

El siguiente material tiene como propósito dar a conocer los principios básicos de la administración, daré una breve introducción de administración en general, porque es tan necesaria, hablaré de los principios de la administración desde el punto de vista de Javier Burgos, de los principios de la administración desde el punto de vista de Henri Fayol; haré una comparativa, y finalmente daré una conclusión. Está orientado para aquellos administradores que les interese la prosperidad de su empresa u organización. Sabemos con anterioridad que México ha luchado por estar como un país en vías de desarrollo, en pleno proceso de industrialización; y ha tenido la urgente necesidad de contar con técnicas para coordinar los recursos de los diversos sectores productivos; esto lo ha logrado en gran parte, mediante la aplicación de la administración. Todo administrador tiene que destinar su tiempo y atención a todos los detalles que exige su intervención, tendrá que tomar decisiones oportunas, es el que conoce todas las dificultades y problemas de la empresa, sabe que para salir adelante, deberá de planificar, organizar, dirigir y controlar.
El ser humanos es social por naturaleza, lo que implica vivir organizadamente. Esto a su vez requiere de dividir las funciones sociales en forma ordenada, de modo que algunos miembros produzcan alimentos, otros vestidos, otros den servicio. Desde que el hombre constituyó la tribu requirió de administración grupal para sobrevivir y cubrir cada vez más sus crecientes necesidades, por lo que la administración es una de las actividades y trabajos más antiguos, interesantes y bellos.
La necesidad es la madre de la administración, dado que para poder satisfacerla se requiere trabajar hacia propósitos concretos del trabajo grupal. Podemos decir que la administración se ha ido formando conforme han ido que hoy día implica una preparación continua profesional; en este campo de la actividad humana concurren todas las demás profesiones para su perfeccionamiento; además de que todos los otros campos la utilizan cada vez más como herramienta.
Wilburg Jiménez Castro define la administración como una ciencia compuesta de principios, técnicas y prácticas, cuya aplicación a conjuntos humanos permite establecer sistemas racionales de esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se pueden alcanzar propósitos comunes que individualmente no se pueden logar en los organismos sociales.
Por su parte Fremont E. Kast dice que la administración es la coordinación de hombres y recursos materiales para el logro de objetivos organizativos, lo que se logra por medio de cuatro elementos:
La mayoría de los autores define a la administración como el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar para lograr objetivos organizativos preestablecidos.
La política europea de 1789 a 1917 estuvo fuertemente influida por la Revolución francesa, sea a favor o en contra, tal como es observable en las instituciones y las ideas políticas. Los programas de los partidos liberales, radicales y democráticos tienen su origen en ella. La Revolución originó el primer impulso defensivo de Francia contra los invasores, que una vez expulsados se convirtieron en invadidos. La ocupación de España puso a Javier de Burgos en comunicación con los franceses, con quienes trabajó, lo que generó sentimientos encontrados que lo convirtieron en colaboracionista para unos y patriota para otros. Hay que destacar que una vez instalado en París durante 1826, luego de haber abrevado en la ciencia de la administración de Bonnin, Burgos la llevó a España para hacerla florecer.
En España el pensamiento administrativo se remonta al siglo XVIII e incluso mucho antes; en 1657, Jerónimo Castillo de Bovadilla escribió su política para corregidores; Juan de Solórzano Pererira su Política Indiana, antes que ella se encuentra la obra Gobierno del Perú, con todas las cosas pertenecientes a él y a su historia (1567), de Juan de Matienzo. En el siglo XIX, Javier de Burgos destaca como uno de los más importantes pensadores administrativos españoles. La ciencia de la administración, nacida en Francia, va adquiriendo un desarrollo que se expande gradualmente en toda Europa. España recibe la ciencia de la administración por sus fuentes francesas.
La exposición dirigida a SM el señor fon Fernando VII desde París el 24 de enero de 1826, por don Javier de Burgos, sobre los males que aquejaban a España en aquella época y medidas que debía adoptar el soberano para remediarlas, es uno de los documentos más valiosos para la ciencia de la administración, no solo para España, sino para el mundo. En ella se plasma por primera vez ante los españoles, la formulación aplicada de los principios de la administración pública aprendidos por Javier de Burgos en Francia, donde los redacta; Burgos propone a Fernando VII la creación de un ministerio que funja como centro de la acción administrativa, como el taller de la prosperidad nacional. Burgos inicia la introducción, declarando solemnemente que la administración es la más variada, la más vasta y la más útil de todas las ciencias morales, afectando las fases más importantes de la vida del hombre; calificando a la administración de inmensa, poniendo de relieve su omnipresencia, siendo ilimitada la esfera de sus atribuciones lo que supone una evidente concentración de poder, que nunca debe de olvidar aquel instinto protector, que es el carácter esencial de la Administración. La administración es la más variada, la más vasta, la más útil de todas las ciencias morales. Ella preside el movimiento de la máquina social, precipita o modera su acción, arregla o modifica su mecanismo y protege así y conserva o mejora, todos los intereses públicos.
Javier de Burgos, como Ministro de Fomento, envía la instrucción dirigida a los subdelegados de Fomento el 30 de noviembre de 1833 considerada como la obra más importante de Burgos, sirvieron de fundamento a la instrucción. Burgos considera que la administración pública puede ayudar a España a salir de sus crisis, por lo que los estudios administrativos son bien recibidos. Puede considerarse como una radiografía política, social y económica de España, desde la perspectiva de la administración pública. La reforma de la administración suponía la reforma de la sociedad absolutista.
Henri Fayol era un teórico de la administración francesa cuyas teorías en la administración y en la organización del trabajo fueron extensamente influyentes a principios del siglo XX. Fue un ingeniero minero que trabajó para la compañía minera francesa Commentry-Fourchamboult-Decazeville, primero como ingeniero; después fue promovido a la gerencia general y después como director de administración desde 1888 a 1918. Durante su arrendamiento como director de manejo él escribió los varios artículos en la “Administración” y en 1916 el boletín de la Societé de I’ Industrie Minérale, impreso su “administración, Industrielle et Génerale – Prévoyance, organización, dirección, coordinación, contrôle”. En 1949 la primera traducción inglesa apareció como el nombre: “Administración general e industrial” de Constance Storrs.
Javier de Burgos se enfoca en cómo solucionar los problemas por los que pasaba el rey de España con una buena administración pública, creando un gabinete para poder solucionar los asuntos administrativos que se presentaron en esa época; pero centrándose de una manera global, en comparación con Henri Fayol él se dirige más a la clase obrera, ve los problemas que aquejan los trabajadores, se centra más en las pequeñas y medianas empresas, visualiza la forma de cómo aprovechar más el trabajo y a los empleados, de una manera armoniosa.
Entendiendo que la administración es un proceso, ya que realizamos funciones en cierto orden y secuencia; es además una actividad de máxima importancia dentro del que hacer de cualquier empresa, ya que nos referimos al establecimiento, búsqueda y logro de objetivos. Muchos son los autores que han contribuido al desarrollo del pensamiento administrativo formulando los que consideran principios generales de la administración, en el presente artículo se mostró una comparativa de los principios administrativos de Javier de Burgos y Henri Fayol.