Como es de conocimiento general en el actual mundo globalizado las economías de los países del mundo se ven afectadas por los problemas generados en el contexto externo e interno. El Perú como país latinoamericano que en los últimos años ha tenido tasas de crecimiento a superiores a muchos países de la región es a pesar de ello vulnerable a la crisis externa e interna, lo cual pone en riesgo dicha tendencia.
Actualmente, nos encontramos con un panorama económico y geopolítico externo difícil, y con proyecciones en el corto y mediano plazo impredecibles, en el campo económico por el eventual retiro por parte de la FED del estímulo monetario en los Estados Unidos, y la incertidumbre sobre el presupuesto y la ampliación del límite de deuda en dicho país, que ha la fecha ha traído como consecuencia el parcial cierre del gobierno federal, la crisis en la Eurozona que todavía no puede darse por superada y los temores de una desaceleración del crecimiento de la economía de China, y en el plano geopolítico, por las crecientes tensiones entre las potencias occidentales lideradas por Estados Unidos frente a Rusia y China por desacuerdos en diversos aspectos, como el enfoque a la solución a la problemática del medio oriente donde el apoyo de Rusia y China a Siria e Irán es incuestionable, como lo es el de Estados Unidos a Israel, el caso de las revelaciones de espionaje de los EE.UU por parte del ex agente de la CIA Snowden, el escudo antimisiles de Estados Unidos, entre otros.
En el frente interno, en el Perú es el panorama político el que genera mayores expectativas negativas como el caso de la recientemente aprobada Ley del Servicio Civil y su abierto rechazo por parte de los gremios sindicales, el mantenimiento de niveles altos de inseguridad ciudadana, los conflictos sociales, los casos de corrupción y el ruido político generado en los tres poderes del Estado, no contribuyen a generar estabilidad en los agentes económicos, en el corto ni el mediano plazo.
Siendo la demanda interna un elemento clave en el crecimiento económico, pero muy permeable a las expectativas negativas y siendo ampliamente el mayor porcentaje de las exportaciones peruanas los productos tradicionales, compuestos fundamentalmente por el sector minero, muy sensibles a los vaivenes del contexto externo expuesto, podemos afirmar que la economía del Perú es vulnerable ante la crisis externa e interna a pesar del buen manejo de los fundamentos macroeconómicos dado que éstos solo podrían mantener alguna estabilidad en el corto plazo.