Día a día se presenta más deserción en las empresas. La poca visión de crecimiento y el poco apoyo de la organización, son las causas principales de este fenómeno.
Siempre es bueno buscar nuevos horizontes cuando nuestro objetivo es crecer cada vez y seguir aprendiendo. El cambiar de empresa en algunos casos puede sonar a tragedia pero para aquellas personas que sienten que ya no le aportan nada a la misma, ni ésta a ellos, es una oportunidad sin igual de seguir creciendo.
Las causas más visibles de que un empleado decida marcharse de una empresa son las concernientes a la poca posibilidad de desarrollo dentro de la misma y al mal manejo que algunos jefes le dan a la compañía. Sumado a esto, puede darse el hecho de que el ambiente laboral no sea el más favorable y que trabajar se convierta en una tortura.
Para una compañía, la pérdida de un empleado puede causarle no sólo daños económicos (búsqueda y capacitación de nuevos trabajadores, liquidaciones, etc.) sino costos indirectos (baja en las ventas, pérdida de clientes, etc.). Por tal razón es importante que cada empresa ponga lo mejor de sí para evitar las posibles fugas de talentos.
Además, el ambiente que se genera en los departamentos donde alguna persona se ha ido, no será el mejor y esto se verá reflejado en ausentismos, licencias remuneradas, solicitudes de traslado, etc., lo que denota la insatisfacción de los empleados hacia las políticas empresariales.
Ya hablando de aquellos empleados que presentan más tendencia al cambio, se encuentra el personal de ventas de una compañía así como los administrativos. En cambio, los gerentes son los que más «fidelidad» tienen hacia La empresa.
Lo anterior se explica ya que a medida que una persona desarrolla su grado de formación, conocimiento y estudios, estará más comprometida con el sitio donde se encuentra trabajando. En cambio aquellas personas con un rango bajo dentro de una organización, presentarán una menor motivación y por ende menor sentido de pertenencia hacia la misma.
Buscar lo mejor siempre será nuestro ideal. En el campo laboral, lo más importante es realizar algo que nos agrade y en lo cual podamos ver posibilidades de crecimiento.
Muchos individuos sienten que en el sitio de trabajo donde se encuentran no pueden explotar todas sus habilidades y potencialidades y están siendo mal utilizados. Lo anterior sumado a una mala gerencia o administración, hace que la desmotivación sea lo suficientemente grande para abandonar el puesto de trabajo.
Existen muchos más motivos por los cuales un empleado decide irse de una empresa. Se pueden nombrar la poca posibilidad de ascenso que se palpe en la organización, el sentimiento de que no se está aprendiendo nada, el mal camino por el que puede estar transitando la compañía y la poca voluntad de algunos supervisores de crear un mejor ambiente laboral.
La verdad es que ante las pocas opciones de trabajo que existen en nuestras sociedades, el dinero ya no es un factor determinante para abandonar el puesto de trabajo. Así se esté ganando mal en un sitio, es preferible esto a no recibir nada.
Dependiendo de las características de cada trabajador, se encuentran las exigencias de éstos. Por ejemplo, un gerente querrá nuevas y mejores oportunidades, un vendedor un mejor trato de su supervisor y un profesional, una mejor relación y entendimiento con su jefe.
Lo preferible es que el trabajador dentro de una empresa pueda crecer en todo sentido. Es responsabilidad de todas las organizaciones dotar a sus empleados con todas las herramientas necesarias para que sientan que son importantes dentro de las mismas y que sus ideales y objetivos son compartidos por la compañía.