Es muy común en los ambientes académicos, políticos y organismos internacionales hacer proyecciones de crecimiento de la economía para cada año, siendo éstas proyecciones debatidas en los primeros meses de cada año y ajustadas según los acontecimientos económicos y geopolíticos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) no es la excepción, y recientemente mantuvo su previsión sobre el crecimiento de la economía mundial para este año, en 3.9%, pero alertó sobre los efectos de una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En su actualización de las previsiones económicas de abril, el FMI mantuvo igualmente sin cambios la expectativa para el año 2019, cuando el PBI mundial debería aumentar también un 3.9%.
«El riesgo de que las tensiones comerciales actuales se intensifiquen y que impacten negativamente en la confianza y en la inversión representa la mayor amenaza para el crecimiento mundial en el corto plazo», dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
La entidad revisó a la baja de 0.4 punto porcentual, de 2,0% a 1.6%, su previsión de crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe para este año.
El Fondo apuntó que esa reducción es reflejo de la necesidad de ajustes en Argentina, escenario de incertidumbres políticas en Brasil y las tensiones comerciales aún sin resolver entre México y Estados Unidos.
Como sabemos, Argentina fue sacudida por una aguda crisis financiera en el primer semestre de este año que llevó al gobierno a recurrir al FMI para obtener un crédito de US$ 50,000 millones. Sin embargo, el país continúa con una elevada inflación y una tasa básica de interés de 40%, una de las más elevadas del mundo.
En el caso de Brasil, se señaló que «La economía tiene un desempeño por debajo de su potencial, la deuda pública es alta y en aumento, y, aún más importante, las perspectivas de crecimiento de medio plazo permanecen poco inspiradoras», apuntó el FMI. Para este 2018, el FMI espera en Brasil un crecimiento de 1.8%; un recorte de medio punto porcentual respecto a lo estimado en abril.
Con relación a México, el FMI mantuvo sin cambios su expectativa de crecimiento con relación a abril, 2.3%, aunque recortó la previsión para 2019, de 3% a 2.7%.
La proyección para las dos principales economías del mundo -Estados Unidos y China- se mantuvo sin cambios para este año pese a la guerra comercial que las enfrenta. China se mantiene firme con una proyección de alrededor del 6.5%.
Para el FMI el crecimiento de los países desarrollados occidentales se ubicará en 2.4% (-0.1 punto porcentual) en el 2018, con Estados Unidos a la cabeza (2.9%), gracias al impulso de la rebaja de impuestos implementada a fines del 2017.
El Fondo redujo también la expansión prevista para la Eurozona (-0.2 puntos porcentuales, a 2.2%), debido a los pronósticos más bajos para Alemania (-0.3 puntos porcentuales a 2.2%), Francia (-0.3 pp a 1.8%) e Italia (-0.3 pp a 1.2%).
Por lo expuesto, considero que las proyecciones de crecimiento mundial del FMI para este año, son razonables aunque los factores geopolíticos podrían jugar un rol más relevante e influir en como finalizará este año 2018. Las tensiones de la nueva guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, por discrepancias en diversos aspectos como los conflictos regionales en el Medio Oriente, entre otros, se mantienen y además porque la reciente cumbre entre los presidentes de ambos países en Helsinki, no han logrado superar, a ello hay que sumar el papel cada vez más influyente de China como potencia militar que también tiene serias discrepancias con Estados Unidos, aparte del tema comercial.