Es pertinente recordar que la ciencia económica como tal surge de la necesidad de explicar los fenómenos económicos que se relacionan con la creación y distribución de la riqueza.
Dentro de las pruebas históricas, es obvio que no se desarrolla plenamente sino hasta la llegada del capitalismo.
Claro está que existieron movimientos anteriores como el mercantilismo y la fisiocracia que dieron pie para la evolución de esta ciencia.
Como muchos de los desarrollos del siglo XVIII los paradigmas de la economía han rondado siempre a la libertad. Libre competencia, libre contratación, libre mercado, libre cambio, libre movilidad de personas, libre movilidad de capitales.
Por estas razones es muy común pensar que la economía política explica las leyes del funcionamiento del capitalismo.
La primera escuela reconocida seriamente es la llamada escuela clásica, quienes trataron de formar una estructura sólida que pudiera explicar la riqueza de las naciones. Esta escuela pudo integrar la historia, la filosofía y la matemática para poder dar forma a sus pensamientos, claro que todavía no eran lo suficientemente claros ni profundos.
Después está la corriente marxista que pudo presentar una alternativa al capitalismo, en esta etapa la plusvalía y el conflicto de clases juegan un papel critico a los planteamientos clásicos.
La escuela marxista ha continuado su evolución y ahora se cuenta con post-marxistas y neo-marxistas. Es destacable la influencia practica que tuvo esta escuela en la organización social, política y económica del planeta en el siglo XX.
Continua la escuela neoclásica que es la economía estándar que domina en las academias y que se reconoce como la ortodoxia económica. Esta escuela pudo avanzar mucho mas en la formalización y en la abstracción de sus planteamientos mediante complejos ingenios matemáticos históricos. Desemboca en las teorías del equilibrio general y parcial. Se considera que es un pensamiento Microeconómico por la clase de problemas que se abordan.
Luego de la crisis del 29 surge la escuela de la «Nueva Ciencia Económica» que es claramente Macroeconomista en sus planteamientos y que intenta englobar los fenómenos de la economía al asumirlos desde una óptica agregada.
La gran sisaseis neoclásica reúne posteriormente la macroeconomía Keynesiana con la microeconomía neoclásica.
En Cambridge se desarrolla una línea que recoge los aportes de Ricardo, esta escuela también entra en los llamados movimientos heterodoxos.
Dentro de los últimos avances en el pensamiento de la ciencia económica están las escuelas estructuralistas e institucionalistas que han aportado con interesantes ideas herramientas y soluciones a los problemas económicos.
Como puede verse es claro que la ciencia económica tiende cada vez mas a formalizar sus ideas y a parcelar sus intervenciones. Esta modalidad de profundización en los temas ha llevado a dividirla en tres materias teoría económica, política económica y estructura económica. Estas materias están a su vez subdivididas en una gran cantidad de materias menores.
El fenómeno que se puede apreciar es una especialización a tal grado que los expertos en un tema pueden ser unos completos ignorantes en otros de la misma materia. Por esta razón existen posiciones a favor y en contra de este tipo de división.
Los grupos en contra esgrimen entre sus argumentos que este tipo de conocimiento se aleja peligrosamente de la realidad y que sus aportes no dejan de ser divertimentos matemáticos para eruditos que no se acomodan a la realidad diaria.
Otros por su parte consideran que esos ultra especialistas prestan un servicio tan útil que son reconocidos y respetados por los gremios focales y que este aporte a la sociedad no seria posible desde otro grado menor de profundidad.
De todas maneras es evidente que una abstracción exagerada es perjudicial. Por eso puede ser el momento de considerar si es necesario que se siga la línea esquemática de la matemática o si de verdad será necesario que los economistas retornemos en cierta medida a la política económica clásica.