«Ser o no ser», ésta es la famosa primera línea del monólogo “Hamlet”, escrita alrededor del año 1600 por William Shakespeare.
Para poder entrar en tema, necesariamente tenemos que responder a la pregunta milenaria ¿qué es la realidad?, pregunta que no necesariamente se formuló pero estaba presente cuando el primer hombre se inició como Chamán [1] dándole forma, color y textura a la cultura ancestral, conocida como chamanismo, siendo ésta, la responsable de administrar las creencias y prácticas tradicionales con el objetivo de entablar comunicación con el mundo de los espíritus, o tal vez, dicha interrogante surgió junto con el yoga [2]; considerada como la doctrina filosófica y metafísica más antigua, según algunos, es el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente, ofrece los medios para comprender el funcionamiento de ésta, o incluso sería el arte de estudiar su comportamiento. Desde el punto de vista del yoga, lo Real y la realidad se entremezclan en la vida cotidiana, la belleza del mundo que nos rodea captura nuestra atención hasta hacernos creer que es auténtica, pero ¿lo es?
En estos momentos viene a mi memoria la famosa película Matrix donde se entremezclan el mundo real con el mundo virtual. En la película se resalta el concepto clásico de la filosofía sobre si el mundo alrededor es real o ficticio, (teoría de los dos mundos de Platón [3]).
Para poder hablar de la Realidad, necesariamente debemos tener presente el rol y la importancia del Ego ya que éste, juega un papel fundamental a la hora de su definición. Pero, ¿Qué entendemos por Ego?, de acuerdo con Wikipedia (la enciclopedia libre), el concepto de “yo” (y su étimo latino ego) es un término difícil de definir de buenas a primeras dadas sus diferentes acepciones. A lo largo de la historia su definición se ha relacionado con otros términos como psique, ser, alma, conciencia. La aproximación académica hace precisiones según la disciplina desde la que se enuncie. El estudio del yo abarca tanto disciplinas de orientación biológica, (psicobiología, neurobiología, neuropsicología, etc.), como disciplinas de corte filosófico y humanista. Al término “yo” se le asocia los conceptos de conciencia y cognición.
A la hora de dilucidar ¿cuál es nuestra realidad?, nuestro primer y principal inconveniente radica en el hecho que estamos inicialmente presos, gobernados y controlados por nuestras propias estructuras del Ego. Lo paradójico aquí es el hecho de que el Ego no sólo nos engaña al no permitirnos reconocer que estamos encerrados entre sus barrotes, sino que además anhela y pide a gritos, la Libertad, que solo él nos puede dar. Siguiendo este orden de ideas nos encontramos con el psicoanálisis de Sigmund Freud quien nos dice que el Ego (el yo), media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y los instintos del ello [4], éste evoluciona con la edad donde los primeros años de nuestra infancia (la interacción con nuestros padres, hermanos y familiares) son cruciales ya que precisamente a temprana edad es cuando se forman los patrones de pensamiento y emociones que conforman, le dan vida, color y textura a la realidad que nos rodea, y así en forma simple y somera podemos afirmar que hoy somos el resultado de lo que aprendimos, absorbimos, presenciamos y experimentamos ayer, es decir, hoy somos el producto de la dialéctica del ayer y seremos la dialéctica del mañana.
El filósofo, matemático, lógico y escritor británico ganador del Premio Nobel de Literatura, Bertrand Arthur William Russell (1872 – 1970), en su obra «La conquista de la felicidad» (1930) describe como las creencias adquiridas en la primera infancia se hacen inconscientes y pueden adquirir un carácter perturbador en la vida posterior del sujeto.
Excelente, pero no podemos seguir con el dialogo, obviando el rol protagónico de nuestros cinco sentidos, el tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto, estos constituyen el mecanismo fisiológico de la percepción, permitiendo percibir lo que está a nuestro alrededor, percepción que llega al cerebro y éste, a través de un proceso interpretativo y de valoración, definido por nuestros principios éticos y morales, por nuestras creencias, opiniones, actitudes y modos de ver el mundo aprendidos y reforzados en el diario vivir, construye los modelos mentales que le permitirán, al cerebro, dibujar la realidad que nos rodea.
Ahora bien, en dichos procesos mentales es que entra en juego, el Ego y con él, el cúmulo de experiencias acumulativas que hemos vivido, de esta forma tenemos la ecuación:
Ego +experiencias acumulativas + 5 sentidos → procesos y modelos mentales = Realidad
Entendiendo por Ego: la psique, el ser, el alma, la conciencia y con el acento en cognición
Ahora veamos ¿qué es cognición?
De acuerdo con Wikipedia (la enciclopedia libre), el concepto de cognición (del latín: cognoscere, «conocer») hace referencia a la facultad de procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información.
Evidentemente el nivel cognitivo es directamente proporcional a la calidad del conocimiento adquirido, a mayor y mejor conocimiento, mayor será nuestro nivel cognitivo, por ende, y de acuerdo con la ecuación, nuestra definición de realidad estará más cercana a la correcta y verdadera realidad.
Bien, llegó la hora de definir “distorsión”.
De acuerdo con la Real Academia Española en su segunda acepción, nos dice que es la deformación de imágenes, sonidos, señales, etc., producida en su transmisión o reproducción, dicho en otras palabras, es la diferencia de señal entre lo que entra y lo que sale a través de un equipo o sistema.
Excelente, pero la distorsión que nos interesa para el desarrollo de este artículo es la distorsión cognitiva y así, los doctores Aaron Temkin Beck y Albert Ellis (fundadores de la terapia cognitiva) nos aseguran que por lo general nuestros pensamientos, lejos de ser fieles a la realidad, hacen que tengamos una imagen distorsionada de la misma.
Gracias a sus investigaciones y aportes, hoy sabemos que tenemos un número considerable de este tipo de distorsiones, a continuación, una muy breve descripción de tan solo algunas de ellas:
Pensamiento polarizado o dicotómico (todo/nada)
Interpreta la realidad en categorías de cosas buenas o malas, blancas o negras, siempre o nunca, todos o ninguno. Se valoran los hechos de forma extrema u opuesta, no se conoce las tonalidades de grises.
Interpretación o lectura del pensamiento
Tendencia a interpretar los sentimientos e intenciones de los demás. “Leemos” la mente de las personas y le atribuimos sin mucho fundamento una determinada forma de pensar. Es nuestra tendencia asignar a los demás nuestros propios sentimientos y motivaciones, como si los demás fueran similares a uno mismo. “Sé muy bien, lo que está pensando”
Personalización
Básicamente consiste en el mal hábito de creer, sin base alguna, que los acontecimientos del entorno están relacionados con uno mismo. «Sé que lo dice por mí».
Falacia de Justicia
Consiste en la costumbre de valorar como injusto todo aquello que no coincide con nuestros deseos. Simplemente valoramos de injusto todo aquello que no ocurre tal y como nosotros queremos. «No hay derecho a…”, «Es injusto que…”.
Abstracción selectiva o filtraje
Consiste en tomar con una pinza sólo los aspectos negativos de un hecho y con ello, valorar la situación global como negativa, con una «visión de túnel» solo tomamos, exaltamos, y nos centramos en lo negativo, lo positivo se obvia. Toda persona tiende a adecuar la información que recibe a la que ya existe en su mente.
Sobre-generalización
Consiste en sacar, sin base alguna, una conclusión general de un hecho particular. Distorsión lógica muy común. Algo sucede una vez, por ende, sucederá siempre.
Evidentemente, el definir la realidad que nos rodea, no es tarea fácil ya que son muchas, pero muchas las variables que entran en juego y si en función de ésta, tomaremos decisiones, la cosa se complica grandemente.
En la gerencia, la toma de decisiones es una tarea retadora y representa el 90% del quehacer diario de todo gerente. Comparar varios cursos de acción, evaluar los riesgos y finalmente seleccionar la acción que se va a realizar. La calidad de las decisiones tomadas marca la diferencia entre el éxito o el fracaso. Cuando un gerente se enfrenta a una decisión, además de conocer la situación que se presenta, debe tener la capacidad de usar información, reunir alternativas, incorporar orientación, capacidad de discernimiento, analizar, evaluar y estar atento ya que los riegos pueden cristalizar.
Y como si fuera poco, dependiendo de la importancia estratégica y complejidad de la situación, el gerente se enfrenta a sus mismos mecanismos de defensa (estos se activan inconscientemente). De acuerdo con Wikipedia (la enciclopedia libre), los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas inconscientes puestas en juego por diversas entidades para hacer frente a la realidad y mantener la autoimagen. Y nos sigue diciendo: Los modelos de comportamiento que componen la psiquis en el ser humano, son un compuesto de fuerzas. Estas fuerzas son las características genéticas, las características instintivas que residen en el inconsciente y los factores de desarrollo, que incluyen: adiestramiento, circunstancias ambientales del individuo, experiencia y formación.
Por otro lado, hoy sabemos que la toma de decisiones rebasa los linderos de la psicología y entran en escena las ciencias económicas, la cibernética, la ciencia política, la ideología y las mismas ciencias gerenciales entre otras, todas presentes y amalgamadas, que solo su correcta coordinación y estrategia marcaran irremediablemente el éxito o el fracaso en la decisión a tomar.
Mi estimado gerente, su tarea no es nada fácil, deténgase un instante, respire profundo e iniciemos por el principio. Principio que, indiscutiblemente, está marcado por la percepción de la realidad. Realidad que está irremediablemente permeada por las distorsiones cognitivas y éstas, catalizando la producción de sesgos o prejuicio cognitivos (de acuerdo con Wikipedia (la enciclopedia libre), es el efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento de lo percibido, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica, o lo que se llama en términos generales irracionalidad, que se da sobre la base de la interpretación de la información disponible, aunque los datos no sean lógicos o no estén relacionados entre sí)
Ahora bien, ¿cómo se puede reducir la interferencia proveniente de las distorsiones y los sesgos cognitivos?, ¿cómo crear, estimular y favorecer la toma de decisiones adecuadas?
Menudas preguntas, cuyas respuestas son titánicamente complejas. Sin embargo y en total sintonía con los Máster Libertad Martín Alfonso y Adolfo Álvarez Pérez [5], hoy podemos asegurar que “las ciencias biomédicas y sociales han permitido aproximarse a soluciones en el marco del desarrollo del pensamiento y la creatividad del individuo. Tomando como antecedentes los descubrimientos de Roger Sperry en la década del 60, acerca de las funciones específicas de los hemisferios cerebrales, Edward de Bono crea la expresión «Pensamiento Lateral» para referirse al pensamiento que está altamente relacionado con los procesos mentales de creatividad e ingenio. Considera que éste es un tipo de pensamiento provocativo, por generar nuevas ideas, que escapa de los moldes tradicionales, es sumamente flexible, ilógico y puede ser aprendido. El pensamiento lateral es una actividad, un proceso que permite generar nuevas ideas, mediante la reestructuración de esquemas conceptuales y la provocación de otros [6].”
En definitiva y a manera de conclusión, el estudio y solo el estudio de los aspectos psicológicos, económicos, cibernéticos, políticos, ideológicos y gerenciales entre otras, que caracterizan la dinámica interna del proceso de toma de decisiones, puede constituir un punto importante para su perfeccionamiento, es decir, dependiendo de las dimensiones de la situación y problema planteado, la toma de decisiones debe ser el producto de un proceso interdisciplinario donde el gerente haciendo uso de la planificación, organización, dirección y control, apoyado en sus asesores, dirija y coordine dicho equipo de trabajo, logrando al final una decisión acorazada y sustentada en bases científicas, sociales, económicas y administrativas.
Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Albert Einstein
Notas el pie
- Chamán (del idioma tungu, de Siberia, xaman o schaman, y éste del verbo scha, «saber», es un individuo al que se le atribuye la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva de esta, de maneras que no responden a una lógica causal.)
- Del sánscrito ioga, que a su vez procede del verbo iush (yuj en AITS), se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. Los orígenes del Yoga se remontan a la prueba arqueológica más antigua encontrada, data aproximadamente del año 3000 antes de Cristo, y se trata de sellos de piedras con figuras de posiciones yóguicas pertenecientes a las civilizaciones de los Valles del Indo y Saraswati.
- Platón (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina, ca. 427-347 a. C.), fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Platón propone que existe un doble ámbito, nivel o región en la realidad: el mundo sensible, formado por los objetos materiales, que es el que captamos por los sentidos, cambiante, y el mundo inteligible o mundo de las ideas, formado por las almas y las ideas captable sólo por la inteligencia, y en el que se ubica el mundo perfecto y lo permanente.
- De acuerdo con Wikipedia (la enciclopedia libre), El Ello es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad, cuyo único propósito es reducir la tensión creada por pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irracionales. El Superyó es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. El Yo tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del Ello con el mundo exterior, a la vez conciliándose con las exigencias del Superyó. El Yo evoluciona según la edad y sus distintas exigencias del Ello actuando como un intermediario contra el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del Ello de una manera apropiada
- Máster Libertad Martín Alfonso y Adolfo Álvarez Pérez (2000). Sesgos Cognoscitivos del Gerente: su influencia en la Toma de Decisiones. Rev Cubana Salud Pública 2000; 26(1):5-11
- Bravo Oyarse E. (1991). El desarrollo de las capacidades cognoscitivas. Editora Reana. Lima.