Epistemología y razonamiento crítico en la ciencia contable

Introducción

En las ciencias humanas y sociales se han utilizado de forma profusa términos que han sido acuñados desde el tratamiento de las ciencias naturales y de la Física como ciencia natural por excelencia. La economía no ha sido ajena a este tratamiento, por ende la contabilidad como disciplina científico-económica en su afán por adquirir un grado de rigor científico, ha utilizado de forma prolija en la construcción y reconstrucción de su estructura conceptual los elementos que han permitido el avance teórico de las ciencias naturales.

Así, se aborda el estudio de las teorías contables que han utilizado para su elaboración las teorías de Popper, y en su evolución o crítica han abordado de igual forma criterios que hacen referencia a Tomas Samuel Kuhn, Imre Lakatos y Paúl Feyerabend. Entendiendo las construcciones de estos autores desarrolladas en dialogo continuo, que permite descubrir un problema central común pero con soluciones lógicas en el primero, histórico-sociológicas en el segundo, histórico-logicismo en el tercero y pluralistas metodológicas en el tercero.

Epistemología y contabilidad

Si en el estudio de la contabilidad se utilizan instrumentos propios de las ciencias naturales, se podría estar frente a tres elementos que permitirían o no tal transferencia:

– El primero que la contabilidad no sea una ciencia y por ende este utilizando un lenguaje propio de otra categoría del saber.

– El segundo que la contabilidad es una ciencia, pero estaría clasificada en las ciencias sociales, en este sentido estaría utilizando para una ciencia un instrumental propio de un conocimiento con características diametralmente opuestas.

– Una tercera opción es que la contabilidad es una ciencia social, y permite la utilización del instrumental metodológico que utiliza la ciencia natural, porque el método no es propio de la ciencia natural, sino de todas las ciencias, lo que se puede denominar un monismo metodológico.

Para ampliar los elementos de juicio, se presenta unas consideraciones específicas en cuanto a los términos. Karl Popper en su obra “la lógica de la investigación científica” publicada originalmente en Viena en 1934. aborda el problema de la demarcación y el problema de la inducción; estas consideraciones y las posteriores del autor permiten calificar su teoría como un “racionalismo crítico”

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Considera Popper “el hombre de ciencia ya sea teórico o experimental, propone enunciados y los contrasta paso a paso”; se opone radicalmente a los “métodos inductivos”, entendido como “inferencia que pasa de enunciados singulares –observaciones y experimentos- a enunciados universales –hipótesis o teorías-“, esta crítica es tratada con elementos que ya había formulado David Hume conocido como el “problema de la inducción”.

Hume arguye “incluso después de observar que se da frecuentemente una conjunción constante de objetos, carecemos de razones para extraer inferencia alguna acerca de ningún objeto que trascienda aquellos de los que hemos tenido experiencia”, “¿por qué a partir de dicha experiencia formamos conclusión alguna que vaya más allá de los casos de que hemos tenido experiencia?”.

Kant intento resolver el “problema de la inducción” (Popper, 1982, p.29), a través de lo que él llamaba el “principio de causación universal”, era “valido a priori”, pero Popper concluye que “no tuvo éxito en su ingeniosa tentativa”. La solución Kantiana la desarrolla en “la crítica de la razón pura y prolegómenos a toda metafísica del porvenir”.

Popper se opone a todo tipo de inducción, aún a la probabilística, que plantea que las teorías (Lakatos, 1983,p.12) “pueden alcanzar cierto grado de seguridad o de probabilidad”, pues dice ”que la probabilidad matemática de todas las teorías científicas o deudo-científicas, para cualquier magnitud de evidencia es cero”.

En el apéndice “probabilidad nula y estructura fina de la probabilidad y del contenido, (Popper, 1982a, pp. 338-351), sostiene que y desarrolla “la teoría probabilística de la inducción – o idea de una probabilidad inductiva es insostenible”.

Frente a la inducción, Popper propone “la teoría del método deductivo de contrastar” – método que surge fruto de un problema que formuló en los siguientes términos “yo quería distinguir entre la ciencia y la seudo-ciencia, sabiendo muy bien que la ciencia a menudo se equivoca y que la seudo-ciencia a veces da con la verdad” .

El camino de contrastación es presentado en cuatro etapas, (Popper, 1982, p. 32) “podemos distinguir cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación de una teoría: la comparación lógica de las conclusiones unas con otras…, estudio lógico de la teoría…, comparación con otras teorías… y contrastar por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden deducirse de ella”

Bajo estos criterios, los contables han utilizado el leguaje de Popper para desarrollo de teorías en la contabilidad; el profesor Richard Mattessich ha presentado la propuesta de la Teoría General Contable como el marco universal de orientación conceptual de los diferentes sistemas contables existentes, esta Teoría General, es validada a partir de un criterio de falsacionismo popperiano en sentido clásico, mientras que las interpretaciones de esta Teoría General tendrá una validación de carácter teleológico, es decir en función utilitarista. (¿Qué pertinencia tiene la aplicación de este criterio?)

El profesor Tua Pereda señala “los supuestos básicos de la teoría general son proposiciones eminentemente positivas, cuyo origen es la búsqueda de puntos comunes entre los diferentes sistemas contables en presencia y el medio que operan… la comprobación de una teoría general de la contabilidad tiene que estar invariablemente unida a proposiciones específicas que rigen sistemas contables particulares; utilizando el criterio popperiano de la falsación o verificación negativa”

Tua haciendo cita de Mattessich indica “en la práctica real pueden encontrarse sistemas distintos a los caracterizados en la teoría general, los cuales, evidentemente constituyen una refutación potencial. Si estos sistemas defectuosos cumplieran sus propósitos correctamente, constituirían una refutación de nuestra teoría, pero si no es así, lo único que queda claro es su exclusión de la anterior teoría”…

Bajo este criterio se evidencian las consecuencias de la transferencia de instrumental de una ciencia – la física- a una disciplina –la contabilidad-, cuando esta última tiene consideración muy particulares, (Tua, 1983, 605) “el carácter universal de las leyes nomológicas ha de ser entendido en términos relativos en la contabilidad, una ley contable o mejor una asunción contable, es universal en tanto cumple en todos los sistemas contables, pero al ser estos mutables, la ley universal está sujeta a cambio”.

Evaluemos el tema de la demarcación, abordado también por Popper en “La lógica de la investigación científica”, “el problema de la demacración consiste en encontrar un criterio que nos permita distinguir entre ciencias empíricas y sistemas metafísicos”, el problema de la demarcación es esencial y como afirma Lakatos “tiene serias implicaciones éticas y políticas”

Pero qué es para Popper la ciencia y qué determina el rigor científico de las teorías, el criterio propuesto por este autor es el de la falsabilidad de los sistemas, apuntando que las teorías no son nunca verificadas empíricamente, por el contrario el sistema científico se caracteriza por que “ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema un sistema científico empírico”.

Para poder aplicar la falsación debe de tenerse un conjunto de enunciados singulares, que sirvan de premisas en las inferencias falsadoras; El contable José María Requena en su libro “Epistemología de la contabilidad como teoría científica” en referencia a los “enunciados singulares” dice “… obtendremos dos subclases no vacías: la que incluye el conjunto de los enunciados que la referida teoría excluye o prohíbe y el conjunto de los que no se hallan en contradicción con la misma”

El problema de la base empírica concierne al carácter empírico de enunciados singulares y a su contrastación; en las ciencias naturales, este problema ha generado gran discusión, encontrando sólo respuestas provisionales, es decir paradigmas en el sentido de Kuhn, en la acepción más sociológica del término. Si se presenta ésta discusión sin solución única en las llamadas ciencias duras, con mayor énfasis se presentarán alternativas múltiples de solución a la justificación de la base empírica en las ciencias sociales, pues como dice Kuhn “me asombré el número y el alcance de los desacuerdos patentes entre los científicos sociales, sobre la naturaleza de problemas y métodos científicos aceptados”

En contabilidad la posibilidad de aprehensión de conceptos propios, a través del lenguaje de la epistémico-metodológica de las ciencias sociales es altamente inapropiada. En la base empírica la referencia a la “percepción sensorial” como alternativa de solución no da una salida concluyente; pues los contables no tratan de determinar “si esta mesa es roja o azul”, sino que intentan determinar el “valor” de la misma. Concepto de “valor” que genera una disimilitud de apreciaciones en la determinación cuantitativa específica del valor de un bien y/o servicio, con las técnicas utilizadas y permitidas dentro de la contabilidad para calcularlo, además del mayúsculo problema de la orientación que desde la economía se adopte de este término “valor”, si es que la contabilidad no llega a contar con su propia orientación.

Para Popper la solución del problema de la base empírica, no está en la “percepción sensorial” –para la contabilidad tampoco-, ni en la regresión infinita, de justificación de enunciados a través de enunciados, ni en el psicologismo, donde los enunciados se justifican por enunciados y por experiencia perceptiva. En contabilidad se aproximan a este concepto de rechazo de las justificaciones no aceptadas por Popper, enfocado en la construcción de Mattessich donde se comparte el teorema de incompletitud de Goëdel, por tornarse hacia el infinito.

En ese sentido el racionalismo crítico propone las características que los enunciados básicos deben satisfacer: (Popper, 1982, p.96)

1. No se podrá deducir enunciado básico alguno a partir de un enunciado universal no acompañado de condiciones iniciales.

2. Un enunciado universal y un enunciado básico han de poder contradecirse mutuamente.

Un enunciado básico tiene la forma de un enunciado existencial singular como “hay un cuervo en la región espacio temporal K”. El elemento al que se refiere el enunciado básico ha de ser “observable”, es decir, contrastable intersubjetivamente por “observación”.

En Contabilidad la formulación de las premisas básicas formuladas por Mattessich en los veintiún asunciones, están referidas a fenómenos empíricos, en ese sentido son contrastables con la realidad; Entendiendo que si existe un sistema contable con características diferentes a las formuladas en la Teoría General polivalente y que cumple satisfactoriamente los objetivos del sistema, es un sistema que cumple las funciones de un enunciado falsador. Esta orientación hace énfasis a los objetivos para los cuales fue diseñado un sistema contable, consideración no compatible con Popper, donde el “hecho crucial” es un elemento del conjunto no vacío de enunciados falsadores, que se contrastan con la realidad empírica objetivizada por la no-intervención subjetiva del investigador y no un criterio de validación teleológica, como el sistema contable.

Tua en el acápite de Epistemología y Principios contables (Tua, 1983, pp. 637-634), “la epistemología contable presenta unas peculiaridades específicas derivadas del objeto material de la misma… hay que insistir una vez más en la distinción entre los dos planos posibles de la epistemología contable: las vertientes cognoscitiva y deóntica”, es decir Tua reconoce para la contabilidad una estructura positiva y una teleológica, reconociendo la derivación de principios desde la teoría general como una orientación teleológica y olvidando que la teoría general, se construye sobre la base de unas características comunes y universales a los sistemas contables, con justificación en su utilidad técnica y metodológica y no por referencia a una realidad existente de forma aséptica, donde el hombre es un simple observador cómo calificaría el positivismo el conocimiento como tal.

El traslado de herramientas propias de las ciencias duras, a otros tipos de conocimientos, como es el caso de la economía y la contabilidad no las hace unas ciencias duras, muy por el contrario, obstaculiza su desarrollo y no les permite el cumplimiento de objetivos específicos –razón de su existencia- peor aún cuando pretenden seguir el camino de la neutralidad de las ciencias naturales en su estadio más abstracto, abandonando por completo las exigencias que la sociedad hace y debe hacer a los conocimientos que tienen la función clara y determinada de responder a los problemas que se plantean a diario y en condiciones singulares y regionales y no en generalizaciones universalistas, trabajo propio de la ciencia, para los deterministas, defensores de lo absoluto.

En la falsación el proceso debe aceptar un enunciado básico, como punto de partida, la defensa de este acuerdo Intersubjetivo por parte de los científicos es una respuesta no lógica en sentido riguroso que ofrece Popper al problema al problema de la justificación de los enunciados, tal como él mismo lo reconoce “es un tipo de dogmatismo inocuo”.

La preferencia de una teoría obedece a la capacidad de competencia de las existentes, “la que por selección natural muestra ser más apta para sobrevivir”, además afirma (Popper, 1982, 104) “la elección viene determinada, en parte, por consideraciones de utilidad”; éste último criterio permitiría un acercamiento con el conocimiento económico-contable, donde la referencia a la verdad es desplazada por la preferencia hacia las teorías más útiles.

Si se comparte este principio convencionalista las hipótesis instrumentales de la contabilidad, entendidas como macro-reglas para la acción, siguen un método científico en su criterio de validación teleológica, en la contrastación del cumplimiento de los objetivos, para la cual es aplicada; además su inferencia obedece a una estructura lógica, en la derivación de enunciados de más bajo nivel, a partir de un itinerario lógico deductivo en la construcción de principios contables.

Lo que Popper pretende es alcanzar un alto grado de “objetividad”, el término objetivo y subjetivo de utilizado por éste racionalista crítico con una acepción muy cercana al utilizado por Kant; pero difiere en el criterio de certeza diferente que ambos manejan, es decir mientras Kant cree en la posibilidad de la ciencia absoluta y verificable completamente –inspirado en la ciencia de Newton-, Popper es un defensor del provisionalismo teórico y en la verificación negativa con la utilización del Tollendo Tollens: “la negación del consecuente es la negación del antecedente”; y concluye en que “la objetividad de los enunciados científicos descansa en el hecho que pueden ser contrastados intersubjetivamente”. Llegando a la siguiente conclusión “los sistemas teóricos se contrastan deduciendo de ellos enunciados de un nivel más bajo”.

En esta línea Mattessich resume la validación para las proposiciones contables en tres puntos (Tua, 1995, 350).

1. Las proposiciones de alto grado de abstracción, correspondientes a la teoría general contable, se verifican en relación con la gama completa de los sistemas que emplean la doble clasificación.

2. Las proposiciones del más bajo grado de abstracción, las últimas hipótesis específicas de cada sistema contable, deben verificarse asegurando la utilidad neta positiva en relación con los objetivos perseguidos y no menor que la utilidad neta de la mejor alternativa no elegida.

3. Cada proposición de los niveles intermedios de abstracción debe estar en conformidad, por un lado, con la proposición superior más próxima y por otro, con todas las proposiciones inferiores que se deriven de la misma.

Esta orientación de Mattessich con respecto a la doble validación en la contabilidad (cognoscitiva y teleológica), es particular de las ciencias aplicadas.

Además advierte el profesor Romero en el acápite “es científica la teoría contable”, “para que una teoría se considere científica debe reunir una serie de requisitos mínimos y antes de eso se constituye como una sistematización de leyes o fórmulas legaliformes, mediante la cual se puede prever acontecimientos… esta concepción de teorías queda descartada para la contabilidad, primero porque es formulada para las ciencias factuales, las que estudian hechos, y la contabilidad no se ocupa de hechos”.

La propuesta de Durkheim –en desarrollo de la idea de Augusto Comte de aplicar el positivismo al análisis de los hechos sociales- es una potencial respuesta a Romero León, propuesta que consiste en: entender que las cosas sociales cobran realidad sólo a través de los hombres, son un producto de la realidad humana y su estudio exige, tal como lo formularon Bacon y Descartes, prescindir de todo tipo de ídolos y nociones preliminares, que nos entrega el sentido el común, para abordar el hecho social como una cosa que es para nosotros totalmente desconocido; se formula así la regla de la “ignorancia metódica” y el necesario criterio para “desechar sistemáticamente todas las prenociones” en buena medida tomando como fuente la consideración de Descartes.

Descartes formula en esta dirección la primera regla del método “el primero consistía en no recibir nunca cosa alguna como verdadera que yo no conociese evidentemente como tal; es decir evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención; y en no incluir en mis juicios nada más que aquello que se presentase a mi espíritu tan clara y tan distintamente, que no tuviese ocasión alguna de ponerlo en duda”

Formula Durkheim que “los hechos sociales se deben tratar como cosas”, “todo objeto de la ciencia es una cosa, salvo, acaso, los objetos matemáticos” , es en este sentido que reconoce que su método no tiene nada de revolucionario y es esencialmente conservador, además afirma (Mardones, 1991, p.148) “los hechos sociales son cosas cuya naturaleza, aunque flexible y maleable, de todos modos no puede modificarse a voluntad”.

El tratamiento que los autores como Mattessich, Cañibano, Tua Pereda, Requena y Montesinos, entre otros han dado a la contabilidad es el de ciencia, además coinciden en utilizar la metodología –separada y/o conjuntamente- de Popper, Kuhn, Lakatos, Laudan, Balzer, Bunge y Stegmüller, como instrumental para su estudio y validación; lo que exige determinar cuáles son las teorías de la contabilidad, sus hipótesis y enunciados y criterios de contrastación.

Mauricio Nieto (Universidad de los Andes, Colombia) dice con respecto al traslado de este tipo de metodologías: “la propuesta de la filosofía de la ciencia tradicional del positivismo lógico o los trabajos de Karl Popper y sus criterios formales y a-históricos, eran inapropiados para describir el desarrollo del conocimiento científico” y resalta la orientación historicista “la ciencia debe ser susceptible de un estudio sociológico de idéntica manera que cualquier otro tipo de conocimiento o cultura” –hace referencia a Kuhn, Lakatos y Feyerabend-. “La ciencia occidental ha sido tradicionalmente vista como benevolente, apolítica y neutral; y su extensión como una incuestionable contribución al progreso material y a la civilidad”, este enjuiciamiento permite pensar en si lo más acorde con el conocimiento es su transferencia irreflexiva o el estudio y la construcción de nuestra propia historia científica –me refiero a Latinoamérica-; además afirma el Nieto “la ciencia occidental también ha contribuido al estancamiento de otros”, “la implantación de la ciencia y la tecnología occidentales pueden también contribuir al despojo de los nativos del control de sus propios recursos, restándoles poder de forma sistemática”.

Finaliza Nieto “la historia y la filosofía de la ciencia, en demasiadas ocasiones, han sido un poderoso instrumento para quienes se interesan en legitimar el presente, quienes quieren ofrecernos un futuro determinado por “fuerzas históricas inquebrantables” , pero es categórico Nieto “no hay razón que nos impida pensar las cosas diferentes y no estamos obligados a embarcarnos en una carrera de modernización y competitividad científica cuyas reglas de juego están determinadas por los intereses de grupos sociales específicos”. Este análisis crítico de la filosofía y la historia de la ciencia, se podría aplicar casi textualmente al debate actual del modelo económico único impuesto y desarrollado en Colombia en la década del noventa y la implementación de las Normas Internacionales de Contabilidad a partir del 1 de enero de 2005.

No es sólo el método el que da la categoría de ciencia a un conocimiento, cuando un conocimiento que no tenga el rango de ciencia –de mayor aplicación el análisis para los conocimientos sociales y humanos- y utiliza los métodos y herramientas propios de la ciencia natural –ciencias duras-, no sólo no alcanza su pretendido rango científico, sino que además puede estar alejándose de su verdadera razón de ser, como para los conocimientos sociales es la resolución satisfactoria de los problemas concretos de la sociedad; que se pueden alcanzar con un rigor instrumental, finalista y participativo; mientras las ciencias naturales tienen un estatuto de neutralidad, objetividad no teleológica.

Con respecto a la ciencia dice (Kant, 1985, p. 29), “si se quiere representar un conocimiento como ciencia, debe ante todo, poder determinar exactamente lo diferenciado, lo que en ella no es común a alguna otra y constituye peculiaridad…” esta afirmación hay que entenderla en el sentido de necesaria, pero no suficiente.

(Requena, 1981, p.157) da respuesta a este criterio de la contabilidad “es la ciencia empírica, que con respecto a una unidad económica, nos permite en todo momento el conocimiento cualitativo y cuantitativo de su realidad económica con el fin genérico de poner de relieve la situación de dicha unidad y su evolución en el tiempo”… (Requena, 1981, p.149) “la contabilidad posee un objeto material común a la economía “la realidad económica”, pero un objeto formal propio el conocimiento cualitativo y cuantitativo de esta realidad”. Este concepto se cita como ejemplo de la preocupación por la identificación del objeto de estudio de la contabilidad, pero al mismo tiempo hay que entenderlo como reduccionista del radio de acción, función y alcance de la contabilidad.

Se abordo el problema del objeto de estudio de la contabilidad, término que se transfiere de las ciencias naturales; Popper aborda un problema que dará luces a la pertinencia de utilización del mencionado término, este análisis se abordo en su texto “Conocimiento objetivo”, en el capítulo V “el objeto de la ciencia”.

Parte de la afirmación “la propia ciencia carece de metas”, paro acepta que la actividad científica como racional ha de tener metas, así, “el objeto de la ciencia consiste en dar explicaciones satisfactorias de todo aquello que nos parece precisar una explicación” y “explicación es un conjunto de enunciados mediante los cuales se describe el estado de la cuestión a explicar” y en este sentido se prefieren “teorías que tengan un contenido cada vez más rico, un grado de universalidad cada vez más elevado y un grado de precisión cada vez mayor”.

Desarrolla Popper, la tesis de la existencia de sistemas físicos que son altamente regulares y los sistemas biológicos y sociales que son altamente irregulares, desordenados –en contraposición al término clásico de orden- y más o menos imprevisibles. Los sistemas físicos regulares, ordenados y de comportamiento similar en el tiempo los relaciona con los relojes de predicción –reloj de péndulo- los sistemas imprevisibles, los relaciona con las nubes.

No indica esta analogía que unos sistemas sean más perfectos y mejores que otros, sino que muestra dos naturalezas diferentes, que requieren unas condiciones específicas y particulares de estudio, esta afirmación es contraria a la línea propuesta por Popper con respecto al monismo metodológico- el falsacionismo- que no hace distinción metodológica entre un sistema y otro, ni entre la ciencia natural y las humanas.

(Popper, 1982, 195) “Como ejemplo típico e interesante de nube recurrirá a una nube o enjambre de moscas o mosquitos. Los mosquitos individuales que como moléculas de un gas, forman todos un enjambre se mueven de un modo asombrosamente irregular).

El sistema contable estaría clasificado dentro de la analogía de las nubes; en su parte científica y cercano a los relojes en su parte técnica. “La contabilidad, como ciencia encaminada al conocimiento de las unidades económicas es distinta de la técnica de la contabilidad, pudiendo decir que aquella es a ésta lo que el pensamiento a la acción. La ciencia es principio, la técnica normas de aplicación”

Si la ciencia contable tiene como “objeto de estudio formal” “la realidad económica en cuanto a sus características cualitativas y cuantitativas”, ésta frente a un objeto dinámico, evolutivo y en constante movimiento, difícilmente predictible.

Pero el determinismo físico, que formula que “todas las nubes son relojes”, indicaría que el hecho de que no conozcamos las leyes que rigen ciertos movimientos aparentemente irregulares, es sólo “un acuerdo de nuestra ignorancia”, pero que un día podremos llegar a determinar esas regularidades.

En contabilidad aceptan los algunos contables que la técnica tiene el funcionamiento de un reloj de péndulo, de lo contrario no podrían formular la ecuación patrimonial A = C + P, Activo es igual a pasivo más patrimonio, esta es una consecuencia de la aceptación de una teoría del valor y unos criterios de medición y valoración, que son altamente falibles y de fácil refutación empírica. Con esto se demuestra que el funcionamiento lineal y preciso es fruto de acomodar la realidad a la teoría, pero no existe una explicación satisfactoria, contrastable y contrastada de la realidad, que es la razón de la ciencia.

Como una nube funcionaría en la contabilidad las interpretaciones o aplicaciones de la teoría general contable que dependen de las condiciones de los entornos, de los objetivos específicos de los sistemas donde se instalan y en buena medida de los juicios de valor de quien diseña e implementa el sistema, en una clara orientación interdisciplinaria, tal como en la misma línea popperiana con respecto a que los problemas no logran una solución desde una sola disciplina del conocimiento sino que requieren el concurso activo de diferentes parcelas del saber.

El físico americano Pierce formuló “todos los relojes son nubes” es decir “sólo existen nubes”, lo que lo lleva a precisar un determinismo en el conocimiento; para Compton el indeterminismo físico “resolvía no sólo problemas físicos, sin también biológicos y filosóficos”. Esta influencia de la física es evidente en las distintas épocas, para los diferentes autores de filosofía que asumen posición en el determinismo o el indeterminismo, como lo muestra Kant en su obra, bajo el predominio de la ciencia clásica de Newton, escribió con criterio de absolutista sobre ciencia, ética y estética. – es de anotar que este absolutismo es parcial, pues el noúmeno, permanece incognoscible-.

¿Qué es la contabilidad?, una “ciencia social” –responden algunos autores- y en este sentido, la ética constituye un fundamento del desarrollo y aun de la validación de la misma y en la definición de la estructura en la que ha de sustentar sus bases, aún con la posibilidad de hacer un paralelo de equivalencia entre hipótesis auxiliares en un programa de investigación científico –lenguaje de Lakatos- y una hipótesis instrumental en la interpretación de una teoría general contable con una orientación teleológica.

Para considerar la contabilidad como una ciencia, ésta debe determinar sus “enunciados” y/o “teoría explicativa”, “enunciados observacionales” o “enunciados contrastadores” y la “justificación de la pretensión de que una teoría es verdadera”; pues estos elementos (Popper, 1982b, p.19), resuelve tentativamente el problema de traducir los términos subjetivos en términos objetivos; los términos subjetivos o sicológicos eran “creencias” “impresión”, “justificación de una creencia”.

El problema de la demarcación entre lo que es ciencia y seudo-científico, incluye el término “experimento crucial”, entendido como el experimento riguroso que pueda o intente falsar una teoría, a través, de un hecho de un genuino test falsador; es decir un enunciado singular observable, que lleve a la falsación de la teoría.

En contabilidad, para cumplir este requisito se debe establecer el número de teorías aceptadas, (excluyentes e incluyentes- pues en términos kuhnianos, Hendriksen, hablo de la contabilidad, como disciplina multiparadigmática), al igual que el conjunto de enunciados singulares falsadores de las teorías vigentes, rivales o monopólicas.

¿Cómo entender entonces la contabilidad?, el determinismo de los sistemas físicos, sociales o políticos, es otra variable a tener en cuenta; la economía no puede entenderse como un sistema cerrado –es posible que no existan sistemas cerrados-. (Popper, 1982b, p. 204) “por sistema físicamente cerrado entiendo un conjunto o sistema de entidades físicas como átomos, partículas elementales, fuerzas físicas o campos de fuerza que interactúan entre sí- y sólo entre sí- de acuerdo con leyes definidas de interacción que no dejan lugar a interacciones o interferencias con nada externo a ese conjunto o sistema cerrado de entidades físicas”.

Si la economía y la contabilidad están analizando un objeto de estudio en un sistema abierto, cada situación requiere una descripción y una explicación, independiente; desde esta visión se invalida cualquier intento de universalizar las condiciones diferentes a partir de la estandarización de técnicas que busquen dar cuenta de una realidad; es utilizar instrumentos de “relojes” para abordar “las nubes” en el sentido de sistemas precisos –si existen- y sistemas caóticos –si existe lo irregular-.

La “doctrina de la necesidad” según la cual “causas semejantes producen siempre efectos semejantes”, es una doctrina psicológica de seguidores de Hume, que la reformularon de la siguiente forma: (Popper, 1982b, p. 285) “nuestras acciones, voliciones, gustos o preferencias son causadas psicológicamente por experiencias anteriores y en última instancia por nuestra experiencia y nuestro medio”; esta apreciación final de los seguidores de Hume, es tan vaga –dice Popper- que es perfectamente compatible con el indeterminismo físico y no es comparable con determinismo físico.

En continuación de la idea afirma Popper “no todos los acontecimientos del mundo físico están predeterminados con absoluta precisión en todos sus detalles infinitesimales”. Este criterio se puede pensar en las ciencias sociales, aun con mayor posibilidad de percepción, aceptando como lo plantea el indeterminismo físico que no se pueden negar muchos acontecimientos que siguen y tienen un grado de regularidad; pero de la aceptación singular y relativa no se pasa a la aceptación universal y absoluta del determinismo.

La creencia en un determinismo físico y su traslado en la aplicación en las ciencias sociales, no es un tema, de interés epistemológico exclusivamente, sino que tiente fuertes implicaciones de carácter social, político y económico. Pues el intento de buscar objetivos –situaciones ideales- a partir de la determinación mono-causal o bi-causal o con un reducido número de variables, que se confía que se comportarán de manera mecánica y absolutamente precisa, puede llevar a excesos, dogmatismos y consecuencias con altos costos para la humanidad; -en otra línea aun más rigurosa, se dice, que la ciencia es neutral y en este sentido no puede buscar objetivos, -un positivismo puro- aplicado a la economía.-

La pregunta se puede formular en particular para las ciencias del hombre, (Popper, 1982b, p. 213) “lo que queremos es comprender de qué modo las cosas no físicas, como los propósitos, deliberaciones, plantes, decisiones, teorías, intenciones y valores pueden tomar parte en la introducción de cambios físicos en el mundo”. Se responde que no es posible explicarlos en términos absolutos de una teoría física determinista, o una teoría estocástica.

La contabilidad bajo este criterio no puede pensarse como una ciencia aséptica, libre de juicios de valor e intencionalidades, más cuando su existencia obedece a los propósitos específicos de las fuerzas que actúan en un mercado y su técnica está reglamentada y tiende a mayor normalización no ingenua cada día. -¿cuál es el interés de la Norma Internacional Contable?- y como lo plante Foucault “cada fuerza tiene un poder de afectar (a otras) y de ser afectada (por otras)”, esta consideración no justifica la defensa del puro azar, donde todo y cualquier cosa puede ocurrir, pues no todo y de cualquier forma emerge.

El método popperiano es el método del ensayo y supresión de errores, que determina los enunciados a partir de los cuales se falsearán las teorías por erradas, ¿qué pasa en las ciencias sociales? Que están más orientadas a la construcción de situaciones ideales, que a la explicación neutral de las situaciones pasadas. Una vez que el sustento de la explicación está condicionado por el marco teleológico del modelo posible y provisional con que cuenta un determinado grupo- varios grupos en lenguaje de Kuhn pueden tener diferentes lenguajes en diferentes modelos paradigmáticos y no necesariamente conmensurables-.

La contabilidad en oposición a un positivismo neutral puede ser evaluada desde un instrumentalismo que evalué teleológicamente las herramientas más útiles; en ese sentido el pensamiento filosófico lo expresa el profesor Jaramillo “los instrumentalistas, miraron las teorías científicas de una manera pragmática, vale decir, como útiles instrumentos de cálculo, al punto de que el problema de la verdad de las teorías pasó a ser un problema secundario”

Según Popper, ¿qué intencionalidad tiene la ciencia?, (Popper, 1982b, p. 238) “no partimos de observaciones, sino siempre de problemas… el aumento del conocimiento va de viejos a nuevos problemas mediante conjuras y refutaciones”, cita a Darwin y manifiesta “es extraño que hay quien no vea que toda observación tiene que estar a favor o en contra de algún punto de vista”; lo que muestra que la observación no es independiente o neutral, por el contrario está sujeta a unos condicionantes. En las ciencias económicas las observaciones están determinadas por unas orientaciones teóricas que nos permiten describir una realidad económico-social; se ha formulado que “todas las observaciones son teóricas”. –Hanson, desarrolla un concepto al respecto-.

La objetividad va reduciendo su pretensión de neutralidad universal y va quedando reducida a una cuestión de grado y es posible de convencionalismo Intersubjetivo entre los miembros de una comunidad científica. Así mismo se debe entender la observación, Popper se orienta por una observación que está determinada y supeditada primero a la formulación previa de la hipótesis o problema y estará supeditada a condicionantes de endógenos y exógenos en la captura del dato observado.

Se refleja este caso en una situación propia de las ciencias sociales, como es el análisis de la situación económica de un país; un humanista estudia –el término observar es más complejo- el nivel de desarrollo de un país X en Latinoamérica, en los datos de la observación o estudio, estará viendo las consecuencias nefastas de implementación de un modelo enajenante, generador de miseria y pobreza.

La misma situación es estudiada por un analista neoliberal, éste encontrará en los datos observados el cumplimento de las leyes del mercado libre y las bondades de la competencia, reflejando en los datos la eficacia, la eficiencia y la derrota de los no competitivos; en una orientación del pensamiento de Darwin a la ciencia social, en defensa de la supervivencia de los individuos más aptos para sobrevivir a la competencia del mercado.

La disertación cobra fuerza además desde la sociología del conocimiento científico, frente a las alternativas múltiples de estudiar el quehacer científico y su estrecha relación con mecanismos de poder. Así se puede formular que las teorías universalistas no son las más adecuadas para pensar los hechos sociales y que estos requieren una orientación cada día más singular; en contraposición con la característica tan aceptada de la universalidad de la ciencia; pues cada hecho requiere un análisis individual y único.

Cita esta página

Mejía Soto Eutimio. (2004, junio 8). Epistemología y razonamiento crítico en la ciencia contable. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/epistemologia-y-razonamiento-critico-en-la-ciencia-contable/
Mejía Soto Eutimio. "Epistemología y razonamiento crítico en la ciencia contable". gestiopolis. 8 junio 2004. Web. <https://www.gestiopolis.com/epistemologia-y-razonamiento-critico-en-la-ciencia-contable/>.
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Mejía Soto Eutimio. Epistemología y razonamiento crítico en la ciencia contable [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/epistemologia-y-razonamiento-critico-en-la-ciencia-contable/> [Citado el ].
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