El reto en un país como Brasil: contraste entre una riqueza centralizada, recursos naturales inigualables y corrupción
Brasil, es el país más grande de América Latina y el quinto más grande del mundo.
Limita: al norte con Venezuela, Colombia, Guyana, Surinam y Guyana Francesa, al sur con Argentina, Uruguay y Paraguay, al este con el océano atlántico, y al oeste con Bolivia y Perú.
Tienen 8.515.770 kilómetros cuadrados, una de las mayores superficies territoriales, con una abundante riqueza natural, con dos millones de especies de microorganismos, plantas y animales, correspondiendo entre un 10% y un 30% de todos los seres vivos en la tierra, donde la Amazonia representa uno de los dominios fitogeográficos más importantes del mundo.
Sin embargo esta región desde hace un tiempo, presenta incendios, devastaciones por prácticas agrícolas en suelos que no deben adecuarse para este fin, la intensa deforestación para la minería y extracción de madera han llevado a que Brasil disminuya su biodiversidad, teniendo en cuenta que solo el 16% del territorio se encuentra protegido en más de 1600 áreas distribuidas por el país.
Economía
Analizando la economía de Brasil, su riqueza y abundancia de recursos naturales entre los cuales se encuentra petróleo, carbón, gas natural, oro, piedras preciosas (diamantes, rubíes, esmeraldas), entre otros, y realizando un recorrido del desarrollo de su economía, sus alcances y limitantes que lo han llevado a ser la mayor economía de américa latina, nos genera varias inquietudes.
Es un país que afronta grandes retos, partiendo de una población de 209.288.278 millones de habitantes, que lo convierten en uno de los países más poblados del mundo, con una densidad de 25 habitantes por kilómetro cuadrado, es una de las 10 economías más importantes del mundo, y adicionalmente se encuentra entre los países con mayor deuda y tasa de desempleo.
Sin embargo surgen preguntas que logran cuestionar como con abundantes recursos naturales, uno de los mayores destinos para inversión extranjera por el tamaño de su mercado, una ubicación geográfica privilegiada;
Se encuentra en circunstancias desfavorables, tales como:
– Desigualdad social.
– Atraso de aproximadamente 40 años en la infraestructura.
– Educación universitaria pública gratuita, pero sólo para aquellos que se les ha podido ofrecer una educación primaria, secundaria y clase preparatoria privada para la universidad, siendo la educación pública de un nivel muy inferior al de la privada.
– En cuanto a la salud ofrece servicio gratuito pero de muy mala calidad y largas filas de espera, contrastado con el servicio de clínicas privadas, que tienen excelente reputación, y que lo convierten en destino de “ turismo médico” especialmente en lo que respecta a tratamientos estéticos.
– Situación actual del sistema pensionario, que afecta una parte cada vez mayor del presupuesto público y que ha generado un crecimiento en la deuda pública, la cual presenta adicionalmente una gran desigualdad, que según el tesoro del país es distribuida en el 41% para la parte más rica de los brasileños y el 3% a los más pobres.
Sin embargo y a pesar de los grandes recursos y ventajas con que cuenta, la corrupción en el sector público ha logrado llevar al país –a pesar de todo el potencial para generar calidad de vida, igualdad y ejemplo de crecimiento humanitario-, a una sociedad con intereses individuales, burocráticos y anárquicos que han originado retrocesos y desequilibrios.
No es garantía de crecimiento y desarrollo ser el país más grande, o tener grandes recursos naturales, es la calidad de sus gobernantes, el dolor y sentido de pertenencia de patria, lo que impulsa a los líderes a crear un mejor país.
Con el cambio reciente de gobierno en Brasil, el nuevo mandatario Jair Bolsonaro, afrontará grandes retos. Comenzando con un ciclo histórico, debido a la ruptura de 24 años de gobiernos socialdemócratas.
Entre ellos:
– Implementar reformas que mejoren las condiciones financieras de la nación
– Hacer una sociedad más igualitaria, debido a que actualmente el 10% más rico de la población acapara casi la mitad (43.5%) de los ingresos del país, el cual se ha potencializado debido a cuatro años de crisis política y recesión.
– Mantener el combate a la corrupción, atacando los desvíos multimillonarios de fondos públicos que han limitado los avances en infraestructura, sanidad y educación
– Conservación de los recursos naturales, ya que hay evidencia de que las empresas del sector agrícola los están sobreexplotando de una forma insostenible e irresponsable.
– Salir de la recesión de cuatro años, que ha afectado incluso a empresas españolas, que se encuentran dentro de las grandes inversoras del país.
– Deberá recuperar la confianza en la economía y abrir oportunidades para 13 millones de desempleados.
Sin embargo, Brasil es un país privilegiado y con la capacidad de influenciar en los países BRICS (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica) y el G20, a pesar de sus desafíos internos. Su papel es importante en la sostenibilidad a escala mundial, desarrollando grandes luchas contra la corrupción, tales como la “ Operación lavacoches”, la cual logró llevar a prisión a ejecutivos, magnates y líderes políticos, como el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, lo cual afecto a la economía del país, paralizando las principales empresas responsables del 13% del PIB.
La riqueza con la que cuenta Brasil le permite, bajo un esquema de adecuado aprovechamiento, seguir siendo potencia económica mundial.
Entre estos recursos encontramos:
– La riqueza natural, siendo el mayor productor de hierro en el mundo, líder en exportación de carne, pollo, jugo de naranja, azúcar, café y tabaco.
– La industria manufacturera y automotriz.
– Grandes recursos como petróleo y etanol.
– Cuenta con el 14% del agua fresca del mundo.
– El 80 % de su electricidad viene de energía hidroeléctrica.
– Posee la industria de biocombustibles más sofisticada del mundo.
– Por su tamaño su economía es considerada la más verde en el mundo
Esperemos entonces que el liderazgo, visión y adecuado aprovechamiento de los recursos, en manos de sus nuevos dirigentes, logre encausar en un panorama de igualdad, equidad y equilibrio a un país con todo el potencial, para ser ejemplo mundial.
Bibliografía:
– Reiter, B., & Lezama, P. (2013). Transferencias Condicionales Y Políticas De Acción Afirmativa en Latinoamérica: La Diferencia Que Políticas De Inclusión Pueden Hacer. Investigación y Desarrollo, 21(2), 455–478.
– González, R. A., & Rodríguez, J. (2012). Claves Para Entender El Crecimiento Del Empleo Formal en Brasil. Debates IESA, 17(3), 40–45.
