¿Cuántas veces has pasado por este dilema? El de no saber lo que quieres, pero saber bien que no es lo que estás viviendo. Muchas veces esto sucede porque nos falta un análisis profundo y reflexivo de cuáles son nuestras preferencias. Cuando decides comprarte un bien material, como un auto o un reproductor de música, seguro averiguas qué beneficios tiene, lo comparas con otros, te preguntas cuál tiene más que ver contigo, cuál te gusta más, cuál cuadrará más con tu estilo de vida. Esto te puede resultar natural, ya estás acostumbrado a comprar bienes desde que eras un niño y te dieron a elegir de qué color querías tu ropa. Pero cuando se trata de un paso en tu carrera profesional, no sólo no estás acostumbrado sino que puedes sentirte totalmente abrumado de sólo pensar en las variables tienes que contemplar para tomar un camino diferente. Te propongo utilizar un esquema que te será de utilidad para cualquier área de tu vida. Es más, te recomiendo que como primer ejercicio lo pienses de manera general.
Lo primero que tienes que hacer es una evaluación de lo que hoy tienes.
Piensa en tu vida, tu carrera, tus relaciones, tu salud, todas las áreas de tu vida y hazte la siguiente pregunta: De la vida que tienes hoy, ¿qué es lo que quisieras mantener? tal vez tu buena relación con tus compañeros de trabajo, el clima laboral, la posibilidad de formar lazos duraderos. Tal vez el reconocimiento de tus pares o tu jefe, o las posibilidad de crecimiento de tu empresa. Los fines de semana familiares, o la buena relación que tienes con tu pareja. ¿Qué es lo que quieres mantener?
Haz una lista a la izquierda de la hoja con todo lo que has respondido. La mayoría de las cosas en la vida tiene las dos caras de una moneda, así que en tu estado actual es probable que tengas cosas que quieras mantener y seguro hay otras que no te gustan. Es importante conocerlas. No sirve esconderlas bajo la alfombra. Todo lo contrario. Tienes que tenerlas muy clara y conocer tus gustos y preferencias en cada aspecto clave de tu vida. ¿Para qué? Simple, para poder cambiarlo. Entonces, hazte la próxima pregunta:
De la vida que tienes hoy, ¿Qué quisieras eliminar?: probablemente no te sientas cómodo con el ritmo de trabajo actual, o la falta de comunicación con algún par. Una de mis clientas no estaba cómoda con su nivel de seguridad y confianza en determinadas tareas que le asignaban y es por eso que quería eliminar este sentimiento de su situación actual. Otro cliente no estaba satisfecho con la forma en la que se manejaban en su empresa los imprevistos. Y esto era lo que quería eliminar. ¿Qué es lo que quieres eliminar? No importa si te resulta poco probable que eso se elimine o si no depende de ti. Luego puedes idear un plan en el que puedas disminuirlo o amortiguar su impacto. Pero lo principal es descubrir qué es lo que tienes en tu vida hoy y no deseas más. Completa esta lista a la derecha de la anterior.
Ahora que ya has reflexionado sobre tu vida actual, es hora de que te pongas en campaña para analizar tu vida ideal. Haz también dos listas. La primera a la izquierda y la segunda a la derecha.
De la vida que te gustaría tener, ¿Qué quisieras alcanzar?: una de mis clientes fue muy precisa en esta sección: ella quería mayor flexibilidad horaria y no tener que lidiar con el tráfico en su viaje a la oficina cada día. Otro de mis clientes quería alcanzar mayor independencia y disfrutar de su familia y su tiempo personal. Otro cliente quería sentirse más confiado y seguro en sus proyectos, y a la vez más reconocido por la empresa en la que había elegido hacer carrera. No importa si hoy no sabes cómo lograrlo, ¿qué es lo que quisieras alcanzar?.
Y la última regla de oro está relacionada con lo que podrías tener en tu camino hacia el cumplimiento de tus objetivos, pero en realidad no quisieras que te suceda:
De la vida que te gustaría tener, ¿Qué quisieras evitar?: uno de mis clientes quería evitar a toda costa sentirse inseguro de las decisiones que estaba tomando. Tal vez trabajar en un área desconocida o sentirte juzgado por el camino que elegiste transitar podría ser algo que te gustaría evitar mientras avanzas hacia tus metas. Otro de mis clientes no quería (o quería evitar) olvidarse la razón por la cual estaba haciendo un cambio de carrera, en el camino a ese cambio (no quería olvidarse que su motivador principal era obtener luego el reconocimiento de sus pares, aunque al principio le fuera difícil lograrlo). Otro líder con quien trabajé se había sorprendido cuando trabajamos en esta sección y se dio cuenta que no quería generar conflictos en su familia por el cambio de dedicación que estaba haciendo en su carrera. ¿Qué es lo que quieres evitar?
Toda esta reflexión individual que puedes hacer de tu situación actual y pensando en tu hipotética situación futura, te dará una buena idea de cuáles son los aspectos que no debes descuidar, cuando estés pensando en alcanzar tus objetivos y cuándo decidas qué rumbo elegir. En ese camino, aparecerán siempre decisiones que te presentarán una bifurcación con al menos dos nuevos caminos para transitar. Contar con toda esta información, te facilitará mucho el proceso de elección.
Estas son las 4 reglas de oro para descubrir qué es lo que quieres en lugar de lo que tienes. Una vez que tengas claro el escenario con el que quieres vivir, es mucho más sencillo poder armar un plan de acción y ponerte en marcha hacia ese futuro deseado. ¿Cuál es el primer paso que darás hoy mismo hacia ese futuro deseado?