

El avance de las tecnologías digitales, comunicacionales y las redes sociales ha revolucionado y continúa revolucionando los mercados, y las formas de relacionarse de los seres humanos. Un alto porcentaje de las comunicaciones humanas se realizan hoy en día a través de herramientas que usan la Internet.
El uso de la internet como medio para la realización de todo tipo de transacciones comerciales, deportivas, sociales, laborales y educativas se ha popularizado al punto que no se concibe y es imposible convivir sin la internet. El mundo se encuentra interconectado y el movimiento comercial en el mundo depende de este gran invento. Hoy, quien no se anuncia a través de la internet, medios y redes sociales simplemente no existe.
Esta revolución de los mercados debido a la tecnología demanda cada vez tiempos de respuestas más rápidos, oportunos, mejor calidad de los productos y servicios, innovación y creatividad para satisfacer de manera sostenida las necesidades de los clientes actuales y nuevos.
Ante estos retos, los negocios deben continuamente adecuar su estructura, procesos y tecnologías para ajustarse y hacer frente a estos desafíos, aprovechar las oportunidades que el entorno en un momento determinado ofrece, y para mitigar o eliminar las amenazas que sobre vengan. Una decisión equivocada o inoportuna puede significar la pérdida de credibilidad afectando la imagen corporativa, pérdida de clientes, baja en las ventas y baja rentabilidad.
¿Pero cómo se pueden tomar mejores decisiones en estos mercados tan volátiles? La información es poder, las empresas deben continuamente hacer inteligencia de mercados y para ello requiere que su personal esté debidamente entrenado, capacitado y motivado, su estructura, cultura organizacional, estrategia, procesos y tecnologías estén integrados y alineados para acceder a información de calidad, oportuna y precisa que permita tomar las decisiones con el menor grado de incertidumbre.
¿Pero cuáles oportunidades aprovechar y cuáles amenazas mitigar con los escasos recursos financieros que se dispone?
¿Cuál de las oportunidades provee el mayor impacto positivo sobre el negocio?
Sin lugar a dudas que estas interrogantes representan un dolor de cabeza para muchos gerentes y directores de empresas. Los recursos son escasos, deben optimizarse y disponerse de la manera más eficiente y efectiva.
La Planificación Estratégica es una herramienta poderosa que ayuda significativamente en la planificación sistemática de todas las estrategias, iniciativas, proyectos y acciones que se deben ejecutar para lograr los objetivos del negocio, aprovechar las oportunidades, mitigar las amenazas, mejorar las competencias, el posicionamiento en los mercados y la calidad de los productos y servicios.
Pero la Planificación Estratégica para que sea efectiva y de gran ayuda requiere de buenos diagnósticos de la situación actual, de buena calidad de información sobre el comportamiento de los mercados, las necesidades y preferencias de los compradores y clientes, información sobre la competencia, sus productos y servicios, estrategias y sus posibles movimientos.
En la práctica, la Planificación Estratégica enfrenta desafíos internos que conforma la base para una buena planificación estratégica. Estos son como ya hemos mencionado:
También la Planificación Estratégica enfrenta desafíos externos como consecuencia de la dinámica de los mercados globales, su volatilidad, su constante cambio como consecuencia de la incorporación de nuevas tecnologías que afectan su comportamiento. Entre estos desafíos se mencionan:
En la Planificación Estratégica de una ciudad, municipio, estado o país los desafíos son aún más complicados, entre ellos se pueden mencionar:
La Planificación Estratégica sigue teniendo vigencia a pesar de los desafíos a los que debe enfrentar, sigue siendo una herramienta poderosa para organizar y planificar de manera sistemática el futuro de las organizaciones, proporciona sentido de dirección y objetivo a cada movimiento, acción y proyecto, y contribuye al óptimo uso de los recursos.