Trabajar por la mejor vida posible

Para nadie es un secreto, que pudiendo hacerlo, no estamos viviendo la vida que queremos. Por lo general, funcionamos por debajo de nuestro nivel en prácticamente todos los órdenes de nuestra realidad.

Basta escuchar a las personas hablar, para notar que todos o casi todos, parecen estar viviendo momentos que desearían evadir o posponer, pero que les guste o no deben enfrentar, resolver o superar.

Para eso, cada uno de nosotros, aunque no en cuotas idénticas, hemos sido dotados de talentos, potenciales, dones y habilidades, que son el equipaje especial a usar cada vez que l consideremos necesario y, especialmente, cuando la vida nos envuelve y nos hace sentir como lanzados por un tobogán kármico, y nuestros instantes se llenan de dolor y el sufrimiento. Sean o no nuestras dificultades, pruebas de la Providencia, lo cierto es que aparecen, entran, se alojan y algo tenemos que hacer con ellas.

Sin embargo, pese al panorama grisáceo que se ve, la situación por lo general no es tan desesperanzadora como parece. Los seres humanos, inteligentes por gracia o por evolución, disponemos de enormes posibilidades y recursos para avanzar, mejorar, cambiar, trascender. No somos una máquina reducida aun montón de hábitos inmodificables como decían los conductistas de la psicología; no somos un juguete de las pasiones sexuales como sentenciaban los psicoanalistas; no somos una marioneta planetaria atrapada y sin salida en arquetipos astrales, ni estamos tampoco condenados a ser un residuo o una síntesis de la tradición o de la moda, del modelaje familiar o de las teorías de los maestros y héroes que os acompañaron en los momentos vividos.

Es cierto, y te emplazo a que me creas, que todavía te queda una salida, una puerta, una linterna con pilas, una opción, un aliento, una esperanza, un paso. Esto, si es que te a través a darlo. Podemos alcanzar un estado mejor que el actual, un nuevo sitio en nuestra mente y en la sociedad, una mejor sonrisa para abordar cada nuevo reto.

¿Qué hacer? Responde a esta pregunta: ¿Promuevo o sostengo yo con cada uno de mis pensamientos, palabras y obras la libertad, la paz, la justicia y prosperidad? O por el contrario, soy en forma alguna iniciador o sostén de la injusticia, la esclavitud, la violencia y la pobreza? Responde clara y honestamente, sin autoengaños, coartadas ni autocomplacencia.

En cada decisión haces tu vida, pues cada decisión es una semilla. ¿Qué sembraste el días de ayer y el día de hoy? ¿Y qué sembrarás mañana? ¿Te imaginas todo lo que se haría si cada persona sembrara diariamente una acción positiva más y una acción negativa menos?

Quizás debamos comenzar a trabajar en lo que nos lleva al cielo y dejar de lado lo que nos conduce al abismo. Eso es trabajar en nuestros pensamientos, en nuestras palabras, en nuestros actos, en nuestros ambientes y en nuestras relaciones.

Los pensamientos son el comienzo de todo porque allí nacen y germinan las ideas que movilizarán nuestras emociones. A partir de esas emociones nos movemos en una dirección o en otra. Y esto es así, pues, como ha dicho Ronald Hubbard, cada emoción trae su propio paquete de reacciones. No haces lo mismo desde la rabia que desde el miedo; no se toman las mismas decisiones viviendo en la tristeza que viviendo en la alegría; el mundo que se ve montado en la euforia no es el mismo que captamos desde el huevo de la depresión. Por eso, vivir la mejor vida posible demanda atención a los pensamientos y a las emociones y sentimientos.

Además, debemos trabajar en las relaciones pues nos vemos directa y frecuentemente influidos por aquello a lo que estamos y permanecemos expuestos. Si tus amigos son de mal vivir, te irás acercando a su estilo y lo verás como algo «normal». Si te vinculas con gente alegre, educada, trabajadora y deseosa de aprender, es mucho el beneficio que obtendrías.

También el ambiente hace lo suyo, pues al igual que con las relaciones, vivimos en ámbitos que nos modelan y estimulan a actuar de determinadas formas. Ambientes apacibles, estéticamente concebidos o ambientes naturales, son los más indicados para ayudarte.

La buena vida no es la vida fácil y autodestructiva. La buena vida, la mejor vida posible es la que labras, ya lo ha dicho, cuando nos acercamos a la paz, la libertad, la justicia y la prosperidad; cuando vamos en la búsqueda de quienes somos realmente, más allá de caretas y roles; cuando buscamos a Dios y ponemos el amor delante del miedo en cada gota de la vida que nos queda.

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Yagosesky Renny. (2003, noviembre 20). Trabajar por la mejor vida posible. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/trabajar-por-mejor-vida-posible/
Yagosesky Renny. "Trabajar por la mejor vida posible". gestiopolis. 20 noviembre 2003. Web. <https://www.gestiopolis.com/trabajar-por-mejor-vida-posible/>.
Yagosesky Renny. "Trabajar por la mejor vida posible". gestiopolis. noviembre 20, 2003. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/trabajar-por-mejor-vida-posible/.
Yagosesky Renny. Trabajar por la mejor vida posible [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/trabajar-por-mejor-vida-posible/> [Citado el ].
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