El “Día Mundial de Lucha contra la Desertificación” se celebra cada año el 17 de junio. Ese día, en 1994, se promulgó en París la “Convención para Combatir la Desertificación”. Es decir, hace un cuarto de siglo.
Este 25 aniversario de la Convención será organizado por el gobierno de Turquía, en la ciudad de Ankara. El lema de este año será «Construyamos el futuro juntos” y en inglés «Let’s grow the future together«.
Los numerales para las tendencias serán:
En español: #DíaMundialDeLuchaContraLaDesertificación #2019WDCD #Desertificación #Sequía #ODS15 #Agenda2030 #DiversidadBiológica #DegradaciónDeLaTierra #CambioClimático
En inglés: #WorldDayToCombatDesertification #2019WDCD #SDG15 #Desertification #Drought #Agenda2030 #Biodiversity #LandDegradationNeutrality #ClimateChange
Temas de este año
La ONU, con motivo de la celebración de estos 25 años, ha escogido tres grandes temas para su desarrollo:
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Suelo y sequía
«De cara a 2025, 1800 millones de personas vivirán una escasez absoluta de agua. Además, dos tercios de la población mundial no dispondrán de suficientes recursos hídricos».
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Tierra y seguridad humana
“En 2045 alrededor de 135 millones de personas en todo el mundo pueden haber sido desplazadas como consecuencia de la desertificación».
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Los suelos y el clima
«La restauración de suelos en ecosistemas ya degradados puede conducir a la absorción y almacenaje de hasta 3000 millones de toneladas de carbono cada año».
Agenda 2030
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en su Objetivo 15, recoge la determinación a detener y revertir la degradación de la tierra.
Los orígenes de la Convención para Combatir la Desertificación
El problema de la desertificación se trató por primera vez, de manera formal, en la Cumbre de Río,1992, tiempos en que ya venía tomando características alarmantes. En Río se adelantó, en teoría, acerca de cómo hacer frente al problema y se apoyó un nuevo enfoque integrado sobre el mismo, el cual entró en vigor el 26 de diciembre de 1996. Para más detalles se puede ver el documento “Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por la sequía grave o la desertificación, en particular en África”.
Este pormenorizado documento abarca la mayoría de los aspectos relacionados con la desertificación y la sequía. Sin embargo, en la práctica y a la luz de estos 25 años, no solo que no se ha avanzado en la materia sino que se ha retrocedido como consecuencia de varios factores, entre los que destaca la deforestación de los bosques y los efectos de la sequía. Esta última, en parte como consecuencias de la propia deforestación, y en parte por otros factores relativos al avance del calentamiento global y el cambio climático.
Por ejemplo, se está concluyendo medio siglo de la deforestación hostil de la selva de Borneo. Durante este tiempo, el pulmón del sudeste asiático prácticamente fue destruido, primero para surtir de troncos a la industria maderera, y luego por la siembra masiva de la palma de aceite, conocida por sus efectos negativos sobre el suelo. En Borneo se efectuó el primer cambio climático local del planeta hecho por manos humanas, comprobado científicamente. Pero además, hay otra decena de bosques de la Tierra que se están esquilmando, entre ellos la selva lluviosa del Amazonas, conocida como el pulmón del mundo.
La desertificación en números
“La desertificación es un problema global que amenaza directamente a más de 250 millones de personas y a una tercera parte de la superficie terrestre o más de cuatro mil millones de hectáreas. Igualmente, peligra la subsistencia de unos mil millones de personas en más de cien países. Estos dependen de la tierra para la mayoría de sus necesidades y suelen ser los habitantes más pobres del planeta.
Aunque la desertificación afecta en mayor medida al continente africano, dos terceras partes del cual son desiertos o tierras secas, el problema no se circunscribe a las tierras secas de ese continente. Más de un 30% de las tierras de los Estados Unidos están afectadas por la degradación. La cuarta parte de América Latina y el Caribe son desiertos y tierras secas. En España, la quinta parte de las tierras corre el peligro de desertificarse. En China, desde los años 50 las tormentas de arena y el crecimiento de los desiertos han arrasado cerca de 700.000 hectáreas de tierras cultivadas; 2.35 millones de hectáreas de pastizales; 6.4 millones de hectáreas de bosques, extensiones boscosas y tierras de arbustos. En el mundo entero, aproximadamente el 70% de los 5.200 millones de hectáreas de tierras secas que se utilizan en agricultura están degradadas y amenazadas por la desertificación.”
Artículo de opinión de la ONU
Dedicado al Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, encontramos el artículo “El desgaste de la tierra”. Aquí dejamos unos párrafos para consumo de nuestros lectores:
“La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas.
Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.
Cada 17 de junio celebramos el Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos.
Esta fecha nos brinda una oportunidad única para recordar que se puede neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones, con una firme participación de la comunidad y cooperación a todos los niveles”.