El mundo del trabajo se encuentra en plena metamorfosis. La inteligencia artificial, la automatización, la robotización están produciendo esta mutación. El cambio es tan profundo que está cambiando la misma significación del trabajo, que afectara la construcción de la identidad social y de las personas.
Este cambio tiene lugar dentro de un contexto de economía fuertemente globalizada y abierta, caracterizado por una gran expansión de la economía financiera, impulsado por las TIC y fundamentalmente por la apertura comercial de las economías. La transnacionalización económica en torno a grandes empresas transnacionales, que genera la deslocalización de actividades desde economías desarrolladas a economías emergentes, y la creciente exigencia de competitividad en esas cadenas que, al mismo tiempo, presiona por una mayor innovación tecnológica en los procesos productivos.
La crisis del campo laboral es vivida como una crisis de la identidad social y personal de los sujetos en todas las etapas de su vida, especialmente en la activa. Esta perspectiva produce desazón, ansiedad y temor. El futuro laboral se vive, en general, en forma dramática, y por unos pocos con una actitud más optimista.
La historia nos muestra que las precedentes crisis laborales, como la aparición de la imprenta y de las maquinas a vapor, si bien hubo pérdida de empleos, generaron muchos más nuevos puestos de trabajo.
La tecnología arrasadora de los últimos años creara profundos cambios sociales y en el campo laboral. La pregunta que debemos hacernos es como se compensaran las pérdidas que esta gran transformación producirá. Se crearan nuevos trabajos calificados, la automatización y la inteligencia artificial reducirán el trabajo del hombre que tendrá mucho tiempo libre, surgirán nuevas necesidades, y grandes masas quedaran rezagadas en su capacidad de adaptarse al ritmo de los cambios.
Los trabajos requerirán mayor cualificación y afectara la naturaleza de muchos empleos. Muchas tareas serán automatizadas dejándole al hombre aquellas de alto contenido discriminatorio.
En su libro “El futuro del trabajo y el trabajo del futuro.” Alejandro Malamed (1) enumera trabajos actuales que ya preanuncian los futuros: científico de datos, expertos en criptomonedas, community manager, diseñador de 3D, influencer, programador, desarrollador de apps, piloto de droner, gerente de sustentabilidad, desarrolladores de experiencias de cliente, asesor en ciberseguridad, creador de videos de realidad aumentada, profesor de zumba. Nosotros agregaríamos youtuber y expertos en nuevas normas legales.
Para el futuro Alejandro Malamed imagina estos nuevos trabajos: detective de datos, oficial de abastecimiento ético, gerente de negocios de inteligencia artificial, Walker/talker ( paseante/conversador), consejero de compromiso de fitness, analista de ciberciudades, directos de cartera genómica, sastre digital, entrenador de bienestar, curador de memoria personal, constructor de viajes de realidad aumentada, agente de datos personales.
Agrega Malamed que las áreas que tendrán más desarrollo serán los servicios prestados a la tercera y cuarta edad. Agregaríamos servicios para la ocupación del tiempo libre.
La empresa Freelancer.com que contrata expertos en distintos temas que ofrecen servicios puntuales (diseños de construcción, entrada de datos y administración) para distintas líneas de trabajo, a través de su director Sebastian Sisseles ofrece una visión optimista pues considera que la tecnología obliga a aggiornarse pero que no destruye trabajos. Interpretamos que si bien algunos destruye, con las computadoras desaparecieron las mecanógrafas, los supermercados inteligentes ya hacen perimir los puestos de dependientes y cajeros, Uber amenaza con suplantar el sistema de taxis y remises, por otro lado la robotización y la inteligencia artificial crea otros trabajos que requieren otras habilidades, en general de mayor calidad.
Marcela Romero, gerente de la consultora ManpowerGroup Solutions (2), opina que los nuevos puestos laborales requerirán especialmente habilidades blandas tales como la comunicación, la colaboración, la resolución de problemas, el servicio al cliente, el liderazgo y la gestión.
El aporte del McKinsey Global Institute (3), en su informe de noviembre de 2017, serán las áreas estratégicas las que crecerán exponencialmente.
La mejor manera de avanzar es mirar hacia el futuro. Con esta premisa la Comisión Europea publico recientemente el Libro Blanco sobre el Futuro de Europa que empieza diciendo que Europa fue una vez el futuro y hoy debería considerar incrementar y promocionar la modalidad de trabajo cooperativo y pasar poner el foco en el empleo a ponerlo en el trabajo. Otro cambio que enfrentamos es pasar del desaparecido empleo para toda la vida a multitud de trabajos simultáneos.
La educación deberá preparar a las personas no solo a lo largo de la vida sino para desarrollar profesiones que aun hoy son desconocidas, por lo tanto deberá desarrollar las capacidades blandas y la adaptabilidad que es la garantía de empleabilidad en el futuro
EL Consejo Económico y Social de España (CES) en su Informe del 03/2018 confirma que el trabajo experimentara un importante proceso de cambio impulsado por la tecnología en crecimiento exponencial, la evolución de la organización del trabajo, el aumento en la producción producto de la robótica y de la inteligencia artificial y las nuevas formas de interactuación, de la conformación de redes globales y la amplitud de los mercados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aporta además su preocupación por aportar respuestas eficaces con el objeto de cumplir con su mandato de favorecer la justicia social. Por este motivo, su director general, Guy Ryder, lanzó “La iniciativa sobre el futuro del trabajo” y creó una unidad específica.
En este ámbito de incertidumbre podemos recurrir a algunos estudios que aportan datos que permiten hacer especulaciones y proyecciones. La tercera y cuarta edad será otra de ellas, pero no una más sino la que demande más nuevos puestos de trabajo. Se estima que en 2030 en América habrá 300 millones más de personas de 65 años o más, por lo cual en servicios médicos y acompañamiento habrá entre 50 y 80 millones de nuevos empleos. La Pan American Health Organization alerta sobre acelerado crecimiento de la población adulta de más de 60 años como se observa en Canadá que tiene una población de 122 adultos mayores por cada 100 niños. Casos extremos como Cuba, en el año 2025 tendrá 183 adultos por cada 100 niños. En Europa la situación es más alarmante: se calcula que en los próximos treinta años la población adulta de más de 65 años aumentara más del 40%.
Esta población requerirá acceso a la medicina preventiva, servicios de gerontología, atención personal , acompañantes terapéuticos, servicios sociales y de recreación, viviendas adaptadas a las necesidades de adultos mayores, turismo para la tercera edad, centros de actividades de aprendizaje y recreación y expertos en las necesidades que esta población. Europa ya se ocupa de esta problemática a través del programa “Vida cotidiana asistida por el entorno” (AAL) que promueve productos y servicios orientados a la población de más edad. Trabaja conjuntamente con la Unión Europea para mejorar el bienestar de esta población mediante soluciones inteligentes de la información y la comunicación (TIC). También están desarrollando la “sanidad electrónica” (eHealth) que proporciona atención de la salud a precios más asequible. Este mundo de adultos mayores en expansión demandara cada vez más nuevos puestos de trabajo específicos.
Se calcula que al menos un tercio de los empleos son susceptibles de ser automatizados en los próximos 25 años.
La oferta de trabajo futura será más flexible, aumentaran los trabajos autónomos o freelance, mediante el uso de plataformas digitales. En Estados Unidos el 30 % de los trabajos asumen hoy esta modalidad.
En una economía del conocimiento hay análisis que cuantifican en un 12 por ciento de los empleos son potencialmente sustituibles por la tecnología en países como Alemania o España.
En esa línea se encuentran los cambios más que en los puestos de trabajo en las tareas y en los contenidos. La velocidad de los cambios difiere mucho en la línea de trabajo (industria automotriz, industria del transporte, del calzado, las tareas relativas a la agroindustria, de la información) como así también del tipo de economía más o menos desarrolladas, con diferencia entre países.
Afrontar el futuro laboral es asegurar las bases del crecimiento sostenible, impulsar a la economía verde (Green Jobs) y la economía de los ciudadanos desarrollando organismos especializados en la formación de las personas incluyéndolas en las tecnologías actuales y en las que puedan surgir .Esto es porque la tecnología está en plena expansión, en forma cada vez más acelerada. Y los procesos de sustitución o cambio en el trabajo tendrán un ritmo gradual donde coexistan la sustitución, la creación y la transformación de los puestos de trabajo. La educación formal y no formal, las empresas e instituciones sociales y gubernamentales deberán cooperar para preparar a las personas a enfrentar estos cambios,
Frente a este panorama los retos planteados se deben abordar desde una doble perspectiva: las políticas de naturaleza económica, industrial y I+D+I (investigación, desarrollo, innovación) que faciliten las condiciones de un crecimiento sostenible y duradero que propicien las condiciones para un crecimiento verdadero de una economía productiva y permitan a la economía adaptarse a los cambios.
La investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+I) se refiere a estudios relacionados con el avance tecnológico e investigativo centrados en el avance de la sociedad pues implica correlacionar estudios, tecnología (I) sociedad (D) e innovación (I). Es una ecuación muy reciente que relaciona el avance científico tecnológico y su aplicación con el impacto que produce en la sociedad.
Es cierto que no podemos poner freno a la tecnología. Sin embargo, todos ,gobiernos, organizaciones internacionales, sindicatos, patronales, ONG y sociedad civil, podemos gestionarlos. Para ello la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzo en 2016 un dialogo global. El resultado de tres años de discusiones se publicara en el presente año cuando esta organización celebra sus 100 años.
Para enfrentar el avance tecnológico se requerirá la transformación de las uniones sindicales, las políticas públicas, la educación en todos formatos y niveles, la organización del trabajo y el mundo de la producción.
La Secretaria General de CSI (The commitee for Skeptical Inquiry) Sharan Burrow público: “El diálogo social es un elemento clave del nuevo contrato social”. Un problema tan amplio, complejo y profundo como el que trae consigo la tecnología aplicada al trabajo solo se puede abordar por medio de un amplio contrato social. Y la autora agrega: “El crecimiento incluyente es posible cuando existe un contrato social y los gobiernos respetan el papel de los interlocutores sociales en la negociación de las soluciones y se cuenta con una protección social, salarios mínimos dignos, servicios públicos esenciales, políticas sectoriales e impuestos justos. Aunque estas sociedades no son inmunes a los retos que plantean el cambio climático, la rápida digitalización, la robótica o la automatización, la responsabilidad colectiva con respecto a la negociación de transiciones justas puede darnos respuestas”( 4)
El informe White Paper on Work and Social Protection in Europe que Uber publico el 16 de febrero de 2018 es su aporte al debate sobre el futuro del trabajo en un contexto de cambio en el que, afirman, es necesario encontrar formas viables de mejorar el trabajo para todos. Encabeza el artículo con esta declaración:
“El mundo del trabajo está cambiando. Si bien puede que estos cambios no sean ni tan rápidos ni profundos como algunos sugieren, es evidente que, en todo el mundo, se está produciendo un giro hacia una concepción del trabajo más amplia y diversa. Esta transformación ofrece nuevas oportunidades a los trabajadores nuevos y existentes sin poner en cuestión el modelo social europeo”.
El documento realiza un análisis del mercado de trabajo actual en Europa, haciendo hincapié en sus principales retos, como la reducción del desempleo, la igualdad de oportunidades, el necesario aumento de la productividad y la adaptación a los cambios culturales y sociales que estamos experimentando. Y en ese contexto analiza el papel que la tecnología y la digitalización están jugando.
A este respecto, el estudio de Uber asegura que existe una demanda generalizada de formas de trabajo más flexibles.
Los nuevos trabajos requerirán un nuevo tipo de relación laboral. La actual instrumentación jurídica que regula el intercambio de trabajo y retribución está adaptada a puestos formales, estables, a tiempo completo. Se prevé que los nuevos puestos no cumplirán con estas características ni tendrán la actual atribución de derechos de protección social.
En síntesis hemos entrado en un era donde la tecnología está en todas partes. Las personas en todas las áreas de su vida estarán condicionadas por la tecnología, la inteligencia artificial, la robótica también lo estará el trabajo en todas sus formas. Negar esta realidad es inútil, tanto como asustarse por el futuro. Encarar la problemática, prepararse para asumir los impactos que producirá, tanto en forma personal como empresarial, institucional, políticamente significa no ignorar como cambiara la realidad en los próximos muy años.
- Malamud, Alejandro: El futuro del trabajo y el trabajo del futuro. Editorial Planeta. Argentina. 2017
- McKinley Global Institute: asesoramiento a líderes de sectores comercial, público y social
- ManpowerGroup Solutions: Consultora de RRHH especializada en soluciones innovadoras
- The Commitee for Skeptical Inquiry : (CSI) Comité para la Investigación Esceptiva estadounidense, impulsa investigaciones criticas , responsables y científicas sobre de afirmaciones paranormales y ciencia marginal.