Democracia, oposición, tolerancia y cultura política

Circunstancia básica que da sostén a la democracia es que el sistema político permita un acuerdo mínimo al respeto recíproco entre quienes participan en el juego por el poder, en donde se reconozca que es posible que no todos estemos de acuerdo a la hora de la toma de las decisiones públicas sin que ese no estar de acuerdo tenga que significar la polarización de la sociedad, quiere esto decir que, la diferencia no puede conducir a un conflicto que se torne violento, que nos lleve más allá de las posibilidades de la convivencia respetuosa y pacífica dentro de la diferencia.

Lo que justifica la existencia de la democracia es que sea un sistema capaz de garantizar el pluralismo bajo el principio de la no existencia del consenso absoluto dentro del desarrollo del proceso político, lo cual supone la necesidad de la tolerancia y el dialogo a partir de la diferencia con quienes representen la otra opinión del régimen, o del gobierno, todo bajo el reconocimiento del respeto mutuo.

La democracia retrocede cuando las libertades ciudadanas se restringen, cuando el poder se concentra en manos de unos pocos, cuando la intolerancia a la otra opinión, la de la oposición que aspira a ser alternativa de gobierno es desacreditada y señalada de subversiva, cuando desde el centro del poder se decide quién será el sucesor en el ejercicio del gobierno, en fin, cuando el respeto y defensa de los derechos fundamentales no son prioritarios para quienes en nombre de la democracia, ejercen el poder del Estado.

Se propone dirigir la mirada a la consolidación de la Sociedad Civil como instrumento para la construcción de entidades democráticas, en donde el poder ciudadano se manifieste con capacidad para influir en la toma de decisiones desde las instituciones estatales, garantizando la pluralidad. Esta propuesta propende por la integración social con orientación más que en la libertad, en la igualdad.

De lo que se trata es que le demos vida, aplicación a ese principio constitucional consagrado en la Carta Política de los colombianos, ser realmente un Estado Solidario, que se traduce en esa condición humana de tener la capacidad de reconocer en el otro a mi igual, entenderlo y comprenderlo siendo capaz de ser recíproco en la búsqueda del bien colectivo, invocando el desarrollo de la Sociedad Civil como instrumento para el fortalecimiento de la democracia, el sentimiento por la unidad nacional, esta es la fórmula apropiada para refundar el Estado, no la otra.

El fortalecimiento de la democracia parece estar relacionado entonces, con la capacidad que posea el régimen político para lograr los pactos, los acuerdos, las coaliciones con los diferentes partidos políticos, grupos de interés y así direccionar las decisiones económicas y sociales que acorten las diferencias entre ricos y pobres.

La interacción entre los diferentes actores de la vida política, social y económica ha de conducir a la construcción de un Estado en el que su institucionalización sea el resultado de la opinión ciudadana con influencia política suficiente para influenciar en la toma de decisiones del gobierno del Estado, respetándose los límites entre los intereses públicos y privados.

Quienes hemos venido promoviendo la Responsabilidad Social del Estado en la administración de lo público no podemos dejar de insistir en la necesidad de hacer hincapié en la protección de los derechos políticos tales como la libertad de prensa, de asociación, en la promoción del pluralismo y de la participación activa de todos los sectores de la sociedad; en la consolidación de un aparato judicial independiente, entre otros valores importantes para el buen funcionamiento de un régimen que pretende hacerse llamar democrático.

Sin embargo, más que un marco legal que desarrolle lo enunciado, se necesita una cultura política que los ejecute verdaderamente, para lograr una sociedad equitativa y moderna, en lo cual deben contribuir los partidos políticos, para lo cual deben fortalecerse con la incorporación de miembros que representen a las nuevas generaciones y distintos sectores de la sociedad colombiana, para airearlos con propuestas ideológicas, para que sean otras las caras las que representen a las colectividades políticas y así, incentivar a la población colombiana a participar de lo público a través de los partidos políticos en donde los de oposición al gobierno puedan ejercer el control político evitando el abuso del poder que lleva a la arbitrariedad.

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Martínez Núñez Dimas. (2007, noviembre 23). Democracia, oposición, tolerancia y cultura política. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/democracia-oposicion-tolerancia-y-cultura-politica/
Martínez Núñez Dimas. "Democracia, oposición, tolerancia y cultura política". gestiopolis. 23 noviembre 2007. Web. <https://www.gestiopolis.com/democracia-oposicion-tolerancia-y-cultura-politica/>.
Martínez Núñez Dimas. "Democracia, oposición, tolerancia y cultura política". gestiopolis. noviembre 23, 2007. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/democracia-oposicion-tolerancia-y-cultura-politica/.
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