Tipos de competitividad para el desarrollo

La presencia mercados incipientes donde el proceso de producción fue capaz de generar satisfactores e ingreso para los participantes otorgándoles capacidad de comprar generó leyes como la de Say quien afirmaba que “la oferta es capaz de crear su propia demanda” (Clement, N., Pool, J., Carillo, M:M:, 1982, p. 38).

La escasez de oferta de todo tipo de bienes y servicios y la presencia de un mercado virgen, inmensamente grande, transformable por las empresas por las múltiples necesidades de la población hizo posible la creatividad, primero de la producción de satisfactores primarios y vitales, atendiendo necesidades inmediatas y posteriormente de satisfactores secundarios capaces de atender necesidades mediatas. De la misma forma y con la aparición de la industria manufacturera surge la necesidad de una nueva clasificación de bienes: los intermedios (materias primas), los de capital (maquinaria y equipo) y los de consumo (satisfactores consumidos por las familias) .(Gómez G. M. 1994, p.28)

El surgimiento masivo de empresas micro, pequeñas y medianas al interior de cada país provoco la regionalización y la presencia de mercados cerrados con limitado o nulo comercio exterior.

La capitalización de empresas con mayores mercados internos y con innovación tecnológica propia genero aumentos en su productividad y capacidad de producción saturando sus mercados y generando excedentes de producción que sólo podían ser vendidos fuera de su país.

La perspectiva de crecimiento solo era posible buscando alternativas de ingreso a nuevos mercados que ya eran atendidos por empresas domésticas, sin embargo, las presiones crecientes entre los gobiernos obligó a los países a abrir sus economías al exterior.

El siglo XX presencia el proceso de saturación de mercados internos, el forcejeo de penetración de mercados externos con estrategias de exportación directa e indirecta a través del otorgamiento de licencias, fabricación bajo contrato, contratación gerencial y propiedad conjunta (Kotler y Amstrong, 2001 p. 640-641).

La presencia de barreras en las diferentes naciones obligó a las empresas a cambiar sus estrategias de penetración con capitales trasnacionales, al surgimiento de capitales multinacionales.

La transformación de la realidad histórica ha provocado la evolución de las teorías en un intento de explicar la realidad. Adam Smith “( Smith A. 1981,Tomo II p. 32 ) en su teoría de las ventajas absolutas ofrece estrategias para un mercado incipiente entre las naciones, David Ricardo (1959. p. 102) propone las ventajas comparativas e incorpora la presencia de la teoría marginalista representada actualmente por la paridad cambiaria entre los países buscando el equilibrio de los precios internos y externos de las mercancías, sin embargo, estas teorías son insuficientes para explicar la guerra que se presenta actualmente entre las empresas con excedentes de producción dispuestas a conquistar nuevos mercados para sus productos actuales y las constantes innovaciones y mejoras tecnológicas en productos y procesos de producción en constante cambio. La competitividad entre naciones es importante, sin embargo, pasa a un segundo término para dar paso a la competitividad regional donde los factores individuales y empresariales son determinantes en la conservación de los mercados internos y la conquista de mercados nuevos.

Competitividad nacional

Para que una nación sea competitiva debe integrar el diamante nacional que comprende cuatro elementos: El uso y la dotación de factores; la competencia y rivalidad entre las empresas; la formación de la demanda interna, y los sectores de apoyo y conexos. (Véase figura No. 1)

Uso y dotación de factores: “Las ventajas competitivas de las naciones dependen cada vez menos de la dotación de factores y recursos naturales y cada vez mas del resultado de un conjunto de factores más extensos entre los que destaca en primer término la capacidad de los recursos humanos, físicos, de conocimiento, de capital y de infraestructura. Recursos que pueden dividirse en básicos y avanzados:

Recursos básicos: son los recursos naturales.

Recursos avanzados: son los sistemas de comunicación y la existencia de personal capacitado. Lo esencial son los recursos avanzados y sobre todo el nivel de capacitación de los habitantes de la nación. La abundancia de factores básicos suele conducir a la autocomplacencia y tiende a disuadir la aplicación de tecnologías avanzadas. (Castaingts T., J.. 1996, marzo, p. 205-206).

Competencia y Rivalidad entre las Empresas. “En la formación de empresas competitivas interviene un conjunto de elementos socioculturales de importancia: la actitud de los trabajadores hacia la dirección, las normas sociales de conducta y las que dominan el ejercicio profesional. También son fundamentales las metas de las compañías, la percepción que estas tienen del largo plazo, su grado de permanencia en el mercado y la fuerza de su compromiso.

Para que el trabajo sea productivo se necesitan sistemas adecuados de retribución monetaria y metas en términos de prestigio de la empresa y de la prioridad de la nación, es decir, que el trabajo se realice con estímulos monetarios adecuados y un ambiente cultural afín a los intereses globales del país.

Para que las empresas se decidan a integrar todos esos elementos competitivos deben estar sujetas a una fuerte rivalidad interna”. Los monopolios internos o empresas oligopólicas que actúan como una sola son nefastos para la formación del diamante nacional (Castaingts T., J., 1996 marzo p.206)

Formación de la Demanda Interna. “Las empresas competitivas deben ser capaces de atender una demanda con requerimientos específicos de tipo, calidad, y precio de los productos, por parte de compradores inteligentes y capaces de impulsar una competencia de calidad entre los oferentes. Consumidores manipulados por la publicidad, con ingresos bajos y poco exigentes no alientan la competitividad de las empresas. La inteligencia de los compradores no resulta suficiente, además, deben percibir ingresos altos para ejercer dicha demanda “(Castaingts T., J…1996, marzo. p.206)

Sectores de apoyo y conexos. “La empresa necesita contar con proveedores de materias primas con calidad y precios adecuados, tener compradores y compartir actividades que le permitan integrarse a las cadenas generadoras de alto valor agregado y a un entorno de superación tecnológica y administrativa”

El establecimiento de un diamante virtual de Taïeb Hafsi acepta la posibilidad de empresas competitivas en países donde no se necesita tener todos los elementos del diamante en una región específica y la industria actual es muy compleja y sus relaciones son múltiples. (Cita de Castaingts T., J., 1996, marzo p.206).

Gobierno. “El papel del gobierno es el de servir como catalizador de la innovación y el cambio, cuestionar posiciones estáticas, forzar el sistema a mejorar constantemente e impulsar a las empresas a competir para acelerar el proceso de innovación. Influir en los cuatro determinantes del diamante, crear un entorno fértil para el desarrollo de industrias nacionales competitivas a nivel internacional” (IMEF-NAFIN, 1995. p. 27))

Casualidad. “La invención y la actitud empresarial forman el núcleo de las ventajas competitivas nacionales y su formación inicial a menudo es un hecho fortuito” (IMEF-NAFIN, 1995. p. 28).

Competitividad sistémica

Como una respuesta a las ventajas competitivas nacionales propuestas por M. Porter surgen corrientes como las de Esser, 1999, Esser/Hillebrand/Messner/Meyer-Stamer (1999, p. 69-85) sobre competitividad sistémica y competitividad estructural, destacando que la competitividad no se da solo en el nivel de empresas y sectores, sino también en redes intra e interempresariales dependiendo del encadenamiento mercantil global específico, por lo que se deben incluirlos aspectos analíticos meta, macro, meso y micro que afectan a las empresas y a los territorios en el plano local, regional, nacional y supranacional. Estudios realizados en países de la OCDE prueban que, dependiendo del encadenamiento mercantil global específico, ya sea liderado por la oferta o por la demanda, las empresas líderes imponen estándares que repercuten en la posibilidad de integración de empresas potenciales, dependiendo de cómo se formen los segmentos específicos de cadenas de valor global en sus respectivos territorios.

La competitividad sistémica se caracteriza por un desarrollo industrial exitoso que deberá estar determinado no únicamente por el impulso de factores a nivel micro y macro económicos, sino, además, por la existencia de medidas específicas por parte del gobierno y de instituciones no gubernamentales encaminadas al fortalecimiento de la competitividad de las empresas a nivel meso y meta. (Véase figura No. 2) Meyer-Stamer (2000, Septiembre p.25-26)

La competitividad sistémica se deberá atender a 4 niveles: nivel meta, nivel macro, nivel meso y nivel micro.

A nivel meta los patrones de la organización política y económica estarán orientados a la competitividad de la economía a nivel estructural que contemple el desarrollo social de empresarios, la disposición al cambio y al aprendizaje, formulación de estrategias, lograr identidad nacional con una memoria colectiva y buscar la cohesión social.

A nivel macro el ambiente político y legal estará orientado a mantener la estabilidad utilizando políticas fiscales, presupuestarias, monetarias, cambiarias, antimonopólicas, de comercio exterior y de protección al consumidor.

A nivel Meso se utilizarán las políticas de forma específica para lograr ventajas competitivas en las exportaciones , desarrollo regional, creación de infraestructura estratégica, promoción del crecimiento y desarrollo económico impulsando el desarrollo agropecuario, industrial, comercial, y servicios públicos y privados, incluyentes del mejoramiento ambiental, elevar el nivel educativo y promover la investigación y el desarrollo tecnológico.

A nivel micro Se deberán desarrollar en forma permanente actividades dentro de las empresas que permitan crear ventajas competitivas. Mantener alianzas de cooperación formal e informal capaces de crear cadenas de valor que propicien en conjunto procesos de aprendizaje promotores de crecimiento y detonadores de desarrollo regional.

CUADRO NO. 1FACTORES DETERMINANTES DE LA COMPETITIVIDAD SISTÉMICA EN DIFERENTES NIVELES DE AGREGACIÓN POLÍTICA
Nivel Supranacional Nacional Regional Local
Meta Competencia de diferentes modelos de economía de mercado Modelo nacional de desarrollo.Sistema nacional de innovación Identidad regionalCapacidad estratégica de actores regionales Capacidad de cooperación de  actores locales.Confianza

Ambiente creativo

Macro Mercado internacional de capitales Condiciones básicas macroeconómicas(sistema tributario, monetario) Política presupuestaria sólidaCapacidad de inversión del gobierno Política presupuestaria sólida.Capacidad de inversión del gobierno

Ambiente creativo.

Calidad de vida

Meso Política industrial y de tecnología Promoción de nuevas tecnologías.Promoción de exportaciones

Instituciones específicas de financiamiento.

Política ambiental orientada a sectores

Promoción económica regional.Centro de demostración tecnológica.

Institutos de investigación y desarrollo

Institutos de formación.

Política ambiental

Promoción de la economia local y de mercado de trabajo.Institutos de capacitación.

Centros de tecnología y de nuevos empresarios.

Asociaciones competentes

 

Micro Empresas internacionales, encadenamientos globales decommodities Empresas de tamaño medio y grande.Redes dispersas. Pymes y Clusters
Fuente: Meyer-Stamer, 2000, Septiembre p.25-26.

Los factores determinantes de la competitividad sistémica a diferentes niveles de agregación política que identifica Meyer-Stamer (2000, Septiembre p.27) se describen en el cuadro No.1.

Competitividad estructural

La competitividad estructural analizada por la OCDE (1992) surge como una respuesta a las ventajas competitivas nacionales propuestas por M. Porter y se refiere a la especialización de la economía, la innovación tecnológica, la calidad de las redes de distribución y los factores de localización, todo lo cual constituye el estado de suministro de bienes y servicios (Hatzichronoglou, 1996). La competitividad tiende a mejorar el desarrollo de las economías y, en particular, el desarrollo de una región donde las empresas participantes contribuirán al avance regional, sin embargo, las empresas que sean rechazadas o no se incorporen en el proceso Inter e intra empresarial como sucede en el país serán marginadas del encadenamiento mercantil .

Las características estructurales de una economía son determinantes de la competitividad de las empresas que operan dentro de ella. Chesnais (1986 p. 91) “considera que la competitividad internacional de una economía nacional está construida sobre la competitividad de las firmas que operan y exportan desde su territorio y es en gran medida, una expresión de la voluntad de competir y del dinamismo de las firmas y de su capacidad de invertir e innovar, tanto como consecuencia de su propia I&D como de la apropiación exitosa de tecnologías foráneas”, sin embargo su capacidad competitiva estará determinada por características estructurales como: el tamaño de mercado doméstico, la forma en que se relacionan los distintos sectores productivos, el nivel de concentración en las distintas industrias, las relaciones que se establecen entre las diversas empresas más allá del mercado, la infraestructura científica y tecnológica, la tasa de ahorro y de inversión, el sistema de subsidios y transferencias de ingresos, el sistema de financiamiento, el nivel educativo y la calificación de la mano de obra.

El desarrollo regional en el país impulsado por el estado manifiesta la falta de competitividad estructural al fomentarse polos de desarrollo carentes de competitividad a nivel meta, meso, macro y micro con ausencia de cadenas de valor capaces de sostenerse por sí mismas como promotores del empleo y crecimiento y desarrollo regional.

Clusters

Los clusters nacionales constituyen la integración de niveles de la competitividad sistémica con las limitantes de la competitividad estructural. Para impulsar su desarrollo en el nivel macro se debe fomentar la creación de ventajas competitivas dinámicas como educación básica, incentivos fiscales e investigación y desarrollo.

A nivel meso se deberán impulsar políticas específicas y selectivas que fortalezcan núcleos industriales capaces de extenderse a áreas menos desarrolladas Los clusters deberán poseer una dimensión nacional e ir ganando terreno a nivel regional y local alcanzando mayor dinamismo en espacios regionalmente limitados si su producción es estandarizada o flexible Las políticas meso deberán orientarse al desarrollo de infraestructuras físicas especialmente concebidas para clústers como: puertos, redes ferroviarias y viales; telecomunicaciones; sistemas de abastecimiento y evacuación: energía, agua/ desagüe, desechos, desarrollo de sistemas educacionales, política comercial, estrategias de penetración en mercados, y la defensa activa de intereses en el ámbito internacional como el proteccionismo.

A partir del modelo de Porter (1990, marzo- abril p.86) Se pueden definir a los clusters como el conjunto o bloque de actividades económicas que se despliegan con menor o mayor integración vertical y/u horizontal y reflejan una red de interdependencias o vínculos eslabonados hacia atrás o hacia delante a lo largo de la cadena productiva en lo concerniente a sus flujos de insumo-producto.

Los clusters son formas de organización que tienen su origen en las economías externas propuestas originalmente por Marshall A. (1920). De la misma forma como la agrupación de trabajadores en un taller generará la división del trabajo, la especialización, la productividad y la creación de herramientas especializadas (Smith A. 1981, p.4-12), la agrupación de productores que se apoyan mutuamente les traerá los mismos beneficios a través de un proceso natural creado por la demanda creciente de bienes y servicios estandarizados y la presencia de la oferta en un proceso de mejora continua para satisfacerlos (Smith A. 1981, p.17-21).

Las exigencias actuales de un mercado altamente competitivo requieren empresas agrupadas en clusters con un proceso de cooperación y apoyo más intenso. Las empresas con mayor motivación y liderazgo han logrado avances importantes, es evidente que si al interior de las empresas funciona la cooperación y la división del trabajo, tal proceso debe ser exitoso intra empresas e Inter empresas siempre y cuando se manejen economías externas que propicien el desarrollo al interior de los clusters. Resultados en tal sentido se presentan por Schmitz H. en su trabajo ¿Tiene importancia la Cooperación local? Experiencias de Clusters Industriales en el Sur de Asia y América Latina, (2000, septiembre p. 4-17)

El desempeño de las empresas incluyen variaciones de la producción, ventas anuales, exportaciones, utilidad neta, precio promedio del producto, velocidad de entrega, calidad del producto, contratación de trabajadores como resultado de la cooperación para mejorar la calidad, la cooperación para agilizar los tiempos de entrega, y variables que cambian el tipo de cooperación horizontal y vertical como producto del apoyo entre clientes y proveedores.

La formación de clusters es un proceso de maduración de los negocios que se apoyan mutuamente para ser competitivos y son capaces de crear, a través del tiempo y como respuesta a la demanda regional, nacional e internacional, cadenas de valor con integración vertical y horizontal. Este proceso puede ser detonado por los nexos de las empresas nacionales con el exterior o las empresas nacionales dispuestas a crecer y buscar mercados primero locales, después regionales y finalmente internacionales donde la intervención y apoyo del gobierno es fundamental propiciando las condiciones que favorezcan este proceso. Es conveniente señalar que la intervención del estado tratando de impulsar polos de desarrollo no es suficiente, si se carece de la capacidad estructural y sistémica generadora de cadenas de valor.

Bibliografía

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Clement, N. , Pool, J., Carrillo, M. M., (1982), Economía, Enfoque América Latina, Segunda Edición, Editorial McGraw Hill, México
Gómez G. M. (1994), Teoría Económica, Décima primera edición, Editorial Esfinge, México.
Hatzichronoglou, 1996). Globalisation and competitiveness: Relevant indicators, Paris
Kotler y Amstron, (2001) Marketing, 8ª Edición, Editorial Prentice Hall, México.
Marshall A. (1920). Principios de Economía. Octava Edición. Mac Millan.
Meyer-Stamer (2000, Septiembre), Estrategias de Desarrollo Local y Regional: Clusters, Política de Localización y Competitividad Sistémica. Nacional Financiera. Revista: El Mercado de Valores No… 9. México
OECD, Technology and the economic: the key relationships, París, 1992.
Smith A. (1981), Tomo II, Riqueza de las Naciones, Publicaciones Cruz, S.A., México
Schmitz H. (2000, septiembre) ¿Tiene importancia la Cooperación local? Experiencias de Clusters Industriales en el Sur de Asia y América Latina. Revista El Mercado de Valores. Nacional Financiera No. 9
Castingts T., J. (1996, Marzo) La Empresa Mexicana ante el Mundo triádico y el TLCAN. Revista Comercio Exterior Vol. 46 No. 3, México.
IMEF-NAFIN (1995) La Competitividad de la Empresa Mexicana. México.

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