Recientemente acudí a una reunión de academia de nivel Licenciatura en donde estaban maestros con una vasta experiencia en la docencia, me sorprendió ver las resistencias que muestran ante la evaluación en competencias, según estos expertos pedagogos esta no es más que una moda y cada profesor debe decidir cómo enseñar (aquí me cayó el veinte de porque las deficiencias en nuestro sistema educativo), pero este sector de profesionales no son los únicos que muestran resistencias ante los cambios, en todos los sectores y aspectos de la vida muchas son las personas que le temen inclusive a los cambios; sin embargo sabemos que estos son una constante en la vida, aunque nos causen incertidumbre y, tenemos que adaptarnos a ellos si queremos seguir subsistiendo en el mundo laboral e incluso si queremos mejorar nuestras relaciones personales.
Según la jerarquía de necesidades que propone Abraham Maslow (Psicólogo Humanista Estadounidense), primero debemos satisfacer las de alimentos, agua y abrigo; cuando tenemos cubierta esta escala demandamos seguridad y protección; lo cual puede ser en el ámbito familiar, salud o seguridad pública; posteriormente se tiene que cubrir el eslabón de amor e identificación; puede ser con la familia, amigos, pareja, grupos religiosos, etc.; entonces se está en posibilidades de cubrir el renglón del autoestima, lo cual debe darse siendo objetivos para poder llegar a la cúspide con la realización personal; dependiendo en que parte de la escala nos encontremos será lo que cada uno de nosotros dará prioridad.
Hablando de la realización personal, debido a que todos los seres humanos somos únicos, algo distinto nos da ese sentido de realización; y prueba de ello es el simple hecho de que algunos tienen vocación de médicos, otros de abogados, (y entre los mismos colegas existen gustos diferentes, hay quienes prefieren especializarse en derecho penal, otro en laboral, etc.); y así por el estilo; no todos podemos ser medidos con la misma regla debido precisamente a nuestra singularidad; tradicionalmente en México se piensa que lo ideal es estar casados y tener hijos (aunque sea uno, para que te cuide cuando envejezcas), de hecho si alguien es irresponsable o bebedor se cree que cuando se case este cambiará; lo cual es una aberración, muchas personas ceden ante la presión y por eso hacen cosas que normalmente no harían e incluso actúan en contra de sus propios principios; internamente todos tenemos un código de ética que nos indica lo que moralmente está bien o mal, aunque siempre somos influenciados por el medio.
Debido a todos estos aspectos que hemos comentado, lo que nos motiva es un misterio, llegándose al consenso general de que dicha motivación depende de uno mismo; ya que a pesar de que las empresas invierten para que sus trabajadores asistan a cursos, seminarios, conferencias o realizan actividades de motivación, siguen permaneciendo apáticas, al no cambiar sus actitudes el resultado siempre es el mismo (derrochando miles de pesos).
Los escenarios ideales así como las recetas mágicas no existen, es indispensable el trabajo arduo para poder salir avante en los procesos de cambios, es de vital importancia que el trabajo que desarrollemos nos apasione ya que así todo se nos facilite y siempre actuemos en pro de los intereses del grupo.
Los cambios, en cierto sentido son como los terremotos causan conmoción, pero sólo los que están preparados con cursos de protección civil enfrentan estos fenómenos de la mejor manera posible; entonces es necesario que nos preparemos de manera integral cubriendo aspectos emocionales, espirituales e intelectuales para sobrevivir a la avalancha de cambios que se da a nivel mundial.
La globalización facilito la vida en el sentido de la rapidez de la información, pero eso dio paso a que cada día el mundo se haga más y más competitivo; por lo que el factor humano se ha afectado, a muchos empleados sus empresas les exigen cada vez más horas laborables, por lo que descuidan a sus familias y lo peor a sí mismos, no tienen tiempo de disfrutar de actividades tales como la lectura, la música o el hacer ejercicio, por ello las estadísticas muestran que más personas están enfermas de estrés, presión arterial, diabetes, entre otras.
Aunque suene a exageración el estrés puede matar, conozco dos lamentables casos en que así sucedió; el primero de un ejecutivo de alto nivel de una empresa bancaria, él tenía alrededor de 47 años, además sus amigos íntimos decían que tenía una alimentación sana, hacía ejercicio regularmente, pero debido a que estaba siendo sometido a mucha presión laboral falleció. El segundo caso es de un joven de 28 años, ejecutivo de nivel medio, que un día comenzó a quejarse de dolor de espalda, debido a que le hacían radiografías y no se veía ningún problema, el médico asumió que sólo fingía para que él expidiera una incapacidad y no ir a trabajar, finalmente un día fue a parar al hospital con un terrible dolor de cabeza, ese mismo día falleció y todo porque incluso los médicos se toman a la ligera el asuntos del estrés.
El estrés también es causa de la baja productividad; tratemos de ser equilibrados utilizando nuestro tiempo libre en actividades con familiares, amigos, y que sean tanto al aire libre como en lugares cerrados; procuremos nuestro desarrollo intelectual y emocional para así hacer frente a los cambios que hoy día nos agobian.
Es necesario también que las empresas sean del sector público o privado revaloren las exigencias en cuestión de tiempo; aunque pases las 24 horas en la oficina esa no es garantía de que serás productivo; y se pierde miles de pesos en pagos de seguros de vidas, horas extras (los que sí pagan), etc., mejor organícense y planeen las actividades de tal forma que se pueda cumplir con el trabajo día a día. Nos leemos en otra ocasión.