Promoción y educación para la salud en Cuba

En el presente trabajo se estudian la tendencia internacional y los antecedentes en Cuba de la promoción y educación para la salud. Se parte del análisis de la visión del ideario martiano y su papel en la educación como medio de propagación de conocimientos e ideas relativas a la salud.

Se valora la imbricación que tienen las raíces autóctonas del concepto de salud con las políticas internacionales y nacionales. Particularmente, se estudia de manera lógica y cronológica la política nacional materializada en el Programa de Salud Escolar, de Promoción y Educación para la Salud; de Sexualidad Responsable y Feliz, así como el Movimiento Escuelas por la Salud y la integración de la acción médico- pedagógica unido a la acción de la familia y la comunidad.

Introducción

Los problemas que en la actualidad afectan la salud humana son una preocupación de investigadores y científicos tanto de Cuba como del mundo, los mismos constituyen objeto de análisis y valoración por la repercusión que tienen para la vida del hombre en el planeta. Para enfrentar estos problemas no debe predominar la labor aislada pues en ella deben colaborar los distintos factores de la sociedad.

En este sentido el Ministerio de Educación plantea direcciones de trabajo y programas con enfoque eminentemente pedagógico, por lo cual los educadores no están ajenos a estos problemas y se les convoca a trabajar en aras de la educación sanitaria que complementen los servicios que se brindan por el Ministerio de Salud Pública durante la labor educativa con el objetivo de prevenir y promover la salud del escolar, para ello es necesario que se mantengan actualizados en los temas y adelantos de la salud, fundamentalmente de la Higiene y Epidemiología en virtud que se preparen para ejercer una educación para la salud más efectiva.

De la acción médico- pedagógica unido a la acción de la familia depende que la niñez y la juventud en su etapa escolar tengan acceso y oportunidad para asimilar la información sobre salud que se les imparte en conocimientos, actitudes y prácticas saludables para el autocuidado de la salud, e influir de este modo en el desarrollo de estilos de vida saludables que los acompañen durante toda la vida.

Por ello, es un imperativo ofrecer variadas oportunidades, entornos y ambientes saludables tanto en la escuela como la comunidad para involucrarse en un proceso de aprender haciendo, donde puedan utilizar su creatividad, entusiasmo para lograr una participación plena en el desarrollo de actitudes crítico-reflexivas frente a las prácticas, factores de riesgo, lo cual exige preparar al personal pedagógico en formación, en ejercicio para implementar el Programa Director de Promoción y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación al igual que el Programa Integral de Atención Médico-Pedagógica a educandos y trabajadores del Sistema Educacional en el contexto del movimiento Escuela por la Salud que permita integrar las acciones de estos programas Educación para la Vida, Sexualidad Responsable y Feliz.

Aun cuando los esfuerzos realizados en el orden material y técnico muestran avances, subsisten problemas que son necesarios resolver en un plazo breve para contribuir a fomentar una cultura para la salud. Una adecuada labor de promoción y educación para la salud es posible si se tienen sólidos y profundos conocimientos, si se establece una buena comunicación entre la familia, la comunidad y otros factores de la sociedad, de forma que se logre influir positivamente, involucrando activamente en esta tarea a todos.

También debe aprovecharse la rica trayectoria que tiene el país en la educación para la salud y los logros del Ministerio de Salud Pública en estos años de Revolución, antecedente esencial para el logro de un alto nivel de cultura para la salud y la adopción de modos de vida saludables con la consiguiente elevación de la calidad de vida a que se aspira. Es por ello que el presente trabajo tiene como objetivo analizar tendencias y antecedentes históricos de la Educación para la Salud en la sociedad cubana.

Desarrollo

La visión del ideario martiano resulta de gran importancia para la definición conceptual sobre el estado y desarrollo de aspectos relacionados con la salud individual o pública, las enfermedades y la educación. Como ya ha comentado Martí desde fecha tan temprana como agosto de 1883 cuando fue capaz de penetrar en la esencia de la Medicina, cuando afirma: “La verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave: la higiene es la verdadera medicina. Más que recomponer los miembros deshechos del que cae rebotando por un despeñadero.- Vale indicar el modo de apartarse de él. “(1)

En septiembre de ese mismo año, reitera: “Mejor es evitar la enfermedad que curarla. La medicina verdadera es la que precave.” (2). Estas ideas ya estaban conformadas desde mayo del 1882, cuando expresó: “… el arte de curar consiste más en evitar la enfermedad y precaverse de ella por medios naturales, que en combatirla por medios violentos e inevitablemente dañosos para el resto del sistema, cuyo equilibrio es puesto a contribuir en beneficio del órgano enfermo. La higiene va siendo la verdadera medicina, y con un tanto de atención, cada cual puede ser un poco médico de sí mismo.

Debía hacerse obligatoria la enseñanza de la higiene en las escuelas públicas…” (3).

Martí se proyecta en el papel de la educación como medio de propagación de los conocimientos e ideas relativas a la salud. Al respecto escribe “… deberían darse cátedras de salud, consejos de higiene, consejos prácticos, enseñanza clara y sencilla del cuerpo humano, sus elementos, sus funciones, los modos de ajustar aquellas a estas, y ceñir éstas a aquéllas, y economizar las fuerzas y dirigirlas bien, para que no haya después de repararlas… la enseñanza primaria tiene que ser científica… el mundo requiere escuela nueva. “(4)

Esta hermosa previsión, martiana más que necesaria, es importante para instruir y educar para la salud, pues tiene una vigencia extraordinaria en la concepción desarrollada por el compañero Fidel Castro y otros dirigentes de la revolución acerca de la educación y la salud, en función de orientar el desarrollo de la salud pública hacia la promoción y la prevención, sin relegar la responsabilidad de las acciones curativas y su perfeccionamiento.

La ideas anteriores fortalecen el concepto de salud lo cual atribuye mayor importancia al logro, mantenimiento de ésta mediante la adopción de un modo de vida más sano al lograr cambios positivos en los conocimientos, hábitos de vida y en las costumbres higiénico-sanitarias de la población.

En el presente estudio, valora cómo estas raíces autóctonas, imbrican con políticas internacionales orientadas para la temática objeto de investigación, así como en la comisión internacional para el siglo XXI, constituida por la UNESCO en el 1993 plantea como base en la educación cuatro propósitos básicos: “Aprender a conocer, aprender a actuar, aprender a ser y aprender a convivir”… (5)

En muchos países que ofrecen servicios de salud en centros educacionales estos son destinados a identificar problemas relacionados con la audición, postura, visión, pie plano, desnutrición, caries y otros que pueden afectar el aprovechamiento escolar; también existen programas curriculares de educación para la salud en temas diversos tales como, higiene, alimentación, accidentes, saneamiento y otros. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha implantado un programa amplio de salud escolar desde la escuela de Párvulos hasta décimo grado. Por lo general cada escuela tiene una enfermera capacitada en salud escolar que organiza los exámenes físicos y remite al servicio de salud a los escolares que lo necesiten, la educación para la salud incluye la educación física y la educación vial; los maestros son capacitados y cuentan con material didáctico; existe material especial para abordar los temas de mayor riesgo para la salud.

En Centroamérica, en el Caribe Hispano y México cuentan con servicios de salud a escolares que incluyen exámenes médicos, salud buco-dental, detección de problemas de audición, visión, lenguaje y postura; en los planes de estudio el diseño curricular prevé una serie de contenidos sobre salud en las diferentes materias de la educación básica o primaria, sin embargo, estos se dan en función del tiempo y disposición de los maestros, ya que no es obligatorio ni acreditable; se da cierta capacitación a los maestros; pero no siempre es sistematizada ni actualizada, los materiales educativos no son suficientes en todos los países. Existe una estrecha relación similar en los países andinos como Bolivia, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador.

Es evidente que los programas de educación para la salud en esos países tienen un enfoque vertical y usan una estrategia comunicacional unilateral para desarrollar la cultura en salud desde el ámbito escolar, falta un enfoque integral y amplio para el programa de salud escolar.

Un análisis comparativo de varios países (6) que incluye 31 estudios de casos en 20 países de la Región de las Américas reveló que la salud escolar en la mayoría de los casos enfrenta a problemas similares. El estudio indicó que los contenidos, los enfoques educativos, la metodología de educación fueron verticales, basados en los daños a la salud y en las causas de enfermedad y muerte en los diversos países que participaron. Los problemas más importantes identificados fueron: falta de compromiso político, apoyo técnico continuo y coordinación entre los Ministerios de Educación y Salud, insuficientes recursos nacionales en términos de personal calificado, capacitación a maestros y materiales de capacitación, carencia de mecanismos para dar seguimiento y evaluar los programas, falta de investigaciones sobre las necesidades de la niñez y de la juventud para orientar los programas de salud escolar, carencia de estrategias nacionales bien definidas para la promoción, apoyo, coordinación y administración de los programas de salud escolar, falta de enfoques novedosos para el desarrollo de materiales educativos.

Lo planteado señala la existencia del trabajo de educación para la salud; pero se identifica falta de integración de estos programas a todos los componentes del proceso docente educativo y su salida en las diferentes vías y actividades del trabajo pedagógico, por otra parte, las experiencias de escuelas promotoras de salud van aumentando en número, pero no constituyen estrategias generales de los sistemas educativos estudiados y el enfoque de su trabajo es fundamentalmente preventivo ante las carencias esenciales que padecen, por lo que todavía están distantes de plantearse estrategias para desarrollar salud sobre la base de indicadores de bienestar ya logrados.

En Cuba existen antecedentes del trabajo de promoción y educación para la salud desde el 1816 que a propuesta de la Sociedad Económica de Amigos del País, la Secretaría de Educación nombra los primeros inspectores escolares, los que tenían entre sus obligaciones: “Velar acerca de la moralidad, aplicación y aseo de la juventud que frecuentaba las escuelas, advirtiendo juiciosamente a los maestros los defectos que notaren; reconvencerles muy mansamente de omisiones o faltas. Visitar los establecimientos una vez al mes y siempre que lo creyeran oportuno.” (7)

Desde entonces el cuidado por la higiene personal de los alumnos formó parte de la práctica pedagógica de los maestros cubanos. Desde el 1882 se conoce en Cuba la higiene escolar, y llega a ser una cátedra de educación de la Universidad de La Habana. En 1901 la entonces Junta Municipal de Salubridad, fundó un Servicio de Inspección Escolar formado por 6 médicos a las órdenes del Jefe de los Servicios Sanitarios Municipales.

Posteriormente en 1902 el Departamento de Sanidad de La Habana asignó a dos médicos como inspectores de escuela para hacer cumplir los principios higiénicos establecidos por las ordenanzas sanitarias de aquel momento y los niños eran examinados, se vacunaba solo a los que lo necesitaban y se prohibía la asistencia a clases en lugares donde existieran focos de enfermedades transmisibles. Ya en 1910 se crea el Servicio de Higiene Escolar en la Secretaría de Sanidad y Beneficencia. A partir de 1935 se organiza en Cuba el Negociado de Higiene Escolar y se asignó a médicos, enfermeras y dentistas la responsabilidad de brindar charlas higiénicas en las escuelas.

En 1961 durante la campaña de alfabetización se hizo presente el trabajo de los maestros para la educación para la salud, cuando los alfabetizadores entre sus manuales llevaron la cartilla sanitaria con la que enseñaron normas higiénicas a los pobladores de todas las zonas del país. En todo este período el trabajo se centró en los aspectos relacionados con la higiene, la conservación de la salud física y el aspecto personal adecuado, con el objetivo fundamental de prevenir y controlar las enfermedades en la población escolar, por ello en 1973 se crea el Departamento de Atención al Escolar, el cual mantiene coordinación con el Ministerio de Educación y con la Organización de Pioneros.

La historia de la educación en Cuba recoge la existencia de una asignatura llamada Educación para la Salud que se impartió tanto en la Educación General Básica como en las Escuelas Normales para Maestros; esta asignatura fue pasando por diferentes etapas de perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación y como resultado de las diferentes etapas del perfeccionamiento en el aspecto curricular va desapareciendo de los esquemas de asignaturas a impartir en la Educación General; pero se mantiene en la formación de maestros hasta 1979.

En 1981 se pone vigente el Programa Nacional de Atención al Escolar con el propósito de lograr la protección de la salud y el desarrollo armónico del niño y del adolescente mejorando las condiciones higiénicas de las escuelas y del régimen de vida del escolar con la aplicación sistemática de las normas establecidas por el Ministerio de Salud Pública y Ministerio de Educación y con la participación de las organizaciones estudiantiles y de padres en las enseñanzas primarias y medias del país. “Con 12 objetivos orientados hacia el control y prevención de enfermedades y problemas, atendiendo algunos aspectos de trascendencia social como la higiene colectiva, nutrición y alimentación del escolar”. (8)

En la formación universitaria de los docentes se mantuvo la enseñanza de estos elementos en la asignatura Anatomía del Desarrollo e Higiene Escolar hasta 1987 en la que esta también se elimina del currículo de los Institutos Superiores Pedagógicos.

En esta etapa se determinaron los objetivos de Educación para la Salud que se debían lograr en el Sistema Nacional de Educación los cuales serían la base de las líneas temáticas a abordar en las asignaturas y todo el trabajo educativo que se proyectara, de esta manera quedaban precisados los temas a tratar por la vía curricular y extracurricular con un enfoque preventivo y educativo, teniendo la proyección de promoción un enfoque pedagógico.

Esta posición del Ministerio de Educación se corresponde con la responsabilidad asignada por el Estado en la Constitución de la República cuando se define la política y la responsabilidad estatal en cuanto a la salud y la educación, planteando el acceso de todos al estudio, la cultura, el deporte y la protección de la familia; se atribuye la educación como función y establece su carácter general y gratuito libre de toda discriminación humana; establece igualmente el derecho a la atención y protección a la salud y el acceso gratuito a la asistencia médica.

El Programa del Partido Comunista de Cuba aprobado en el 1976 plantea en su segunda parte, aspecto IV. Educación que: “Es necesario garantizar en el seno de la familia y la escuela, una adecuada y sistemática formación de los niños y jóvenes en hábitos y normas de conducta y convivencia social que responda a la ética socialista. De igual manera se requiere acentuar desde los primeros grados hasta la enseñanza superior los contenidos relacionados con la educación estética y la educación para la salud”. (10)

Esta etapa no rebasó el carácter fundamentalmente preventivo con enfoque biologicista del trabajo a pesar de que se aprecia un salto importante al tratarse de integrar la educación para la salud a todos los programas de las asignaturas e involucrar a todo el personal docente en esta tarea.

A partir de 1984 se crea el Centro Nacional de Promoción y Educación para la Salud y se inicia en Cuba el programa de desarrollo de medicina comunitaria a partir de un nuevo modelo de atención primaria de salud: El Médico de la Familia.

En 1986 este programa comienza a incluir los centros educacionales, ubicándose en ellos los primeros médicos que ejercerían su labor en una comunidad con características particulares: El Círculo Infantil o la Escuela.

Este cambio abrió una nueva dimensión y revolucionó el trabajo por la protección y conservación de la salud de la población escolar y en especial, el enriquecimiento de los conceptos y posibilidades para la formación de una cultura en salud en los educandos y trabajadores de la educación, para acercar mucho más los propósitos de ambos sectores para consolidar estilos de vida más sanos en las nuevas generaciones, sobre la base de la aplicación práctica de un concepto más social de salud, pero aún no concebido a partir de los conceptos básicos de la promoción de salud. En la última década estos intereses se expresan en todos los documentos oficiales que establecen la política educacional del país entre ellos:

Ministerio de Educación. Proyecciones para el desarrollo del trabajo de salud escolar. Curso 1993-1994 donde se plantean objetivos de trabajo y acciones a lograr por el Ministerio de Educación a partir de una concepción rectora: La proyección y ejecución de un trabajo de salud, desde el Ministerio hasta cada institución escolar, con un enfoque eminentemente pedagógico que logre complementar los servicios de salud que se brindan con la labor educativa, lo cual se incluye en la Tercera Dirección Principal de Trabajo Educacional para dicho curso: El proceso docente educativo.

La Resolución Ministerial Nº 60 del 1996 que aprueba los documentos principales para el trabajo metodológico en el curso 1996-1997, explica las metas a lograr en el trabajo de educación para la salud en cada enseñanza en la organización escolar y dirección del proceso docente educativo, el trabajo metodológico científico técnico y de superación, en la formación laboral y el trabajo comunitario.

Las direcciones principales del trabajo educacional para el curso escolar 1996-1997 señalan: “Que se propicie la formación de hábitos higiénicos, modos y estilos de vida más sanos en los estudiantes a través de la participación de médicos de la familia y el colectivo pedagógico en estrecho vínculo con los contenidos de las asignaturas.” (11)

En las precisiones para el trabajo metodológico del curso 1997-1998, Resolución Ministerial Nº35 de 1997 se hace igual referencia para cada tipo de enseñanza y en especial para los Institutos Superiores Pedagógicos en las direcciones para la formación y perfeccionamiento del personal pedagógico.

La Resolución Conjunta Ministerio de Educación – Ministerio de Salud Pública Nº1 del 1997 pone en vigor las indicaciones para el trabajo conjunto entre estos dos organismos, la misma expresa: “Por trabajo conjunto se entiende el proceso organizado de ambos organismos para la consecución de sus objetivos y la gestión colegiada para la solución de los problemas identificados, tiene como base la conciliación de intereses y participación activa de ambos, desde el nivel central hasta la base, en la definición de propósitos, acciones, indicaciones y programas de acciones que se corresponden con la política del Estado y el Gobierno”. (12)

La puesta en vigor de esta resolución marca un momento importante en la acción conjunta de ambos organismos para elevar la cultura en salud desde la escuela, al definir la integración médico-pedagógica con un concepto de nuevas dimensiones en el trabajo conjunto del personal docente y de salud en las instituciones, ella plantea:

“Integración médico-pedagógica es la expresión más acabada de la relación entre los propósitos de salud y educación al complementarse la labor de ambos sectores y potenciar el óptimo aprovechamiento de su capacidad técnica.

Se concreta cuando médicos y enfermeras de la familia, como integrantes del consejo de dirección de los centros educacionales, conjuntamente con los docentes ejecutan o se complementan en las acciones de promoción, prevención, curación y rehabilitación, así como, cuando el personal docente se apoya en el equipo de salud para aprovechar los contenidos de enseñanza y las posibilidades que ofrecen el trabajo extracurricular y la educación familiar para desarrollar la promoción y educación para la salud”. (13)

Entre los objetivos estatales del Ministerio de Educación para el año 1998 el número 22 plantea “Implementar las acciones de Educación Sexual, Ambiental y para la Salud, con el médico de la familia que garantice disminuir, con respecto al curso anterior, las enfermedades de transmisión sexual, infecto-contagiosas, las bajas por matrimonio y embarazo precoz y los accidentes”. (14)

En la carta circular Nº4 del 1998. Plan Integral de Higienización Ambiental se plantea entre otros asuntos que “cada entidad local, garantizará la limpieza, higiene, embellecimiento, en primer orden de sus edificaciones, áreas, incluyendo aceras y parte de su entorno inmediato, así como sus trabajadores apoyarán la limpieza e higiene del área donde está enclavada la escuela”. (15)

Aunque en su elaboración aún se refiere al control y prevención de enfermedades y problemas, en su enfoque atienden asuntos de trascendencia social.

Es evidente la existencia de una fuerte voluntad política para integrar las acciones de ambos sectores en el objetivo de formar generaciones con conductas más responsables ante la salud individual y colectiva; en tal sentido el Ministro de Educación ha expresado: “…y lo que hay que trabajar para que los problemas de salud estén integrados al proceso pedagógico y que parte de nuestra pedagogía y de nuestra educación sea educar a nuestros niños y jóvenes para que sean ciudadanos más sanos, plenos, para que tengan noción de la vida cualitativamente superior” (16)

Es precisamente en este contexto que se implanta el Programa Director de Promoción y Educación para la Salud en el 1999 que constituye una guía al maestro sobre los conocimientos, actitudes y prácticas saludables a desarrollar en educandos y trabajadores de la educación.

En los objetivos estatales del Ministerio de Educación hasta el curso escolar 2003-2004 en el objetivo 17 se plantea perfeccionar el tratamiento de la salud escolar integrándola al sistema de trabajo metodológico, a la organización escolar y a la práctica de la educación física y el deporte, con resultados concretos en el mejoramiento de los estilos de vida y en la disminución de las afectaciones a la salud de educandos y trabajadores.

En las direcciones principales del trabajo educacional hasta el curso escolar 2005-2006. Capítulo VI. Trabajo preventivo y comunitario del Ministerio de Educación, cuando en uno de sus acápites refiere: “… propiciar la formación de hábitos, modos y estilos de vida más sanos en los educandos, a partir de la educación para la salud y la educación sexual y la educación ambiental, vinculados a los contenidos de las asignaturas y con la participación de médicos de la familia y colectivos pedagógicos” (21), pues de los resultados de las acciones de Promoción y Prevención de Salud que desarrollemos con nuestros educandos dependerán, en gran medida, los niveles de salud y la calidad de vida de esa futura población adulta.

En particular al personal pedagógico en formación para que ejerza con eficacia ese mandato, es necesario prepararlo en aspectos de salud y en el contenido docente educativo que garantice la inclusión y tratamiento de estos contenidos a través de las asignaturas que imparten. Es evidente que existe una política nacional materializada en el Programa de Salud Escolar, de Promoción y Educación para la Salud; de Sexualidad Responsable y Feliz, así como el Movimiento Escuelas por la Salud.

Conclusiones

• La consulta a la literatura sobre el tema objeto de estudio refiere que históricamente ha existido voluntad política por parte de los Gobiernos e instituciones internacionales de desarrollar los programa de promoción para la salud, y en Cuba, particularmente es evidente que existe una política nacional materializada en el Programa de Salud Escolar, de Promoción y Educación para la Salud; de Sexualidad Responsable y Feliz, así como el Movimiento Escuelas por la Salud.

• Históricamente se ha concebido, como parte de las acciones de promoción y prevención para elevar los niveles de salud y la calidad de vida de la sociedad cubana, la integración de la acción médico- pedagógica unido a la acción de la familia y la comunidad.

Referencias bibliográficas

1. José Martí Pérez: Obras Completas, T.8. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. p 298.
2. Ibídem. p 302.
3. José Martí Pérez: Obras Completas, T.23. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. p 286.
4. José Martí Pérez: Obras Completas, T.8. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. pp 298-299.
5. Jaques Dolors: Formar los protagonistas del futuro. En revista correo de la UNESCO, abril 1996. p 6.
6. Organización Mundial de la Salud: Escuela Promotora de Salud. Modelo y Guía para la Acción. Desarrollo y Fortalecimiento de los sistemas locales de salud, (HSP/Silos-36), 1995. pp 5 y 6.
7. Martín Rodríguez Vivanco: Técnicas de la Inspección Escolar. Editorial Cultural, La Habana 1941.p 4.
8. Dpto Nacional de Atención al escolar: Programa Nacional de Atención al Escolar. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1981. p 24.
9. Cirelda Carvajal Rodríguez y otros: La Educación para la Salud a través del Proceso Docente Educativo. Trabajo presentado en el congreso de Pedagogía 95, La Habana, 1995. p 13.
10. Programa del PCC. Editora Política, La Habana, 1976. p 5
11. Ministerio de Educación: Direcciones Principales de Trabajo Educacional para el curso 1996-1997, La Habana, 1996. p 19
12. Ministerio de Educación-Ministerio de Salud: Resolución Conjunta 1/97. Indicaciones para el trabajo conjunto entre el MINED y el MINSAP, La Habana, 1997. p2.
13. Ibidem.p2.
14. Ministerio de Educación. Objetivos Estatales del Ministerio de Educación para el año 1998, Nº 22, La Habana, 1998. p 23
15. Carta Circular #4/98: Plan Integral de Higienización Ambiental, La Habana, 1998.p 4
16. Luis I Gómez Gutierrez: Intervención del Ministro de Educación en la reunión conjunta MINED-MINSAP, Camagüey, 1993. p2.

Bibliografía

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Carta Circular #4/98: Plan Integral de Higienización Ambiental, La Habana, 1998.
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Méndez González Reinol Alberto. (2008, septiembre 24). Promoción y educación para la salud en Cuba. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/promocion-y-educacion-para-la-salud-en-cuba/
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Méndez González Reinol Alberto. "Promoción y educación para la salud en Cuba". gestiopolis. septiembre 24, 2008. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/promocion-y-educacion-para-la-salud-en-cuba/.
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