Siempre que nos enfrentamos a situaciones adversas en nuestra vida, reaccionamos acorde al grado de estrés que éstas nos hacen sentir, así como también hacemos contactos con nuestras emociones, sea cual sea la que esté de turno. El amor, la alegría, la rabia, la tristeza y el miedo son nuestras cinco emociones básicas y a través de ellas nos conectamos con el mundo y creamos o destruimos las relaciones humanas.
Una de las características del ser humano es que tiene emociones. Las personas pueden cambiar de estado de ánimo en un abrir y cerrar los ojos: de la felicidad a la tristeza. Estos cambios afectan no sólo el ámbito personal sino también el ámbito laboral. Siendo esta una de las razones para conocer y reflexionar sobre el significado de la Inteligencia Emocional.
El término Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. Inteligencia Emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.
La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, y la motivación.
La teoría sobre Inteligencia Emocional (IE) fue hecha pública en la década de los 70, por los investigadores Howard Gardner (Harvard), Peter Salovey (Yale) y John Mayer (New Hampshire) y masificado el término por Daniel Goleman en 1995 con su famoso libro ‘Emotional Intelligence’
El conocimiento y manejo de la Inteligencia Emocional es cada día más relevante para el desarrollo organizacional y de los trabajadores. Los principios de la IE proporcionan una nueva forma de comprender el comportamiento de las personas, los estilos gerenciales, actitudes, habilidades interpersonales y personales. Este conocimiento es importante en la planificación de los recursos humanos, descripción de cargos, desarrollo de las entrevistas de reclutamiento y selección de personal, desarrollo gerencial, relaciones con los clientes, y prestación de un mejor servicio al cliente.
El concepto de IE considera que el Coeficiente Intelectual (CI), forma tradicional de medir inteligencia, no es lo suficientemente amplio para comprender el comportamiento de la gente; que existen áreas más amplias, que el conocimiento de la IE explica y suministra elementos esenciales del comportamiento y el carácter de los seres humanos. La IE contribuye a identificar porque algunas personas son más exitosas que otras. El éxito requiere más que un Coeficiente Intelectual alto. La IE explica por qué personas con un elevado coeficiente intelectual fracasan en sus empresas vitales, mientras que otras con un Coeficiente Intelectual más modesto triunfan clamorosamente. Todos hemos conocido personas que académicamente han sido brillantes pero social e inter-personalmente son ineptos. Se conoce, también, que el poseer un Coeficiente Intelectual alto no es sinónimo de éxito automático.
La IE considera que para ser exitoso se requiere un efectivo autoconocimiento, autoconciencia, autocontrol y manejo de las propias emociones, de las emociones de otros. La IE establece dos aspectos fundamentales a dominar:
- Entenderse uno mismo, las propias metas, las intenciones y motivaciones, las respuestas y comportamiento
- Comprensión del comportamiento y sentimientos de las otras personas
Según Goleman la IE identifica cinco dominios
- Conocimiento de las propias emociones
- Gerencia de las propias emociones
- Auto motivación
- Reconocer y entender las emociones de la gente
- Manejo de las relaciones personales
Para mantener una buena imagen personal, organizacional y un ambiente laboral armónico, es imperativo que la gerencia empresarial genere un conjunto de estrategias de reeducación y desarrollo del potencial humano que permita a sus trabajadores pasar, por ejemplo, de la ira al entusiasmo, de la frustración a la satisfacción, ya que cada día con seguridad, nos enfrentamos a emociones –propias y ajenas- lo que implica la necesidad de desarrollar el arte del manejo inteligente de las emociones.
La “Gerencia Emocional”, es una alternativa diferente y actual para aprender a manejar y/o gerenciar nuestras propias emociones. La gerencia de las emociones en el lugar de trabajo tiene como objetivo contribuir en la identificación de las emociones propias y ajenas, lo que permitirá al trabajador colocarse en el lugar de los demás, aspecto crucial para poder desarrollar relaciones adecuadas, además facultarlo para converger con usuarios en cuanto a sus necesidades emocionales, las cuales en la mayoría de las veces, son determinantes para la toma de decisiones.