El papel de la mujer

Las acciones individuales dentro de los modelos culturales le dan a la mujer distintos niveles de participación en las instituciones de nuestra sociedad.

Nuestra cultura centroamericana impone una serie de representaciones simbólicas sobre las mujeres. A lo largo de la historia en periodos de crisis, guerras, expansiones o decadencias, la mujer ha tenido cierto protagonismo en el mundo del trabajo.

Después de la segunda guerra mundial, la mujer está conquistando terrenos cada vez más amplios y exigiendo conscientemente una situación de igualdad con el hombre en los planos jurídico, laboral y cultural en general.

La mujer está preparada para ocupar cargos jerárquicos, pero creo que en Centroamérica, aún la mujer es considerada inferior para la realización de ciertas tareas.

La introducción de la mujer en el mundo laboral es reciente. La mayoría de las veces se espera que las mujeres sean empleadas administrativas mientras que los altos cargos son ocupados por hombres.

La sociedad actual (afortunadamente son los menos) no confía en las habilidades de la mujer como empresaria.

Hoy en día existe una preocupación por el futuro laboral de las mujeres y creo que no se valora el potencial que puede tener la mujer como líder. Por otro lado creo que algunos hombres no están listos para aceptar recibir órdenes provenientes de una mujer.

La actuación femenina

La actuación femenina significa la regularidad funcional en el comportamiento: Los individuos actúan de acuerdo con un esquema que les permite cumplir una determinada función.

Se trata de la observación de un modelo aprendido, modelo de conducta que se organiza en relación con la posición del individuo dentro del grupo con el que interactúan.

Comprende, pues, las actitudes, valores y comportamientos asignados por la sociedad a toda persona.

La personalidad representa un papel importante en la elección e integración de los múltiples roles que asume el individuo y, a la inversa, cada uno de los roles dejará su sello sobre la personalidad, en lo que respecta a la absorción de los modelos sociales y culturales de orden intelectual, afectivo, estético, etc.

La mujer asalariada

La equiparación entre el hombre y la mujer en el mundo del trabajo es aún lejana. No obstante, el número de personas del género femenino con rol laboral aumenta día a día. Cambia no solo la cantidad sino las características del puesto de trabajo. Sin embargo la proporción de mujeres que ocupan altos cargos es considerablemente más baja de lo que se merecen por su nivel de capacitación.

Las mujeres empezaron a trabajar por necesidad económica, las mujeres de nivel económico más bajo, casadas o solteras, trabajaban fuera de la casa. El salario de la mujer tiende a ser más bajo.

Además, la mujer trabajadora tuvo y sigue teniendo que realizar sus tareas hogareñas a la par con sus tareas laborales.

El aumento de presencia de la mujer dentro de las universidades es un fenómeno que se da a partir de la década de los años 80 en Costa Rica. Luego desarrollan su carrera laboral, en algunos casos dentro de la misma empresa, y en otros cambiando de empresa en busca de mejores puestos.

Estas mujeres capacitadas participan en el mercado laboral con diferentes modalidades, como puede ser el ejercicio de la profesión, la docencia y existe un aumento de mujeres en puestos de conducción de las empresas.

Estas mujeres van construyendo nuevos modelos de comportamiento para superar las limitaciones que las políticas del mercado laboral y las reglas culturales perciben.

La mujer empresaria por lo general tiene una pequeña empresa de escaso riesgo, de baja financiación, y trabaja en un mercado reducido. La sociedad no apuesta a pequeñas empresas gobernadas por mujeres.

Un factor que afecta la posibilidad de ocupar cargos de conducción y liderazgo en las empresas, es que la mujer entra y sale del mercado de trabajo cuando se casa o tiene hijos, ya que este tipo de trabajo no permite el alejamiento.

Otro factor es que a menudo la mujer no recibe la motivación necesaria para demostrar sus capacidades ya que es sometida a realizar una labor considerada de poca importancia dentro de la empresa.

Además de recibir una remuneración económica deben recibir una remuneración afectiva.

Las mujeres que no trabajan como asalariadas se sienten, a menudo, frustradas en su realización personal y marginadas de la vida moderna. Las que trabajan están hostigadas por la idea (a veces fomentada por el medio familiar y social) de ser malas madres o malas esposas e incluso por la idea de que una mujer si o si debe ser madre.

Una mujer que ha conseguido el equilibrio entre sus ansias maternales y su realización como individuo establecerá una relación más beneficiosa con sus afectos.

La influencia de las expectativas en el desarrollo laboral

Cabe destacar el valor que adquiere la autoestima y la autoimagen y las expectativas sobre si mismas para el desarrollo de la propia autoestima, permitiendo proyectar y alcanzar metas que no se habían propuesto cuando ingresaron al mercado laboral.

Una de las formas de lograr el cambio y el aumento de las expectativas sobre sí mismas se produce en el aprendizaje de diferentes tareas dentro de la empresa, la capitación en los diferentes niveles, la autoconciencia de los objetivos propuestos y del logro consiguiente. Una alta expectativa sobre si misma permite proponerse llegar a niveles más elevados en la organización.

Aquellas gerentes que logran sus objetivos no permiten que los prejuicios se conviertan en dificultad, tienen confianza sobre las capacidades que poseen para estar ocupando dicho cargo y desde ese lugar trabajan.

El ocuparse de las personas y no solo de las tareas se les hace más fácil a las mujeres porque es parte del aprendizaje de los roles asistenciales, que tienen que ver con la maternidad y el cuidado de los otros que se les atribuye a la mujer.

Qué significará para una mujer tener éxito?

La motivación es y será siempre, una consecuencia directa de reconocimiento. El reconocimiento está en la cima de la pirámide de necesidades del ser humano, que Maslow definió. Nadie debe sentirse descartable en función de un logro.

Es claro para un líder que el éxito de su equipo es su propio éxito, pero no siempre es claro para el equipo. A veces la satisfacción del líder se construye sobre la insatisfacción del grupo y en ese caso, el éxito no será definitivo.

Mucha pasión, mucha presión y luego una gran descompresión (que a veces resulta en depresión), sin ciclos inevitables en algunos equipos exitosos.

Lamentablemente en grupos de alto desempeño, alcanzar las metas produce siempre un grado de desgaste. Un estratega será mejor en función de conseguir sus objetivos con el mínimo de bajas en sus líneas. Luego de alcanzar una meta y antes de la descompresión, se debe hacer una evaluación del staff, que implica verificar el estado en que quedó la gente que participó.

He escuchado muchas veces conversaciones mantenidas entre los integrantes de un equipo que acaba de concretar proyectos importantes y ya no me sorprende de oír : « maravillosos, pero no cuenten conmigo la próxima vez ». La motivación de éxito no debe ser neutralizada, por la desmotivación que provoca un alto precio pagado individualmente.

Todo líder es un visionario y también es un mentor para nuevos líderes. Es inevitable que su influencia despertará los sueños de los integrantes del equipo.

En el momento en que una persona del equipo empieza a soñar, se presenta para el líder una oportunidad de apoyarlo y afianzar su sentido de pertenencia. Desalentarlo será perder un líder potencial y reprimirlo crea resentimiento.

La fuerza de un visionario siempre puede ser canalizada hacia el cumplimiento de metas. Personas competentes que se mantienen comprometidas, deben tener acceso a oportunidades de desarrollo en la organización.

Si sus habilidades fueran diferentes a las de líder, deberán aprovecharse para ampliar el alcance de talento total de la organización. Nunca debe obligarse a un talentoso a copiar un modelo exitoso para otro, si es frustrarse para él.

De menor a mayor, se puede observar otorgando facultades, el desarrollo de la personalidad y las capacidades de cada integrante de un equipo.

Nunca la necesidad debe ser la regla para asignar una tarea definitiva, sino las características intrínsecas de esa persona, deben determinar su función en el equipo.

En una actividad deportiva este comentario resultaría innecesario por su simpleza, pero mi experiencia es que en las empresas brilla por su ausencia. He oído decir que algunas empresas se comportan a veces, como procesadoras de carne.

Si una empresa solo tiene planes para sí misma y no los tiene para su gente, es una organización egocéntrica y sin espíritu de cuerpo.

Los objetivos de un Líder Programar, organizar, ejecutar

Si la función de un dirigente es la de conducir hacia una meta al grupo humano que lidera, necesariamente debe precisar qué es lo que quiere hacer, estudiar cómo hacerlo, y con quién.

Por ello es importante programar la tarea, esbozando en forma general los objetivos globales (generales) a alcanzar dentro de un periodo, pero señalando además de manera detallada las actividades que habrán de cumplirse en un lapso corto e inmediato, como por ejemplo, para los dos meses siguientes y así sucesivamente.

Los proyectos a actividades a proponer deben ser concretos y realistas, es decir, que aunque exijan sacrificios y esfuerzos estén dentro de la posibilidad de ser llevados a la práctica.

Si esas actitudes no se cumplen tales requisitos y de antemano se advierte que el proyecto (o plan) desborda las posibilidades de lo que puedo llegar a hacer personalmente, lo aconsejable es dejarlas de lado.

Discriminación de la mujer

La discriminación dentro de las organizaciones se manifiesta de distintas maneras. La más común sucede al momento de asignar tareas. A la mujer le corresponde desarrollar tareas administrativas, o puede ser recepcionista o secretaria. Mientras los cargos gerenciales son reservados para el sexo masculino.

La mujer que llega a ocupar uno de esos puestos, por lo general, lo logra habiendo trabajado un periodo extenso dentro de la organización, haciendo carrera dentro de la misma. Así puede demostrar su capacidad y ser tomada en cuenta.

El problema se presenta cuando una mujer quiere postularse para un alto cargo y no ha pertenecido a la empresa, difícilmente sea elegida sin importar el titulo o la experiencia que tenga.

En otros casos los empleadores no dudan de la capacidad de la mujer pero prefieren no contratarla por los costes que podría traerles un embarazo.

En otros casos la discriminación viene dada en el caso de que la mujer este casada o con hijos, supongo que en este caso se teme que el absentismo de la mujer sea mayor que el del hombre por tener que atender a la familia.

Sin embargo, las estadísticas revelan que las trabajadoras que tienen un puesto de responsabilidad, incluso al tener hijos, no se ausentan más que los hombres.

Cultura Costarricense, cultura de la organización

A pesar de no ser feminista y aceptar que algunas tareas tienen mejores resultados cuando son llevadas a cabo por solo uno de los sexos, considero que nuestra sociedad sigue teniendo características machistas.

Con esto no quiero decir que la responsabilidad sea de los hombres. La cultura la hacemos todos, mujeres y hombres. Desde el momento en que la mujer acepta su condición en la sociedad, está legitimándola.

La cultura muestra a la mujer como instrumento de placer, objeto de exhibición y reproductora de la especie. Los cambios que deben producirse en la cultura para fomentar la igualdad sexual llevan tiempo.

Eso se debe a que la discriminación de la mujer está muy arraigada. No hace mucho la mujer no podía votar, no podía acceder a puestos políticos y no podía ni pensar en tener un trabajo remunerado fuera de la casa sin previa autorización de su cónyuge.

La cultura costarricense se traslada a la organización pasando a ser la parte de la cultura de la última. Aquí las decisiones son tomadas por altos ejecutivos que son ni más ni menos que hombres. La relación que tiene la mujer y el hombre en la casa se repite dentro de la organización.

La mujer obedece órdenes, y realiza los trabajos menos creativos mientras el hombre decide que es mejor para la organización. En la casa la mujer limpia y el hombre hace las cuentas y administra los gastos, en la organización el hombre toma decisiones con respecto a la administración de los recursos mientras la mujer confecciona las facturas y otros documentos.

Hoy en día la mujer está manifestando su descontento con respecto a ser considerada diferente y no apta para ciertas actividades y la sociedad lentamente está aceptando el nuevo rol de la mujer, la mujer trabajadora, la mujer con capacidad de liderazgo.

La mujer líder

El líder dentro de la organización cumple una función de guía para los otros miembros de la organización. La legitimidad del poder del líder puede provenir de distintos medios como carisma, experiencia etc no creo que venga al caso detenerse demasiado en esto.

En lo que si considero que deberíamos detenernos a pensar es en cuantas mujeres son tomadas como lideres dentro de una organización. Los casos que yo conozco son casos de mujeres que llegan a ser líderes debido a la antigüedad en un trabajo.

A estas mujeres se les asignó grupos a cargo para la realización de actividades específicas. Sin embargo en la mayoría de los casos los ejemplos a seguir son masculinos. Con seguridad, creo que la mujer tiene la capacidad de ser líder tanto como el hombre.

Pero el problema surge por el miedo de los altos directivos a que la mujer no sea aceptada como líder por el resto de sus compañeros, y en el peor de los casos por ellos mismos. Terminamos volviendo siempre sobre lo mismo: la cultura, las costumbres nos enseñan a mirar a la mujer como madre y al padre de la familia como líder de familia. Esto se traslada a todos nuestros ámbitos.

Condiciones de Liderazgo:

  • Equilibrio emocional: Ejercer un liderazgo equilibrado y sensible, empleando recursos éticos. Respetar la opinión del otro y aceptar la divergencia como algo natural y enriquecedor.
  • Seguridad personal: A partir de una autoestima positiva, mantener de manera firme y dúctil mis ideas, intentando un ajuste armonioso entre mi rol y los requisitos de la actividad.
  • Comunicación: Transmitir y generar confianza y compromiso cuando defina mis ideas y oriente acerca de la forma de llevarlas a la práctica. Brindar la información teniendo en cuenta las necesidades y expectativas del otro. Lograr expresar mis ideas con claridad y saber escuchar e interpretar a mi interlocutor. Ser un buen transmisor y receptor.

La mujer en la organización

Los primeros pasos que dio la mujer fuera del hogar fue en la docencia. Pero no en cualquier organización educativa, solo en el nivel primario y luego secundario.

La participación en otras áreas se debió principalmente a que se necesitaba otra fuente de ingreso para la familia, entonces se permitió a la mujer que salga a buscar trabajo. Esto fue un cambio mundial que se dio principalmente en la década del 60 y 70 también llegó a nuestras mujeres.

Luego la mujer pasa a formar parte de los profesionales. Elige nuevas carreras. A las facultades no solo llegan más mujeres sino que también llegan a carreras que eran consideradas típicamente masculinas, como ser ingeniería, arquitectura, ciencias económicas derecho, medicina, etc.

La mujer llegó a formar parte incluso del cuerpo de Policía. Lamentablemente en esta organización también sigue existiendo discriminación.

Recientemente se realizó una encuesta y los resultados mostraron que ahora hay más mujeres docentes que hombres docentes (51% y 49 % respectivamente). Hasta hace pocos años las proporciones eran inversas. La mayoría de mujeres se ven en las carreras de Filosofía y Letras, Farmacia y Bioquímica y Psicología.

Sin embargo las proporciones no se aplican a todas las facultades. Por ejemplo en las carreras de ingeniería y Ciencias Económicas, el personal docente es en su mayoría masculino.

Ya habiéndose abierto paso en las organizaciones ahora la mujer, yo incluida, busca el reconocimiento y así llegar a ocupar un cargo de acuerdo a su capacidad y no de acuerdo a su sexo.

La mujer tuvo y tiene una activa participación en el desarrollo de la humanidad. La historia cuenta con un sinfín de mujeres talentosas en los campos más diversos. A pesar de que se destacaron independientemente de su condición femenina, no hay que olvidar que debieron vencer, en cada caso, el rol asignado ancestralmente: el hogar y los hijos.

Las cosas fueron cambiando y la mujer, con tenacidad y sacrificio, día a día, fue ocupando lugares que eran de exclusivo dominio masculino. Hoy, casi no queda sitio en que la mujer no pueda trabajar. No parecen existir limitaciones ni barreras, y sin embargo es pronto aún para afirmar que estamos en igualdad de oportunidades.

Esto no significa que el sólo hecho de ser mujer afecte o restrinja las posibilidades de desarrollarse laboralmente, lo que se afirma es que debe prestarse atención a ciertos aspectos particulares de la contratación o ascenso dentro de una empresa.

Es necesario, para la mujer, planificar la vida de antemano para obtener buenos resultados a mediano plazo y no encontrarse con un horizonte muy acotado.

Buenos indicios: Las leyes laborales creadas para dar protección a las mujeres que trabajan terminan por concederles beneficios que los empresarios toman como una carga y, algo pensado con la intención de proteger, las deja más expuestas a no conseguir empleo de alta jerarquía.

Los cambios se irán dando con el tiempo, ya que desde el punto de vista demográfico cada vez son más las personas de sexo femenino con alta especialización. La necesidad de aprovechar estos recursos humanos va a obligar a que las empresas empiecen a buscar soluciones para captarlas antes de que lo haga la competencia.

Las armas que conozco para enfrentar las dificultades recién expuestas, añadidas a las ya generales del desempleo, son la capacitación con los ojos puestos en las necesidades del mercado y la perseverancia en la búsqueda de oportunidades.

En los últimos siglos se produjeron progresos espectaculares con respecto a la posición de la mujer en el mundo laboral. Cada vez son más las que trabajan en puestos considerados tradicionalmente exclusivos para los hombres. Las expectativas sobre sí mismas contribuyen al proponerse metas más elevadas por alcanzar.

Igualmente la mujer todavía no es escuchada, esto se ve por ejemplo en el hecho de que las mujeres latinoamericanas deciden reunirse en los encuentros de mujeres para tener alguien que comprenda su situación en la sociedad. Además el acceso a los altos cargos para las mujeres sigue siendo muy difícil.

Los empresarios se niegan a admitir mujeres para tareas tradicionalmente masculinas. Un mismo título en manos de una mujer tiene menos valor que en las manos de un hombre y la promoción es mucho más difícil.

Para lograrla, una mujer tiene que acumular mayores méritos. No es reconocido el papel de la mujer como persona autónoma y responsable, capaz de compaginar sus roles de madre y trabajadora.

Este es un paso que debe dar la sociedad. La adaptación a este doble papel puede ser facilitada materialmente mediante la creación de servicios públicos que auguren en calidad y seguridad la atención de los niños mientras la madre permanece alejada en el trabajo.

La mujer debe dejar de ser vista como una ama de casa. Para esto, las mujeres deberán seguir intentando superarse profesionalmente y personalmente.

A su vez creo que el gobierno tendría que hacer algo mas además de solo fomentar con palabras el empleo de la mujer. Siendo el objetivo principal lograr que tanto el sector público como el privado incorpore al sexo femenino en los altos cargos.

Este nuevo modelo organizativo gira en torno al beneficio de una vida más plena y satisfactoria no solo para la mujer, sino para el ser humano en general.

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Coca Hibert. (2005, junio 17). El papel de la mujer. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/papel-de-la-mujer/
Coca Hibert. "El papel de la mujer". gestiopolis. 17 junio 2005. Web. <https://www.gestiopolis.com/papel-de-la-mujer/>.
Coca Hibert. "El papel de la mujer". gestiopolis. junio 17, 2005. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/papel-de-la-mujer/.
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