Determinado un objetivo de costos a alcanzar o bien un costo a reducir, la técnica del análisis de los campos de fuerza se constituye en un poderoso instrumento de análisis. Esta técnica reduce el problema a un tamaño “manejable” y ayuda al grupo a trabajar en conjunto. Puede ser utilizada por una persona individual, un grupo pequeño o un grupo grande.
El análisis de los campos de fuerzas aplicado a la reducción de costes se basa en la idea de que cualquier nivel determinado de costos es el resultado de un equilibrio entre “fuerzas motoras o impulsoras” (los factores que contribuyen a reducir los costos) y “fuerzas restrictivas u obstructoras” (factores que impiden la reducción de costos e inclusive tienden a generar un incremento en estos).
A los efectos de modificar la situación de equilibrio correspondiente a un determinado nivel de costos para llevarlo a un nuevo equilibrio correspondiente a un costo menor es menester trabajar con las distintas fuerzas que provocan dichos equilibrios. Lograr una reducción de costos implica tener que eliminar o reducir las fuerzas que impiden la reducción de costos, y aumentar o fortalecer las fuerzas impulsoras que contribuyen a la reducción de los costos.
El proceso consta de varias etapas, consistiendo la primera en definir claramente la “situación de equilibrio actual”, el nivel de costos pretendidos y la brecha existente.
El segundo paso consiste en identificar las fuerzas impulsoras y restrictivas que existen en la organización, el medio ambiente, la tecnología y los empleados, pudiéndose utilizar una técnica de trabajo grupal a los efectos de impulsar o generar el mayor número de ideas.
Tercer paso en el proceso es trazar en la figura flechas correspondientes a cada fuerza impulsora o restrictiva en una longitud proporcional a la magnitud de su fuerza, pudiendo también indicarse ésta en números.
El cuarto paso es analizar cuáles de las fuerzas restrictivas se pueden suprimir o reducir y qué fuerzas impulsoras se pueden añadir o reforzar.
Todas las actividades a realizar deben modificar el equilibrio a favor de las fuerzas impulsoras de forma sensible. Ello exige un meticuloso análisis de lo que es factible desde los puntos de vista técnico, económico, de la organización y político. Es necesario para ello concentrarse en las fuerzas que son más fáciles de modificar, que generen un mayor rendimiento y sean menos perturbadoras.
Terminado el análisis se debe proceder a preparar un plan de aplicación de los cambios propuestos.
A continuación y sólo a título de ejemplo no pretendiendo con ello cubrir todas las alternativas de un caso real se muestra un gráfico correspondiente al análisis de campos de fuerzas.
Bibliografía
Robert Abramson y Walter Halset –
Programación para la mejora del rendimiento en las empresas. Guía para gerentes y consultores – OIT – 1983