A partir de una investigación sobre la gestión del conocimiento en las empresas que se desenvuelven en las TIC, se hace una reflexión sobre el proceso de la gestión, los aspectos necesarios para su aprovechamiento en las empresas y la necesidad de realizar mediciones en las diferentes fases del proceso, y su indispensable necesidad de integrarla con el BSC.
Gestión del conocimiento y los indicadores de gestión
Como lo señalan Marulanda, López Trujillo, 2012, una característica importante de la sociedad actual es la gestión de las personas, la flexibilidad y libertad máxima; esto apoyado en el uso intensivo de las tecnologías de la información y de comunicaciones, TIC, con servicios orientados a los clientes, mercadotecnia y la innovación.
Los autores de ésta investigación, identifican que el proceso de gestión del conocimiento, está compuesto por las fases de: Identificar, Generar, Retener, Compartir y Aplicar , y en este marco es importante determinar las características e intensidad de la actuación del talento humano, en cada una de las empresas.
La época actual, para algunos conocida como la sociedad del conocimiento, está ligada a la economía del conocimiento, en el sentido de poder identificar cuál es el papel del conocimiento en la generación de valor agregado, lo cual concuerda con la posición, de otros autores que indican que la gestión del conocimiento, tienen como aporte fundamental en las empresas, la creación de riqueza. El conocimiento, hoy por hoy, se toma como un factor de producción clave, y en las diferentes eras o revoluciones el conocimiento ha sido importante en la era de la Producción, luego la de la Productividad y en tercer lugar Revolución de la gestión. Al respecto el premio Nobel de economía Gary Becker, desde 1984, le da sustento al concepto de “capital humano” .
Algunos de los elementos que han aportado a ésta visión económica, que no economicista, del conocimiento son:
– El Uso del conocimiento en diversos sectores y actividades, propiciando la tasa de crecimiento de la tecnología.
– La globalización de la tecnología
– Y la valoración del conocimiento especializado, las habilidades y las competencias, como factor de éxito de las organizaciones.
En este marco, tal como lo afirman los autores de la investigación Valoración de procesos para la gestión de conocimiento en empresas del clúster del TI del eje cafetero 2012, las empresas deben fortalecer las ventajas competitivas, sostenibles y sustentables, lo cual se hace, entre otras cosas, por clústeres o redes de valor, generando innovación en las TIC o adoptando el mejoramiento continuo.
Para gestionar el conocimiento, es necesario adoptar medidas y herramientas adecuadas a nivel de políticas, planes, programas, estrategias y desarrollo, los cuales deben ser cuantificables y verificables con indicadores adecuados; entre otros aspectos los siguientes:
– La formación del capital humano en áreas clave como la gestión documental, innovación, aprendizaje, diseño y uso de herramientas en la web 2.0
– Incorporar el Cuadro de Mando Integral, CMI, círculos de conocimiento, lecciones aprendidas , minería de datos, vigilancia tecnológica
– Implementar la Investigación, Desarrollo y la Innovación, I+D+i, Implementar el coaching o el mentoring, como la Universidad Corporativa. El gusto por aprender a aprender; crear nuevo conocimiento.
En este mismo contexto de la gestión el conocimiento, se trae a colación el planteamiento del Dr. Daniel Goleman, denomina Inteligencia emocional , entendida aquí como la capacidad para comprender e interrelacionarse con los demás. Esta capacidad permitirá que los empleados logren sincronizar los objetivos de la organización, con los individuales. Con ello se facilita el trabajo en equipo, y a la vez potencia la unidad de objetivos de conjunto. El clima emocional de una empresa, depende entre un 50% y un 70% del líder , lo cual impacta directamente el flujo adecuado del conocimiento en la empresa.
Algunas investigaciones, muestran que la gestión del conocimiento se relaciona de manera significativa, con la disminución de costos, creatividad e innovación de productos, el mejoramiento organizacional, el aumento de su rendimiento y los ingresos por ventas. Y para verificar sus beneficios, deben implementarse sistemas de medición. Para esto, el Balanced Score Card, es una herramienta que ayuda a integrar la perspectiva del conocimiento, de manera estratégica.
En el país, las TIC han cobrado gran importancia, por el nivel de empleo, el nivel de penetración en la población, y la disponibilidad de infraestructura. Sin embargo, la industria de software en Colombia no encuentra su norte, según se cita a De Valencia 2010. En Colombia se identifican algunos clúster de TI, Bogotá, Antioquia y el del triángulo del café, cuyo potencial es importante en el marco de esta economía globalizada.
Un clúster, permite beneficiar el trabajo colaborativo, y potenciar la gestión del conocimiento, evolucionando como red de valor. Este aporte debe estar soportado en la robustez de los eslabones empresariales.
Señala la investigación que se utilizaron herramientas comunes, como la encuestas, pero además herramientas de valoración del capital intelectual, tales como Balanced Score Card, Skandia´s IC Navigator, Intellectual Capital Service´s IC-Index, The Tecnology Broker´s IC Audit y Sveiby´s The Intangible Asset Monitor (IAM). Tales herramientas precisan elementos claves de la gestión del conocimiento en sus diferentes fases de gestión.
Por tanto, ya no se trata simplemente de una función de apoyo referida anteriormente como relaciones industriales, o administración del recurso o talento humano, ahora se trata de la “gestión del conocimiento”, lo cual significa adaptar nuevas herramientas, nuevos paradigmas, nuevas teorías. La gestión del conocimiento, requiere de unas condiciones mínimas en la organización, tales como la cultura basada en la confianza, el respeto, la profesionalidad; el buen clima laboral y el apoyo de los sistemas de información de punta, entre otros elementos.
Como se observa en la investigación referida, los elementos que propician la gestión del conocimiento en las empresas, son: Los Rasgos organizacionales, Procesos de gestión del conocimiento y Buenas prácticas. Y en este ambiente, como aspecto sobresaliente, la gestión del conocimiento mejora la competitividad de manera efectiva de las empresas.
En este contexto, se observa que la innovación, es una cultura que genera prosperidad y bienestar, para implementarla se hace necesario realizar las mediciones pertinentes e integrarla con la estrategia corporativa, para lo que se recomienda el uso del BSC.
Bibliografía
– Valoración de procesos para la gestión de conocimiento en empresas del clúster del TI del eje cafetero.; Marulanda E. Carlos Eduardo, Lopez Trujillo Marcelo y Lopez Trujillo Fernando. En Revista EAN No. 72 Innovación y Nuevas Tecnologías. Bogotá D.C. 2012.
– Libros Resumidos. “La Quinta Disciplina” de Peter Senge – Primer parte. En
– “La quinta disciplina”, Peter Senge, En
– Gestión del Conocimiento, cómo las empresas se pueden beneficiar de la sociedad del conocimiento.
Notas al pie:
1. Valoración de procesos para la gestión de conocimiento en empresas del clúster del TI del eje cafetero.; Marulanda E. Carlos Eduardo, Lopez Trujillo Marcelo y Lopez Trujillo Fernando. En Revista EAN No. 72 Innovación y Nuevas Tecnologías. Bogotá D.C. 2012.
2. Ibidem.
3. Gestión del conocimiento, ¿cómo las empresas se pueden beneficiar de la gestión del conocimiento?.
4. Según Becker, capital humano es “la acumulación de inversiones anteriores en educación, formación en el trabajo, salud y otros factores que permiten aumentar la productividad”.
5. Los autores de la investigación “Valoración de procesos para la gestión de conocimiento en empresas del clúster del TI del eje cafetero” 2012, indican que de alguna manera la empresa debe convertirse en un centro de formación y del conocimiento.
6. La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. En: https://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_emocional.
7. “Managerial Style as a Behavioral Predictor of organizational Climate”. McBer & Company, Boston, 1996.
8. Ibidem.