La psicología como ciencia y como área de estudio, aunque con poco tiempo de establecida, a comparación de otras ciencias o áreas afines, se encuentra todos los días en constante actualización y movimiento; esto se ve reflejado en los constantes cambios, reconstrucciones y renovaciones que se van haciendo a las teorías y a la práctica.
Indudablemente esta situación advierte que el profesional dedicado a esta disciplina no puede permanecer estático e inerme a esta vorágine de permutaciones; es indispensable, y una obligación, estar actualizado y ser permeable así como dúctil a tolerar, aceptar e integrar a su práctica los avances que más le convengan y que se encaminen a formar parte cotidiana de su quehacer profesional.
Quizá uno de los ejercicios psicológicos que más importancia revisten en la actualidad, por su alcance, eficacia, validez y trascendencia es la aplicación de test o pruebas psicométricas. Una de las razones es que, casi en cualquier ámbito de labor psicológica, las pruebas, o forman un papel fundamental o son el eje mediante el cual se toman decisiones importantes; para un diagnóstico, una parte importante del peso recae en lo obtenido en las pruebas; en el área clínica, son la medula espinal del proceso; al momento de reclutar personal, la manera objetiva de obtener datos, que al final permitirán tomar decisiones, viene directamente de lo arrojado por los test psicométricos.
En resumen, hasta este punto, puedo exponer que, si bien tiene limitantes y su objetividad eficacia han sido puestos en tela de juicio muchas veces, los test psicométricos son piedra angular de la labor del psicólogo en la actualidad en la mayor parte de sus actividades profesionales dentro del ámbito laboral formal; esto, por supuesto conlleva una gran responsabilidad y un alto grado de compromiso y ética al momento de su aplicación, calificación e interpretación.
Por tanto no cualquiera está calificado para el uso y manejo de estas técnicas; solo el psicólogo titulado y el estudiante bajo supervisión, pueden tener acceso y manipular los diferentes y extensos tipos de test que existen en la actualidad.
Es por eso de suma importancia recalcar y exhibir la manera correcta y puntual de hacer uso de estos instrumentos. Aquí se resumen los aspectos más importantes a tomar en cuenta al momento de tener un test psicológico en las manos:
- basar su uso en técnicas actuales y apropiadas al contexto.
- Estar actualizado en la estandarización del instrumento.
- Verificar datos de confiabilidad y validez.
- Verificar si el test es aplicable a la población con la que pretende trabajar, reconociendo los límites de certidumbre
- Identificar si las técnicas de valoración son o no aplicables a la población o personas según:
a) genero
b) edad
c) raza
d) nivel socioeconómico
e) discapacidad
f) orientación sexual
g) origen étnico
h) idioma
Estos son solo algunos de los aspectos a tomar en cuenta y deben ser valorados y tomados en cuenta por el profesional al momento de la aplicación de esta importante herramienta de trabajo cotidiana.