La era del Pacífico en la geopolítica internacional

“El océano Pacífico, durante largo tiempo excéntrico respecto a los grandes focos comerciales, se despierta a una vida independiente. Sus dos orillas, desde el siglo XX se orientan una hacia Occidente, la otra hacia Oriente. Actualmente se vuelven la una hacia la otra y se convierten en las fachadas de un nuevo Mediterráneo”.

Con estas palabras, en 1920 Alberto Demangeon -geógrafo francés, promotor de la escuela regionalista- señalaba la situación de las relaciones internacionales y comerciales con vistas a un futuro que hoy es realidad. En base a este sentimiento, años después, Bertrand de Jouvenel consideraba que un mundo más unido sostendría un futuro más pacífico a través de la seguridad cooperativa.

Los hechos señalan en este siglo XXI que la formación de una comunidad internacional en la cuenca del Pacífico se ha convertido en un reto para muchas naciones que ven en este proceso la manifestación de las tendencias principales del desarrollo mundial hacia el futuro. (Juan C. Torres Azócar).

No cabe duda ante el protagonismo que van adquiriendo China, India, Indonesia, Corea y otros países asiáticos -aunque aun en menor escala- que todo este vasto y complejo espacio geográfico se va constituyendo en “el nuevo centro del mundo”, con ritmo similar como por siglos lo fuera la región del Mediterráneo y a partir del siglo XV la del Atlántico, que según muchos analistas ambas van declinando como eje central del desarrollo mundial.

Tal desplazamiento, señalado por las estadísticas, va provocando una ruptura de equilibrio en el campo de la política internacional, con lógicas repercusiones en el tecnológico y el comercial. Todo ello va produciendo un cambio respecto al nuevo orden internacional. Es evidente que el peso económico del continente asiático ha reforzado su posición internacional que le ha permitido crear un principio de identidad estratégica común frente a Europa (incluida Rusia) y Estados Unidos.

En la Primera Cumbre de Asia Oriental en Kuala Lumpur (Malasia, diciembre 2005), se procuró impulsar esa naciente dinámica, pero la interdependencia económica y un objetivo compartido a favor de una mayor autonomía asiática, no lograron poner punto final a las desconfianzas históricas ni a las ambiciones nacionales de cada uno de los países integrantes a la Cumbre. Pero es lógico reconocer que en la cuenca del Pacífico, se enfrentan actualmente el primero y segundo poder económico y tecnológico del mundo actual: Estados Unidos y Japón, cuyas economías juegan una papel determinante en esa génesis: la constitución de ese gran espacio económico.

El espacio del Pacífico

Por “Pacífico” debe entenderse en esta artículo los países agrupados dentro de la fórmula: 5 + 6 + 2, es decir los cinco países desarrollados (Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda), más los seis países en alta vía de desarrollo de la ASEAN (Filipinas, Malasia, Indonesia, Singapur, Brunei, Tailandia), más Corea del Sur y Taiwán.

Estados Unidos y Japón son los autores y a su vez actores del desarrollo de la cuenca del Pacífico , a pesar de las asperezas, discusiones comerciales y financieras que los enfrentaron y siguen enfrentando, aunque a pesar de todo ello ambos países siguen manteniendo vigentes los principios básicos que sellaron la alianza acordada a la orilla del Pacífico (en San Francisco) el 8 de setiembre de 1951.

Estados Unidos y Japón -compañeros y competidores- frente a las discrepancias con la URSS ayer y Rusia hoy, están interesados en el desarrollo del inmenso potencial de China e India, considerándolas cada vez más responsables del equilibrio mundial pues de ellas dependen -cada momento más- el mantenimiento de la estabilidad política y del desarrollo de la cuenca del Pacífico.

En la actualidad, Estados Unidos y Canadá, el comercio a través del Pacífico ha sobrepasado al que ejercen a través del Atlántico con Europa. En tanto países del continente asiático crecen en ritmo sostenido, el mundo árabe-musulmán mantiene sus comportamientos medioevales. Iberoamérica continúa comportándose como un rompe cabezas de las administraciones de Washington que se suceden. Europa –aun al dominar las “tercera ola industrial” no ha logrado conformar un espacio económico sólido pues sus pueblos prefieren mantener vigorosa su propia nacionalidad en vez de confundirse en la europea.

Coherencia del espacio del Pacífico

Para interpretar la zona del Pacífico, me baso en los análisis, tanto del historiador francés Fernando Braudel como del sociólogo estadounidenses Immanuel Walterstein, quienes consideran que la zona del Pacífico al encontrarse animada por la dinámica de las más poderosas economías del mundo libre; inspirada , en principio, por la filosofía de la economía de mercado (sin excluir la cohesión entre el Estado y las empresas, lo que sucede en algunos países); poblada de hombres pragmáticos y existiendo el culto de la instrucción elitista, conoce en la actualidad, no solamente un índice de crecimiento más fuerte que el de otras regiones del mundo, sino también las perspectivas de porvenir superiores a aquellas de otra parte del universo: Europa, África, América Latina y el mundo árabe”.

Tal juicio da lugar a considerar que la zona del Pacífico ya constituye una economía del mundo, pues tiene las características de presentarse como un sector del planeta económicamente autónomo , como lo fuera la zona del Mediterráneo en el siglo XVI, que en aquel entonces formaba un todo.

El nuevo “nuevo mundo”

La región Pacífico, puede calificarse como una vasta zona de coherencia, pues responde a las cuatro particularidades de la tipología de tales conjuntos:

  • Tiene sus límites (está cercada idealmente y la línea determinante de las cuencas de los cursos de agua desembocan en el Pacífico.
  • Tiene centros dominantes: las ciudades-mundos, competidores y complementarios. El Gran Los Ángeles y el Gran Tokio.
  • Está jerarquizada, con zonas superdesarrolladas, regiones intermedias y regiones subdesarrolladas.
  • El conjunto traspasa los límites de las civilizaciones donde comparten la civilización asiática y la estadounidenses; las sociedades de inspiración confucionista (Japón, Corea, Sigapur, Taiwán), islámica (Indonesia, Malasia) y cristiana (Filipinas.) (nota: estudio de Fernando Baudel)

Comparando situaciones: el estilo competición-complementariedad ya existía en el pasado histórico: en el citado siglo XVI, en el mundo del Mediterráneo convivían dos oponentes: Roma y Alejandría en la antigüedad al igual que Génova y Venecia en la Edad Media.

Conclusiones

Reunidos en torno a una mesa de debate para tratar el alcance del protagonismo que viene asumiendo la zona asiática, un jurista concluyó que legalmente no existe, pues a la actualidad nada permite creer en la creación de una entidad regional. Un economista afirmó que es ya una realidad que tiene un gran futuro.

Existen factores destacados que señalan fuerzas que están modificando el orden económico-político mundial en este siglo XXI. Citando las más importantes: el auge de China; los cambios en la política de seguridad japonesa; la encrucijada coreana; la nueva diplomacia india.

En otro aspecto, las alianzas y acuerdos bilaterales de Washington que se iniciaron y cristalizaron desde unas décadas atrás, proporcionaron estabilidad y seguridad a la extensa zona asiática, además de facilitar su desarrollo económico.

Sin embargo, en nuestros días se percibe una cierta desconfianza mutua entre Estados Unidos y China. Por un lado el gobierno de Beijing sospecha que su par de Washington intenta frustrar los esfuerzos que realiza para poder convertirse en una potencia mundial. Recientemente el presidente Bush calificó que su relación bilateral con China se vuelve “más compleja”, ante lo cual parece ser necesario redefinir las relaciones con el objetivo de adaptarlas a las nuevas realidades.

La competencia entre Estados Unidos y China ha contribuido a crear un entorno propicio para la ambición de India en cuanto a adquirir el estatus de gran potencia regional. El acercamiento indo-estadounidense es uno de los movimientos geopolíticos más llamativos de las últimas décadas, dado que Washington procura -al igual que Beijing- formalizar una “asociación estratégica” con Nueva Delhi. Pero la estrategia de India es particular y tiende a reforzar su propio estatus como potencia en ascenso (Delaqe, 2006).

Precisas fueron las declaraciones de Condoleeza Rice en el Universidad de Sofia (Tokio) : “Puesto que China es un factor nuevo, con el potencial para lo bueno o para lo malo, es nuestra responsabilidad intentar empujarla y persuadirla en la dirección positivas, En este sentido creo que la relación Estados Unidos-Japón, la relación Estados Unidos-Corea del Sur, la relación Estados Unidos-India, son todas importantes a la hora de crear un entorno en el que China desempeñe un papel positivo más que negativo”.

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Quagliotti de Bellis Bernardo. (2008, septiembre 4). La era del Pacífico en la geopolítica internacional. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-era-del-pacifico-en-la-geopolitica-internacional/
Quagliotti de Bellis Bernardo. "La era del Pacífico en la geopolítica internacional". gestiopolis. 4 septiembre 2008. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-era-del-pacifico-en-la-geopolitica-internacional/>.
Quagliotti de Bellis Bernardo. "La era del Pacífico en la geopolítica internacional". gestiopolis. septiembre 4, 2008. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-era-del-pacifico-en-la-geopolitica-internacional/.
Quagliotti de Bellis Bernardo. La era del Pacífico en la geopolítica internacional [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-era-del-pacifico-en-la-geopolitica-internacional/> [Citado el ].
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