; 13. La ley del precio de mercado; 14. La ley de la concentración y centralización de la producción y del capital, y 15. La ley de desarrollo económico desigual.
  4. Aun cuando Marx planteó correctamente que el trabajo abstracto es el creador del valor de las mercancías, al desarrollar su teoría identifica al trabajo abstracto con el trabajo concreto, y como consecuencia, identifica también el valor con el precio. Marx planteó que es el trabajo abstracto el que crea dicho valor, pero luego dice que éste trabajo es una especie de trabajo social medio. Con esto no puede establecer la transformación del valor al precio de las mercancías.
  5. En la investigación científica, no basta con descubrir la esencia de los fenómenos, pues entre la esencia y lo externo, o fenoménico, existen eslabones intermedios, en los cuales el investigador puede perderse. Esto es lo que de alguna manera le pasó a Marx en su teoría del valor de las mercancías.
  6. Hemos comprobado que la solución al problema de valor y su relación con el precio de las mercancías se encuentra en lo filosófico, en lo general, no propiamente en la economía, como ciencia particular. Pero al resolverse en lo general, se resuelve en lo particular.
  7. La economía, la concebimos como ciencia, como una estructura de leyes económicas jerarquizados, de lo más universal a lo más particular.
  8. El enfoque racional y determinista, no puramente subjetiva como lo hacen los subjetivistas, voluntaristas, o prácticos, que proponemos y presentamos en este trabajo, representa una revolución teórica en la actual etapa histórica, que resuelve el problema de la identidad entre el valor y el precio de las mercancías.
  9. Marx particulariza su teoría del valor a la formación económica social del capitalismo. En nuestra propuesta de la nueva ley del valor, es una ley universal de la economía política, pues ha regido tanto las formaciones económicas sociales históricas como en la actual formación económica social capitalista, y la futura: el comunismo. La ley del valor al ser lo esencial o universal, aparece de una manera particular en la comuna primitiva, de otra manera en el esclavismo, de otra en el feudalismo y en el capitalismo. Lógicamente, en el comunismo, tendrá otra forma.
  10. Si nosotros planteamos que la ley del valor es la ley más universal de la economía política, entonces el trabajo que crea las mercancías no es un trabajo social medio o promedio, tal como lo planteaba Marx,
    sino el trabajo abstracto (individual) contenido en cada una de las mercancías.
  11. Si la ley del valor es la ley más universal de la economía, entonces la ley del valor es determinista, porque como tal, es lo absoluto de la economía, en tanto que el precio de las mercancías es lo relativo.
  12. La ley del valor es verdadera, pues el trabajo abstracto humano indiferenciado es el creador del valor de las mercancías, es la que ha provocado las grandes expansiones económicas, las crisis económicas, las globalizaciones económicas y es la que está destruyendo al capitalismo, no al revés.
  13. Marx hace una diferencia entre valor individual y valor social, y que es el valor social el verdadero creador del valor. Nosotros pensamos que el valor de las mercancías lo crea el trabajo abstracto, pero que este trabajo que crea el valor de la mercancía no es un trabajo social medio, sino el trabajo abstracto individual que contiene cada mercancía. Esto, porque el trabajo abstracto es absolutamente homogéneo e indiferenciado. Esta división del valor en valor individual y en valor social, que hace Marx, no la aceptamos. ¿Por qué no lo aceptamos? La premisa de Marx es que el trabajo individual entra como trabajo individual y se certifica como social en el intercambio. Nosotros en cambio, planteamos que el trabajo abstracto individual es directamente social. No necesita certificarse como social. Por eso no admitimos la división de
    trabajo social y trabajo individual para fundamentar la teoría del valor. Porque lo general determina lo particular y lo singular y no a la inversa, por lo tanto, los trabajos individuales no son más que expresiones sociales de determinados contextos sociales.
  14. El precio de las mercancías es el que sí es resultado de las condiciones medias y del trabajo social medio, pero no el valor. Por esto afirmamos que Marx identificó el trabajo abstracto con el trabajo concreto y el
    valor con el precio.
  15. Tampoco estamos de acuerdo con el postulado de Marx, el cual afirma que una unidad de tiempo de trabajo abstracto de una empresa más productiva equivale a varias unidades de tiempo de trabajo
    abstracto de otra empresa menos productiva, por esta razón, tampoco aceptamos la existencia de la plusvalía relativa.
  16. El trabajo más productivo, en el caso de las empresas capitalistas más desarrolladas con alto COC, no crea más valor que el trabajo menos productivo, como lo planteo Marx y como lo siguen planteando todas las teorías burguesas. Crea más valores de uso, y pero menos valor. En el caso de las empresas capitalistas menos desarrolladas, con bajo COC, crea menos valores de uso, pero con más valor.
  17. En la formación del valor, Marx no acepta la transferencia de valor de las empresas menos productivas a las más productivas, pero en la formación del precio de producción si la acepta. Aunque luego introduce los conceptos de valor de mercado y de precio de mercado, e incluso llega a identificar el valor de mercado con el precio de producción. Esto, por haber tomado Marx el postulado de que el trabajo que crea el valor, es el trabajo social medio. Nosotros planteamos que las empresas capitalistas más desarrolladas con alto COC son los que absorben plusvalía de las empresas capitalistas menos desarrolladas con bajo COC, a través del precio de monopolio y de la tasa media de ganancia. Por eso, las grandes empresas capitalistas con alto COC aparecen como que generan más plusvalor o valor, cuando son los que menos producen valor, que las empresas capitalistas con bajo COC, pero a través del precio de monopolio y de la tasa media de ganancia se vuelven más ricos.
  18. La inexistencia de la plusvalía relativa fortalece la teoría de la tasa descendente de ganancia de Marx. Y que las principales fuerzas que contrarrestan esta caída son la concentración y la centralización de la producción y del capital, y el desarrollo económico cada vez más desigual.
  19. Nos fundamentamos en el carácter racionalista objetivo y determinista del materialismo dialéctico e histórico y en el método de ascenso de lo abstracto a lo concreto en el análisis del valor y el precio de las mercancías, a fin de acceder al conocimiento de la ley del valor y del trabajo abstracto como creador del valor de las mercancías, de la divergencia de los precios con respecto al valor y como se da el proceso de transformación del valor en precio, sin lo cual poco podríamos haber hecho en este conocimiento.
  20. Para nosotros el desarrollo de las fuerzas productivas no modifica el trabajo abstracto, porque para nosotros es absolutamente constante, es decir, no es variable. No es variable, porque se identifica con las unidades de energía física, por lo mismo, es homogénea, indeterminado, incondicionado, absoluto. Para nosotros el trabajo abstracto, reducido a unidades de energía física, no es un concepto histórico, tal como lo Marx lo planteo, sino lógico, porque es un concepto invariable, en cuanto a su esencia y es histórico solamente por su particularización. Nosotros encontramos en este postulado el principio absolutamente constante, principio universal que buscaron Keynes, Marx, Smith, Ricardo, Mill, etc. Y lo más importante en una ciencia es encontrar esos principios universales y constantes.

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  77. Marx, Karl. Escritos sobre materialismo histórico. Tr. Cesar Ruiz Sanjuan. Alianza editorial. El libro de bolsillo. España. 2012. Marx, Karl/F. Engels. Escritos sobre Rusia. II. El porvenir de la comuna rusa. Cuadernos de pasado y presente. 90. siglo XXI Editores, México, 1980.
  78. Marx, Carlos. Tesis sobre Feuerbach. En: Carlos Marx y F. Engels. La Ideología alemana. Tr. Wenceslao Roces. Ediciones de Cultura Popular. México, 1979.
  79. Marx, Carlos/Federico Engels. Epistolario. Ed. Grijalbo. México, 1971. Colección 70.
  80. Marx, Carlos. Carta de Carlos Marx a F. Engels, 8 de enero de 1868.
  81. Moszkowska, Natalie. El sistema de Marx. Un aporte para su construcción. Cuadernos del Pasado y Presente. 77 México. 1979.
  82. Marx/Engels/Lenin. Antología del materialismo dialéctico. Ediciones de Cultura Popular. México. 1975.
  83. Marx/Engels/Lenin. Antología del materialismo histórico. 2ª. ed. Ediciones de Cultura Popular. México. 1975.
  84. Marx, Carlos/F. Engels. “El capital” visto por su autor. Ed. Grijalbo. México, 1970.Colección 70.
  85. Mandel, Ernest. Introducción a la teoría económica de Marx. tr. Daniel Wagner. Serie Popular Era. México, 1976.
  86. Marx, Carlos. Critica de la Filosofía del estado de Hegel. tr. Antonio Encinas P. Ed. Grijalbo. México. 1970.
  87. Marx, Carlos/F. Engels. La ideología alemana. Ediciones de Cultura popular. Tr. Wenceslao Roces. México. 1979.
  88. Marx, Carlos/F. Engels. Tesis sobre Feuerbach y otros escritos. Ed. Grijalbo. México. 1970.
  89. Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía. t. 1. Tr. Floreal Mazia. Ed. Cartago. Buenos Aires, 1974.
  90. Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía. t. 2. Tr. Floreal Mazia. Ed. Cartago. Buenos Aires, 1975.
  91. Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía. t. 3. Tr. Floreal Mazia. Ed. Cartago. Buenos Aires, 1975.
  92. Marx, Carlos/F. Engels. Cartas sobre “El capital”. Editora Política. La Habana, 1983.
  93. Marx, Carlos. Carta a V. I. Zasúlich. 16 de febrero de 1881.
  94. Montenegro, Walter. Introducción a las doctrinas político – económicas. 3ª ed., FCE, México, 1986.
  95. Nikitin, P. Las teorías del valor. Critica marxista. Tr. Américo Saldívar. Ediciones de Cultura popular. México.
  96. Novack, George. La ley del desarrollo desigual y combinado de la sociedad. http://www.eumed.net/libros-gratis/2010b/697/ley%20del%20desarrollo%20desigual%20y%20combinado%20de%20la%20sociedad.htm
  97. Pierangelo, Garegnani y otros. Debate sobre la teoría marxista del valor. tr. Alfonso Garcia Ruiz/Aldo
  98. Arturo Barzoni. Cuadernos del pasado y presente 82. México. 1979.
  99. Plascencia, Adelaida (Comp.). Metodología de la investigación histórica. Ediciones Quinto Sol. México [S/F].
  100. Plejanov, Jorge. Materialismo militante. Ed. Grijalbo. México, 1967. Colección 70.
  101. Plejanov, G. El papel del individuo en la historia/La concepción materialista de la Historia. Ediciones Palomar. México, 1962.
  102. Plejanov, Yuri. Cuestiones fundamentales de marxismo. Del materialismo de Feuerbach al materialismo de Marx. 2ª. ed., Premia editora. La red de Jonas. México. 1978.
  103. Ricardo, David. Principios de economía política. tr. Juan Broc B, Nelly Wolf, Julio Estrada. FCE. México, 2014.
  104. Rosental M. Qué es el método materialista dialéctico. Ediciones Quinto Sol. México. [S/F].
  105. Rosental M. Qué es la teoría marxista del conocimiento. Ediciones Quinto Sol. México. [S/F].
  106. Rosdolsky, Roman. Génesis y estructura de El Capital de Marx (Estudios sobre los Grundrisse). Tr. León Mames. 7ª. ed., Siglo XXI Editores. México. 2004.
  107. Reichenbach, Hans. La filosofía Científica. tr. Horacio Flores Sánchez, 2ª ed., FCE, México, 1967.
  108. Salama, Pierre. Sobre el valor. Elementos para una crítica. Serie popular Era/57. México. 1978.
  109. Salama, Pierre /Jacques Valier. Una introducción a la economía política. Ediciones Era. México. 1991.
  110. Sidorov, M.M. Que es el materialismo histórico. Tr. Augusto Vidal Roget. Ediciones Quinto Sol. México. [S/F].
  111. Selman, Howard. Qué es la filosofía. Ediciones Quinto Sol. México. [S/F].
  112. Smith, Adam. La riqueza de las naciones. 7ª ed., Publicaciones Cruz O. México, 2002.
  113. T. Arjiptsev, F. La materia como categoría filosófica. Tr. Adolfo Sánchez Vásquez. 2ª. ed., Ed. Grijalbo. México. 1966.
  114. T. Iovchuk, M T. I. Oizerman E I. Y. Schipanov. Historia de la filosofía. T. I. Historia de la Filosofía Premarxista. Trad. ARNALDO AZZATI. 2ª., ed., Ed. Progreso. Moscú. 1980.
  115. V. Skvortsov, L. El tiempo y la necesidad en la historia. Tr. felix de la Uz. Ed. Nuestro tiempo. México. 1981.
  116. Vygodsky, V. Teoría económica marxista. Surgimiento y evolución. Tr. Jane Sayer. Ed. Nuestro tiempo. éxico. 1983.
  117. V. Konstantinov, F. El materialismo histórico. tr. Wenceslao Roces y Adolfo Sánchez Vásquez. Ed. Grijalbo. México. 1963.
  118. Yajot, O/A. Spirkin.  Curso  de  filosofía  marxista.  Materialismo  dialéctico  y  materialismo  histórico. Ediciones Quinto sol. México. [S.F.]

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NOTAS

1 Carta de Marx a Engels. 2 de agosto de 1862. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1862/agosto/02.htm
2 Pascual, Rodrigo F. Dos sentidos de la crisis del trabajo abstracto. Entrevista a John Holloway. Revista Herramienta Nº 34. Mar del Plata,   14   de   octubre   de   2006. http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-34/dos-sentidos-de-la-crisis-del-trabajoabstracto-entrevista-john-holloway
3  Intervención  de  Sergio  Quiroz  Miranda,  presidente  del  Comité  Nacional  Preparatorio  del  VI  Encuentro  Internacional  del Pensamiento Crítico Volver a Marx. Ciudad de México 7 de mayo de 2016
4  Camilo  Valqui  Cachi.  Vigencia  de  Carlos  Marx  en  el  siglo  XXI.  Trabajo  presentado  en  el  VI  Encuentro  Internacional  del Pensamiento Crítico Volver a Marx, realizado en la Ciudad de México del 7 al 8 de mayo de 2016.
5 P. 29-30 Raúl Gutiérrez Sáenz. Historia de las Doctrinas filosóficas. 9ª., ed., Ed. Esfinge. México. 1978.
6 P. 349. M. T. Iovchuk, T. I. Oizerman E I. Y. Schipanov. Historia de la filosofía. T. I. Historia de la Filosofía Premarxista. Trad. ARNALDO AZZATI. 2ª., ed., Ed. Progreso. Moscú. 1980.
7 P. 27. Aristóteles. Metafísica/ Etica. Tr. Alberto Márquez Sánchez. EDIMAT Libros. España. 2001.
8 P. 289 p. 3
9 Descartes. Discurso del Método. En: Descartes, Discurso del Método, Meditaciones metafísicas, Reglas para la dirección del espíritu, Principios de la filosofía. 23 ed., Ed. Porrúa. México. 2012
10 p. 215. G.W.F. Hegel. Ciencia de la lógica. V. I. La lógica objetiva. Tr. Felix Duque. ABADA Editores/UAN Ediciones. Madrid. 2011.
11 p. 579. G.W.F. Hegel. Ciencia de la Lógica. II. Tr. Augusta y Rodolfo Mondolfo. Biblioteca Hachete de Filosofía. Buenos Aires.
12 P. 530. Ibid.
13 p. 39. Descartes. Discurso del Método. En: Descartes, Discurso del Método, Meditaciones metafísicas, Reglas para la dirección del espíritu, Principios de la filosofía. 23 ed., Ed. Porrúa. México. 2012.
14 p. 45.
15 p. 579. G.W.F. Hegel. Ciencia de la Lógica. II. Tr. Augusta y Rodolfo Mondolfo. Biblioteca Hachete de Filosofía. Buenos Aires.
16 P. 529. Ibid.
17 P. 542. Ibid.
18 P. 566. Ibid.
19 P. 51. Karl Marx. El capital. T.I. V.I.
20 P. 52. Karl Marx. El capital. T.I. V.I.
21 p. 43. ibid.
22 p. 6. ibid.
23 p. 24. ibid.
24 P. 24. Ibid.
25 p. 47. ibid.
26 p. 45. ibid.
27 P. 51 Karl Marx, El Capital T.I. V. I. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
28 Gustavo Espinoza M, Presidente de la Asociación Amigos de Mariategui. Karl Marx, teoría y acción. http://socialismo- solucion.blogspot.mx/2012/05/karl-marx-teoria-y-accion.html
29 P. 51 Karl Marx, El Capital T.I. V. I.
30 Carta de Carlos Marx a F. Engels, 8 de enero de 1868. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1868/enero/08.htm
31 P.46-47. Ibid.
32 P. 57 Ibid.
33 P. 54. Ibid.
34 P. 51 Ibid.
35 p. 54. Ibid.
36 El julio (en inglés y también en español: joule, pronunciado /ˈdʒuːl/) es la unidad derivada del Sistema Internacional utilizada para medir energía, trabajo y calor. Como unidad de trabajo, el julio se define como la cantidad de trabajo realizado por una fuerza constante de un newton durante un metro de longitud en la misma dirección de la fuerza.
37 Pág. 48. Karl Marx, El Capital T.I. V. I. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
38 Pág. 48. Ibid.
39 pág. 38. Karl Marx, El Capital, T.I. V. I. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
40 Pág. 54. Ibid.
41 pág. 386-387. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 2. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
42 pág. 304. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 6. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
43 P. 261. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 1. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
44 pág. 307. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 6. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
45 P. 260. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 1. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
46 P. 262. Ibid.
47 El capital va de los sectores de baja composición orgánica hacia aquellas de composición orgánica más elevada.
48 P. 137. Pierre Salama. Sobre el valor. Elementos para la crítica. Ed. ERA, México, 1978, serie popular ERA 57
49 P. 759-760. Karl Marx. El Capital, T.I. V. 3. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
50 P. 49 Karl Marx. El Capital, T.3. V. 6. tr. Pedro Scaron, 25ª Edición en español, Ed. Siglo XXI, 2003. Biblioteca del pensamiento socialista. Serie Los clásicos.
51 J. Luis González G. Colapso en Estados Unidos: El Derrumbe Neoliberal. 17/01/13 Guadalajara, Jalisco.
52 P. 11. Rutilo Francisco Vásquez. La crisis económica actual del capitalismo internacional. Ed. El hombre y la ciencia. Guadalajara. Jalisco, México. 1998.
53 p. 179. Carlos Marx. El Capital. T. I. V. 2. Siglo XXI.
54 Leon Trotsky. Historia de la revolución rusa. Trad. Andres Nin. Ed. Desvan de Hanta. España. 2017.
55 George Novack. La ley del desarrollo desigual y combinado de la sociedad. Editorial Pluma, Bogotá, 1974
56 V.I. Lenin. El imperialismo, Fase Superior del capitalismo. En: V. I. Lenin. Obras escogidas en tres tomos. T.I. Ed. progreso, Moscú, 1961.

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Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida, mediante ningún sistema o método electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento de información) sin consentimiento por escrito de los autores.

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Primera Edición: 26 de febrero de 2020.

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Silverio Evangelista Monico. "La nueva ley del valor y la transformación del valor al precio". gestiopolis. febrero 29, 2020. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-nueva-ley-del-valor-y-la-transformacion-del-valor-al-precio/.
Silverio Evangelista Monico. La nueva ley del valor y la transformación del valor al precio [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-nueva-ley-del-valor-y-la-transformacion-del-valor-al-precio/> [Citado el ].
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