Una de las variables que afectan la economía de un país, así como algunos indicadores como la inflación, el tipo de cambio, el comportamiento de los consumidores y de los inversionistas, entre otros, son las expectativas.
Si bien, los indicadores mencionados pueden variar en un periodo de tiempo a raíz de las expectativas, su afectación a la marcha de la economía de un país tomara relevancia y sostenibilidad en el tiempo, si las expectativas mencionadas se transforman en hechos concretos, como lo es una errática política económica de un Estado, inestabilidad política, entre otros factores internos, o la influencia negativa de factores económicos y geopolíticos externos, para efectos prácticos de lo expuesto veamos el caso actual de las expectativas de confianza empresarial en el Perú.
Según la última encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR) de agosto revela que todos los índices que describen el desempeño de las compañías han caído respecto al mes anterior.
Por ejemplo, el indicador sobre la situación actual del negocio alcanzó los 55,4 puntos, lo que implicó una reducción mensual de 0,8 puntos. Asimismo, el índice del nivel de ventas se redujo en 2,5 puntos, a 56,9 puntos. Este no solo fue el segundo registro más bajo del año, sino que se deterioró en los sectores de minería e hidrocarburos, construcción, comercio y servicios, según la encuesta. Dichas actividades concentran el 62,5% del PBI.
Además, el índice de expectativa sobre el nivel de producción cayó en 1,2 puntos, al pasar de 55,9 puntos en julio a 54,7 puntos en agosto. Se reflejó en este indicador el deterioro de los sectores minería e hidrocarburos y construcción.
El retroceso en las mediciones sobre la situación de la demanda y órdenes de compra con respecto al mes anterior fue más significativo. Dichos índices disminuyeron en 3,1 y 1,3 puntos, respectivamente.
La caída de los indicadores de desempeño de los negocios ha afectado las expectativas de los empresarios sobre la economía en los próximos tres meses. Según la encuesta, dicho índice se redujo en medio punto en agosto, a 58,5 puntos, y registró el mismo comportamiento en minería e hidrocarburos (-6 puntos), manufactura (-2 puntos), construcción (-4 puntos) y servicios (-2 puntos). Sin embargo, comercio creció 7 puntos.
En tal sentido, considerando los últimos acontecimientos en el contexto económico y geopolítico externo e interno y sus proyecciones, en el ámbito económico, la guerra comercial entre EE.UU y China, que se agudiza con sanciones económicas de EE.UU a otros países como Rusia e Irán y tensiones comerciales con la India y la Unión Europea, vislumbran un panorama bastante difícil en el corto y mediano plazo e incierto en el largo plazo.
Asimismo, en el ámbito geopolítico, la agudización de las diferencias entre Rusia, China, Irán, Siria y sus aliados, frente a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en diversos aspectos, como la denuncia de Rusia y Siria sobre un montaje de agrupaciones pro occidentales (Cascos Blancos, entre otros) de ataques químicos al bastión terrorista en Idlib, para inculpar al gobierno sirio, los continuos enfrentamientos entre Israel y Palestina, a raíz de la colonización de territorios palestinos ocupados, la prolongación de la intervención militar en Yemen por parte de Arabia Saudita y sus aliados, así como la presencia aun significativa del autodenominado Estado Islámico en Afganistán y el África, luego de su derrota en Oriente Medio, hacen que el riesgo de atentados terroristas en diversas partes del mundo sea permanente y que los conflictos regionales puedan desencadenar en un conflicto global.
En el frente interno, es el panorama político el que genera mayores expectativas, las continuas denuncias de corrupción han impactado en la credibilidad de la clase política en general, y vienen generado inestabilidad política, pero también el mantenimiento de niveles altos de inseguridad ciudadana con una ola de asaltos a entidades bancarias, negocios y personas naturales desde principios de este año, así como las trabas burocráticas en entidades del Estado, vienen generando inestabilidad y preocupación en el sector empresarial y la ciudadanía en general.
Esta situación en el contexto económico y geopolítico externo e interno y sus proyecciones a mi entender son el motivo de las expectativas negativas que se han reflejado en la última Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR) y que vienen afectando la confianza empresarial, lo cual puede influir negativamente en algunos indicadores de nuestra economía y el comportamiento de los inversionistas tanto locales como extranjeros durante este año.
En tal sentido, es necesario que se tomen acciones inmediatas para revertir esta situación y recuperar la confianza empresarial, como lo son una imparcial y objetiva investigación de las denuncias de corrupción y aplicar las más duras y efectivas sanciones a los implicados dentro del marco legal, entender que la lucha contra la inseguridad ciudadana parte por enfrentar a la corrupción y contar con la participación activa de la población organizada como apoyo a la Policía Nacional, el fortalecimiento del Serenazgo Municipal y la inversión en tecnologías de punta para vigilar las 24 horas del día las calles y exigir al poder judicial que castigue conforme a Ley a los responsables de actos delictivos, y en el aspecto económico promover la diversificación de nuestra oferta exportable especialmente de productos no tradicionales y terminados, para no depender mucho de los precios internacionales de los minerales y otros productos primarios que son la base actual de nuestras exportaciones y que son vulnerables a los vaivenes de los mercados internacionales debido al difícil contexto económico y geopolítico expuesto.