Problema de la violencia familiar en el estado peruano

Antes de entrar a tratar la violencia en las áreas mencionadas, consideramos que es necesario que definamos la violencia familiar; así tenemos que el Art. 2 de la ley de protección frente a la violencia familiar refiere que “es cualquier acción u omisión que cause daño físico o psicológico, maltrato sin lesión, inclusive la amenaza o coacción graves y/o reiteradas, así como la violencia sexual, que se produzcan entre cónyuges, ex cónyuges, convivientes, ex convivientes, ascendientes, descendientes, parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, quienes habitan en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales laborales y quienes hayan procreado hijos en común, independientemente que convivan o no, al momento de producirse la violencia”.

Luego, este tipo de violencia puede ser física, psicológica y sexual.

1. Violencia familiar en los menores.

A) Diferencia entre castigo y violencia o maltrato

El castigo es la llamada de atención caracterizada por una levedad verbal o física, traducida en la ausencia de heridas, cicatrices o lesiones y principalmente por la justificación pedagógica tendiente a impedir la repetición de una conducta juzgada como indeseable.

La violencia o maltrato se debe a la forma de golpe empleada, la fuerza desproporcionada, la parte del cuerpo en que fue recibido, el carácter repetitivo y a veces descontrolado de la acción y la intención lesionante de ocasionar daño y muchas veces, hasta la muerte.

B) el problema en si.

Cuando este tipo de violencia es causada a la persona en su edad más temprana puede significar marcas imborrables, que en la mayoría de los casos conlleva a una limitación en su ajuste personal y social, tales como: problemas de aprendizaje, comportamiento, agresividad y vagancia; visibles a mediano y a largo plazo; los cuales pueden aparecer tipológicamente como maltrato psicológico, maltrato físico y abuso sexual.

Los menores en nuestro país constituyen el 40% de la población. entonces, el desarrollo de sus capacidades está en riesgo cuando son víctimas de violencia familiar, contribuyendo a esto la situación de pobreza que en la mayoría de los casos es una constante. Es más, el Perú sigue siendo uno de los que tiene mayor número de muertes infantiles en la región. La misma que está asociada a la edad y educación de la madre, al orden de nacimiento de los hijos y al intervalo entre nacimientos.

C) los niños y la violencia en la televisión

Los niños ven televisión por un promedio de tres a cuatro horas diarias. esta puede ser una influencia poderosa en el desarrollo de un sistema de valores y en la formación del comportamiento. Desgraciadamente, una gran parte de la programación actual es violenta. Cientos de estudios sobre los efectos de la violencia en la televisión en los niños y los adolescentes han encontrado que los niños pueden:

1.- volverse «inmunes» al horror de la violencia;

2.- gradualmente aceptar la violencia como un modo de resolver problemas;

3.- imitar la violencia que observan en la televisión;

4.- identificarse con ciertos caracteres, ya sean víctimas o agresores.

Los niños que se exponen excesivamente a la violencia en la televisión tienden a ser más agresivos. algunas veces, el mirar un sólo programa violento puede aumentar la agresividad. los niños que miran espectáculos en los que la violencia es muy realista, se repite con frecuencia, o no reciben castigo, son los que más tratarán de imitar lo que ven. el impacto de la violencia en la televisión puede ser evidente de inmediato en el comportamiento del niño o puede surgir años más tarde y la gente joven puede verse afectada aún cuando la atmósfera familiar no muestre tendencias violentas. Esto no indica que la violencia en la televisión es la única fuente de agresividad o de comportamiento violento, pero es un contribuyente significativo.

Los padres pueden proteger a los niños de la violencia excesiva en la televisión de la siguiente manera: 1.- prestándole atención a los programas que los niños ven en la televisión y mirando algunos con ellos; 2.- estableciendo límites a la cantidad de tiempo que pueden estar viendo televisión; 3.- señalándoles que aunque el actor no se ha hecho daño ni se ha muerto, tal violencia en la vida real resulta dolor o muerte; 4.- no permitiendo que los niños vean programas que se sabe contienen violencia, y cambiando el canal o apagando la televisión cuando se presenta algo ofensivo, explicándoles qué hay de malo en el programa; 5.- no dando su aprobación a los episodios violentos frente a sus hijos, enfatizando la creencia de que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un problema; contrarrestando la presión que ejercen sus amigos y compañeros de clase.

La cantidad de tiempo que los niños miran televisión (además de la calidad de programas), debe de ser moderada, pues, impide que lleven a cabo otras actividades de mayor beneficio, tales como el leer y el jugar con sus amigos, siguiendo así el refrán “préndete del televisor y apaga tu cerebro”. Si los padres tienen dificultades serias estableciendo límites o mucha preocupación sobre la mala reacción de sus niños frente a la televisión, deben solicitar ayuda profesional.

2. Violencia familiar en la pareja.

A) antecedentes

Pellizcos, tirones de cabello, insultos, chantajes, descalificaciones hasta agresiones sexuales, incluida la violación, son manifestaciones de la violencia en el enamoramiento, que puede extenderse al matrimonio y en el peor de los casos, derivar en la muerte de mujeres. Exigir “la prueba del amor” constituye una de las principales formas de violencia que los jóvenes ejercen sobre sus “enamoradas”, quienes finalmente aceptan sostener relaciones sexuales, aún en contra de sus deseos.

En esta etapa, es difícil percibir la conducta violenta, por quienes la reciben, en su mayoría mujeres, ni por quienes la ejercen, porque se confunde con una expresión de amor e interés.

Por “amor”, las mujeres toleran el maltrato confiadas en que algún día su pareja cambiará. estos comportamientos en la etapa de enamorados pasan desapercibidos, también porque el maltrato se asocia a las parejas casadas y con hijos.

B) el problema en si

La agresión no es solamente lo que se hace, sino también, lo que se deja de hacer, siempre que con ello se maltrate a la pareja, sometiendo y disminuyendo su potencialidad de realización como ser humano.
Principalmente se da en un noventa por ciento del hombre a la mujer y en un diez por ciento a la inversa; fundamentalmente por el rol socio cultural asociado a la mujer dependiente económicamente del hombre, el cual supone un grave atentado contra la integridad física y moral de ella y un ataque directo a su dignidad como persona.

La violencia es un problema social de gran impacto que atraviesa fronteras raciales, de edad, religiosas, educativas y socioeconómicas, es un fenómeno que lesiona los derechos de los seres humanos y muestra de forma nítida la opresión de género; por lo que se hace común la discriminación, ridiculización, los golpes, violaciones y abusos.

De las investigaciones realizadas en lima, resalta que las victimas no se atreven a denunciar a su pareja por: miedo al agresor (a), vergüenza, los hijos (as), temor de perder a la pareja… además, luego de denunciar, retiran la denuncia y abandonan el proceso porque: se reconcilian, son amenazados, no reciben atención adecuada, no castigan al agresor (a), etc.

La decisión mas trascendental es cuando la víctima toma la decisión de romper el silencio acerca de la situación de violencia en que vive.

C) la clave es reconocerla

Desde decidir cómo debe vestir la pareja, elegir los lugares de diversión sin tomar en cuenta al otro, imponer siempre su razón y las descalificaciones son algunos indicadores de violencia en pareja.

El resultado es una relación que no conoce otra forma de interacción sin daño físico, psicológico o sexual. la única posibilidad para enfrentar y salir de una situación así, es reconocerla y cuanto antes mejor.

Entonces, empezamos a trabajar que ese hecho que te está afectando a ti no es normal y que puede y debe transformarse. Y su tipología se presenta en el maltrato psicológico, maltrato físico y abuso sexual. Además existe una dinámica que depende de la interacción que hay entre la ciclicidad y la intensidad creciente, la cual cíclicamente se manifiesta en acumulación de tensión, explosión o agresión y la reconciliación; a través de una intensidad psicológica, verbal y física.

D) Mejorando conductas para evitar la violencia en la pareja de situaciones destructivas a constructivas.

1.- Pasar del dominio, el control y la violencia… a la tolerancia y el respeto mutuo. 2.- Pasar del abuso emocional… al respeto. 3.- Pasar de la intimidación… a la negociación justa. 4.- Pasar del privilegio masculino… a la responsabilidad compartida. 5.- Pasar de la manipulación con los hijo (a)s… a asumir la responsabilidad paterna. 6.- Pasar de las amenazas… a la conducta no amenazante. 7.- Pasar del control a la pareja… a la confianza y apoyo. 8.- Pasar de la violencia y control… a la honestidad y responsabilidad. 9.- Pasar de desvalorizar, negar, culpar… a la aceptación y consideración.

3. Violencia familiar en la tercera edad.

A) El problema en sí.

Se describió por primera vez el 1975 y se trata de un fenómeno universal. estas personas soportan cotidianamente formas sutiles o abiertas de maltrato o violencia, a lo que se suma la incorporada imagen social desvalorizada de vejez. y por si fuese poco, las creencias y estereotipos que se tiene de ellos, tales como: renegones, improductivos, muy pasivos, inactivos, carga, estorbo, etc., arraigados socialmente; lo que influye de manera contundente en su bajísima autoestima, tristeza y angustia inmensas, que los hace abandonarse en el consumo compulsivo del alcohol, tabaco, analgésicos, etc.

Han sido excluidos no solo de los procesos orientados hacia el desarrollo, sino también de los beneficios de los programas sociales y su falta de poder y status hace que les resulte difícil reclamar servicios, conocer sus derechos, reaccionar ante el maltrato y protestar contra la discriminación de edad y genero, pues, desafortunadamente, debido a la dependencia tanto afectiva como económica, son pocos los casos que se denuncian.

En este tipo de violencia, los maltratadores son su propia familia, es decir, son cuidadores y maltratadores a la vez, es decir, dolorosamente paradójico. Además, tipologicamente se presenta como maltrato psicológico, maltrato físico, violencia sexual, negligencia y abandono, violencia económica y financiera, y la violencia cultural.

B) clasificación del adulto mayor

En el 2002, el plan nacional de atención al adulto mayor clasifico a las personas adultos mayores en: 1.- Autovalentes.- Capaz de realizar las actividades básicas de la vida diaria. 2.- Frágiles.- Algún tipo de disminución fisiológica relativa. 3.- Dependientes.- Disminución fisiológica sustancial que le impide realizar las actividades básicas de la vida.

C) la mujer y el hombre como adultos mayores.

La mujer al ser víctima de la violencia familiar, tiene la particularidad de que no se jubila, trabaja hasta que las fuerzas le den, dependiente totalmente de la familia y sometida a sus reglas, pierde individualidad- autoridad y gana aislamiento social; al ser mujer, pobre y adulto mayor, conforma el desventajoso triangulo de la inequidad.

Por su parte el hombre se vuelve dependiente casi totalmente de la familia y sometido a sus reglas. Así como pérdida paulatina de su individualidad- autoridad y gana aislamiento social y si es jubilado, se convierte en alcohólico.

Conclusiones

En el caso de la violencia familiar infantil: concluimos que existe poco conocimiento sobre el mismo entre el público y los profesionales de la salud. Así, el reconocimiento y la concientización, si bien constituyen elementos esenciales para la prevención eficaz, solo son parte de la solución. Entonces, los esfuerzos y las políticas de prevención deben dirigirse directamente a los niños, a quienes les prestan asistencia y a los entornos en los que viven, para prevenir que se produzca el maltrato potencial y tratar eficazmente el maltrato y descuido que se hayan producido. Además, se requiere los esfuerzos concertados y coordinados de una amplia gama de sectores, as como los investigadores, los profesionales de la salud pública .

En el caso de la violencia familiar en la pareja: debemos manifestar que es más grave de lo que muchos imaginaríamos y causa mucho dolor en los hogares. sin embargo, tales conductas abusivas y/o violentas las podemos evitar siempre y cuando asumamos con pleno convencimiento que el respeto, la igualdad y la tolerancia son las condiciones más favorables para la resolución de los problemas dentro del hogar.

Los valores de los individuos se cultivan desde la familia, por tanto resulta indispensable fomentar una cultura de la democracia en la vida íntima de las personas y de respeto a los derechos humanos de cada uno de sus integrantes.

Quien valore la tolerancia, la igualdad, el respeto, la libertad, la democracia y la paz, seguramente defenderá y practicará convencidamente estos valores en todos los ámbitos de su vida: la familia, la escuela, el trabajo, los grupos, las instituciones. de ahí la importancia de educar, tratar y formar a los ciudadanos en ambientes de respeto, libertad, tolerancia y culto al desarrollo humano integral.

La propuesta es crear conciencia entre la población joven para que identifiquen el problema así como reeducar a este sector de la población para que puedan relacionarse con base al respeto de la pareja, con lo que además se pretende disminuir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, incluida el sida.

Y en el caso de la violencia familiar en la tercera edad: acabaremos refiriendo que el, estado debe condenar y adoptar medidas para poner fin a la violencia contra las personas mayores, incluirlos en el diseño y planificación de programas sociales y de desarrollo, todo ello en el marco de la declaración universal de los derechos humanos y los principios de las naciones unidas para las personas mayores.

Además, se debe redefinir su rol social por el de la primacía de su sapiencia y experiencia, últimamente casi nulo, y responder con políticas que brinden la oportunidad de alcanzar su bienestar.

Es necesario un nuevo paradigma de vejez que prevalezca socialmente, es decir, vejez activa, productiva y saludable integrada a la vida familiar y social, muy necesaria para la vigencia de los valores más profundos y de nuestra cultura, importante para la continuidad de nuestras historias, para la construcción de una nueva sociedad intergeneracional basada en el mutuo respeto y valoración reciproca.

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Torres Manrique Jorge Isaac. (2009, octubre 14). Problema de la violencia familiar en el estado peruano. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/problema-de-la-violencia-familiar-en-el-estado-peruano/
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