Según especificaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), el Perú por sus características geográficas está expuesto a movimientos telúricos periódicos de variada intensidad, el 80% de la población está en riesgo de sufrir daños ocasionados por sismos (Fuente: Análisis de la situación Perú; OPS/OMS, 2002). Con una disponibilidad de los recursos hídricos de 2 043 548,26 millones de m3 (4.6% del volumen de escorrentía mundial) de agua dulce; distribuidos de 97,8 % para la vertiente del Atlántico; 1,7 %, para la vertiente del Pacifico y 0,5 % para la vertiente del Titicaca (Fuente: Portal agrario, MINAG, 2004). Según UNESCO, el Perú se ubica entre los primeros 17 países que tienen la mayor cantidad de agua disponible en todo el mundo, a nivel de América Latina y el Caribe, el Perú se encuentra segundo después de Belice (Fuente: Aqua Vitae); no obstante, a pesar de esta abundancia ocupamos el puesto 59 en calidad de agua entre 122 países.
Perú, País minero
El Perú es un país minero, ocupando los primeros lugares a nivel de Latinoamérica y mundial referente a cobre, oro, plata, plomo, entre otros. Actualmente, La explotación minera comprende aproximadamente el 2 % de las reservas probadas y el 1 % de las reservas posibles.
Desde la época preinca, ya se obtenían metales y aleaciones extraídos de la madre naturaleza, como podemos apreciar en las diferentes obras de arte que son admirados en los museos y exhibiciones.
Actualmente, la minería genera el 56 % de ingresos por las exportaciones como concentrados y productos intermedios; el crecimiento es alrededor del 6,6 % del PBI como minería metálica y no metálica, aporta al fisco como impuesto a la renta el 30 % de lo recaudado, generando empleo a más de 100 mil personas directamente y alrededor de 500 mil personas indirectamente. La inversión minera bordea los 10 mil millones de dólares americanos (Fuente: Ministerio de Energía y Minas, Minería y desarrollo, Junio del 2006)
Recursos recaudados por la Minería
Millones de nuevos soles
Fuente: MEF, MEM, INACC
El estado peruano por intermedio del Ministerio de Energía y minas, promueve la inversión en la minería, a la vez actúa como ente fiscalizador. Como ente promotor exige a las empresas la presentación de Estudio de Impacto Ambiental detallado o semidetallado proporcional a su capacidad de extracción, o el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) para las empresas mineras y metalúrgicas en operación; y, como ente fiscalizador cada seis meses como mínimo efectúa su labor de fiscalización (auditoria) por intermedio de empresas terceros inscritas en los organismos estatales.
Pasivos ambientales
Un inventario de pasivos ambientales mineros, es necesaria e importante dada las condiciones geográficas de riesgo que dispensa nuestro país, para evitar el nivel de contaminación al aire, agua, Suelo, flora y la fauna; impactos en la calidad de vida de las comunidades y poblaciones cercanas al foco contaminante y lo más saltante son los riesgos por fallas catastróficas sísmicas y la magnitud de su afectación. Según estimaciones, la actividad minera– metalúrgica descargan anualmente 13 billones de metros cúbicos de efluentes en los cuerpos de agua a lo largo y ancho del País (Banco Mundial, 2000), en estos últimos años, el sector minero ha ido reduciendo progresivamente sus efluentes a ríos, lagos, etc.
En el año 2001, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) creó el “Proyecto Eliminación de Pasivos Ambientales” (EPA), para realizar estudios y obras para la rehabilitación de áreas afectadas por los pasivos. Primeras aproximaciones determinarían que el estado peruano deberá invertir aproximadamente entre mil y mil doscientos millones de dólares americanos para su remediación. La valorización económica determinará el monto real que le costara al pueblo peruano su remediación y las indemnizaciones a las comunidades, poblaciones afectadas por la contaminación ambiental. Surge la interrogante, que acciones tomara el estado peruano frente a las empresas mineras que explotaron la mina, y luego las abandonaron; es inconcebible, que estos pasivos sean asumidas por el pueblo peruano.
Los Pasivos ambientales inventariados
Fuente, MEM, junio 2006
Los pasivos ambientales mineros son instalaciones, efluentes, emisiones, restos o depósitos de residuos producidos por operaciones mineras, en la actualidad abandonada o inactiva y que constituyen un riesgo permanente y potencial para la salud de la población de la población, el ecosistema y la propiedad, según la ley N° 28271.
Inicialmente, mediante el Proyecto de Eliminación de Pasivos Ambientales, que se ejecutó años atrás, fueron identificados 611 pasivos ambientales.
Los pasivos ambientales generados por la minería tradicional e inventariada por el Ministerio de Energía y Minas nos indican 850, que comprende según el informe, 133 pasivos se encuentran en Ancash, 79 en Puno, 69 en Ayacucho, 67 en Huancavelica, 60 en Lima, 53 en Moquegua, 51 en Junín, 44 en Cusco, 43 en Apurímac, 42 en Arequipa, 40 en Pasco, 32 en Tacna, 31 en Ica, 23 en Huánuco, 22 en Madre de Dios, 20 en Cajamarca, 18 en Piura, 14 en La Libertad, 08 en Lambayeque y 01 en San Martín .
Para la actualización de este inventario, la Dirección General de Minería, que tiene como instancias operativas a las Direcciones Regionales de Energía y Minas, coordinó con la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros y el Instituto Nacional de Concesiones y Catastro Minero.
Daños ambientales
Las actividades de cateo y prospección, exploración, explotación de las yacimientos mineros (superficial, subterránea, mixto), generalmente se están desarrollando en las regiones quechua (2 300 a 3,500 msnm), suni (3 500 a 4 000 msnm) y puna (4 000 msnm a mas), alejados de la realidad con escasa presencia del estado peruano, es decir, son áreas rurales más pobres del Perú; además, buena parte de los proyectos mineros ocupan territorios que pertenecen a comunidades campesinas o se ubican próximas a ellas. El 55 % de las comunidades campesinas (3 126) se encuentran en zonas de impacto ambiental.
El daño ambiental trae como consecuencia la perdida, perjuicio, menoscabo significativo de uno o más de los bienes ambientales y siendo que el ambiente y sus componentes de interés de la humanidad, su lesión reporta un daño público ambiental que genera responsabilidades y la consiguiente obligación de reparar, restaurar, compensar e indemnizar los daños producidos al ecosistema así como a la salud, la calidad de vida, y a la propiedad.
Durante la etapa de la explotación, empleando tecnología tradicional o de punta; la minería siempre generará daños ambientales a la biosfera, donde los materiales inservibles: desmonte, relaves, escorias, etc., son acopiados en depósitos o regresados a socavones como relleno, dependiendo del volumen, disponibilidad de espacio físico, tecnología, etc…
Los depósitos de relaves preparados acorde a las especificaciones técnicas empleando grava, arena, arcilla, tierra de cultivo y mantas (geomenbranas, geotextiles), etc. Las mantas según su fabricación tienen ciclo de vida aproximado de 150 y 200 años, en realidad su vida útil es menos de lo esperado, dependiendo de la cantidad y calidad (corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, patógena) del relave a ser almacenado y las posibles generaciones de gases contaminantes o lixiviados por efecto del agua, relacionados a la ley de acción de masas, generándose contaminación a la napa freática, aire y tierra y su exposición a los efectos de sismos, huaycos y inundaciones. Si se aplica correctamente la Ley de cierre de minas (Ley N° 28090 de fecha 14 de octubre del 2003) y su respectiva reglamentación (DS N° 033-2005-EM de fecha 15 de agosto del 2005), la ley que regula los pasivos ambientales de la actividad minera (Ley N° 28271 de fecha 02 de julio del 2004) y sus modificatorias, su reglamentación (DS N° 059-2005-EM de fecha 09 de diciembre del 2005) y la ley General del ambiente (Ley N° 28611 de fecha 18 de octubre del 2005), falta su reglamentación; norma las responsabilidades de las empresas mineras para el cumplimiento de los planes de cierre (3 a 4 años), así como las medidas de cierre progresivo, cierre final y post cierre de las actividades o instalaciones, el compromiso previo para el desarrollo sostenible de las actividades mineras (DS N° 042-2003-EM de fecha 25 de abril del 2005).
Por las características geográficas, los ríos discurren de las serranías hacia los valles de la costa, hasta desembocar en el océano pacifico; también, en la temporada de lluvias que se presentan entre los meses de noviembre a marzo, se acumulan en grandes bolsones acuíferos en la sierra. La minería, considerada como la actividad más contaminante de las aguas superficiales y subterráneas, principalmente con metales pesados (plomo, cadmio, arsénico, cobre, zinc, mercurio, etc.), como consecuencia de las actividades mineras (depósitos de relaves, desmontes, uso de agua en el proceso, etc.) pueden ocasionar la contaminación tanto en los acuíferos como por arrastre en su largo travesía hacia el océano si no son controlados adecuadamente.
Por otra parte, las comunidades donde están ubicadas los asientos mineros, por su magnitud e incidencia fueron y son actualmente afectadas en su forma de vida, cultura, a la vez desplazadas por los métodos de compra forzadas a precios reducidos por efecto de la compra mediante el trato directa (transacciones económicas) o vía expropiación (servidumbre) en razón al Decreto Supremo N° 017-1996-AG y sus modificatorias aprovechando su ingenuidad y escasa preparación académica. Las normas legales determinaron que el propietario de las tierras superficiales, no es propietario de los yacimientos mineros que se encuentran en el subsuelo, por lo que el estado otorga las concesiones sin tener el consentimiento del propietario de las tierras superficiales.
Responsabilidad social
El Perú, en camino a la descentralización, requiere un cambio de cultura desde la ciudad hacia el campo y viceversa para lograr un desarrollo sostenible, donde los aspectos de índole social, crecimiento económico y de protección ambiental, acompañados con las nuevas exigencias coyunturales propicien líneas de conducta y el derecho de búsqueda de soluciones pacificas.
Es importante que exista coherencia entre el gobierno (Central, Regional y Local), empresas y las poblaciones afectadas para buscar en armonía y corporativamente un ambiente saludable. Es comprensible que una empresa invierta en un negocio para ganar; pero, las utilidades deben ser compartidas con responsabilidad social con su entorno acorde a un plan de desarrollo concertado y un gobierno responsable que actué como un facilitador concordantes con su función temporal para el logro de sus objetivos. Solo así esas comunidades tendrán vigencia. Si las ganancias no se distribuyen con ecuanimidad, se verán agravadas las desigualdades al interior de las comunidades, poblaciones afectadas por la minería, originando desplazamientos de las habitantes naturales y la causa significativa de resentimientos con la generación de conflictos.
Enfoque de la responsabilidad social
Antigua minería | Nueva minería |
· Filantropía· Gasto
· Exclusión · Compromiso · Reserva · Miembro pasivo |
· Desarrollo integral· Inversión
· Integración · Cooperación · Transparencia · Miembro proactivo |
Fuente: MEM, junio 2006
Cierre de mina social
Concluida la labor de explotación acompañada de un programa de cierre de mina sistemático, los depósitos de relaves protegidos con una siembra superficial de plantas nativas o importadas, estarán inermes por cuantos años, materia tecnológica no determinada; eso sí; no volverán a ser como antes de su exploración y explotación progresiva hasta su cierre definitivo, solamente quedarán como simples recuerdos para las futuras generaciones; como se dice: “las empresas mineras se llevaron la carne y dejaron los huesos para la población”.
Que será de esos antiguos dueños de las tierras, que desearan regresar a sus propiedades vilmente despojados en complicidad con el gobierno, ¡podrán sembrar productos de primera necesidad o pastizales para su ganadería!
Por más normas legales reguladoras y de fiscalización en la minería, las empresas, el gobierno central, regional o local y la población afectada siempre generaran conflictos en sus diversas modalidades, con o sin solución. Por esta razón, es importante buscar la concertación entre los tres estamentos para las soluciones a largo plazo y no ser cortoplacistas: Corresponde al gobierno central propiciar y generar la creación de un fondo para las posibles remediaciones y/o indemnizaciones que se presentaran en el futuro cuando la empresa no tenga presencia y proteger a las comunidades afectadas.
Seria necesario, definir un plan de cierre social para los pobladores que continuaran radicando en esa zona minera. La minería llevó progreso y desarrollo a la comunidades del entorno y alteró su ecosistema y biodiversidad, como quedaran aquellas actividades de apoyo social que asumió en su momento la empresa minera, quien continuara con esa responsabilidad social; creo sinceramente que el estado debería asumirlas; pero, su presencia es y será siendo débil en esas zonas.
Por último, el desarrollo de la minería, siempre será posible cuando el gobierno, antes de dar una concesión a una empresa y garantizar sus inversiones, conozca en situ la realidad de esos territorios y los estilos de vida de las comunidades, poblaciones del entorno, y no definir en un escritorio en forma centralizada.
El desarrollo del Perú está en manos de sus hijos, sin esperar ni pedir dadivas, esto se logrará en la medida que se actué con responsabilidad, justicia, compromiso y equidad. Tenemos tanta riqueza natural y no lo estamos usufructuando adecuadamente.
Referencias
- INEI-UNDP, 1997. Informe sobre el desarrollo humano en el Perú, Lima, Perú.
- S Charpentier, J. Hidalgo; políticas ambientales en el Perú, Lima, octubre 1999; www.agendaperu.org.pe.
- Emanuel Carlos, at él; informe final sobre la gestión del agua en el Perú, asociación mundial del agua, Lima, 2000.
- Balvín, Doris. Medio ambiente, minería y sociedad: una mirada distinta, Lima, Labor, 2002.
- Fernández, Rafael, Incidencia de las actividades mineras en la calidad de las aguas subterráneas, CEPIS-OMS, junio 2005.
- Glave, Manuel, at el; Procesos de concertación en zonas mineras en el Perú; Auspicio IIPM-CIID, Canadá; Lima, mayo 2004.
- Zegarra, Manuel; Mercado y reforma de la gestión del agua en Perú; Revista CEPAL 83; Agosto 2004.
- León, Camilo; Minería y comunidades en el Perú – Paz social o desarrollo sustentable; Seminario internacional sobre procesos de concertación y desarrollo social en zonas mineras; IDRC-CRDI
- IIED; Abriendo brecha: Minería, minerales y desarrollo sustentable; Proyecto MMSD; mayo 2002