Así como en una construcción, se colocan los ladrillos, uno a uno, así en una organización, se colocan las piezas que soportarán las ideas que las hicieron nacer y las acciones que las llevaron a crecer.
Esas ideas y esas acciones sustentan su identidad, sus formas de ser y de hacer, de eso que la hace especial y diferente a otras de su especie. Son el material con el que están hechos los ladrillos que levantan la edificación.
De esa identidad nacen los valores, los principios de actuación de la entidad, de eso en que cree y de aquello que defiende.
Escribir los valores en el corazón del talento humano
El reto entonces, surge cuando cada uno de esos valores debe ser escrito en el corazón de cada una de las personas que conforman el talento humano de la organización, para que también hagan suya la historia de un sueño, construido ladrillo a ladrillo con amor y dedicación, aunque hayan llegado después de su creación.
Entonces el punto aquí es enfocarse en lo fundamental, así como fue posible edificar los cimientos físicos de la empresa, así también es una tarea constante y permanente, sembrar en los corazones de quienes conforman el equipo que elegimos para acompañarnos en este camino, esa magia que hizo posible que nosotros nos enamoráramos del proyecto empresarial que emprendimos.
Es un asunto, de mucho cuidado, porque de ello depende que la organización se proyecte y posicione como ha sido pensada.
Conectar con el ejemplo de vida
Cada persona tiene algo especial, que aporta y enriquece la organización, la clave es conectar eso que mueve a cada miembro del equipo con la misión de la organización.
Las maneras como vemos a cada miembro del equipo, determina la manera como lo tratamos y como lo relacionamos con los intereses empresariales.
Una visión estratégica de cada miembro de nuestra organización, nos permitirá llegarle de manera más asertiva, de acuerdo a las características que lo identifican y al motor que lo mueve.
Entonces con cada palabra, cada sonrisa, cada silencio, de eso que damos y aquello que defendemos, el ejemplo de vida, logrará que cada persona interiorice los valores de la entidad y los haga parte de su vida laboral.
