En varios artículos he señalado la necesidad de que se reestructure el sector público de Costa Rica, que cuenta con más de 300 entidades y más de 900 programas, en muchos casos con duplicidad de funciones y un accionar poco eficaz y eficiente.
La situación más seria se da en el sector social, que con más de 20 entidades, por más de 20 años no ha podido disminuir la pobreza y la desigualdad social se ha incrementado. Por lo que la propuesta del Diputado Ottón Solís de “mejorar la eficiencia en la lucha contra la pobreza y eliminar la duplicidad de funciones en el sector social, me parece adecuada. En relación con el fondo de la propuesta de eliminar entidades como el IMAS; el INVU, el Ministerio de la Vivienda y el INDER y agruparlas en una sola entidad, no tengo los elementos necesarios para poder pronunciarme.
Lo que sí está claro es que las entidades del sector social no pueden seguir funcionando, como hasta ahora lo han hecho. Lo cual no permitido un cumplimiento del artículo 50 de la Constitución Política, en el sentido de que se debe procurar el bienestar de las mayorías.
Actualmente nuestro país ocupa los primeros lugares en Latinoamérica en desigualdad social y desempleo, así como un nivel de pobreza del 22 %, con más de millón 100.000 pobres y cerca de 100.000 personas en pobreza extrema. Lo cual no favorece la estabilidad social. Nuestro país debe afrontar en los próximos retos o desafíos de gran trascendencia como la triada de la desigualdad social, el desempleo y la pobreza, la inseguridad ciudadana, la calidad de la educación, el deterioro del medio ambiente, la pérdida de valores, el abandono del sector agrícola, una infraestructura vial deteriorada y no acorde con la época actual así como un déficit fiscal que representa un 6 % del PIB.
Nuestro país debe afrontar en los próximos años retos o desafíos de gran trascendencia como la triada de la desigualdad social, el desempleo y la pobreza, la inseguridad ciudadana, la calidad de la educación, el deterioro del medio ambiente, la pérdida de valores, el abandono del sector agrícola, una infraestructura vial deteriorada y no acorde con la época actual así como un déficit fiscal que representa un 6 % del PIB.La pobreza extrema parece imbatible desde 2010. Lo reveló la última Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), cuyos resultados dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Asimismo, mientras que la pobreza bajó levemente de 22.4% de los hogares en el 2014 a 21,7%, la pobreza extrema aumentó de 6,7% el año pasado, a 7,2% en la actualidad.
Esto significa que la tendencia al crecimiento de esta forma de pobreza continúa desde 2010, cuando registraba 5,8%.En cifras absolutas, un millón 137 mil 881 costarricenses, o la cuarta parte de la población, vive en condición de pobreza-no logra obtener los suficientes ingresos para cubrir sus necesidades básicas, alimentarias y no alimentarias-, y 374 mil 185 personas se encuentra en condición de pobreza extrema, es decir, que no perciben ingresos suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias.
Para realizar la reestructuración del sector social se debe realizar un análisis de las fines de cada una de las entidades que componen dicho sector, de la Misión y de los programas que ejecutan, que permita tomar las decisiones correctas en el sentido de si deben eliminarse entidades, o deben eliminarse programas y crear alguna entidad, para lograr un accionar más eficiente del sector social, que permita disminuir la pobreza, el desempleo y la desigualdad social de manera sostenida. Es importante señalar que según la CEPAL, para que se pueda disminuir la pobreza debe darse un crecimiento del PIB superior al 5 % y Costa Rica en los últimos años ha tenido un crecimiento del PIB de un 2 % a un 3.5%.