Buscar las causas que producen la renuncia de un trabajador es tarea importante para una compañía si quiere mejorar aquellos aspectos que desmotivan a sus empleados
Siempre hemos creído que una entrevista se usa exclusivamente cuando alguien va a ingresar a una compañía. En muchas empresas, ésta se utiliza en el caso contrario, es decir, cuando alguien se dispone a abandonar su puesto. Pero… para qué o por qué.
Cuando se está presentando un problema crítico de deserción en una compañía, tratar de aumentar salarios o prometer a los empleados cielo y tierra, no son las medidas más apropiadas para retenerlos. Se debe indagar más a fondo qué es lo que está pasando en realidad y qué correctivos se van a tomar para que no se siga presentando el fenómeno.
Las empresas que más utilizan este método de investigación, son las que presentan elevados índices de rotación, con la entrevista de salida se pueden conocer las causas del retiro para así plantear alternativas en cuanto a temas como gestión y supervisión de personal, motivación del mismo y el ambiente laboral que se está ofreciendo.
Es importante que estas entrevistas se hagan con personas que han decidido retirarse voluntariamente, un trabajador despedido no debe ser objeto de éstas, además es fundamental generar un clima de confianza para el trabajador saliente de forma que la charla fluya con tranquilidad, evitando, siempre, caer en comentarios desmesurados cuando las respuestas del entrevistado hablen en términos pobres de la compañía o de cualquiera de los funcionarios.
Confianza, amabilidad e imparcialidad, pilares en una entrevista de salida de una compañía
La gran causa de la mayoría de abandonos del sitio de trabajo, tiene que ver con la mala dirección de un jefe o supervisor, con la forma en que se trata al personal o con el mal ambiente generado ya sea por un superior o por los mismos compañeros de oficina.
Son muchos los interrogantes que pueden descifrarse mediante esta entrevista. Puede indagarse acerca de la satisfacción que tuvo el empleado en su sitio de trabajo, la forma en cómo se sintió dirigido, las expectativas, logros o experiencias que tuvo o adquirió y las perspectivas que tiene del nuevo trabajo que el anterior no le proporcionó o lo hizo en menor medida.
También se le debe indagar acerca de las condiciones salariales en el nuevo trabajo, cómo se manejan ahora los incentivos o gratificaciones, ya que con esto se puede determinar en qué se está fallando en ese sentido y así se pueden tomar los correctivos necesarios para mejorar y evitar futuras deserciones.
De la misma manera se puede preguntar, cómo se enteró del nuevo empleo y las razones principales de abandonar la compañía. Todo esto debe hacerse con mucho tacto para que todas las respuestas sean sinceras y sirvan de ayuda para un posible estudio que conlleve a determinar pros y contras en cuanto a la forma en cómo se están manejando las relaciones al interior de la organización.
Lo importante es que la empresa tome toda esta información, la procese y decida qué cambiar o no. De nada sirve una entrevista de salida si todos los datos se acumulan en saco roto y no se sacan conclusiones importantes. Además, siempre es bueno continuar en contacto con la persona que se va ya que en un futuro se le puede necesitar o viceversa.
La confianza y la imparcialidad de un lado y otro son muy importantes en una entrevista de este estilo. Lo que se busca es determinar posibles fallas y no encontrar justificaciones o hacer reproches en donde ni la empresa ni el empleado puedan ponerse de acuerdo y en vez de construir, se destruyan totalmente los vínculos entre organización y trabajado