En el mundo actual donde predomina la globalización neoliberal existe una crisis de valores en la sociedad capitalista. Sin embargo la humanidad debe convivir con problemas ambiéntales, drogadicción, prostitución, pobreza, analfabetismo, crisis económica mundial etc., para enfrentarse a este mundo desigual y crear una sociedad justa, la formación del hombre nuevo reclama de una pedagogía humanista que promueve una nueva ética pedagógica. La autora de este trabajo asume esta problemática para convertirla en una parte importante de su investigación.
Debe hacerse un estudio de las causas que afectan, tanto en lo individual, como en lo social, analizando, que la principal fuente de adquisición de valores éticos es el hogar, pues la formación de la conciencia comienza en las relaciones familiares y luego son profundizadas y reforzadas en el seno de la escuela.
La universidad y concretamente los docentes, como profesionales de la educación, pueden reforzar y complementar lo dado en valores en el hogar, fortaleciéndola en los casos en que los jóvenes procedan de hogares con diferentes prácticas de valores.
La moral permite al hombre orientarse de modo efectivo en la vida social. La educación moral debe desarrollar en cada personalidad todas sus cualidades: la actitud ante el trabajo, profundo amor a la patria, fidelidad a las ideas de paz, libertad, dignidad e igualdad, amor y respeto a la humanidad, internacionalismo proletario, intransigencia para los que no cumple con su deber social.
La importancia de que cada cual tenga sus valores, a la vez que éstos sean autorregulados, para que no se vean afectados por el contexto. La autora de este trabajo escoge el valor responsabilidad por formar un ente inseparable de la moral de todo individuo, ya que puede verse reflejada en las costumbres y tradiciones que toda persona ha adquirido durante toda su vida. Este valor puede darnos respuesta sobre la necesidad del reforzamiento en otros como son: responsabilidad, solidaridad, sacrificio, honestidad, etc.
DESARROLLO
Los valores influyen en la persona, ya que puede regular su modo de actuación individual y colectiva, permite a los educadores entrar en su entorno e influir en el positivamente, cuando somos capaces de inculcarle formas adecuadas de manifestarse y conducirse. La carencia de este valor puede reflejarse cuando el estudiante se manifiesta negativamente al enfrentarse a una evaluación, cuando no es capaz de participar activamente en las actividades escolares argumentando excusas constantes, cuando no se exige a sí mismo una actuación acorde a las normas y principios de la Revolución Cubana.
La falta de este valor puede influir en el pensamiento lógico, de un desarrollo cognitivo porque el estudiante de la carrera de Derecho vive el presente, pero empieza a soñar con el futuro. La relación entre el desarrollo de los procesos cognoscitivos de los estudiantes y la profundización de los conocimientos de las ciencias, así como las valoraciones y opiniones que en ellos se van formando, propicia su transformación en convicciones, puntos de vistas propios, es decir, contribuyen al logro de la concepción científica del mundo.
La formación en valores es uno de los pilares esenciales para lograr una convivencia social capaz de construir una patria con paz y justicia, por que los niños y los jóvenes son nuestro mejor patrimonio.
Se puede comprender perfectamente la necesidad de que los educadores de este nivel conozcan profundamente las características de los estudiantes de fuente de ingreso del Curso de Superación Integral para Jóvenes y de los trabajadores que son cuadros de las diferentes entidades, además de las diferentes organizaciones sociales y sepan reconocer en estas sus particularidades individuales y con los riesgos comunes. Esto es, sin duda una premisa para elevar la calidad del trabajo docente educativo.
Estos elementos han sido valorados tomando en consideración el papel de una nueva figura que ha entrado en el proceso de dirección del aprendizaje; el Profesor Tutor; el cual debe estar todo el tiempo con sus alumnos para contribuir a las transformaciones individuales y grupales necesarias, trabajando con un diagnóstico fino que le permita distinguir las dificultades que tienen para poder ayudar a resolver sus problemas, donde asumirá una actitud activa durante todo el proceso docente educativo y mantendrá un control sistemático del estado de aprendizaje tomando junto a su colectivo pedagógico las medidas oportunas para lograr que cada uno avance y lograr revertir las deficiencias que encuentre en su labor.
El intercambio de experiencias y de resultados investigativo es muy importante, sería poco científico y hasta peligroso intentar trabajar de manera aislada. La búsqueda de bibliografía actualizada sobre el tema en Cuba y en el extranjero es una labor constante de profesores. Existen experiencias interesantes que deben ser tenidas en cuenta y aplicables con las adecuaciones correspondientes. La responsabilidad sobre la educación de la gente en una sociedad, en un país o en un municipio recae sobre el conjunto social, y esta responsabilidad debería ser asumida de manera explícita y consciente a fin de garantizar un mejor estar para niños, jóvenes y adultos, cuyo bienestar y desarrollo humano están íntimamente ligados a su posibilidad de educación permanente. Esto es lo que hace que la educación sea, por excelencia, un asunto que debe ventilarse en el ámbito de lo público.
Cada época tiene su sistema de valores, a partir de la filosofía que se adopte los valores se asumen y se enseñan de manera diferente, por lo que puede afirmarse que la ética es susceptible de cambio con la historia y expresa una u otra interpretación de la moral.
El término ÉTICA procede del griego antiguo Ethos que significaba en principio particular en la Ilíada de Homero, estancia, vivienda común. Posteriormente adquirió otras significaciones: moral, temperamento, carácter, modo de pensar.
Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores; otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo paradigma socioeconómico y cultural; también hay quien dice que el problema está en la existencia de multivariedad de valores, lo que produce confusión y desorientación en la actuación y valoración de los seres humanos. Quizás esté ocurriendo todo ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta que en todas las sociedades y en las diferentes épocas, el hombre como guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la globalización del mundo actual?.
Al analizar los valores hay que entender los mismos como parte constitutiva de la propia realidad social, una relación de significación entre los distintos procesos o acontecimientos de la vida social y las necesidades e intereses de la sociedad en su conjunto. Cada objeto, fenómeno, suceso, tendencia, conducta, idea o concepción, cada resultado de la actividad humana desempeña una función en la sociedad, favorece u obstaculiza el desarrollo progresivo de esta y adquiere una significación social. Es por ello, que los valores no pueden formarse sin tener en cuenta la realidad concreta en que vive el sujeto. Cuando el hombre modifica la realidad se transforma a sí mismo, por tanto, cambia su sistema de valores.
Estos valores no existen como abstracciones fuera del individuo quien en su condición de sujeto es, portador de su configuración subjetiva en la personalidad y conductor intencional de su expresión. Al formar parte de la subjetividad humana, aparecen como formaciones complejas de la personalidad desde el nacimiento del individuo, el desarrollo evolutivo con el que va formándose la concepción del mundo en él, hasta su muerte. De aquí se deriva su componente emocional, que los define como motivos de la expresión individual.
Hoy en día el hombre choca con multitud de valoraciones morales, complejas colisiones, diferentes modos de pensar, de proceder, vuelos, retrocesos y caídas morales, siempre se está en peligro de desorientación moral, el curso real de nuestras vidas fluirá cuando el hombre comprenda su responsabilidad moral y sé autorregule utilizando como vehículo su conciencia, en un proceso ininterrumpido a lo largo de su existencia para desarrollar todas sus potencialidades, en estrecha identificación con todos los seres humanos.