Un modelo nuevo, la economía estatista sustituye a las políticas neoliberales que se aplicaban en Bolivia hasta el 2005, de ahí a la fecha se ha implementado un nuevo modelo económico, el capitalismo de Estado. Que entre otras características impone la presencia del Estado en todos los sectores estratégicos de la economía, e interviene inclusive en sectores empresariales creando múltiples empresas, pero sobre las cuales no existe evidencia de su eventual rentabilidad, de igual modo promueve la redistribución de la riqueza mediante la otorgación de bonos asistenciales, los cuales en parte son financiados con las utilidades que generan las empresas estratégicas nacionalizadas, como ENTEL, YPFB, y otras.
Este modelo económico se basa en una política social que busca beneficiar a los sectores más vulnerables como son la gente de la tercera edad a través de la renta dignidad, y la educación de los infantes a través del bono Juancito Pinto, así como otros beneficios para las madres gestantes. Pero ahora, el contexto económico ha cambiado desde el segundo semestre del 2014 a la fecha, concluyo la expansión de la economía y sobreviene una crisis de recursos, impulsados por la brusca caída de la renta petrolera, cuyo ingreso representa un poco más del 50% de la renta nacional, ello ha provocado un nuevo escenario de crisis en el cual cabe evaluar la continuidad de estas políticas asistenciales frente a un nueva realidad económica.
Palabras clave: Gasto Social, Economía, Gasto Público, Modelo Económico.
La economía mundial a través de la historia nos ha mostrado un comportamiento cíclico entre el auge y la recesión, lo que en economía se denomina la teoría de los ciclos económicos, la cual establece que existen periodos alternativos en los que un país tiene crecimiento y expansión de su economía, contrapuestos a otros periodos en los que se tiene contracción económica. Bolivia no es la excepción, y enfrenta actualmente un periodo crítico frente a la caída de su renta petrolera.
La recesión o contracción económica representa la fase decreciente de un ciclo económico. Es la fase en que se produce una caída importante de la inversión, la producción y el empleo, manifestados en tasas descendentes de inversión y consumo. En el caso boliviano, el crecimiento de nuestra economía se está apoyando actualmente en la demanda interna, ante la caída de la renta petrolera, la cual representaba el 60% de nuestros ingresos, por tanto ahora este crecimiento se basa en esta demanda interna, que está condicionada a mantener los actuales niveles de consumo y de inversión pública para seguir poder seguir creciendo.
La renta petrolera boliviana de la gestión 2015 llegó a $USD 3.700 millones y descendió en 33% respecto a lo registrado en 2014 ($USD 5.530 millones). Previa a la crisis mundial del petróleo, nuestra economía estaba gozando con este nuevo modelo económico de un superávit fiscal y una deuda publica manejable, la cual se encontraba por debajo de los indicadores internacionales. La inversión pública según reportes del Ministerio de Economía tuvo una ejecución el 2013 superior en $USD 884 millones respecto al 2012, cuando la utilización de recursos alcanzó los $USD 2.897 millones, luego para la gestión 2014, el Presupuesto General del Estado (PGE) estableció una inversión pública de $USD 4.519 millones.
Pronostico 2017:
Para 2017, el Gobierno prevé un crecimiento menor del Producto Interno Bruto (PIB) en dos puntos porcentuales con relación al presupuesto de esta gestión. El 2016 se proyectó un 5,01% pero para 2017 se prevé 4,8%, ello supone un tácito reconocimiento a la crisis de recursos. La economía boliviana se ve afectada por tercer año consecutivo por la crisis de los precios internacionales, aunque en medios oficiales destacan que el país mantendrá su crecimiento mayor al 4% alcanzado desde el 2010.
Se prevé también un aumento del déficit, en relación a este año (4,5%). Para 2017, se anticipa un déficit del 7,8%, por inversiones financiadas por ahorros anteriores y financiamiento externo.
En cuanto a las variables macroeconómicas, en el Producto Interno bruto nominal pasará de $USD 38.260 millones el 2016, a $USD 38.930 millones, el gobierno prevé que en 2015 Bolivia tendrá un crecimiento de 5,9%, cifra mayor a lo previsto para este año, de 5,7%. Además, la inversión pública será de $USD 6.179 millones, 37% más respecto a lo programado para este año. El 69% de estos recursos se destinaran a infraestructura y al rubro productivo. Contradictoriamente, la CEPAL mantiene en 4,5% proyección de crecimiento para la economía boliviana en 2016.
La economía boliviana enfrenta diversos problemas y desequilibrios de carácter económico, como cualquier economía. La forma de solucionar estos problemas es a través de la política económica, la cual adopto en el tiempo diversos modelos, desde el reciente modelo neoliberal hasta el actual modelo de capitalismo de Estado.
Áreas de la política económica:
Las principales son la política fiscal y la política monetaria, estas políticas tienen de común de que ambas se clasifican como Políticas de Demanda, ya que esa es la principal variable que afectan estas políticas. La política fiscal supone acciones que afectan al gasto público y a los impuestos y que impactan en primer lugar en el mercado de bienes y servicios (desplazamiento de la curva IS). La política monetaria, instrumentada por el banco central, incluye medidas que afectan a la Oferta Monetaria y que actúan en primer lugar sobre el mercado de dinero (desplazamiento de la curva LM).
Objetivos de la política económica, las principales: 1. Crecimiento y desarrollo económico, 2. Pleno empleo, 3. Estabilidad de precios, 4. Distribución de la renta y la riqueza, 5. Equilibrio de la balanza de pagos. Los cuales analizamos.}
1.- Del crecimiento y desarrollo económico:
La economía boliviana tiene un crecimiento sostenido cercano al 5%, en los últimos años, el sector externo, la inversión pública y la demanda interna fueron los motores de este crecimiento. Nuestra economía fue impulsada por las exportaciones del sector de hidrocarburos en particular, en términos comparativos el modelo económico afecto a esta renta, la cual producto de la nacionalización alcanza a $USD 22.680 millones en siete años del actual gobierno frente a los $USD 3.540 millones del septenio anterior a la nacionalización promovida por el gobierno actual. La inversión gubernamental en el sector petrolero en el periodo 2001-2005, denominado neoliberal fue en promedio $USD 371 millones, cifra inferior a $USD 748 millones por año registrados en siete años del actual gobierno de Morales.
En los hechos en los últimos ocho años, la economía boliviana se multiplicó por cuatro, el 2005 la economía giraba en torno a los 8.000 millones de dólares y hoy representa algo más de 32.000 millones. Este crecimiento obedece al aumento del gasto público en líneas generales, la cual es resultado de la nacionalización de los hidrocarburos y del boom de precios de las exportaciones de materias primas en el contexto internacional.
El estado boliviano adopto el modelo de John Maynard Keynes, quien revolucionó el pensamiento macroeconómico, al argumentar que la producción no depende de la oferta, sino de la demanda. Keynes realizó sus principales aportes en 1936 con la publicación de su libro Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, Keynes sostenía que la depresión y el desempleo eran resultado de un gasto privado (consumo e inversión privados) insuficiente, y la forma de resolverlos era aumentando el gasto público.
Respecto de este crecimiento, el Producto Interno Bruto (PIB) real, en el período de 1986 al 2005, el promedio era de 3,2 por ciento, mientras que los últimos 10 años del actual gobierno, el promedio incrementó al 5 por ciento. En tanto, el PIB nominal, antes tenía un promedio de 6 mil 754 millones de dólares, ahora alcanza los 22 mil 806 millones de dólares, lo que representa un crecimiento de 193 por ciento.
El 2005 el PIB era 9 mil millones de dólares, ahora estamos sobre 33 mil 794 millones de dólares, antes de 2006 el PIB per cápita era de 983 dólares, mientras que el promedio actual es de 2 mil 127 dólares. La inflación durante gobiernos anteriores llegó a 11,5 por ciento, en la actualidad, Bolivia tiene un 6,3 por ciento de inflación. El sustento de este crecimiento es la inversión pública, motor de este modelo económico que se complementa con mayores ingresos fiscales y recaudaciones tributarias, que se transfieren a las gobernaciones de las nueve regiones y a las alcaldías de más de 300 municipios y el sistema público de universidades, lo que contribuye a contar con un mayor dinamismo económico.
Nacionalización de hidrocarburos, el estado recupera el control:
La nacionalización se formalizo con la firma de nuevos contratos de operación con seguridad jurídica, con las empresas petroleras que operan en el país, citamos las más grandes, Petrobras Bolivia, Repsol YPF, Chaco, Andina, British Gas, Petrobras Energía, Pluspetrol, Matpetrol, Vintage y Total- pasaron a ser prestadoras de servicios, tarea por la cual, la estatal YPFB les pagará una retribución diferenciada.
Más datos
Desde el 2014 hasta el primer semestre del presente año, el precio de exportación de gas natural hacia Brasil ha caído en un 62% y hacia Argentina en un 65%, así lo refleja el informe de rendición de cuentas parcial 2016 del sector hidrocarburos de Bolivia. De acuerdo al informe esto se debe a que los precios de Gas Natural se calculan a partir del precio internacional del Petróleo Western Texas Intermediate (WTI), que ha registrado un descenso considerable.
Precios en los últimos años. En el mercado brasileño en la gestión 2014 llegó a tener un costo de $USD 8,43 la Unidad Térmica Británica (BTU), en el 2015 tuvo un descenso a $USD 5,43 el BTU y en el primer semestre del 2016 está en $USD 3,21 el BTU. En el mercado argentino en el 2014 se registró un precio de $USD 10,10 el BTU, en el 2015 $US 6,20 el BTU y en la presente gestión está a $USD 3,48 el BTU.
Según el reporte histórico, el precio más bajo que pagó Brasil por el gas boliviano se registró en el segundo trimestre de 2007, cuando el millón de BTU estaba en 3,6 dólares, mientras que Argentina canceló en esa ocasión 4,6 dólares. El pico más alto se alcanzó en el 2012 con $USD. 9,24 el BTU en Brasil y $US 12,01 el BTU en Argentina
Acerca de ingresos fiscales, la Recaudación tributaria:
Ante la caída de la renta petrolera, la presión fiscal del estado se ejercerá sobre el sector formal de la economía, es decir a los contribuyentes del padrón tributario.
Con relación a esto, en el período 1996-2005 la recaudación tributaria evoluciono de la siguiente forma:
2013, la recaudación alcanzo a 45.839 millones de bolivianos de ingresos tributarios por la gestión 2013. En tanto el 2005, la recaudación tributaria era de 12.171 millones de bolivianos por ingresos tributarios por la gestión 2005.
Si evaluamos las recaudaciones tributarias del periodo 2012 -2013, de 37.460 millones de bolivianos se incrementó a 45.839 millones el 2013, lo que significa un aumento de la recaudación tributaria de un 20%. De igual forma, del periodo 2011-2012 de 30.201 millones se aumentó a 37.460 millones el 2012, un incremento del orden del 20% también.
Cuadro demostrativo de recaudaciones tributarias periodo 1998-2013:
Las recaudaciones tributarias dentro del conjunto de los ingresos nacionales representan entre el 60-70% de los ingresos obtenidos por el SIN y la Aduana de los ingresos administrados y distribuidos por el TGN. Conviene mencionar que en 2005, las recaudaciones tributarias llegaban a Bs15.874 millones y para 2010 se duplicaron a Bs30.879 millones, y el 2013 alcanzaron a 45.839 millones.
Conforme al informe[1], nos muestra que la tasa de impuestos como proporción del PIB creció significativamente en la región en las últimas dos décadas, desde 13,9% del PIB en 1990 a 20,7% en 2012. La lista es encabezada por Argentina (37,3%), Brasil (36,3%), Uruguay (26,3%) y Bolivia (26,0%).
Caída de los recursos internos, vía impositiva al 2016:
Al primer bimestre de la presente gestión/2016, la recaudación tributaria disminuyó en 11,51% respecto a similar periodo de 2015, al abonar Bs 7.018,5 millones a Bs 6.210,2 millones, según datos oficiales. Impuestos Nacionales (SIN) recaudó un total de Bs 6.210,2 millones, a febrero de 2016. Esta caída impositiva es reflejo de la caída de la renta petrolera, la cual afecta al Impuesto IDH. (Impuesto a los hidrocarburos).
Del crecimiento de nuestra economía:
Este crecimiento del país, se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales logrados vía nacionalización de estos, la distribución de los ingresos entre los sectores más vulnerables a través de bonos asistenciales y en el incremento del poder adquisitivo del ciudadano, logrado mediante incrementos anuales del salario mínimo, equivalentes a la inflación acumulada de dichos periodos.
Innegablemente este crecimiento se apoyó en una coyuntura favorable de precios en los mercados internacionales de materias primas, cuyo volumen sin embargo no ha crecido significativamente, y si las manufacturas que se han incrementado en valor y en volumen. De igual modo, debemos reconocer la importante contribución al aumento del Producto Interno Bruto por parte de las remesas del exterior, la cual ha incidido en el mayor consumo de las familias bolivianas, esta políticas redistributivas del ingreso, afecta positivamente el incrementó la demanda interna.
Datos del PIB
El 4,85 por ciento de crecimiento real (a precios constantes) del PIB en 2015 supone un retorno a casi el mismo nivel de hace 10 años, cuando en 2006 el crecimiento económico cerró con 4,80 por ciento, de acuerdo a datos oficiales procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Según datos del INE, en los últimos 10 años, el PIB nominal de Bolivia pasó de casi 92 mil millones de bolivianos en 2006 a 228 mil millones en 2015.
Se estima en medios oficiales que el crecimiento de la economía boliviana llegará al 5,9% el 2015 y será más alto que el planificado para 2014, que es de 5,7%, en 2015 el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzará a $USD 36.196 millones, $USD 5.113 millones (16,44%) más que lo presupuestado para este año ($USD 31.083 millones).
Asimismo, se prevé un déficit fiscal del 3,6% y que el Gobierno, como en años anteriores, tratará de generar un alza en las recaudaciones tributarias a fin de registrar un superávit fiscal. El objetivo será lograr un “equilibrio fiscal”, pero para que esto suceda son necesarias mejores recaudaciones impositivas del fisco y la Aduana, además de potenciar las exportaciones de minerales y de otros productos como la soya del oriente boliviano.
Inversión pública en Bolivia:
En 2016 la inversión pública sin empresas estatales llegó a 6.395 millones de dólares, según datos oficiales. Para el 2017 el Presupuesto General del Estado establece una inversión pública de 6.189 millones de dólares para el próximo año, sin incluir los recursos provenientes de las empresas estatales.
De igual forma, el Ejecutivo prevé una inversión pública “expectante” pero que disminuirá de $US 8.200 millones previsto este año, a $US 7.506 millones para 2017 entre el Gobierno y las empresas con participación del Estado.
En infraestructura se invertirá $USD 1.830 millones (29,6% de participación de la inversión); en el tema productivo (energía, agropecuaria, minería, industria, hidrocarburos y turismo) será la inversión más gruesa, con $US 2.661 millones (43%); en el sector social $USD 1.416 millones (22,9%); y en el sector multisectorial $US 282 (4,6%).
La inversión pública garantiza el crecimiento económico del próximo año de 4,8%, a pesar de un contexto internacional adverso, marcado por la baja en los precios internacionales del petróleo. Pese al contexto económico internacional desfavorable, pese a la caída de los precios internacionales se prevé seguir invirtiendo por encima de los 6.000 millones de dólares.
El 2015 confirmó la dependencia de nuestra economía, algo de suponer en una economía global, nos afectó la caída de nuestras exportaciones de productos sin valor agregado, como el gas natural y los minerales; por tanto, también nuestra vulnerabilidad a la baja de estos precios internacionales, que hizo que la renta petrolera de $USD 5.400 millones para 2014 caiga a tan solo $USD 3.500 millones en 2015, es decir, disminuya un 35%.
Evolución gráfica de la inversión pública boliviana como factor de desarrollo:
Inversión pública boliviana según sector económico:
BOLIVIA: INVERSIÓN PÚBLICA EJECUTADA, SEGÚN FUENTE DE FINANCIAMIENTO (En millones de dólares estadounidenses) |
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DESCRIPCION | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | 2010(p) | 2011(p) | 2012(p) | 2013(p) | |
TOTAL | 629,18 | 879,47 | 1.005,41 | 1.351,22 | 1.439,40 | 1.521,12 | 2.181,55 | 2.897,16 | 3.780,73 | |
Recursos Internos | 233,84 | 548,65 | 689,94 | 923,37 | 1.029,79 | 1.012,47 | 1.507,17 | 2.109,17 | 3.098,01 | |
TGN | 11,18 | 8,98 | 18,67 | 73,62 | 109,19 | 87,46 | 192,06 | 237,64 | 564,44 | |
TGN – Papeles | 4,14 | 2,25 | 3,06 | 7,31 | 9,56 | 11,83 | 9,81 | 2,37 | 0,69 | |
Fondo de Compensación | 2,93 | 5,36 | 4,64 | 9,30 | 5,15 | 13,16 | 8,73 | 20,38 | 25,09 | |
Otros Gobiernos | 1,48 | 0,98 | 0,30 | 0,89 | 2,33 | 1,85 | 1,95 | |||
Recursos Contravalor | 10,72 | 15,91 | 16,44 | 18,01 | 14,68 | 6,58 | 5,94 | 5,15 | 3,92 | |
Coparticipación IEHD | 13,14 | 15,46 | 12,38 | 35,39 | 14,30 | 26,52 | 29,30 | 47,91 | 69,05 | |
Coparticipación Municipal | 65,58 | 86,78 | 107,56 | 170,59 | 193,60 | 147,83 | 149,75 | 221,08 | 275,27 | |
Impuesto Directo a los Hidrocarburos | 9,64 | 214,48 | 318,49 | 242,03 | 232,87 | 220,19 | 301,62 | 426,84 | 606,84 | |
Regalías | 76,82 | 172,16 | 171,30 | 197,15 | 243,43 | 185,84 | 261,55 | 367,69 | 531,78 | |
Recursos Propios | 35,19 | 23,18 | 32,16 | 159,03 | 202,25 | 247,60 | 492,86 | 707,69 | 949,60 | |
Otros | 3,02 | 3,11 | 4,95 | 10,94 | 4,77 | 64,56 | 53,21 | 70,56 | 69,38 | |
Recursos Externos | 395,34 | 330,82 | 315,47 | 427,85 | 409,61 | 508,65 | 674,38 | 787,99 | 682,72 | |
Créditos | 311,59 | 229,28 | 223,17 | 300,79 | 258,35 | 376,59 | 523,63 | 633,43 | 557,27 | |
Donaciones | 68,44 | 88,88 | 78,79 | 109,51 | 135,04 | 107,92 | 110,15 | 108,13 | 100,74 | |
Donaciones HIPC II | 15,31 | 12,66 | 13,51 | 17,55 | 16,22 | 24,14 | 40,60 | 46,43 | 24,72 | |
Fuente: VICEMINISTERIO DE INVERSIÓN PÚBLICA Y FINANCIAMIENTO EXTERNO INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Nota: Incluye ejecución estimada de los gobiernos municipales. (p): Preliminar |
Del cuadro anterior, inferimos que la dependencia de los recursos externos para financiar la inversión pública ha tenido una evolución positiva, en la gestión 2005 los recursos externos, llámense créditos, donaciones y del HIPC II alcanzaban a 395,34 millones de dólares frente a los recursos internos que eran de 233,84 millones, es decir representaban un 69% más los recursos externos.
En la gestión 2013, evaluando la ejecución presupuestaria observamos que los recursos externos ejecutados destinados a financiar la inversión pública alcanzan a $USD. 682,72 millones de dólares y los recursos internos ejecutados a $USD 3.098,01 millones de dólares, por tanto los recursos externos son apenas el 22% del financiamiento vía recursos internos, ello es positivo porque denota una menor dependencia del financiamiento externo para para la inversión pública.
Luego, desde la gestión 2006, el gobierno actual impuso un nuevo modelo de economía pro estatista, la cual fue registrando cifras récord de inversión pública ya que pasó de $USD 569 millones de inversión, en promedio, en el periodo neoliberal (1997 – 2005), a $USD 2.174 millones, en promedio, que se ejecutó entre 2006 y 2014. Esto se resumen en términos comparativos, el 2005, el indicador registraba USD 629 millones de inversión, para el 2013 la cifra llegó a USD 3.781 millones y en 2014, en el país se invirtió un total de USD 4.507 millones. Estos datos muestran al Gobierno como al mayor inversor e impulsor de la economía nacional.
Factores que impulsan el crecimiento:
Esto obedece a tres factores, por un lado a la renegociación de los contratos con las empresas petroleras que efectuó el Gobierno de Morales, al promulgarse el Decreto Supremo 28701 de Nacionalización, el 1 de mayo/2006, la empresa estatal YPFB asumió el control total de los hidrocarburos, que representan una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, y con la expectativa de garantizar la producción de gas natural y petróleo tanto para el consumo interno como para la exportación a otros mercados.
En cifras, esto representa el control del estado sobre las reservas de 48,7 mil millones de pies cúbicos de gas, superadas en la región sólo por Venezuela- y 856 millones de barriles de petróleo. Esta nacionalización del petróleo, fue la tercera en el país, ya que no fue la primera vez que Bolivia nacionaliza los hidrocarburos. La estatal YPFB ya había tomado el control de los hidrocarburos durante la expropiación en 1937 de los bienes de la estadounidense Standard Oil -cuando el presidente David Toro anunció la extinción de las concesiones otorgadas en 1921- y en 1969, contra la también estadounidense Gulf Oil Company.
Con la reciente nacionalización, el estado, mediante YPFB, posee el control y el manejo del 100% de los ingresos de la comercialización de los hidrocarburos, y ofrecerá retribuciones a las petroleras, basado en la recuperación de los costos y una utilidad «razonable» que le permita seguir invirtiendo y produciendo en el país.
En términos simples, la nacionalización se explica invirtiendo la relación entre Estado y Empresas Petroleras, antes estas empresas pagaban 18% por tributos ahora pagan el 82%, es decir el porcentaje de los tributos se invirtió entre ambos, por ello las petroleras deberán pagar un impuesto del 82% para los grandes yacimientos y porcentajes menores para los campos pequeños, y asumir el compromiso de invertir en exploración y desarrollo de campos de gas natural.
Por otro lado, la renta nacional se benefició del boom de precios del denominado “superciclo de las commodities” que indudablemente nos favoreció, y en particular el relativo al precio del barril de petróleo que superó la barrera de los $USD 100.-.Cabe mencionar que nuestro país vive principalmente de la renta petrolera, la cual representa el 60% de su renta nacional, y finalmente el tercer factor corresponde al incremento de la demanda interna provocado por una mayor capacidad de gasto del gobierno, lo cual ha impulsado el aumento del dinero circulante en la economía, así como de la inversión pública en particular.
Actualidad ante la crisis del petróleo:
El fin del superciclo de las conmodities, afecta de forma particular a los países exportadores de minerales y petróleo. Estos precios de las materias primas hasta 2012 aproximadamente, tuvieron un crecimiento acelerado y comenzaron a caer cuando la economía globalizada empezó a desacelerarse.
En el caso de los hidrocarburos, que afecta a economías como las de Bolivia, Venezuela y Ecuador, la caída se inició a mediados de 2014 y la combinación de una demanda global débil y una sobreoferta de petróleo motivada por el aparato productor de esta materia de EEUU, incidió negativamente en el crecimiento de estas economías que viven de la renta petrolera, la sobreoferta del barril de petróleo indudablemente afecto al precio del barril, esta crisis de precios en los hechos beneficio a EEUU, cuya economía se reposicionó como la primera economía del mundo, al igual que aprecio el valor de su moneda frente a todas las demás monedas, las cuales se depreciaron frente al dólar americano.
Críticas a la nacionalización del petróleo:
Según pronósticos oficiales, tras las firma de los acuerdos, Bolivia iba a percibir unos US$1.000 millones anuales, lo que representaría el 23% del PIB anual del país, y muy por encima de los US$500 millones que se lograban con los viejos contratos antes de la nacionalización.
Sin embargo, a más de siete años de la nacionalización de los hidrocarburos, que algunos sectores críticos califican como una modificación o renegociación de contratos con las petroleras, los nuevos descubrimientos de reservas de petróleo y gas natural son hechos muy aislados y de poca magnitud
Incumplimiento de contratos de exportación de volúmenes de gas:
Bolivia está al límite entre la demanda y la oferta, en producción y venta de gas. Hace sólo dos semanas Argentina nos multo con 2,1 millones de dólares por no cumplir con los volúmenes de contratos. De seguirse al ritmo actual, la demanda interna y externa juntas habrán llegado dentro de cuatro años a 70 millones de metros cúbicos, pero la producción alcanzará sólo a 65 millones, incluyendo lo que provea Incahuasi II.
Actualmente, el mercado interno tiene una demanda promedio 13,2 MMm3 día y está previsto un crecimiento del 10 por ciento por año, por lo que hasta 2020 podría llegar perfectamente a 19 o 20 MMm3 día. Paralelamente, el contrato con Argentina establece una entrega de 27,7 MMm3 día hasta 2021, y el de Brasil, que culmina en 2019, unos 31 MMm3 día.
De mantenerse el ritmo y de suscribirse un nuevo convenio con Brasil en las mismas condiciones, Bolivia tendrá una demanda que superará los 78 MMm3 día, mientras que la producción llegará sólo a 65,5 MMm3, tomando en cuenta la producción que se sume del campo Incahuasi fase II. No se toman en cuenta aún las probables declinaciones de otros campos.
Nuestro país actualmente (2016) no está pudiendo cumplir con los cupos de exportación con la Argentina. La adenda al contrato de envío de gas a Argentina establece un volumen mínimo de envío de 19,9 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) en invierno y de 16,4 MMmcd en verano, YPFB continuó enviando volúmenes menores en agosto, septiembre y octubre/2016 conforme a reportes oficiales de esta empresa.
Al extremo, de que Energía Argentina S.A. (Enarsa) impuso una multa a YPFB de Bolivia de 2,1 millones de dólares por el incumplimiento en los envíos de julio/2016, este escenario no sufrirá modificaciones por el actual crecimiento de la demanda interna boliviana, la cual en los hechos está comprometiendo los volúmenes de exportación hacia la Argentina en particular, por lo que se puede prever que se aplicaran nuevas multas para los próximos meses.
Según los reportes diarios de envío de gas a Argentina de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) Transportes, el envío más bajo en lo que va del año se reportó el 15 de octubre y fue de 7,2 MMmcd. En agosto el envío mínimo fue de 10,7 MMmcd día y en septiembre fue de 13,6 MMmcd, todos por debajo del mínimo fijado por contrato.
Según la adenda firmada por YPFB con la estatal Energía Argentina S.A. (Enarsa), en invierno (mayo a septiembre) el envío mínimo estipulado para el 2016 es de 19,9 MMmcd, mientras que para verano (octubre 2016 a abril 2017) el mínimo es de 16,4 MMmcd. En octubre, los envíos están por debajo del mínimo.
El problema radica en el creciente mercado interno y la falta de exploración, estas dos razones explican porque YPFB no puede cumplir con los envíos fijados, este crecimiento de la demanda interna es lo único que YPFB pudo sostener. En síntesis la declinación de la producción de los grandes campos gasíferos del país y el fracaso en nuevas exploraciones para encontrar nuevos reservorios están amenazando la seguridad energética de Bolivia.
Saldos con Argentina:
Argentina adeuda al país por el impago de intereses que ascendían a $USD 10 millones, mientras que Bolivia adeudaba $USD 2,1 millones por una multa impuesta debido a que faltó al contrato. Se estima que la renta petrolera en 2016 estará por encima de los $USD 2.000 millones y que la multa de 2 millones a Argentina es mínima.
La producción es entregada un porcentaje por YPFB y otros por las empresas operadoras Total, Repsol, Petrobras y Pluspetrol. Cabe recordar que el Gobierno del presidente Mauricio Macri pagó la deuda pendiente que arrastraba su antecesora, Cristina Fernández, de $USD 360 millones.
La empresa argentina Enarsa argumentó para aplicar la multa a YPFB que el promedio demandado de gas en julio es de 21,55 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) y lo que YPFB entregó en promedio fue de 15,40 millones, lo que obligó a su Gobierno a importar gas de Chile, a más del doble del precio que le compra a Bolivia. Desde hace tres años que YPFB no certifica las reservas de gas, que por ley deberían certificarse en marzo de cada año.
Datos sobre el consumo interno de gas:
En 2005, la demanda del mercado interno de gas natural era menos de 4 MMmcd, a 2014 subió a 10,3 MMmcd y el mes pasado alcanzó una demanda máxima de 15,17 MMmcd. Este incremento de la demanda interna es consecuencia de la política de masificar el uso de gas en el país y universalizar la cobertura de gas domiciliario. En 2005 apenas llegaba a un 0,6% de la población, pero ahora se tiene alcance a más de 750 mil instalaciones que benefician a 3,5 millones de usuarios. Respecto a las conversiones a Gas Natural Vehicular (GNV), en 2005, apenas se tenía 37.962; ahora, superan los 360 mil vehículos convertidos de forma gratuita.
Entre 2006 y 2016, en la instalación de gas domiciliario se invirtieron 835 millones de dólares, además se debe sumar los recursos destinados para el proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) de 258 millones de dólares, proyecto que permitió masificar el consumo en zonas alejadas. A la fecha se tiene 146 poblaciones con redes de gas, de las cuales 116 tienen acceso de forma convencional y 30 de manera virtual. El costo de instalación en el área urbana tiene un promedio de 1.000 dólares, mientras que en el rural oscila entre 2.000 y 3.000 dólares que son asumidos por el Estado.
En síntesis, Bolivia creció en promedio 5% la última década y el PIB nominal subió 196%. Según datos oficiales, en el periodo 1997-2005 el país registró un déficit fiscal promedio de 5,2% del Producto Interno Bruto (PIB), ocupando el último lugar en Sudamérica, mientras entre 2006 y 2014 el indicador promedio llegó a 1,2%, situándose como el segundo país con superávit fiscal.
Inversión extranjera directa:
En el denominado periodo neoliberal, la inversión extranjera era de tan solo 428 millones de dólares. Actualmente este indicador se ubica en mil 248 millones de dólares.
Al 2014
La inversión extranjera directa bruta en Bolivia se situó en 1.148 millones de dólares en el primer semestre del año, un 12,4% más que los 1.021 millones de dólares reportados en el mismo período de 2013, según reportes del Banco Central (BCB).
Un 66,6% del monto invertido hasta fines de junio pasado fue destinado al sector de hidrocarburos, un 15,6% a la industria y un 11,2% a la minería, entre las cifras más relevantes, según el BCB. La cifra de esa inversión extranjera representa un 3,3% del producto interior bruto (PIB), de casi 32,000 millones de dólares.
Sin embargo, en el período comparado, la inversión extranjera neta bajó en un 1,3%, de 863 millones a 852 millones de dólares.
Asimismo, según reporte del [2]BCB las Reservas Internacionales Netas (RIN) sumaron 14.809 millones de dólares, superior en 379 millones respecto al dato de diciembre de 2013, y que es una cifra que se explica principalmente por las exportaciones de gas natural.
El sector más dinámico de Bolivia es el de los hidrocarburos, controlado por la empresa estatal YPFB desde la nacionalización del 2006, aunque hay una decena de empresas trasnacionales que operan bajo su supervisión en exploración y explotación.
Proyección del IED:
La Inversión extranjera Directa (IED) en Bolivia cayó el 63% en 2014, según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un organismo técnico de las Naciones Unidas.
De acuerdo al informe, Venezuela encabezó los países donde más cayó la IED con un 88%, seguido de El Salvador (-53%), Bolivia (-63%), Argentina (-41%), Costa Rica (-21%), Perú (-18%), Colombia y Panamá (1%).
Deuda externa:
Cuando Morales llega a la presidencia, la deuda externa alcanzaba el 67 por ciento de Producto Interno Bruto del país, ahora el adeudo disminuyó a 17 por ciento del PIB. En los hechos, en el año 1987 la deuda externa y el PIB estaban casi a la par.
Asimismo, debe destacarse que en el año 1987 Bolivia era el país con mayor deuda externa en América Latina, con el 92,2 por ciento del PIB, y en la actualidad, la deuda alcanza al 19 por ciento en porcentaje respecto del PIB.
Saldos al 31 de diciembre de 2015, deuda pública:
La deuda externa pública de mediano y largo plazo alcanzó a USD 6.340 millones, y en porcentaje del PIB representó el 19%, por debajo del límite internacional de 50% definido por la CAN. La deuda fue destinada a financiar la ejecución de importantes proyectos que contribuyen al desarrollo económico y social del país.
Por sector económico y proyecto de destino destacan el proyecto construcción de la carretera Rurrenabaque – Riberalta, el Programa de Gestión de Riesgos de Desastres II, el Programa de reformas de los sectores de agua, saneamiento y recursos hídricos en Bolivia, la construcción de la carretera Villa Granados – Puente Taperas – La Palizada, el programa sectorial de transporte, entre otros.
La deuda exterior boliviana al 31/12/2015 es de 6.340 millones de dólares, los acreedores principales son los organismos multilaterales como la Corporación Andina de Fomento, el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial y otros con una cartera de 4.651 millones, la deuda bilateral más alta es con la China de 530 millones de dólares. Otros mil millones corresponden a las dos emisiones de bonos, cada una por 500 millones, que el Gobierno boliviano coloco en el mercado financiero internacional, a una tasa de 5.95% y un plazo de diez años.
La deuda externa en 2015 subió un 10,5 por ciento con relación a 2014, de 5.736,2 millones de dólares a 6.340,8 millones. El porcentaje sube a 11,8 por ciento si se consideran los datos hasta marzo de este año, en los que la deuda llegó a 6.416 millones de dólares (último informe del Banco Central de Bolivia, BCB).
Limitaciones del crecimiento boliviano:
El crecimiento de la economía boliviana ha estado limitado por las bajas tasas de inversión que históricamente mostró el país. La tasa de inversión en los últimos 20 años se sitúa entre un 15% y 16% en promedio.
Ahorro/ inversión boliviana:
El débil ahorro interno es la restricción más importante que explica los bajos niveles de inversión. Sin embargo, esta tasa de ahorro ha tenido un comportamiento variable a través del tiempo y como es de suponer dependió de los ciclos económicos por los que atravesó nuestra economía.
Durante el periodo denominado de la bonanza (2006-2013), el ahorro interno creció en forma significativa, debido a las exportaciones de materias primas, tanto de precio como de volumen. El ahorro interno en promedio durante este periodo fue de 24.2% del PIB.
Respecto de la inversión no aumentó en forma significativa, situándose ésta en promedio en 16.8% del PIB, la inversión estuvo principalmente ejecutada por el sector público, que alcanzó a 11.9% del PIB durante este periodo, incluyendo la inversión realizada por las empresas públicas.
Respecto de la inversión privada:
La inversión pública ha desplazado (crowding-out) a la inversión privada. La política estatal del actual modelo promueve acciones y planes que están destinados a implantar un Estado Empresario, el cual interviene en todos los sectores de la economía, es decir no solamente en sectores estratégicos, sino también en la prestación de servicios y en la producción de bienes.
Finalmente, parece cumplirse la fórmula:
Es decir en un país el ahorro sólo puede superar a la inversión si las exportaciones superan en valor a las importaciones.
2.- Pleno empleo:
Pleno empleo, es decir garantizar la creación neta de puestos de trabajo para proporcionar un nivel de vida estable para toda la población económicamente activa, con políticas destinadas a reducir el desempleo a corto plazo. El número de funcionarios públicos en Bolivia se incrementó de 222.891 en 2005 a 362.227 en 2013, por efecto de la creación de nuevas empresas públicas
El desempleo ocasiona a la sociedad costos económicos y sociales, al respecto, con la aplicación del nuevo modelo económico se ha incrementado la fuerza laboral en el país, cuyo número de empleados ha crecido, pero lamentablemente en la burocracia, no así en la ocupación productiva.
Conforme a datos de organismos internacionales, cinco países de América Latina muestran los peores datos respecto a calidad del empleo. Uno de ellos es Bolivia, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) elaborado con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El informe “Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe. Protección social universal en mercados laborales con informalidad.
En países como, Bolivia, Colombia, Honduras, Perú y Venezuela el peso de los trabajadores independientes supera el 35%, nivel ostensiblemente alto respecto a otras naciones de Latinoamérica, este hecho pone de manifiesto la falta de políticas de industrialización, de ocupación de la mano de obra, algo que en Bolivia sigue siendo una cuenta pendiente.
3.- Distribución de la renta y la riqueza, o sea reducción progresiva de las diferencias entre los niveles de ingresos personales, la concentración de la riqueza y la provisión de bienes públicos.
La implementación de diversos programas sociales ha coadyuvado al objetivo de mejorar el nivel de vida de los sectores más vulnerables.
Programas sociales a destacar:
- a) El Bono Juancito Pinto para niños: este bono consiste en una ayuda económica escolar para los niños, la cual es entregada contra la libreta escolar al fin de cada año. Este bono está concebido como subsidio a la permanencia escolar, que servirá para mejorar las condiciones de vida de la niñez y se financia con recursos generados por la nacionalización de los hidrocarburos, se inició con 1 millón 100 mil beneficiados y en la actualidad se otorga a 2 millones 200 mil ciudadanos
- b) La Renta Dignidad para ancianos; a finales del 2007, el gobierno del MAS aprobó este programa que otorga una pensión vitalicia a las personas mayores de 60 años. El plan renta dignidad, destinado a personas mayores de 60 años, empezó en 2008 con 752 mil 519 beneficiados y en 2015 sumó casi un millón de registrados.
- c) El Bono Juana Azurduy de Padilla para embarazadas. Tiene como objetivo reducir los índices de mortalidad materna infantil. Es Bono es un incentivo a las madres bolivianas, beneficiaba en 2009 a 90 mil 21 mujeres y 160 mil niños y en 2015 llegó hasta 103 mil 358 mujeres y 131 mil 781 menores.
Según informes oficiales, la renta Dignidad llegó en 2012 a 816 mil beneficiarios; el bono Juancito Pinto a 1,76 millones de niños; y el bono Juana Azurduy de Padilla a 133.164 mujeres. El Juancito Pinto redujo la deserción escolar a niveles inferiores a 2% en Inicial y Primaria, y a 3,32% en Secundaria.
Estos datos se reflejan en la reducción de la pobreza moderada, que en el periodo 2005-2011 disminuyó de 60,6% a 45% (un millón de bolivianos pasó a la clase media), y la reducción de la pobreza extrema, que cayó del 38,2% al 20,9% (1,3 millones de bolivianos salieron de la extrema pobreza, según datos oficiales).
De igual modo, la mayor capacidad de gasto de las familias y la política de bonos distribuidos por el Gobierno también permitieron el fortalecimiento del consumo en el mercado interno, cuya incidencia en el Producto Interno Bruto (PIB) pasó de una media de 1,1% en el periodo 1999-2005 a 5,3% entre 2006 y 2012.
La mayor cobertura de los servicios de agua potable, electricidad y telecomunicaciones, entre otros, también reflejan el bienestar económico de la población boliviana. El promedio de crecimiento del PIB en el periodo 1999-2005 fue de 2,6%, mientras que en 2006-2012 llegó a 4,8%. El PIB per cápita subió de $us 1.182 en 2006 a $us 2.470 el año anterior
4.- Equilibrio de la balanza de pagos
Pretende reducir el déficit exterior a medio plazo, mantener un nivel de reservas de divisas y la solvencia frente al exterior. Estas transacciones pueden incluir pagos por las exportaciones e importaciones del país de bienes, servicios, capital financiero y transferencias financieras.
Balanza de pagos y posición de inversión internacional:
En el primer trimestre de 2016, la balanza de pagos global registró un déficit de $us876 millones, resultado de un saldo negativo en cuenta corriente de $USD 513 millones equivalente a 1,4% del PIB similar al registrado en el primer trimestre 2015 y un flujo positivo en la cuenta capital y financiera de $USD 6 millones.
El saldo de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB) ascendió a $USD 12.483 millones, menor en $USD 573 millones respecto al cierre de 2015, resultado de menores ingresos por exportaciones, en especial de gas natural debido a la importante caída del precio del petróleo.
El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de 1,4 % del PIB, obedece al menor dinamismo de las exportaciones por la caída en los precios internacionales de los commodities.
Por su parte, la cuenta capital y financiera presentó un flujo positivo de $USD 6,2 millones. Se destaca el flujo positivo del sector público ($USD 116 millones) similar al registrado en el primer trimestre de la gestión anterior.
El flujo bruto de IED recibida alcanzó $USD 228 millones. La reducción obedece a la crisis internacional que impactó directamente a las utilidades de los sectores de hidrocarburos y minería, y por tanto a sus utilidades reinvertidas las cuales se registran como IED.
De las RIN:
Las RIN continúan cayendo. En diciembre de 2014, se tenían 15.123 millones de dólares, la cifra baja a 13.056 millones a fines de 2015, y a 12.337 millones al 15 de abril de este año/2016.
Desde 2012, las reservas registran menor crecimiento llegando incluso a decrecer en 1.607 millones de dólares en 2015. En un escenario de caída de las exportaciones, si las importaciones no caen o caen menos que las exportaciones, el saldo de la balanza comercial (que en la pasada gestión 2015 registró déficit, luego de 11 años de superávit) se mantendría en terreno negativo.
Las Reservas Internacionales Netas han superado los 14.000 millones de dólares, además de aquellas registradas por la venta de materias primas (el gas, especialmente) y productos no tradicionales. La gestión pasada el valor superó los 11.000 millones de dólares, de los que más de 9.000 corresponden a la venta de gas y minerales y poco más de 2.600 millones a productos no tradicionales. De estos últimos, 1700 millones son resultado de las exportaciones a Estados Unidos, el tercer comprador después de Brasil y Argentina.
Caída de la balanza comercial de Bolivia:
La balanza muestra el equilibrio de ingresos y pagos. La balanza de pagos es un registro de todas las transacciones monetarias producidas entre un país y el resto del mundo en un determinado periodo.
En 2015 Bolivia registró un déficit en su Balanza comercial de 1.341,5 millones de dólares, un 4,04% de su PIB, lo que supone un cambio importante en su balanza comercial, que el año anterior registró un superávit que fue de 1.747,0 millones de dólares, el 5,26% del PIB.
La variación de la Balanza comercial se debe a un incremento de las importaciones acompañado de una disminución de las exportaciones de Bolivia
La evolución del saldo de la balanza comercial en Bolivia en los últimos años, el déficit ha caído respecto a 2014, aunque subió respecto a 2005, cuando el superávit fue de 395,9 millones de dólares, que suponía un 4,14% de su PIB.
Socios comerciales:
Brasil es el principal socio comercial de Bolivia, la relación bilateral reporta un saldo deficitario pese a la venta de gas natural: el déficit comercial con este país hasta septiembre suma ya 50 millones de dólares, producto de ventas por 1.055 millones de dólares y compras por 1.105 millones.
El nuevo socio comercial de mayor preponderancia para Bolivia es China, habiéndose convertido en el primer proveedor del país por la vía de las importaciones, con ventas por 318 millones y compras por 1.196 millones, registrándose el mayor déficit con este país, por 878 millones. Luego, EEUU es el tercer socio comercial, con ventas por 823 millones y compras de 614 millones, dejando un superávit de 209 millones de dólares, el segundo que mayor rédito deja al país.
Redistribución de la riqueza impulsa la economía
Remesas
Otra señal de alerta es la caída de remesas. En 2015, Bolivia recibió 1.178 millones de dólares, frente a los 1.163 millones reportados en 2014. Es una alza de 1,28 por ciento, empero es una cifra que aún no alcanza los 1.181 millones, registrados en 2013.
Además, si se comparan los 94,2 millones recibidos en febrero de este año, con similar periodo de 2015, se tiene un descenso de 3,5 por ciento (89,3 millones contra 94,2 del año pasado). Algo más esperanzador es el envío registrado el primer bimestre, período en que Bolivia recibió 183,4 millones de dólares, monto mayor en 2,6 por ciento respecto a similar periodo de 2015.
En cuanto al origen de estos recursos, España sigue adelante con 44,9 por ciento, Estados Unidos 13,4 por ciento y Argentina 12,1 por ciento.
5.- Estabilidad cambiaria
Estabilidad de precios, la cual consiste en el mantenimiento del nivel general de precios, o una tasa de inflación reducida. Hasta el presente 2016, el tipo de cambio se mantiene invariable en Bs 6,96 para la venta y Bs 6,86 para la compra, vigente desde hace ocho años. La estabilidad en la cotización del boliviano frente al dólar permitió que las exportaciones de los productos no tradicionales se incrementaran desde la gestión 2007. En 2006, se apreció el boliviano, que bajó de Bs 8,06 hasta llegar a Bs 6,96, indicador que se ha mantenido estable y ha ocasionado que las exportaciones de los productos no tradicionales se incrementen.
Inflación del 5%
Si la inflación es causada por el exceso de dinero en circulación, entonces el problema parece estar controlado en Bolivia donde los incrementos salariales se fijan anualmente en forma proporcional a la inflación, por lo que no existen mayor masa monetaria circulando en la economía, al respecto se dice que la inflación es el aumento generalizado del nivel de precios en una economía, o sea que la mayoría de los precios de los bienes y servicios disponibles en la economía empiezan a crecer en forma simultánea, esto se explicaría cuando los precios de los bienes y servicios crecen a una tasa superior a los salarios.
La explicación generalmente aceptada es que la inflación es causada por el exceso de dinero en circulación, como señala Milton Friedman. En particular, nos adherimos a la frase de Friedman, del monetarismo, de que «la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario».
En Bolivia, la cantidad de dinero en circulación permanece constante, la oferta monetaria no sufre alteraciones, salvo por el doble aguinaldo en diciembre, la cual es controlada por el estado a través de la oferta de bonos que tienen el propósito de retirar dicha masa monetaria de circulación, por ello los aumentos en salarios son proporcionales a la inflación anual acumulada, de lo contrario si aumentamos salarios sin observar la inflación, se provocaría desempleo, aunque no inflación.
La inflación proyectada para 2015 se situará en 5%, para la gestión presente, para la próxima gestión la inflación será 5%, la tendencia es que la inflación esté mejor controlada en Bolivia.
La proyección del Gobierno es que la inflación cierre en 5,5% y para 2015 la misma llegue a 5%. El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la tasa de inflación, registró en octubre una variación porcentual positiva de 0,10% respecto a septiembre, y la acumulada llegó a 3,59%, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Evolución de la renta petrolera:
PRONOSTICO 2016 CONCLUSIONES FINALES
- La bonanza económica de Bolivia llego a su fin y ahora es tiempo de efectuar ajustes al modelo. Varios indicadores se presentan como señales de esta situación, tales como el incremento de la deuda externa, la reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN), el déficit comercial y el descenso de remesas internacionales.
- La disminución de 38% en el valor de las exportaciones de gas natural. De 6.190 millones de dólares en 2014 a 3.850 millones en 2015, la caída de los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), de 2.240 millones de dólares en 2014 a 1.570 millones en 2015, una baja del 30%.
- La caída de los precios internacionales de las materias primas influyen en la renta nacional, tanto del barril de petróleo como de los minerales que exportamos, por lo que la demanda interna será insuficiente para poder sostener el actual nivel de inversión y de consumo en el largo plazo.
- La reducción de las reservas internacionales, y el aumento de la deuda pública son inevitables frente a la crisis financiera de recursos, lo cual obliga a recurrir a nuevos endeudamientos, como el caso reciente de la China.
- La caída de la renta petrolera es dramática conforme se observa en el cuadro que antecede, dicha renta el 2014 era de 24.501 millones de bolivianos, equivalentes a $USD. 3.520 millones de dólares, se reduce el 2015 a 20.276 millones de bolivianos equivalentes a $USD. 2.913.-, y el 2016 se prevé que será de 11.555 millones de bolivianos equivalentes a $USD. 1.660 millones de dólares.
La reducción es tanto en volúmenes de exportación, de 31,6 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) a 31,23 MMmcd en el caso de Brasil, es decir un 2% de disminución. Y en cuanto a Argentina, de 16 a 14,98 MMmcd; una reducción de 6,4%, cuanto en los precios de exportación de gas natural, en el caso del Brasil, de 8,31 dólares por millar de BTU a 4,02 dólares por millar de BTU. Y en el caso de Argentina de 9,71 dólares a 4,55 dólares por millar de BTU, que representa el 53% de disminución.
- En síntesis, un crecimiento del 5% basado en la demanda interna, después del fin de la bonanza de nuestra economía, con caída de la renta del gas natural y de hidrocarburos, ligada a la desaceleración de la economía mundial es improbable de alcanzar.
[1] informe “Estadísticas tributarias en América Latina 1990-2012”.
El documento fue elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).
[2] Banco Central de Bolivia.