Estando por finalizar la segunda década del Siglo XXI en un entorno incierto y cambiante en el ámbito económico y geopolítico, las organizaciones deben adaptarse a los cambios, pero para hacerlo exitosamente deben contar con un Clima de Negocios que les permita desarrollarse, invertir, fomentar la investigación en el desarrollo de nuevos productos o servicios a efectos de ser más competitivos en el mercado y ser cada vez más eficientes y eficaces.
Sin embargo uno de los grandes problemas que enfrentan las organizaciones en el mundo son las acciones que toman los gobiernos de los países en materias de política económica, marco normativo y de gestión, dado que estas afectan el Clima de Negocios. Para analizar este tema, específicamente en materia de marco normativo, voy a tomar como ejemplo un caso peruano.
El Ministerio de Salud (Minsa), se prepara para publicar los lineamientos de educación saludable que contendrán las especificaciones respecto a los alimentos que se deberán vender en los quioscos y comedores escolares a nivel nacional, en cumplimiento con la Ley de Alimentación Saludable.
«Con el Ministerio de Educación (Minedu) se está terminando de elaborar los lineamientos de educación saludable en instituciones educativas de educación básica, por lo que falta poco para aprobarse y publicarse. Este documento contendrá las recomendaciones para los quioscos y comedores escolares sobre los alimentos que deberán venderse en estos negocios», refirió la nutricionista y responsable de este documento del Minsa, Lily Sandoval Cervantes.
Entre las novedades de esta directiva sanitaria es que se va a contemplar la implementación de los octógonos en los alimentos procesados. Es decir, esta directiva prohibirá que en los quioscos y comedores escolares a nivel nacional se comercialicen alimentos con octógonos: aquellos que sobrepasen los estándares de alto en grasa, grasa saturada, sodio y azúcar.
«Los alimentos que superen los nutrientes críticos expuestos en la Ley de Alimentación Saludable, no se van a poder expender en los quioscos ni en los comedores escolares a nivel nacional», advirtió la citada nutricionista.
Ante ello, precisó que los lineamientos tendrán especificaciones para las acciones de fiscalización así como las sanciones que se impondrán a los negocios que incumplan con estas medidas.
Sobre esta medida debo señalar que en principio me encuentro de acuerdo, dado que -con base a diversas investigaciones científicas- el consumo continúo de chizitos, snacks y otros alimentos procesados en colegios pueden tener consecuencias negativas en la salud de la población escolar.
Ahora, si bien nuestra Constitución señala en su artículo séptimo que “todos tienen derecho a la protección de su salud…”, y en el noveno que “el Estado determina la política nacional de salud…”, y aun cuando se ha comprobado técnica y científicamente que el consumo continuo de chizitos, snacks y otros alimentos procesados en colegios es dañino para la salud – estudios publicados en revistas científicas especializadas muestran que estos productos aumentan el riesgo de obesidad, diabetes, síndrome metabólico, hipertensión -, considero que es bastante polémico plantear que con solo prohibir su consumo en quioscos y comedores se logrará reducir sustancialmente su consumo, pues no ataca el problema de fondo: lograr que los escolares disminuyan el indiscriminado consumo de dichos productos.
Si queremos salvaguardar y proteger la salud de nuestros escolares, lo más recomendable es desarrollar intensas campañas de educación, en todos los niveles de la sociedad, para fomentar una alimentación saludable.
En tal sentido, debo reiterar en principio mi apoyo a esta directiva sanitaria dado que a mi entender implica una toma de conciencia sobre la alimentación saludable y la salud de los escolares en particular y a todos los peruanos en general, lo cual influirá positivamente al crear un clima de negocios favorable para los inversionistas tanto locales como extranjeros, al orientar con reglas claras los lineamientos de la comercialización de alimentos envasados, con el consiguiente beneficio para el país.