Las funciones de los recursos humanos en los procesos de dirección son de gran importancia pues son ellos los encargados de, mediante procesos de interrelación y cooperación, mejorar la productividad de una determinada entidad organizativa, en el caso de las entidades educacionales esta productividad estará dada por el perfeccionamiento del aprendizaje escolar, lo que repercute en la posibilidad de fomentar el desarrollo ulterior de cualquier área económica y/o productiva de la sociedad.
En el caso de los recursos humanos que toman parte en la formación de los profesionales de la educación que conducirán en el futuro los procesos pedagógicos en las escuelas es de gran importancia que quienes los dirigen sea el personal más idóneo, que posea la mejor preparación en dirección, psicopedagógica y técnico metodológica, garantizando así los mejores resultados de los profesionales bajo su mando en la conducción de los procesos formativos de los futuros docentes.
Es necesario que todo proceso humano tenga la guía ya sea de un líder natural o designado dentro de una estructura organizacional dada, que conduzca los procesos que tienen lugar en una determinada entidad con el fin de hacer más productiva cualquier acción que en ella se realice.
Dado que la mayor fortaleza con que cuenta la nación cubana es el talento, la inteligencia, la calidad humana y las cualidades patrióticas de sus hombres y mujeres, la formación y desarrollo de los que tienen la función de dirigir los recursos humanos hacia el logro de objetivos políticos, sociales y económicos, constituye una tarea de importancia vital. Nuestro país tiene necesidad de que sus cuadros y reservas estudien tenaz y sistemáticamente, para que dominen los más modernos instrumentos de dirección y la utilización eficiente de las tecnologías, aplicándolas creadoramente, en correspondencia con los intereses de la nación.
Los cuadros tienen la responsabilidad de desarrollar el liderazgo político de forma tal que con su palabra y acción estén a la vanguardia de sus colectivos, contribuyendo con su superación permanente a la reflexión, análisis y valoración de los principales acontecimientos político-ideológicos, sociales y económicos de Cuba y del mundo. Luchar permanentemente por alcanzar los más altos niveles de excelencia.
Para lograr esa idoneidad y mantenerla de forma permanente resulta esencial su capacitación continua.
Esta debe ser concebida como un proceso integral, sistemático y continuo de formación y desarrollo de los cuadros y sus reservas, en correspondencia con los objetivos estratégicos de cada organismo o territorio y formar parte de la gestión integral de los recursos humanos. Los propósitos que se persiguen en esta dirección deben plasmarse en una estrategia proyectada a corto y mediano plazo y concretarse en planes de acción específicos, conciliados hasta la base.
En la búsqueda del logro de esos propósitos en nuestro país La Estrategia Nacional de Preparación y Superación de los Cuadros del Estado y del Gobierno (2006) constituye la base para que cada Organismo de la Administración Central del Estado, Consejo de Administración Provincial, los Municipales y otras entidades, elaboren sus estrategias ramales y territoriales, así como sus planes y programas de acción anuales.
En correspondencia con el papel esencial que se concede al desarrollo del liderazgo político en el marco de esta Estrategia Nacional se destaca como un elemento fundamental de la formación de los recursos humanos para la dirección la preparación político-ideológica, en función de la cual se ha establecido la Estrategia Maestra Principal a través de la cual se brindan las bases, argumentos y los fundamentos político-ideológicos de la Revolución y al fortalecimiento de las convicciones revolucionarias de cuadros y reservas, en correspondencia con las orientaciones del Partido.
De acuerdo con los fundamentos ideológicos y políticos que sustentan el actual sistema económico-social del país la formación del liderazgo surge del propio desarrollo de las masas. Esta concepción está presente en la formación de los recursos humanos para la dirección educacional y se expresa en el establecimiento de vías para lograr que los cuadros educacionales se formen y desarrollen a partir de la propia cantera de profesionales del sector, en un proceso continuo de detección y selección de los profesionales más capaces como reservas de cuadros en una primera etapa de formación del directivo y su consolidación y desarrollo permanente como cuadro al asumir el ejercicio pleno de sus funciones de dirección una vez culminada su fase preliminar de preparación.
Ese proceso ha alcanzado en los últimos años en el sector educacional una mayor concreción en el movimiento de la Reserva Especial Pedagógica, que prevé la detección temprana de aquellos futuros profesionales con potencialidad de liderazgo expresada ya en su etapa de formación inicial en los Institutos Superiores Pedagógicos y su seguimiento, formación y capacitación continua, a partir de ese momento, como pre-reserva, pasando por la condición de reserva al incorporarse a la actividad profesional-laboral y llegando a la promoción como cuadro de dirección a aquellos que transiten exitosamente todo el proceso.
Si bien esta no constituye la única vía de formación de los recursos humanos de dirección educacional, si constituye una vía estratégica y sistémica para lograr ese objetivo.
Estos complejos procesos de formación continua y desarrollo de los recursos humanos encargados de conducir la educación en Cuba tienen lugar en el marco del desarrollo del Sistema de Trabajo con los Cuadros del MINED, son los subsistemas que componen este sistema los encargados en su conjunto de la formación final de los conocimientos, hábitos y habilidades que requiere el cuadro para su gestión, no se debe olvidar que un elemento importante a desarrollar por estos subsistemas son los que componen la esfera axiológica, tan necesaria y analizada por los organismos centrales del estado y el gobierno en Cuba.
Resulta evidente la naturaleza pedagógica de estos procesos, por lo que cualquier estudio que aborde la formación de los recursos humanos en el Sistema de Trabajo con los Cuadros en el Ministerio de Educación requiere del análisis de sus subsistemas desde una óptica pedagógica para lograr la mejor comprensión de dichos procesos y profundizar en aquellos elementos que favorecen el desarrollo integral de los cuadros y de los recursos humanos que han sido seleccionados para en un futuro ocupar esos cargos de dirección y denominados en la Estrategia Nacional del Trabajo con los Cuadros del Estado como: reservas de cuadros.
Con este objetivo se exponen las siguientes consideraciones en relación con algunos de los subsistemas que componen el Sistema de Trabajo con los Cuadros ya explicados en el epígrafe anterior:
• En el Subsistema de Selección, que tiene por finalidad la detección y selección de aquellos profesionales en los que se manifiestan potencialidades para integrar la reserva de cuadros, requiere la instrumentación de los procedimientos del diagnóstico pedagógico a partir del principio de educabilidad de todos los individuos, y de la determinación de su nivel de desarrollo potencial sobre la base del enfoque psicológico de la zona de desarrollo próximo y su consecuencia pedagógica.
• En el Subsistema de Formación a partir de las directrices trazadas que precisan las principales dimensiones que debe atender dicho proceso formativo, se requiere de una proyección pedagógica de la capacitación que conjugue el nivel de desarrollo de las reservas y cuadros, las exigencias y propósitos formativos atendiendo a las condiciones concretas en que se desarrolla sobre la base de la aplicación consecuente de las principales leyes, principios y categorías pedagógicas y didácticas.
• En el Subsistema de Evaluación se atiende a diversos rubros que la evaluación integral del cuadro requiere; algunos de ellos exigen el tratamiento de la evaluación con carácter pedagógico, pues se corresponden con resultados del proceso formativo del cuadro a través de los cuales debe expresarse el nivel de desarrollo alcanzado en la etapa; en aspectos vinculados a su profesionalización dentro de la actividad de dirección y a la consolidación de valores que fortalecen sus cualidades personales en su condición de líder educacional. Es un subsistema para el cual son válidas las exigencias de la evaluación sistemática y sumativa características de los procesos pedagógicos.
• En el Subsistema de Atención y Estimulación se refuerzan las motivaciones extrínsecas que desarrollan los intereses de los cuadros e impulsan sus acciones en la ejecución de sus funciones directivas y en su propio desarrollo personal, profesional y directivo. Debe tomarse en consideración los mecanismos psicológicos que subyacen en los procesos pedagógicos que tienen lugar en el proceso de formación y desarrollo de dichos cuadros como recursos humanos.
• Finalmente, el Subsistema de Información es el que garantiza el funcionamiento eficaz y eficiente del resto de los subsistemas en la medida que sea capaz de aportar la información necesaria, suficiente y actualizada en respuesta a las exigencias de dichos subsistemas, en particular, tiene una incidencia decisiva en los procesos básicos que caracterizan la formación de los recursos humanos en el contexto de trabajo con los cuadros: diagnóstico, caracterización, proyección, formación y evaluación, que requieren una captación permanente y un procesamiento sistemático y actualizado de datos para su transformación en información útil a la toma de decisiones en el marcos de esos procesos.
En resumen puede afirmarse que en el funcionamiento de los diferentes subsistemas del Sistema de Trabajo con los Cuadros como concreción institucional de los procesos de formación de recursos humanos en el sector educacional, se expresan las leyes, principios y categorías pedagógicas cuyas exigencias y condicionamientos orientan y conducen el necesario accionar pedagógico que coadyuva al logro de sus propósitos.
Esta expresión puede sintetizarse en las manifestaciones de la primera y segunda Leyes de la Educación formuladas por el Dr. Carlos Álvarez de Zayas (1999) a través de la materialización de los principios de la dirección del proceso pedagógico (Addine, 2002) en el funcionamiento del Sistema de Trabajo con los Cuadros:
1. Principio de la unidad del carácter científico e ideológico del proceso pedagógico. Se manifiesta en las acciones de formación y desarrollo de los cuadros que se llevan a cabo dentro de los diferentes subsistemas sobre la base de los postulados de las ciencias pedagógicas para el logro de la excelencia en el desarrollo profesional, axiológico y directivo de los cuadros.
2. Principio de la vinculación de la educación con la vida, el medio social y el trabajo, en el proceso de educación de la personalidad. Se manifiesta en la orientación de las acciones de formación y desarrollo que no solo están encaminadas a proveer de conocimientos y preparación técnica a los cuadros y las reservas, sino también al desarrollo de la esfera axiológica a partir de su vínculo y responsabilidad con la realidad social en que se contextualiza su accionar como cuadro.
3. Principio de la unidad de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador, en el proceso de la educación de la personalidad. El diseño y concepción de las acciones de formación y desarrollo considera la integración de los elementos instructivos, educativos y desarrolladores a partir de la adecuación de las mismas en función del diagnóstico de los participantes, su proyección de desarrollo y las exigencias del contenido de la preparación no solo en cuanto a los componentes instructivos de la misma, sino también en su intencionalidad ideológica y la consolidación de los valores requeridos.
4. Principio de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, en el proceso de educación de la personalidad. Todas las acciones de formación y/o desarrollo que se ejecuten con los cuadros y reservas tendrán en cuenta las necesidades de preparación, el contexto en que se desarrolla la misma y las particularidades que en relación con los intereses y motivaciones caracterizan a sus participantes.
5. Principio del carácter colectivo e individual de la educación y el respeto a la personalidad del educando. El proceso de formación tendrá en cuenta las relaciones que deben establecerse entre las acciones que se desarrollen con carácter grupal, el desempeño individual de las reservas y cuadros en ese contexto y las acciones individuales que pueden contribuir a su desarrollo.
6. Principio de la unidad entre la actividad, la comunicación y la personalidad. El proceso de formación debe tener presente las características de la personalidad de cada uno de los cuadros y reservas para poder tener una comunicación asertiva y efectiva con cada uno de ellos en el marco de las actividades que se ejecuten.
Estos elementos demuestran que cualquier análisis de la formación de recursos humanos en el marco del Sistema de Trabajo con los Cuadros debe considerar los elementos que están condicionados por la base pedagógica de dicho proceso con el fin de lograr con efectividad los objetivos a los que éste responde.