Muchas veces reclutamos personas que tienen el perfil adecuado para el cargo disponible, le damos una capacitación magistral mas todo el material que podrá necesitar. Sobre lo anterior la empresa cuenta con una infraestructura increíble, sala de descanso, horarios flexibles y una buena remuneración.
Al parecer, todo lo anterior mencionado, sumado, debería darnos una fórmula infalible para que nuestro colaborador se sienta feliz y satisfecho, y esperamos entonces que de su parte venga un montón de crecimiento en la empresa.
Pero pasaron dos meses y el colaborador solo hace lo necesario, al tercer mes ha bajado su rendimiento, y para el cuarto mes manda una carta de renuncia.
Cuando nos reunimos con él/ella, nos comenta que no es feliz con lo que está haciendo, si es que tenemos la suerte que se abra un poco y no nos diga simplemente, que sus motivos para retirarse son personales.
¿Qué hicimos mal?
Bueno, la respuesta tiene varios factores. Un factor externo y muy importante, es la creciente rotación de personal a nivel mundial. Las nuevas generaciones tienen otra perspectiva sobre lo que es la estabilidad laboral. Este factor ya no es independiente del desarrollo personal y la felicidad. Así mismo, influyen los factores internos de cada empresa: un mal liderazgo, mala organización, poca claridad en la Job Description y un trabajo rutinario, pueden ser de los factores más determinantes a la hora de tomar la decisión de renunciar.
Hace unos años las personas buscaban trabajar en empresas grandes, prestigiosas y que les puedan brindar un buen seguro médico, horarios regulares y un sueldo más o menos decente. Y la idea de pasar más de 45 horas a la semana dentro de una oficina, parecía lo más sensato y correcto. Pero hoy las personas valoran más el tiempo en el cual pueden hacer algo con lo que realmente se sientan apasionadas.
Y es ahí donde está el secreto, las personas no quieren sólo hacer un trabajo, quieren sentir que tienen un propósito más grande que ellos que los mueva cada mañana.
La empresa necesita trasmitir en el colaborador el Why, el por qué la empresa existe. Recordemos que esta empresa nació de un sueño o una necesidad, se construyó a base de esfuerzo, PASION, y mucha dedicación a través de un sinfín de obstáculos.
Actualmente toda la información y el Know how puede aprenderse en unos días de capacitación, con un manual impreso, con reuniones para realimentación semanales. Todo importante, pero sin el WHY claro y marcado dentro de la persona, llegan a ser procesos vacíos.
Por lo tanto, la motivación es pasajera. Todas las personas se sienten emocionadas cuando comienzan un nuevo trabajo, es el COMPROMISO o ENGAGEMENT con el WHY de la empresa, lo que marcará la diferencia, mejorará la productividad y reducirá la rotación laboral.