Evaluación del modelo económico de Bolivia

Resumen

El presente artículo encuentra su razón en la necesidad de aportar elementos para efectuar una evaluación del nuevo modelo de política económica implementado en Bolivia, las bases de su crecimiento y su efecto sobre la inversión pública y la generación de una economía de desarrollo. Bolivia siempre se caracterizó históricamente por tener déficit fiscal, y deuda pública, porque debido al estado deficitario de nuestra economía, los gastos siempre han superado a los ingresos presupuestarios del TGN de Bolivia, la deuda por tanto era necesaria para lograr el equilibrio del presupuesto fiscal, este endeudamiento principalmente era externo. Sin embargo, desde el año 2006, Bolivia ha logrado obtener superávit en la cuenta fiscal, algo que jamás antes había sucedido con la economía boliviana, lo que empero no significa que Bolivia no siga recurriendo a la deuda externa. De igual modo, la inversión pública ha registrado hitos históricos nunca antes alcanzados, todo ello dentro de un contexto de una economía en vías de desarrollo.

Abstract

This article finds its reason in the need to provide elements for an evaluation of the new model of economic policy implemented in Bolivia, bases its growth and its effect on public investment and the generation of a developing economy. Bolivia always was historically characterized by fiscal deficits, and public debt, because due to the deficit of our economy State, costs always have surpassed the TGN budget revenues of Bolivia, the debt was therefore necessary to achieve the balance of the fiscal budget, this indebtedness was mainly external. However, since 2006, Bolivia has managed to get the fiscal account surplus, something that never had happened before with the Bolivian economy, which however do not mean that Bolivia will not follow resorting to external debt. Similarly, public investment has been historic milestones never before achieved, all within a context of a developing economy.

Contexto de la realidad boliviana: Antes y después del nuevo modelo

Bolivia vivió su primera revolución en el campo económico y social el año 1952 con el Gobierno del MNR, esta revolución modifico la tenencia de la tierra, y la propiedad sobre las minas que pasaron a manos del Estado, al efecto conviene recordar que nuestro país dependía económicamente de la actividad minera, dicho de otro modo la revolución citada estatizo la economía del país que antes estaba a cargo de una clase dominante oligárquica y empresarial, el gobierno del MNR del 52 promulgo en su momento medidas transcendentales como fueron la nacionalización de las minas, el derecho al voto universal, y la reforma agraria entre las más destacadas. Este hecho devolvió al Estado su rol hegemónico sobre la economía, no olvidemos que Bolivia dependía exclusivamente de la exportación de minerales, principalmente del estaño las cuales se encontraban en manos privadas, de igual modo acabo con la esclavitud en el campo, bajo el lema de que la tierra es de quien la trabaja.

Por tanto estas medidas nacionalizaron la economía del país. Luego, se sucedieron posteriormente en el poder muchos gobiernos militares que solo adoptaban las recetas impuestas por los organismos internacionales dada nuestra dependencia económica hacia estos, esto sucedió hasta la década del 80- agosto de 1985 propiamente cuando se produce un quiebre político, y en nuestra economía con la llegada al poder nuevamente del MNR y la adopción del modelo económico de los neo liberales, que redujeron al estado boliviano a su mínima expresión, el objetivo frenar la inflación y estabilizar los precios de los bienes, en agosto 1985 el gobierno aplico un programa económico de estabilización y ajuste denominado «Nueva Política Económica» (NPE), sus fines: reducción de la demanda agregada, ajustes en los precios relativos, apertura de flujos comerciales y financieros, y medidas de cambio estructural.

No deja de ser anecdótico que el MNR haya optado por el modelo neoliberal en su gobierno de 1985, dejando de lado al estado empresario que ellos mismos crearon el 52, ahora no podemos ignorar el contexto internacional, dicho contexto ponía de moda a los neoliberales en el mundo en la década del 80 con Ronald Reagan en el poder, dicha influencia no podía ser ajena para nuestro país, y por ello se adoptó el modelo del neoliberalismo, esta política monetarista de los neoliberales se aplicó a la medida por el gobierno del MNR.

Nueva Política Económica, 2006- 2013:

El estado boliviano ha dejado de ser el país mendigo de América Latina, ahora se constituye en un referente de estabilidad macroeconómica, no es más el país pobre que vivía de la caridad internacional, con un débil crecimiento económico, inestabilidad política y social, y con elevados niveles de endeudamiento público y de pobreza extrema.

Ahora desde el 2006, la situación ha cambiado, este gobierno adopto un nuevo modelo económico “que ha permitido incrementar tanto las tasas de crecimiento económico como el índice de desarrollo humano”, es un modelo pro estructuralista y contrario al pensamiento del neoliberalismo, por ello el Estado Boliviano desde el año 2005 a la fecha responde a la nueva política económica que rige en nuestro país, donde el Estado ha recobrado un papel protagónico en el manejo de la economía, y uno de los hechos que se destaca es la nacionalización de las empresas estratégicas privatizadas por los gobiernos neoliberales que antecedieron a este gobierno, así como la adopción de otras políticas fiscales, como ser el de la redistribución de la riqueza vía bonos.

Bolivia registró una tasa de crecimiento de 6,8%, en base a la exportación de hidrocarburos y de minerales, y del crecimiento de la demanda interna. Respecto de este crecimiento, las variables macroeconómicas registradas durante el 2013 fueron: 6,5 por ciento de crecimiento del PIB según la Fundación Milenio, el informe del BCB difiere de este al señalar que este crecimiento fue del 6,8%.

El crecimiento de la economía boliviana obedece al nivel histórico de producción de gas natural y la expansión del consumo privado que impulsaron el crecimiento de la economía boliviana en 2013. Estas dos variables son las que han impulsado el crecimiento de la economía boliviana.

El consumo privado de las familias vía incremento de los salarios mínimos y pago de bonos, afectó la masa salarial, el último incremento al salario del 2013 fue del 20% sobre el salario básico, a ello debemos añadir el pago del doble aguinaldo que aumentaron la capacidad de gasto de las familias e inyectaron mucho dinero circulante en la economía, esto obligó al BCB a intervenir en la economía ofreciendo bonos al público al 6%, una tasa alta en el medio que tenía por objeto retirar masa monetaria de la circulación y evitar un proceso inflacionario por el aumento de la demanda de bienes.

Por otro lado, nuestro crecimiento se apoya en la variable de la venta de hidrocarburos al Brasil y a la Argentina, que tienen un boom de precios en el mercado internacional, esto sin embargo no son una garantía permanente en el tiempo, porque los precios son fijados por estos mercados, ello debilita y condiciona negativamente nuestra posición financiera y las proyecciones de nuestra economía hacia el futuro. En 2013 las exportaciones alcanzan a 12.100 millones de dólares, el 54% por hidrocarburos.

Del gasto público:

Entre otras políticas fiscales se observa el incremento del gasto público, el gasto publico estimula la economía, lo cual no podemos dejar de mencionar que es parte de la receta keynesiana de incrementar el gasto público para enfrentar el desempleo, el número de servidores públicos se incrementó de 222.891 en 2005 a 362.227 en 2013, por efecto de la creación de nuevas empresas públicas.

El gasto público del periodo 2006-2013 tuvo una fuerte expansión por la creación de estas empresas públicas. La inversión en estas empresas ha estimulado la demanda agregada y ha contribuido al crecimiento. Empero, el crecimiento de una economía impulsada solamente por la demanda es de corta duración.

Los gastos totales aumentaron a un ritmo mayor (un 17,3% en 2013 en términos reales, en comparación con un 7,6% el año anterior). La inversión pública mostró un desempeño notable, con un alza del 37,9%. El aumento de los sueldos de los funcionarios públicos de un 8% y de las transferencias, especialmente mediante el bono de la Renta Dignidad, impulsó el alza de los gastos corrientes.

Si hacemos una retrospectiva, mencionaremos que el modelo económico impuesto en nuestro país para enfrentar la crisis del ciclo neoliberal estuvo basado en el programa de ajuste estructural diseñado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, los objetivos eran frenar la inflación, estabilizar precios de los bienes, lograr el equilibrio de variables macroeconómicas, promover la privatización de las empresas nacionales y la apertura a la inversión extranjera, ahora los objetivos son otros: enfrentar la pobreza, la desigualdad social y crear las condiciones para el desarrollo mediante la adopción de un nuevo modelo de política económica.

Ahora presumimos de no adoptar recomendaciones de organismos internacionales, y fijar nuestras propias líneas de política económica, los resultados refieren que tenemos superávit fiscal, la cuenta corriente es positiva, pero importamos más bienes intermedios que bienes de capital, pero seguimos exportando bienes sin valor agregado, o sea la industrialización todavía no se ha logrado y seguimos dependiendo de la exportación de materias primas, cuyo precio es volátil.

Inversión Pública:

La inversión pública ejecutada alcanzó los $us 3.780,7 millones, financiada en un 81,9% con recursos internos, y fue destinada hacia la infraestructura caminera y otros proyectos productivos. Sin embargo lamentablemente, el proceso de industrialización sigue siendo una cuenta pendiente, por lo que falta crear las condiciones para una economía de desarrollo. La inversión representa el 18,2% del PIB en 2012. El gobierno boliviano ha dado algunos pasos en el proceso de industrialización en el país, el 2013 destacamos la inauguración de la construcción de la Planta de Urea y Amoniaco, y de igual modo de la Planta Separadora de Líquidos de Río Grande.

Evaluación del modelo económico de Bolivia

Evaluación del modelo económico de Bolivia

Inversión vía mercados de capitales:

Bolivia retorno al mercado de capitales con el objetivo de lograr la confianza y el reconocimiento del sistema financiero internacional en nuestra economía y asimismo obtener recursos para financiar inversiones, este hecho se dio después de más de 100 años de estar nuestro país al margen de estos mercados financieros. Ofertamos y colocamos exitosamente la segunda emisión de los bonos soberanos, esta oferta fue superada por la demanda, y se obtuvo un récord en inversión extranjera directa neta en 2013 por $us 1.750 millones, la cual supero ampliamente al máximo percibido en el periodo neoliberal, que llegó a $us 1.024 millones.

El Estado boliviano decidió invertir en el mercado de capitales colocando bonos denominados soberanos I y II, para destinados principalmente hacia la construcción de carreteras en todo el país, esto sin duda repercutirá de forma significativa en nuestra economía, sobre todo por el efecto multiplicador que tiene la construcción en cualquier economía. Los recursos provenientes de la primera y segunda emisión de los bonos soberanos en el exterior, ascienden a $us 1.000 millones, los cuales financian alrededor de 17 proyectos camineros.

Del contexto internacional, crisis financiera y su repercusión:

La crisis internacional afecto la llegada al poder de Morales el 2006, obviamente no se podía evitar el embate de la crisis financiera internacional del 2008, tal es así que en el año 2009 las exportaciones fueron de 5.433 millones de dólares, la menor en el periodo 2006-2013, estas fueron afectadas negativamente por el impacto de la crisis internacional. Mencionamos la crisis financiera internacional del 2008 porque vivimos dentro de una economía globalizada, que sin duda termino afectando también a nuestro país.

La repercusión de esta crisis financiera internacional se observa en el contexto internacional, en el cual resurgen en la economía mundial los neo keynesianos, ahí tenemos al premio Nobel de Economía 2008 Paul Krugman un referente neo keynesiano, es la respuesta del resurgimiento de los pro estatistas frente a la crisis financiera internacional del 2008, frente a la ausencia de estado en la economía, de la falta de control y de mayor regulación, este resurgimiento del pensamiento de los estructuralistas frente al pensamiento de mercado de los neoliberales se da en el contexto internacional impulsada por la crisis financiera del 2008.

Influencia de pensamiento en el modelo boliviano:

El modelo económico boliviano tiene la influencia de varias escuelas de pensamiento, al estructuralismo neo keynesiano y la ideología del marxismo, es esta ideología la que pretende impulsar el gobierno de Morales, adoptando una economía planificada muy propia de la extinta URSS, la cual se derrumbó con la caída del muro de Berlín, este modelo de economía planificada contradictoriamente ha sido desechada por el gigante de la China que ha asumido el modelo de economía de mercado en un país de ideología comunista, de este modo se demuestra que pueden coexistir una economía de mercado en un país comunista.

La economía boliviana del 2006 – 2013 ha suscitado diversos interrogantes sobre el modelo económico que Bolivia estaría aplicando desde la asunción de Morales, algunos autores como, Gabriel Loza señalan que la economía boliviana se basa en un nuevo modelo económico, la economía plural. Al efecto el gobierno boliviano se esfuerza en denominar a su modelo Económico Plural, el cual incorporaría inclusive a la economía comunitaria, aspecto a desechar por completo porque la economía boliviana no tiene ni el 1% de comunitaria.

De la inflación y el desempleo:

Según datos oficiales del INE, en 2013, la inflación llegó a 6,4%, una tasa mayor a la registrada en 2012 (4,5%) y ligeramente menor a 2011 (6,9%). La fundación Milenio, refiere en su informe 2013 que la inflación fue de 6.48 por ciento de tasa de inflación, superávit fiscal de 0,1 por ciento respecto al PIB en el Sector Público No Financiero.

Debemos considerar que los modelos económicos deben hacer frente a los dos grandes problemas que enfrenta una economía, el desempleo y la inflación, en nuestro país la inflación se ha mantenido controlada durante el actual gobierno, (2006-2013). La inflación en nuestro país se encuentra controlada debido a la aplicación adecuada de políticas de estabilidad macroeconómica, esta política económica neo keynesiana se orienta más hacia políticas macroeconómicas antes que microeconómicas

Por tanto, el problema a resolver esta sin duda en el desempleo, donde el empleo formal en nuestro país es escaso por la falta de oportunidades y de capitales de riesgo, este hecho y la necesidad de adoptar políticas pro estatistas que busquen recuperar el control sobre el manejo económico del país obligaron a estimular la demanda global, para ello se incrementó periódicamente el salario mínimo nacional, como política se adoptó que el incremento debe considerar a la inflación, es así que el salario mínimo real en el periodo de 1998 – 2005 se incrementó en un 52%, en tanto que en el periodo del 2006- 2013 fue casi el doble, es decir 105%.

Al respecto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió en su último informe sobre la coyuntura laboral en la región que la informalidad es el principal desafío de los países de la cual nuestro país no se exime, pero a la vez este organismo destaca las mejoras que se han producido en materia de igualdad del ingreso en la región. En el estado boliviano, el salario mínimo nacional se incrementó desde el 2006 al 2013 en un 140,10% según la CEPAL, índice superior al resto de las economías de América Latina, algo que no podemos dejar de ponderar.

Del gasto de las familias:

Las políticas de redistribución de la riqueza son en parte la continuación de las adoptadas por el gobierno del MNR, caso Bono sol, que se dan a través de las denominadas transferencias hacia las familias, asimismo los incrementos a la masa salarial contribuyeron a socializar el bien estar de la economía de Bolivia entre sus ciudadanos, al aumentar su capacidad de gasto y por ende de consumo.

Estas transferencias tienen el propósito de aumentar esta capacidad de gasto de las familias y promover el crecimiento de la demanda interna en la cual se apoya la política económica de este gobierno, es decir se busca aumentar el consumo de bienes y servicios de las familias.

Citamos estas transferencias: Conforme a datos oficiales, al 31 de diciembre de 2012 se llegó a desembolsar Bs. 2.545 millones, cuyo beneficio alcanzo a 12.729.704 pagos efectuados durante el periodo 2006-2013 por el bono Juancito Pinto que guarda relación con la asistencia escolar, y el bono Juana Azurduy de Padilla que consiste en el pago de Bs. 1.820.- a las mujeres en gestación, y niños menores de dos años que asisten a los controles de salud y el bono de Renta Dignidad que se paga a las personas de la tercera edad, estos bonos forman parte del programa social de este gobierno.

De la deuda pública:

La deuda pública del estado boliviano siempre ha sido una constante en nuestra economía, sabemos que cuando se contrae nueva deuda externa, esta aumenta el déficit, esta es cíclica porque al mismo tiempo que nos beneficiamos con la condonación de estos pagos en favor de organismos internacionales, nos volvemos a endeudar nuevamente para financiar el gasto presupuestado por el TGN. Lo anterior grafica nuestra situación, es decir siempre hemos vivido con deuda.

Al ser un país pobre la deuda pública siempre ha formado parte de nuestro presupuesto fiscal, siempre hemos recurrido a esta deuda para poder equilibrar la relación entre ingresos y egresos presupuestados. La deuda externa del país tiene un crecimiento sostenido durante los últimos siete años, en 2007 llegó a 1.807 millones de dólares. El mayor en el periodo entre 2000 y 2012, fue 2003 con 4.242 millones.

Evaluación del modelo económico de Bolivia

Evaluación del modelo económico de Bolivia

En cuanto a la deuda pública interna, 2013 cerró con el 11,9 por ciento de los ingresos del TGE, está por debajo del límite referencial de 35 por ciento del PIB, establecido por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este indicador muestra la solidez de nuestra economía.

Capacidad de endeudamiento de nuestra economía:

La capacidad de endeudamiento de nuestra economía se ha visto favorecida con el aumento de los ingresos del Sector Público No Financiero (SPNF) de Bs. 24.368 millones (31,6 por ingresos adicionales para el SPNF entre el 2006 y 2013 son de US$ 50.051 millones. ciento del PIB) el 2005 a Bs. 104.021 millones (51,9 por ciento del PIB) el 2013.

La capacidad de pago de nuestro país está supeditada a la producción del PIB, las materias primas que exportamos y los precios de estos, lamentablemente son volátiles en el contexto internacional, nuestra economía se apoya en la exportación de hidrocarburos principalmente. Al respecto, nuestro país se verá afectado por la crisis de precios del petróleo el cual podría llegar a una banda de US$70 a US$80 por barril, como producto de una debilidad en la demanda internacional y de una mayor producción de los países, las caídas se aceleran de nuevo en el mercado del petróleo, este hecho sin duda afectara a nuestros ingresos, lo cual derivaría en una menor capacidad de gasto del estado boliviano.

Relación de la deuda pública externa e interna frente al PIB:

La deuda pública externa representa en promedio un 66% del PIB, la deuda pública interna promedió un 22% del PIB. Nuestro país dependía más del financiamiento externo que del interno. En el caso de la deuda interna boliviana está representada principalmente por el BCB, Banco Central de Bolivia como principal acreedor, y a las AFPS, que son los Fondos de Pensiones privados.

Superávit fiscal y deuda:

Actualmente gozamos con este nuevo modelo económico de un superávit fiscal y una deuda publica manejable, que se encuentra por debajo de los indicadores internacionales. La deuda externa del país tiene un crecimiento sostenido durante los últimos siete años, desde que en 2007 llegó a 1.807 millones de dólares. El mayor nivel, en el periodo de 2000 y 2012, fue en 2003 con 4.242 millones según el Boletín del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas.

Respecto de la deuda pública interna, 2013 cerró con el 11,9 por ciento de los ingresos del TGE y está por debajo del límite referencial de 35 por ciento del PIB, establecido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La deuda pública externa no representa un problema para la estabilidad económica del país, si la relacionamos con el PIB son 5,309 millones de dólares, hasta el 31 de mayo del año en curso, cuando al cierre de diciembre 2005 era de 4,492 millones, comparando ambas cifras con relación al PIB correspondiente se tiene que la deuda externa pública ha disminuido 17 por ciento del PIB, cuando el año 2005 superaba el 50 por ciento.

De la balanza comercial:

En nuestra balanza comercial, el sector de hidrocarburos, constituye el más importante de la economía boliviana. El ingreso de divisas por la exportación de gas natural a Argentina y Brasil es la principal fuente de divisas del país. Al respecto nuestras exportaciones tienen como mercados principalmente al Brasil, Argentina y Estados Unidos, estos concentran el 64 por ciento del total exportado. La mayor parte de las exportaciones bolivianas han estado dirigidas a países de la región.

Este crecimiento de las importaciones se debió al mayor valor importado: bienes intermedios, crecieron 9,3 por ciento, bienes de capital 23,3 por ciento y bienes de consumo 8,8 por ciento. En 2013, los bienes intermedios representaron más de la mitad del valor importado, entenderemos por bienes intermedios por ejemplo a la importación de diesel que efectúa nuestro país.

Pero, la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas de Bolivia, (UDAPE) (2002), informe que el sector industrial tiene una participación muy reducida en la producción nacional. En definitiva, nuestra economía se apoya en sus recursos naturales y energéticos, más que en su desarrollo industrial.

El déficit fiscal

El déficit Fiscal, el crecimiento económico solamente puede ser logrado en un ambiente de políticas macroeconómicas sólidas y consistentes entre sí. En este contexto, la política fiscal juega un rol de primer orden por su impacto sobre los sectores real, externo y financiero. Conforme al informe del Banco Central de Bolivia hemos alcanzado superávit fiscales durante el periodo 2006 al 2013, en tanto que entre 1998 al 2005 el déficit fiscal promedio fue de 5,4% del PIB.

Los déficits fiscales no son negativos, como tampoco lo es recurrir al financiamiento para solventarlos. El enfoque keynesiano para el estudio del déficit fiscal sostiene que no es necesario para el sector público presentar resultados equilibrados de manera permanente, es decir ingresos igual gastos, particularmente en períodos de recesión. El resultado fiscal debe hallarse balanceado: déficit en períodos de recesión y superávit en períodos de expansión.

Más datos sobre el crecimiento:

El crecimiento económico y el avance de las políticas sociales en Bolivia, desde el año 1986, en pleno proceso de estabilización y ajuste estructural, la ayuda internacional ha crecido de forma exponencial. En la década noventa la ayuda externa alcanzó en promedio el 10% del PIB nacional boliviano, aspecto que afectaba la sostenibilidad del crecimiento económico.

Al mismo tiempo, la inserción internacional de la economía boliviana presentaba déficit externos crónicos, por lo que la atracción de capitales y el ingreso de divisas externas eran cada vez más necesarios, ante ese panorama nuestra economía se abrió a los mercado de bienes y de capitales.

No obstante, en comparación con lo ocurrido en los años noventa, la dependencia de recursos externos en el Gobierno de Evo Morales (de 2006 al presente) se ha reducido. Los recursos que el actual Gobierno obtiene por la venta del gas y sus nuevas políticas económicas han provocado el incremento de la inversión pública y, por tanto, una menor dependencia de la cooperación internacional. En los años 2007 y 2008 la cooperación internacional financió solamente el 36% y el 30,51%, respectivamente, de la inversión pública (INE, 2007:4; 2008:4).

Datos proporcionados por la CAINCO (2008:9) muestran que los sectores primarios bolivianos siguen generando el 28% del PIB y los sectores de servicios el 50%, tal como acontecía en 1990. Por lo tanto, el cambio de la matriz productiva y la reducción de la pobreza de ingresos constituyen dos de los grandes desafíos del actual Gobierno boliviano.

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) difundido este mes pronostica que la economía boliviana se desacelerará el año que viene y crecerá un 5,5 %, un punto menos que este ejercicio. Dicho informe atribuyó el crecimiento del 2013 a un nivel histórico en la venta de gas y a un aumento del consumo.

Indicadores IED

IED 2014: La Inversión Extranjera Directa (IED) neta que recibió el país, en el periodo enero – junio 2014 asciende a 851,8 millones de dólares. El monto es menor en 1,3% con respecto a similar periodo de 2013, el cual reporta que en los primeros seis meses de 2013 la IED neta llegó a 863,1 millones de dólares y que en similar período de este año sumó 851,8 millones de dólares, lo que implica una reducción de 1,3%. La inversión bruta alcanzó a 1.148 millones de dólares.

El sector que más inversiones recibió fue hidrocarburos, con 765 millones de dólares, luego minería con 128,8 millones de dólares y comercio y electricidad con 76,7 millones de dólares. Por lo cual no hay dudas de que la inversión en hidrocarburos es privilegiada por los capitales externos en nuestro país. Al extremo de que la IED en minería apenas es el 16% de la inversión IED en hidrocarburos.

De acuerdo con el BCB, entre 2006 y 2014 el promedio de IED neta fue de 1,5% del PIB. La inversión extranjera requiere de indicadores macroeconómicos favorables, así como de un clima de estabilidad económica, y de seguridad jurídica, de otra forma no podremos potenciar al IED.

Otros indicadores: la pobreza

La pobreza se ve reflejada en la calidad de alimentación, sobre todo en los niños menores de cinco años según informes de la Organización No Gubernamental (ONG) Visión Mundial, Bolivia continuaría teniendo porcentajes elevados de pobreza extrema, principalmente en el área rural donde alcanza hasta un 63,9 por ciento. «En el contexto Latinoamericano los indicadores de pobreza de Bolivia aún son elevados y la pobreza extrema de 23,6 % en la zona urbana y 63,9 % en zona rural. La mayor vulnerabilidad afecta a los niños en la primera infancia de 0 a 59 meses (5 años).

Indicadores Sociales:

El gasto social en Bolivia se incrementó de 13,9% del PIB a 18,4% entre 1996 y 2008, siendo los más importantes los sectores educación, protección social y salud. Los gastos en medio ambiente y actividades recreativas, culturales y de religión son los que más crecieron en términos porcentuales, pero con una menor incidencia en el gasto total. El gasto social apunta al desarrollo humano antes que a indicadores monetarios. Entre 1996 y 2008, la asignación de recursos al gasto público social tuvo un gasto promedio en salud de 3,1% del PIB y en educación de 6,4%. Del gasto público social, el sector educación representa 37% en promedio, mientras que el sector salud 18%; y el ítem de protección social representa en promedio el 30%.

Estudios sobre efectos, realizadas por UDAPE sobre la elasticidad de la pobreza ante cambios en el nivel de ingreso muestran que ante un incremento del 1% del ingreso per cápita, la población pobre se reduce en un 0,6% en el área urbana, y un 0,3% en el área rural. Podemos decir que hemos mejorado en materia de desarrollo humano evolucionando desde el gobierno del MNR al actual, informes del PNUD nos sitúan como un país de desarrollo humano medio, estas son consecuencia de medidas como la Participación Popular, el SUMI y las políticas redistributivas del gobierno vía bonos asistenciales, como el Juancito Pinto, Juana Azurduy y la Renta Dignidad.

En este sentido, se puede establecer una relación entre el crecimiento económico basado en el nuevo modelo de política económica keynesiana y la ansiada reducción de la pobreza. Los impactos del nuevo modelo económico se observan en el crecimiento del PIB, los equilibrios fiscal y externo, y en el mercado laboral a través del aumento del gasto público. De este modo aplicamos la receta keynesiana: cuando hay superávit fiscal, hay que expandir la economía, cual es la realidad actual de la economía boliviana y en periodos de recesión déficits.

Reservas internacionales netas:

Las RIN se han apreciado últimamente, llegando a constituirse en un soporte financiero para la economía nacional. El incremento promedio anual de estas reservas en el periodo 2005-2013 es de un 31%, actualmente alcanzan a 14.558 millones de dólares. Como consecuencia del superávit de la cuenta corriente, las reservas internacionales netas crecieron durante el año y alcanzaron un total de 14.518 millones de dólares (alrededor del 50% del PIB) al final de septiembre.

Comparativamente con las RIN de nuestro vecino, el Perú, un referente de una economía abierta al mercado, muestra que la economía peruana reportó un total de US$63.339 millones en reservas internacionales netas (RIN) al 14 de octubre de 2014, según datos del Banco Central de Reserva (BCR) de Perú. Este volumen de reservas muestra el tamaño de su economía, superior a la nuestra.

En Perú, las reservas cubren más de 19 meses de importaciones y contribuye a la estabilidad financiera de este país vecino, sus reservas representan alrededor del 600% de la deuda externa de este país.

Perspectivas de crecimiento futuras:

FMI ubica a Bolivia como líder en crecimiento en la región hasta 2015, en un contexto de desaceleración de la demanda externa y la actividad interna, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía boliviana liderará este año el crecimiento en América Latina y se ubicará en segundo lugar en 2015.

En el caso de Latinoamérica, la desaceleración es generalizada, ya que economías como las de Brasil, Chile, Perú y México no crecerán a un ritmo mayor al 3,5% al terminar este año. Sin embargo, resalta que en la región Colombia continúa siendo la excepción. Dentro este contexto internacional, el Fondo Monetario Internacional redujo los pronósticos de crecimiento por la disminución de precios del petróleo en los mercados internacionales, en el caso de Colombia es duro, los ingresos que recibe el Estado colombiano por cuenta de la renta petrolera equivalen a cerca del 4,5% del Producto Interno Bruto. En nuestro país el 2013 las exportaciones alcanzan a 12.100 millones de dólares, el 54% por hidrocarburos.

La crisis de precios del petróleo podría llegar a una banda de US$70 a US$80 por barril, como producto de una debilidad en la demanda internacional y de una mayor producción de este recurso. La dependencia del petróleo en América Latina es enorme, por ejemplo, en el caso de Colombia las exportaciones de hidrocarburos son el 56% de sus ventas externas.

Por todo ello, es necesario crear motores alternativos de crecimiento de la economía, que permitan un desarrollo sostenible del PIB, ante el difícil contexto internacional por el que atravesaría América Latina en los próximos años, debemos entender que no tenemos vientos de cola y nos enfrentaremos a vientos en contra. Acerca de los pronósticos, en Bolivia, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia crecerá 5,2%. El país mantiene un ritmo de crecimiento que en los tres últimos años ha llegado en promedio al 5,71%, conforme al Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2011 el PIB aumentó en 5,17%, en 2012 5,18% y el 2013 un 6,78%.

Superávit fiscal y deuda:

Actualmente gozamos con este nuevo modelo económico de un superávit fiscal y una deuda publica manejable, que se encuentra por debajo de los indicadores internacionales. La deuda externa del país tiene un crecimiento sostenido durante los últimos siete años, desde que en 2007 llegó a 1.807 millones de dólares. El mayor nivel, en el periodo de 2000 y 2012, fue en 2003 con 4.242 millones según el Boletín del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas. Respecto de la deuda pública interna, 2013 cerró con el 11,9 por ciento de los ingresos del TGE y está por debajo del límite referencial de 35 por ciento del PIB, establecido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La deuda pública externa no representa un problema para la estabilidad económica del país, si la relacionamos con el PIB son 5,309 millones de dólares, hasta el 31 de mayo del año en curso, cuando para diciembre del año 2005 era de 4,492 millones. Si comparamos ambas cifras con relación al PIB correspondiente se tiene que la deuda externa pública ha disminuido al 17 por ciento del PIB, cuando para el año 2005 superaba el 50 por ciento.

Desde el año 2006 continuó incrementándose la deuda pública externa, su saldo disminuyó, primero, a $us. 3,192 millones de dólares para fines del mes de julio del año 2006 y, luego, a $us. 2,056 millones para fines de junio del año 2007, no porque se la hubiese pagado, sino porque fue consecuencia de las últimas condonaciones efectivas que el país recibió de sus acreedores. Por tanto, de un saldo de deuda externa de $us 2,056 millones se ha incrementado a $us 5,309, lo que representa un aumento del 158 por ciento. Sin embargo, a pesar de la adopción de este nuevo modelo y de sus impactos positivos en el crecimiento y en la promoción del desarrollo, tales resultados todavía no se han traducido en una reducción de la pobreza de ingresos.

En definitiva el Modelo de Keynes fue adoptado por Bolivia:

La propuesta de Keynes se basa en el equilibrio entre ingresos y gastos, entre renta y demanda agregada. El modelo de Keynes surgió frente a la gran depresión de los años treinta, se considera el golpe final a los fundamentos del liberalismo económico centrados en la “mano invisible de Adam Smith”. La depresión citada nos enseñó que debemos fomentar la demanda efectiva (consumo e inversión) a fin de incrementar los niveles de empleo y-o reducir las tasas de desempleo. Dentro de esta nueva política económica el Estado Boliviano estatizo la economía, logrando incrementar las tasas de crecimiento económico como el índice de desarrollo. La política económica boliviana se basa en el keynesianismo populista.

Conclusiones

  1. Concordamos con el informe de la CEPAL- 2013 sobre el Estado Boliviano que refiere que un nivel histórico de producción de gas natural y la expansión del consumo privado impulsaron el crecimiento de la economía boliviana en 2013, este hecho debe alertarnos porque nuestra economía seguirá siendo débil en tanto se apoye en el precio de exportaciones que responden a un mercado internacional, estamos lejos de alcanzar un proceso de industrialización, no estamos creando las condiciones necesarias para generar una economía de desarrollo. Al respecto, la CEPAL prevé una desaceleración del crecimiento del PIB en 2014 en nuestro país. Al efecto, debemos destacar empero que “la vulnerabilidad de la economía se acrecentó debido a que no se pudo superar la dependencia de la explotación de los recursos naturales no renovables, cuyos precios fluctuantes se fijan en el mercado mundial y que tienden a la baja”.
  2. El crecimiento de la demanda interna no es suficiente para mantener los actuales niveles de nuestra economía, existe una probable desaceleración de los precios internacionales lo que podría dar inicio a un nuevo ciclo económico, el cual sería depresivo, lo cual nos obliga a revisar nuestra política económica. En 2013, el crecimiento de la economía boliviana superó las estimaciones iniciales debido a que se alcanzaron niveles históricos de producción de gas natural y se registró un fuerte aumento del consumo privado, el PIB creció un 6,4%, pero ahora existe una caída importante en el precio del petróleo, vivimos de la renta petrolera, y estas estiman una caída del barril de petróleo de hasta $us 70 dólares el barril, que afectara nuestros ingresos.
  3. Los modelos econométricos muestran que existen puntos coincidentes, una fuerte consistencia en la relación entre gasto público en inversión y el crecimiento del PIB per cápita, este hecho no es ajeno a la realidad boliviana, la inversión pública está favoreciendo al crecimiento del PIB. El balance fiscal nos muestra superávit entre 2006 y 2013, por primera vez en nuestra historia republicana, antes entre 1998 y 2005 el déficit fiscal promedio alcanzo a 5,4% del PIB.
  4. Me adscribo a la coyuntura de la actual situación de crisis en la economía mundial, en la cual se puede afirmar que los economistas keynesianos y neokeynesianos están resurgiendo y toman mayor protagonismo en la vida pública. Un ejemplo lo tenemos en el último premio Nobel de economía, Paul Krugman. Nuestro país retorna hacia el Estado keynesiano, después de 20 años de romper el estatismo y de adoptar una economía basada en el libre mercado, adoptamos el modelo estructuralista de Keynes en Bolivia, este modelo ha dado resultados positivos, el 2013 la tasa de crecimiento de Bolivia fue del 6,8%.
  5. La deuda pública externa ha adoptado como política que esta debe destinarse hacia la inversión en proyectos de formación bruta de capital, como carreteras, los efectos de este nuevo modelo se observan en la inversión pública que el 2005 fue de Bs. 5.078 millones, en tanto que el 2013 alcanzó a Bs. 28.493 millones. La política de inversiones está bien direccionada, pero todavía es insuficiente para crear una economía de desarrollo. Ponderamos la inclusión del estado boliviano en el mercado de capitales mediante la colocación de capitales, esta operación resulto atractiva porque la oferta supero a la demanda, por ello nos parece positiva esta reinserción del país al mercado de capitales, al igual que estos recursos se destinen hacia la inversión.
  6. La capacidad de endeudamiento de nuestra economía se ha visto favorecida con el aumento de los ingresos del Sector Público No Financiero (SPNF) de Bs. 24.368 millones (31,6 por ciento del PIB) el 2005 a Bs. 104.021 millones (51,9 por ciento del PIB) el 2013. Los ingresos adicionales para el SPNF entre el 2006 y 2013 son de US$ 50.051 millones.
  7. Hemos dejado en el pasado los déficits fiscales por superávit, gracias a la exportación de hidrocarburos y al crecimiento de la demanda interna. Al efecto, la producción de gas natural el 2005 era de 33 millones de metros cúbicos día, en 2013 llego a 56 millones conforme al informe del Banco Central de Bolivia. En síntesis nuestro crecimiento económico obedece a estas dos variables, la demanda interna y la exportación de hidrocarburos.
  8. Finalmente, en cuanto al riesgo país, en los últimos años, Bolivia ha mejorado su calificación de riesgo, actualmente es de B+ con perspectiva estable, calificación similar a la de Venezuela y superior a la de Ecuador, lo cual es un indicador favorable para nuestra imagen de país.

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